Amado Lorenzo
Un “think tank” con sede en Londres, con el que suelo colaborar, ha pedido a un grupo de expertos voluntarios el análisis de los hechos y las medidas tomadas por el gobierno de los EUA - la retirada de los diplomáticos no esenciales de la embajada en Cuba y la expulsión de 15 diplomáticos de la embajada de Cuba en los EUA- en relación a este hecho, aún calificado como misterioso.
Para los expertos es incomprensible que los servicios de inteligencia de ambos países no conozcan o se nieguen a informar de las armas empleadas para provocar esos daños y el autor o autores.
Las opiniones de supuestos expertos y tertulianos son muy variadas. Unos acusan al gobierno cubano y recientemente se habla de la participación de grupos interesados en mantener el mal llamado bloqueo de los EUA para evitar al restablecimiento de un grado mayor de negocios e inversiones en la isla.
¿Quiénes se benefician y quienes son los perjudicados por un retroceso del proceso patrocinado supuestamente por el Vaticano y grades empresas de los EUA, que desean participar en los nuevos proyectos en la isla, a partir del desarrollo del Plan Mariel, mediante la fórmula de cambiar deuda por inversión?
La geopolítica económica en Latino América es cada día más complicada por la participación de fondos soberanos procedentes de China, Rusia, Irán entre otros, que desean aprovecharse de los recursos naturales de la región, mediante la fórmula que los fondos soberanos le impusieron a los EUA de cambiar deuda por activos e inversiones, para controlar el déficit y la deuda pública.
Esta estrategia que también se está empleando en otras regiones desea controlar las inversiones y la utilización de recursos naturales de la región y son muchos los que no desean que los EUA participen de esta nueva tarta económica.
En opinión de los expertos no parece lógico que los nuevos grupos que mandan en Cuba, que son al mismo tiempo los nuevos millonarios de la isla, hayan provocado una situación que les perjudica, a menos que se trate del efecto que no esperaban de un sistema especial de escuchas como señalan algunos.
La cancelación de nuevos visados daña el enorme negocio de las mulas que llevan mercancías a Cuba (Un negocio que supera los 3000 millones de CUC, incluyendo su efecto multiplicador en la economía) y también el nuevo negocio de los “carretilleros”, tan grande como el primero.
Los grupos opositores y disidentes de cubanos tampoco cuentan con el grado de sofisticación necesaria para llevarlo a cabo.
¿Quiénes quedan?
Esta sería una magnífica oportunidad para que las miles de asociaciones de cubanos opositores y disidentes, en Cuba y en el extranjero, unan sus esfuerzos para crear un pequeño pero eficiente grupo de expertos en seguridad e inteligencia para intentar desentrañar este misterio y establecer la mejor estrategia para desactivarlo teniendo en cuenta los objetivos de lograr un cambio más democrático en Cuba.
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