Análisis sobre el embargo de Estados Unidos a Cuba
- Antonio Rodiles
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Análisis sobre el embargo de Estados Unidos a Cuba
03 Jun 2014 17:31 - 03 Jun 2014 20:09
En días recientes, un grupo de cuarenta personalidades norteamericanas pidieron al Presidente Obama que flexibilizara restricciones comerciales a la Isla, con el supuesto propósito de "empoderar" a la sociedad civil. En la misiva no es abordado el tema de las constantes violaciones a los derechos humanos en Cuba.
Invitamos a los lectores a ver ESTE VIDEO con un análisis sobre el tema.
Invitamos a los lectores a ver ESTE VIDEO con un análisis sobre el tema.
Last edit: 03 Jun 2014 20:09 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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- Gerardo E. Martínez-Solanas
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Re: Análisis sobre el embargo de Estados Unidos a Cuba
03 Jun 2014 20:17
"Vamos a hablar de los derechos fundamentales y después vamos a hablar de cualquier otra cosa", dice certeramente Antonio Rodiles en su intervención en el video que nos ofrece.
No podemos estar más de acuerdo, porque ese es el quid de la cuestión en cualquier diálogo y negociación. Los derechos humanos en su forma codificada actual son herencia del derecho natural, es decir, de la certeza íntima de que esos derechos son inherentes, inalienables e indivisibles. En otras palabras, que pertenecen a un orden natural superior a las disposiciones de un Estado o un gobierno o a las decisiones mayoritarias de un régimen democrático.
Toda cultura y toda estructura social y política tienen una base ética que aspira a la perfección y busca la verdad. Unos pueden estar más cerca y otros más lejos, pero el propósito de esas aspiraciones y búsquedas es el mismo. Por lo tanto, cuando se realizan negociaciones, esos derechos y libertades actualmente codificados están siempre sobre el tapete como referencia a lo que se debe y lo que no se debe acordar. Todas las leyes y todos los derechos en todas partes son violadas por algunos, pero el argumento de que se violan en todas partes no justifica la violación en parte alguna.
El argumento legítimo consiste en establecer que esos derechos y libertades son plenamente reconocidos y que debe existir una estructura jurídica capacitada para defenderlos. Que no existan leyes que los conculquen, sea cual sea la justificación o motivación política. El debate entre países antidemocráticos y democráticos, tergiversado con el planteamiento de que "en todas partes se violan los derechos humanos", hay que enderezarlo a la discusión de cómo fortalecer la capacidad de los ciudadanos a defenderlos por medios legales, sea cual sea la estructura o la ideología del régimen.
Cuando existen medios legales para defender derechos y libertades, todas las negociaciones sobre cualquier tema y sus resultados tienen una garantía más legítima de cumplimiento y una posibilidad más firme de justicia.
No me cabe duda de que hay muchos matices en todas estas consideraciones y comprendo que las actitudes maniqueas pueden impedir las transacciones que lleven a acuerdos viables. No obstante, insisto en que los principios y los derechos deben ser siempre el patrón, el modelo, el paradigma, que debemos ensalzar.
Luego no se trata de intransigencia sino de una firmeza de principios suficientemente definida como para permitirnos la flexibilidad en la negociación.
En cuanto a definiciones para un diálogo, Dagoberto Valdés suele darnos lecciones importantes. Por lo tanto, me tomo la libertad de citar de su aporte a este mismo FORO, titulado " Diálogo SÍ: Con Derechos Humanos y sin Exclusión " y publicado el 13 de julio de 2010.
En ese aporte subraya las condiciones indispensables para que un diálogo logre resultados legítimos y para que "una negociación sea creíble y viable". Según Dagoberto, "deben satisfacer ciertas características que, en nuestra opinión, le son esenciales":
Todo un decálogo que merece profunda consideración.
