Version en Castellano de "Making American Policy Towards Cuba a Joke Again"
- José Manuel Palli
- Topic Author
- Visitor
Version en Castellano de "Making American Policy Towards Cuba a Joke Again"
11 Oct 2016 00:36
Escribir sobre una elección presidencial como la que nos ocupa es virtualmente imposible, dada la fluidez del ciclo de noticias que cambia varias veces al día. Por eso me resulta mas fácil escribir sobre aquello que no cambia nunca, como ser el rol que juegan en todas nuestras elecciones la demonización del adversario y el “Viva Cuba Libre”.
En un reciente articulo del Miami Herald –“Trump broke Cuban Embargo”, September 29th, 2016- quedó plasmada la increíble inocencia de ciertos cubanoamericanos que apoyan fervorosamente a cualquiera que los agarra por donde mas les gusta que los agarren, el venerado (y desgastado) “No Castro, no problem”.
El articulo en cuestión enlaza con un video que es todo un testimonio de la estupidez insondable (y digna de al menos un capitulo en aquella obra del húngaro Tabori, “Historia de la Estupidez Humana”) de esa clase de cubanoamericanos. En dicho video, de hace 17 años, el actual candidato a la presidencia de la Nación por el Partido Republicano arenga a los miembros de la Fundación Nacional Cubano-Americana con sus estridencias anti-Castristas pidiéndoles su voto (el Donald concursaba como candidato de otro partidito, no el que “representa” hoy), su dinero y, de paso, el primer hotel en una Cuba gobernada por la Fundación con el respaldo de los EEUU.
No obstante ese antecedente, hace dos semanas y casi dos décadas después, el mismo Trump, que recientemente había reiterado su conformidad con la nueva política hacia Cuba del presidente Obama, nos dejó básicamente el mismo mensaje de mano dura contra los Castro que se le escucha en el video de 1999, en una de tantas apariciones que hacen nuestros politiquillos ante las cámaras en ese templo de la cubanìa que es el Versailles.
La pregunta obligada, en esta época de acercamiento entre Cuba y los EEUU, política que cuenta con el respaldo de la vasta mayoría del pueblo “americano” (incluidos los cubanoamericanos) y del mundo en general, es si esos cubanoamericanos que aplaudieron entusiastamente al Donald hace pocos días en Miami son capaces de aprender alguna lección de este cúmulo de experiencias. Y la respuesta es un NO rotundo… A quien le gustan los “jala bolas” (venezolanismo que en cubano seria “guataca”) no le caben las razones ni las lecciones en su cerebro, especialmente cuando se encandilan con personajes como Trump, quien se autoproclama un experto en jalar genitales y en tantísimas cosas mas.
Ni siquiera son capaces de aprender las lecciones mas sencillas. Como ser que quienes han dicho públicamente, y con toda razón, que el candidato republicano a la presidencia es un estafador y un amoral –un par de jóvenes senadores me vienen a la mente- difícilmente puedan protestar si sus conciudadanos los consideran a ellos mismos amorales y fraudulentos por estar dispuestos a instalar en la Casa Blanca a un amoral con el vocabulario, la mentalidad y el coeficiente emocional de una criatura de doce años.
Pero no quiero caer en la otra característica invariable de nuestros procesos electorales, la demonización del adversario, demonización que es el ingrediente clave en la polarización que aqueja y paraliza no solo a los EEUU sino al mundo todo. Me parece tan peligroso para una sociedad demonizar al Donald como hacerlo con Hillary, y las consecuencias son nefastas a la hora de preservar los valores que los propios demonizadores dicen defender.
Al demonizar a alguien por sus falencias nos olvidamos que aquellos que ensalzamos en contraste con el demonizado con frecuencia comparten las mismas falencias que criticamos. Y cuando demonizamos al mismo tiempo que pretendemos defender ciertos valores, esos valores se ven disminuidos al constatar que nuestro favorito cojea de la misma pata que nuestro adversario demonizado. De ahí a la selectividad incoherente y las argumentaciones infantiles hay un solo paso, como lo demuestran quienes se contentan con señalar que “el otro” es mucho mas corrupto, amoral, hipócrita, etc., etc., que “el nuestro”.
