LA GUERRA CULTURAL
- Santiago Arturo Cardenas
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LA GUERRA CULTURAL
08 Jan 2018 13:09
LA GUERRA LA GUERRA CULTURAL/2017--2018/ UN EMPATE,POR AHORA.
Asistimos, perplejos, al golpe de la desaparición del circo insignia de los EEUU. El Ringling no mostrará nunca mas a sus paquidermos, ni los tricolores de la bandera nacional. Pero, gozosos, porque los contragolpes no fueron uno; sino dos.Las rodillas en tierra a lo Kaepernick durante el national anthem y el derrumbe histórico, histérico, de las estatuas no prosperaron porque la desacralización de los símbolos patrios no fue, no es, simpática. Por tanto,carecieron de apoyo popular.
(Abro un paréntesis.No me gustan los circos "extranjeros" . Ni el ruso con su payaso Popov, un pujón ; ni el Cirque du Soleil con su nombre pagano, sus guiones exóticos, su música culta incomprensible; las tristes caras de sus acróbatas de pelucas variopintas y sus tantos pezones teñidos de diferentes colores. Además $u$ precio$ exhorbitantes. Prefiero a payasos democráticos,la música de caballitos, los animales amaestrados y el olor a rositas de maíz en un ambiente de alegría espontánea).
La media nacional, por supuesto, sigue aplaudiendo el cierre del espectáculo mas grande del mundo, mientras cierra su boca acerca del descalabro espóntaneo de las rodillas irredentas y la tumbadera de las estatuas de sus pedestales. Por cierto, los elefantes han pasado a un retiro de privilegio en un santuario verdadero cerca de Sarasota, pagado por el generoso bolsillo de los antiguos capitalistas explotadores y el aseo diario de sus cuidadores, antes llamados entrenadores- torturadores.
La guerra cultural comenzó en la post historia con el advenimiento de la beatlemanía en los sesenta .En esa década las estrellas se alinearon.Fue la colusión del feminismo,el poder negro y chicano,las escaramuzas por los derechos civiles,el gaysismo y la antiguerra de Vietnam.
James Davison Hunter en su clásico libro (Cultural War,1990), introdujo el término en las marquesinas de la Academia moderna. Sitúa los inicios de las hostilidades en los noventa con el arribo del relativista moral mas duro e importante de la historia a la presidencia de los EEUU. Bill Clinton, Mónica aparte, presidió, tolerando sin chistar- tal vez apoyando- los dos mas grandes ataques morales contra el alma de la nación : la absolución de O.J. Simpson y el gigantesco fraude de los jonrones de Sammy Sosa vs. Mark Mc. Gwire. Una herida mortal contra la integridad y la ética del pasatiempo por excelencia,nacional y patriótico, de los EEUU.
Desde entonces la polarización se ha hecho mas evidente, dividiendo a la nación en casi dos partes alícuotas. Ud. puede llamarlos como desee : derechistas, conservadores, ortodoxos o tradicionalistas en contra de progresistas, heterodoxos, liberales o izquierdistas. Ambos grupos tienen que decidir en el cercano porvenir acerca de los problemas que conformarán el rostro no sólo de nuestra nación, sino de toda la civilización occidental : el aborto; la pena de muerte; la sexualidad aberrada;la separación de la iglesia del estado y la inmigración.
El problema se complica.El ex presidente Bush se autoproclamó un "presidente de guerra" poco después del 9/11; el actual presidente lo ha hecho como un "presidente de la guerra cultural ",politizando el problema. Una guerra que era -- al menos en teoría-- neutral, pasa ahora a la categoría partisana. Demócrata equivale a culturalmente liberal y republicano como culturalmente conservador.Peligroso,porque la "cultura",muchas veces virginal puede ser desflorada por el "poder político", siempre satánico.
Los resultados a largo plazo no los conocemos. Ya se han producido bajas reales, muertos de cementerios, heridas morales sangrantes, desfenestraciones de importancia y luchas en las calles. No hay una luz al final del tunel, que es largo.