No podemos estar más de acuerdo, porque ese es el quid de la cuestión en cualquier diálogo y negociación. Los derechos humanos en su forma codificada actual son herencia del derecho natural, es decir, de la certeza íntima de que esos derechos son inherentes, inalienables e indivisibles. En otras palabras, que pertenecen a un orden natural superior a las disposiciones de un Estado o un gobierno o a las decisiones mayoritarias de un régimen democrático.
Toda cultura y toda estructura social y política tienen una base ética que aspira a la perfección y busca la verdad. Unos pueden estar más cerca y otros más lejos, pero el propósito de esas aspiraciones y búsquedas es el mismo. Por lo tanto, cuando se realizan negociaciones, esos derechos y libertades actualmente codificados están siempre sobre el tapete como referencia a lo que se debe y lo que no se debe acordar. Todas las leyes y todos los derechos en todas partes son violadas por algunos, pero el argumento de que se violan en todas partes no justifica la violación en parte alguna.
El argumento legítimo consiste en establecer que esos derechos y libertades son plenamente reconocidos y que debe existir una estructura jurídica capacitada para defenderlos. Que no existan leyes que los conculquen, sea cual sea la justificación o motivación política. El debate entre países antidemocráticos y democráticos, tergiversado con el planteamiento de que "en todas partes se violan los derechos humanos", hay que enderezarlo a la discusión de cómo fortalecer la capacidad de los ciudadanos a defenderlos por medios legales, sea cual sea la estructura o la ideología del régimen.
Cuando existen medios legales para defender derechos y libertades, todas las negociaciones sobre cualquier tema y sus resultados tienen una garantía más legítima de cumplimiento y una posibilidad más firme de justicia.
No me cabe duda de que hay muchos matices en todas estas consideraciones y comprendo que las actitudes maniqueas pueden impedir las transacciones que lleven a acuerdos viables. No obstante, insisto en que los principios y los derechos deben ser siempre el patrón, el modelo, el paradigma, que debemos ensalzar.
Luego no se trata de intransigencia sino de una firmeza de principios suficientemente definida como para permitirnos la flexibilidad en la negociación.
En cuanto a definiciones para un diálogo, Dagoberto Valdés suele darnos lecciones importantes. Por lo tanto, me tomo la libertad de citar de su aporte a este mismo FORO, titulado " Diálogo SÍ: Con Derechos Humanos y sin Exclusión " y publicado el 13 de julio de 2010.
En ese aporte subraya las condiciones indispensables para que un diálogo logre resultados legítimos y para que "una negociación sea creíble y viable". Según Dagoberto, "deben satisfacer ciertas características que, en nuestra opinión, le son esenciales":
- El diálogo debe ser actitud y método. Es decir, debe tener una dosis de buena voluntad y otra dosis de requisitos técnicos. Ni buena voluntad sola, porque sería ingenuidad. Ni técnica de negociación sola, porque podría esconder la posible mala voluntad.
- Cuando el diálogo ocurre en el ámbito político lleva inherente las características propias de ese ambiente que no pueden ser encubiertas con otras dimensiones por muy respetables que sean. Mezclar en política crea confusión de fines y de roles.
- Todo diálogo debe tener como prioridad absoluta, como centro, como objeto y como fin la defensa y salvaguarda de la persona humana y sus derechos y deberes. Todos los derechos humanos para todos. Los derechos humanos son indivisibles como la libertad. La libertad y los derechos humanos no se pueden negociar como si fueran monedas de cambio.
- El diálogo y la negociación tienen una diferencia: el diálogo es para comunicarse, para informarse directamente, para explicar razones, para plantear opiniones diversas, para presentar lo aceptable y lo inaceptable. Por su parte, la negociación es otra dimensión del diálogo: su esencia es buscar resultados. Tiene que tener frutos visibles, comprobables, evaluables y aceptables para todas las partes.