Es así como llegamos a la super-abundancia de auto-proclamados “expertos” entre nosotros que se dicen libertarios pero apoyan medidas que coartan la libertad de sus conciudadanos a la hora de viajar a Cuba o comerciar con ella. O que se autoproclaman (y hasta presiden partidos) liberales y neo-liberales cuando su corazón y sus proclamas son abiertamente reaccionarias. O de moralistas que apoyan al Donald aun reconociendo su amoralidad.
Esas incoherencias se han puesto de manifiesto recientemente a través de la adulación de muchos de estos “expertos” hacia el actual Secretario General de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, luego de que estos mismos personajes demonizaron a su predecesor, el chileno Miguel Insulza, durante años. En mi opinión, ambos caballeros han dado muestras de su capacidad e inteligencia para conducir los destinos de la organización, aun cuando siempre han estado constreñidos por los estatutos de la misma. Es cierto que Almagro ha sido mas aguerrido en sus dichos que lo que fue en su momento Insulza, pero la OEA como institución no funciona a través de las opiniones que vocaliza su Secretario General sino de los votos de los países que la integran. Y en ese plano no existen todavía cambios significativos entre la gestión de Insulza y la de Almagro, a quien una querida amiga y aguerrida combatiente del castrismo catalogó como “un comunista mas” en cuanto fue designado.
Almagro ha dicho que quiere ver a Cuba de nuevo dentro de la OEA, y en una entrevista concedida a la revista colombiana Semana en agosto del 2015, manifestó que “Cuba lleva una agenda muy positiva, incluido el dialogo con los EEUU y el hecho de que mantiene relaciones cordiales con todos los países…”, lo que no lo convierte en comunista, claro, al menos en la mente confusa de los “expertos demonizadores” que hoy lo proclaman como el apóstol de la democracia en nuestra región.
Hasta Carlitos Gardel puso el dedo en la llaga de mis amigos del prefijo “liber” cuando cantó aquello de:
“Almagro, Almagro de mi vida, tu fuiste el alma de mis sueños”…
Y el énfasis debe ser puesto en la palabra “sueños”…
En un reciente articulo del Miami Herald –“Trump broke Cuban Embargo”, September 29th, 2016- quedó plasmada la increíble inocencia de ciertos cubanoamericanos que apoyan fervorosamente a cualquiera que los agarra por donde mas les gusta que los agarren, el venerado (y desgastado) “No Castro, no problem”.
El articulo en cuestión enlaza con un video que es todo un testimonio de la estupidez insondable (y digna de al menos un capitulo en aquella obra del húngaro Tabori, “Historia de la Estupidez Humana”) de esa clase de cubanoamericanos. En dicho video, de hace 17 años, el actual candidato a la presidencia de la Nación por el Partido Republicano arenga a los miembros de la Fundación Nacional Cubano-Americana con sus estridencias anti-Castristas pidiéndoles su voto (el Donald concursaba como candidato de otro partidito, no el que “representa” hoy), su dinero y, de paso, el primer hotel en una Cuba gobernada por la Fundación con el respaldo de los EEUU.
No obstante ese antecedente, hace dos semanas y casi dos décadas después, el mismo Trump, que recientemente había reiterado su conformidad con la nueva política hacia Cuba del presidente Obama, nos dejó básicamente el mismo mensaje de mano dura contra los Castro que se le escucha en el video de 1999, en una de tantas apariciones que hacen nuestros politiquillos ante las cámaras en ese templo de la cubanìa que es el Versailles.
La pregunta obligada, en esta época de acercamiento entre Cuba y los EEUU, política que cuenta con el respaldo de la vasta mayoría del pueblo “americano” (incluidos los cubanoamericanos) y del mundo en general, es si esos cubanoamericanos que aplaudieron entusiastamente al Donald hace pocos días en Miami son capaces de aprender alguna lección de este cúmulo de experiencias. Y la respuesta es un NO rotundo… A quien le gustan los “jala bolas” (venezolanismo que en cubano seria “guataca”) no le caben las razones ni las lecciones en su cerebro, especialmente cuando se encandilan con personajes como Trump, quien se autoproclama un experto en jalar genitales y en tantísimas cosas mas.