El asunto es muy importante.....; mas allá de los cagajones de los elefantes, las rodillas en tierra de los negros, perdón , los afroamericanos , y el desmonte transitorio de algunas estatuas insensatas de sus pebeteros.
Asistimos, perplejos, al golpe de la desaparición del circo insignia de los EEUU. El Ringling no mostrará nunca mas a sus paquidermos, ni los tricolores de la bandera nacional. Pero, gozosos, porque los contragolpes no fueron uno; sino dos.Las rodillas en tierra a lo Kaepernick durante el national anthem y el derrumbe histórico, histérico, de las estatuas no prosperaron porque la desacralización de los símbolos patrios no fue, no es, simpática. Por tanto,carecieron de apoyo popular.
(Abro un paréntesis.No me gustan los circos "extranjeros" . Ni el ruso con su payaso Popov, un pujón ; ni el Cirque du Soleil con su nombre pagano, sus guiones exóticos, su música culta incomprensible; las tristes caras de sus acróbatas de pelucas variopintas y sus tantos pezones teñidos de diferentes colores. Además $u$ precio$ exhorbitantes. Prefiero a payasos democráticos,la música de caballitos, los animales amaestrados y el olor a rositas de maíz en un ambiente de alegría espontánea).
La media nacional, por supuesto, sigue aplaudiendo el cierre del espectáculo mas grande del mundo, mientras cierra su boca acerca del descalabro espóntaneo de las rodillas irredentas y la tumbadera de las estatuas de sus pedestales. Por cierto, los elefantes han pasado a un retiro de privilegio en un santuario verdadero cerca de Sarasota, pagado por el generoso bolsillo de los antiguos capitalistas explotadores y el aseo diario de sus cuidadores, antes llamados entrenadores- torturadores.
La guerra cultural comenzó en la post historia con el advenimiento de la beatlemanía en los sesenta .En esa década las estrellas se alinearon.Fue la colusión del feminismo,el poder negro y chicano,las escaramuzas por los derechos civiles,el gaysismo y la antiguerra de Vietnam.
James Davison Hunter en su clásico libro (Cultural War,1990), introdujo el término en las marquesinas de la Academia moderna. Sitúa los inicios de las hostilidades en los noventa con el arribo del relativista moral mas duro e importante de la historia a la presidencia de los EEUU. Bill Clinton, Mónica aparte, presidió, tolerando sin chistar- tal vez apoyando- los dos mas grandes ataques morales contra el alma de la nación : la absolución de O.J. Simpson y el gigantesco fraude de los jonrones de Sammy Sosa vs. Mark Mc. Gwire. Una herida mortal contra la integridad y la ética del pasatiempo por excelencia,nacional y patriótico, de los EEUU.
Desde entonces la polarización se ha hecho mas evidente, dividiendo a la nación en casi dos partes alícuotas. Ud. puede llamarlos como desee : derechistas, conservadores, ortodoxos o tradicionalistas en contra de progresistas, heterodoxos, liberales o izquierdistas. Ambos grupos tienen que decidir en el cercano porvenir acerca de los problemas que conformarán el rostro no sólo de nuestra nación, sino de toda la civilización occidental : el aborto; la pena de muerte; la sexualidad aberrada;la separación de la iglesia del estado y la inmigración.
El problema se complica.El ex presidente Bush se autoproclamó un "presidente de guerra" poco después del 9/11; el actual presidente lo ha hecho como un "presidente de la guerra cultural ",politizando el problema. Una guerra que era -- al menos en teoría-- neutral, pasa ahora a la categoría partisana. Demócrata equivale a culturalmente liberal y republicano como culturalmente conservador.Peligroso,porque la "cultura",muchas veces virginal puede ser desflorada por el "poder político", siempre satánico.
Los resultados a largo plazo no los conocemos. Ya se han producido bajas reales, muertos de cementerios, heridas morales sangrantes, desfenestraciones de importancia y luchas en las calles. No hay una luz al final del tunel, que es largo.
El asunto es muy importante.....; mas allá de los cagajones de los elefantes, las rodillas en tierra de los negros, perdón , los afroamericanos , y el desmonte transitorio de algunas estatuas insensatas de sus pebeteros.
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