- El diálogo y la negociación solo pueden realizarse entre interlocutores válidos. Esto significa que si una parte no reconoce a la otra no hay ni diálogo ni negociación completa. Llamarle así es una forma engañosa de maniobrar con el tiempo, la credibilidad y la paciencia de las personas y los pueblos. Si una de las partes ofende, o desacredita, o descalifica a la otra, no puede haber diálogo ni negociación normal. Será concesión, o complacencia, o maniobra dilatoria, pero no diálogo. La esencia del diálogo y la negociación es el reconocimiento explícito del interlocutor o los interlocutores. Y sentarse cara a cara. Con respeto, y si fuera posible, comenzar con la negociación de una agenda y con un mediador o facilitador.
- La mediación es un servicio. Un servicio técnico para facilitar el clima de respeto, la fluidez de las conversaciones y la seguridad de que lo que se dice y se hace es lo que se negoció. Ese servicio de mediación debe darse a ambos interlocutores de forma igual, imparcial, transparente entre ellos, garantizando la discreción fuera del ámbito negociador. La mediación es facilitación del diálogo entre las partes y no puede ladearse hacia ninguna de ellas. La mediación debe ser aceptada por ambas partes como confiable, competente y asequible de igual forma para ambos interlocutores.
- La mediación debe respetar y potenciar la voz propia de cada interlocutor. La mediación debe fomentar la palabra de cada uno, sin mediatizarlas. Debe abrirle cauces a todas las voces participantes en el diálogo, sin exclusiones y con su consentimiento. Esto constituye un gran servicio de mediación.
- Para que un diálogo o negociación sea viable, cada cual debe cumplir todo y solo lo que corresponde a su rol y no confundirse con el rol de los demás protagonistas del diálogo. Esos roles son igual de necesarios y diferentes: interlocutor, mediador, voceros de ambas partes. Quien facilita y media no tiene algo distinto que decir a la opinión pública que no sea confirmar el proceso y lo que cada interlocutor, o su vocero, comunique desde su posición, respetando su autonomía, su voz propia y su capacidad para comunicar lo que crea conveniente.
- Todo diálogo y toda negociación es un proceso. Lo que significa que se realiza paso a paso, gradualmente, afianzando y evaluando cada hecho concreto, única forma de que la negociación tenga credibilidad y continuidad. En todo diálogo y negociación hay un “toma y daca”. Sobre la mesa de diálogo cada interlocutor presenta sus cartas, es decir, aquello que ha alcanzado y le ha acreditado para sentarse a negociar. Nadie regala las cartas de su posición sin recibir otras de similar magnitud de la otra parte. Por tanto, hay que ceder, pero no conceder. En un ambiente de negociación hay que dar, pero a cambio de recibir. Y hay que parar, interrumpir públicamente la negociación, aunque no el diálogo, cuando no se alcance lo que se negocia. Pero nunca antes de comunicarlo clara y firmemente al interlocutor válido.
- El lenguaje del diálogo no es lo menos importante: para que haya diálogo y negociación deben desaparecer los ataques, las descalificaciones, los epítetos y las ofensas. El lenguaje no es hipócrita porque no ataque, es solo respetuoso y eso no es conceder nada, es reconocer la dignidad inherente a toda persona humana, incluso aquella que por su actuación mereciera una condena. El debido proceso a los reos es una prueba inconfundible de ese respeto inalienable. Quien miente en lo obvio, quien ataca o desacredita a personas o grupos, solo se desacredita a sí mismo y se descalifica como interlocutor válido. El lenguaje utilizado es la primera carta de presentación y certificado de todo diálogo creíble. Es su certificado de garantía.
Todo un decálogo que merece profunda consideración.
Reply to Gerardo E. Martínez-Solanas
- Abelardo Pérez García
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Re: Análisis sobre el embargo de Estados Unidos a Cuba
05 Jun 2014 16:36
Much adoe about nothing o « Sin Embargo » nos movemos.
Después de leer esta larga sucesión de comentarios expuestos, los matemáticos podrían evocar una buena cantidad de ejemplos característicos.
El primero que me viene a la mente es el de "sucesiones adyacentes que convergen hacia cero":
Efectivamente, todas las consideraciones que he leído tienen un elemento común; los derechos humanos pero, que levanten el embargo o que dejen el statu quo, si no ha habido un previo diálogo serio , el resultado me parece que será el mismo: Cero derecho.