Ni siquiera son capaces de aprender las lecciones mas sencillas. Como ser que quienes han dicho públicamente, y con toda razón, que el candidato republicano a la presidencia es un estafador y un amoral –un par de jóvenes senadores me vienen a la mente- difícilmente puedan protestar si sus conciudadanos los consideran a ellos mismos amorales y fraudulentos por estar dispuestos a instalar en la Casa Blanca a un amoral con el vocabulario, la mentalidad y el coeficiente emocional de una criatura de doce años.
Pero no quiero caer en la otra característica invariable de nuestros procesos electorales, la demonización del adversario, demonización que es el ingrediente clave en la polarización que aqueja y paraliza no solo a los EEUU sino al mundo todo. Me parece tan peligroso para una sociedad demonizar al Donald como hacerlo con Hillary, y las consecuencias son nefastas a la hora de preservar los valores que los propios demonizadores dicen defender.
Al demonizar a alguien por sus falencias nos olvidamos que aquellos que ensalzamos en contraste con el demonizado con frecuencia comparten las mismas falencias que criticamos. Y cuando demonizamos al mismo tiempo que pretendemos defender ciertos valores, esos valores se ven disminuidos al constatar que nuestro favorito cojea de la misma pata que nuestro adversario demonizado. De ahí a la selectividad incoherente y las argumentaciones infantiles hay un solo paso, como lo demuestran quienes se contentan con señalar que “el otro” es mucho mas corrupto, amoral, hipócrita, etc., etc., que “el nuestro”.
Es así como llegamos a la super-abundancia de auto-proclamados “expertos” entre nosotros que se dicen libertarios pero apoyan medidas que coartan la libertad de sus conciudadanos a la hora de viajar a Cuba o comerciar con ella. O que se autoproclaman (y hasta presiden partidos) liberales y neo-liberales cuando su corazón y sus proclamas son abiertamente reaccionarias. O de moralistas que apoyan al Donald aun reconociendo su amoralidad.
Esas incoherencias se han puesto de manifiesto recientemente a través de la adulación de muchos de estos “expertos” hacia el actual Secretario General de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, luego de que estos mismos personajes demonizaron a su predecesor, el chileno Miguel Insulza, durante años. En mi opinión, ambos caballeros han dado muestras de su capacidad e inteligencia para conducir los destinos de la organización, aun cuando siempre han estado constreñidos por los estatutos de la misma. Es cierto que Almagro ha sido mas aguerrido en sus dichos que lo que fue en su momento Insulza, pero la OEA como institución no funciona a través de las opiniones que vocaliza su Secretario General sino de los votos de los países que la integran. Y en ese plano no existen todavía cambios significativos entre la gestión de Insulza y la de Almagro, a quien una querida amiga y aguerrida combatiente del castrismo catalogó como “un comunista mas” en cuanto fue designado.
Almagro ha dicho que quiere ver a Cuba de nuevo dentro de la OEA, y en una entrevista concedida a la revista colombiana Semana en agosto del 2015, manifestó que “Cuba lleva una agenda muy positiva, incluido el dialogo con los EEUU y el hecho de que mantiene relaciones cordiales con todos los países…”, lo que no lo convierte en comunista, claro, al menos en la mente confusa de los “expertos demonizadores” que hoy lo proclaman como el apóstol de la democracia en nuestra región.
Hasta Carlitos Gardel puso el dedo en la llaga de mis amigos del prefijo “liber” cuando cantó aquello de:
“Almagro, Almagro de mi vida, tu fuiste el alma de mis sueños”…
Y el énfasis debe ser puesto en la palabra “sueños”…
Reply to José Manuel Palli
- José Manuel Palli
- Topic Author
- Visitor
Re: Version en Castellano de "Making American Policy Towards Cuba a Joke Again"
19 Oct 2016 18:05
Versiòn ultra-condensada en El Nuevo Herald:
www.elnuevoherald.com/opinion-...rticle109170467.html
www.elnuevoherald.com/opinion-...rticle109170467.html
Reply to José Manuel Palli
Moderators: Miguel Saludes, Abelardo Pérez García, Oílda del Castillo, Ricardo Puerta, Antonio Llaca, Helio J. González, Efraín Infante, Pedro S. Campos, Héctor Caraballo
Time to create page: 0.377 seconds