Y para dialogar hay que ser por lo menos dos. Apoyo totalmente la presentación que sobre este tema hace Dagoberto Valdés.
Otro ejemplo matemático es el del teorema de Weierstrass sobre la aproximación de una función (continua) sobre [a,b] por una sucesión de polinomios Pn(x)
No conozco nada más continuo que este embargo que dura desde 1960 y que desde entonces se ha tratado de medir en función de sus efectos reales o imaginarios.
Uno de sus efectos reales ha sido darle gratis un pretexto al gobierno cubano para explicar o aun justificar las cosas que andan mal en la Isla, otro ha sido poner al mundo entero (menos a Israel) en contra de la actitud de los gobiernos estadounidenses sucesivos; otro más pero también de peso es que las empresas norteamericanas se han visto eliminadas de la competencia a la que han tomado parte empresas canadienses, japonesas, alemanas, rusas, francesas, etc.
Podemos pensar también en una serie compleja de radio de convergencia < épsilon
Compleja la serie por los argumentos dados, todos respetables y de valor, en un sentido como en otro, pero igual que pasa con las “proposiciones indecidibles”, éstas no permiten llegar a ninguna conclusión.
Afirmar que levantar el embargo puede darle crédito de victoria al régimen me parece muy cierto y puede ser un resultado nefasto para la oposición.
En cambio, pensar que por el simple hecho de levantar el embargo las diferentes compañías financieras internacionales van automáticamente a otorgar créditos a un gobierno que tiene grandes dificultades para pagar sus deudas me parece casi infantil así como creer que cientos de miles de turistas norteamericanos se vayan a precipitar a los aeropuertos para comprar un pasaje para La Habana, Santiago o Varadero. Primero tendrían que pedir una visa de entrada en Cuba, ¿quién se podrá creer que el levantamiento del embargo equivale a una exención de visa para los estadounidenses?. Tendrán que reservar habitaciones en los hoteles o casas de huéspedes cuyo número es limitado. And so forth…
Creo que hay una serie de fantasmas que no nos permiten razonar sanamente y…
Con embargo o sin embargo no debemos olvidar que nos queda pendiente el problema de los derechos humanos que tarde o temprano tendrá que encontrar una solución pues no se puede considerar el futuro de Cuba como una clonación caribeña de China o de Vietnam.
Si no se toman las medidas necesarias no se puede excluir tal escenario. Me parece que hay que evitar también que a causa de un “ultra liberalismo” sin freno ni límites, los bienes del pueblo cubano sean confiscados esta vez no por un Estado ineficiente y voraz sino por multinacionales y mafias sin escrúpulos cuya única razón de existencia es el lucro y más lucro y que son capaces de apoderarse hasta de los sistemas de enseñanza y de salud.
¿Quitar el embargo? Sí pero… ¿Dejar el embargo? Sí pero…
De todos modos la decisión está única y exclusivamente en manos del Congreso de EEUU.
Mi opinión es como decía Antonio Machado:
"Caminante, no hay camino; se hace camino al andar".
Con embargo seguimos en las mismas. Sin Embargo, nos movemos.
Sería también interesante para la Cuba del futuro inspirarse (sin tratar de copiar que no es posible) de los ejemplos de países de Europa Central y Oriental.
Algunos que no han puesto jamás un pie en Estonia, ni en Letonia, ni en Lituania (que en enero de 2015 va a entrar en la zona euro- hoy 5 de junio de 2014 1€=$1.36-), ni en Hungría, ni en la República Checa, ni en Bulgaria se ponen a hablar de lo que no saben y presentan a estos países como espantapájaros.
Los incito a que los visiten, no se quedarán defraudados.
Después de leer esta larga sucesión de comentarios expuestos, los matemáticos podrían evocar una buena cantidad de ejemplos característicos.
El primero que me viene a la mente es el de "sucesiones adyacentes que convergen hacia cero":
Efectivamente, todas las consideraciones que he leído tienen un elemento común; los derechos humanos pero, que levanten el embargo o que dejen el statu quo, si no ha habido un previo diálogo serio , el resultado me parece que será el mismo: Cero derecho.
Y para dialogar hay que ser por lo menos dos. Apoyo totalmente la presentación que sobre este tema hace Dagoberto Valdés.
Otro ejemplo matemático es el del teorema de Weierstrass sobre la aproximación de una función (continua) sobre [a,b] por una sucesión de polinomios Pn(x)
No conozco nada más continuo que este embargo que dura desde 1960 y que desde entonces se ha tratado de medir en función de sus efectos reales o imaginarios.
Uno de sus efectos reales ha sido darle gratis un pretexto al gobierno cubano para explicar o aun justificar las cosas que andan mal en la Isla, otro ha sido poner al mundo entero (menos a Israel) en contra de la actitud de los gobiernos estadounidenses sucesivos; otro más pero también de peso es que las empresas norteamericanas se han visto eliminadas de la competencia a la que han tomado parte empresas canadienses, japonesas, alemanas, rusas, francesas, etc.
Podemos pensar también en una serie compleja de radio de convergencia < épsilon
Compleja la serie por los argumentos dados, todos respetables y de valor, en un sentido como en otro, pero igual que pasa con las “proposiciones indecidibles”, éstas no permiten llegar a ninguna conclusión.
Afirmar que levantar el embargo puede darle crédito de victoria al régimen me parece muy cierto y puede ser un resultado nefasto para la oposición.
En cambio, pensar que por el simple hecho de levantar el embargo las diferentes compañías financieras internacionales van automáticamente a otorgar créditos a un gobierno que tiene grandes dificultades para pagar sus deudas me parece casi infantil así como creer que cientos de miles de turistas norteamericanos se vayan a precipitar a los aeropuertos para comprar un pasaje para La Habana, Santiago o Varadero. Primero tendrían que pedir una visa de entrada en Cuba, ¿quién se podrá creer que el levantamiento del embargo equivale a una exención de visa para los estadounidenses?. Tendrán que reservar habitaciones en los hoteles o casas de huéspedes cuyo número es limitado. And so forth…
Creo que hay una serie de fantasmas que no nos permiten razonar sanamente y…
Con embargo o sin embargo no debemos olvidar que nos queda pendiente el problema de los derechos humanos que tarde o temprano tendrá que encontrar una solución pues no se puede considerar el futuro de Cuba como una clonación caribeña de China o de Vietnam.
Si no se toman las medidas necesarias no se puede excluir tal escenario. Me parece que hay que evitar también que a causa de un “ultra liberalismo” sin freno ni límites, los bienes del pueblo cubano sean confiscados esta vez no por un Estado ineficiente y voraz sino por multinacionales y mafias sin escrúpulos cuya única razón de existencia es el lucro y más lucro y que son capaces de apoderarse hasta de los sistemas de enseñanza y de salud.
¿Quitar el embargo? Sí pero… ¿Dejar el embargo? Sí pero…
De todos modos la decisión está única y exclusivamente en manos del Congreso de EEUU.
Mi opinión es como decía Antonio Machado:
"Caminante, no hay camino; se hace camino al andar".
Con embargo seguimos en las mismas. Sin Embargo, nos movemos.
Sería también interesante para la Cuba del futuro inspirarse (sin tratar de copiar que no es posible) de los ejemplos de países de Europa Central y Oriental.
Algunos que no han puesto jamás un pie en Estonia, ni en Letonia, ni en Lituania (que en enero de 2015 va a entrar en la zona euro- hoy 5 de junio de 2014 1€=$1.36-), ni en Hungría, ni en la República Checa, ni en Bulgaria se ponen a hablar de lo que no saben y presentan a estos países como espantapájaros.
Los incito a que los visiten, no se quedarán defraudados.
Reply to Abelardo Pérez García
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