Carromero y la confesión de la verdad
- Dora Amador
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Carromero y la confesión de la verdad
09 Mar 2013 15:50
Hay políticos de corazón limpio, pero muchos se venden, traicionan, mienten públicamente sin el mínimo pudor ciudadano con tal de llegar o mantenerse en el poder.
Se diría que es el caso de Jorge Moragas, Jefe de Gabinete del presidente Mariano Rajoy, del Partido Popular español. La influencia que tiene Moragas en la cúpula del partido gobernante es indiscutible, ya se le conoce como el escudero del presidente.
Jorge Moragas y el cubano Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación y gestor del Proyecto Varela, eran amigos. No hubo una entrega de premio u otra ocasión significativa en Europa homenajeando a Payá a la que Moragas no asistiera dándole su apoyo y siempre exponiendo en tribunas y congresos y a la prensa la grandeza humana del incansable luchador, premio Sajarov de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, por la libertad de su patria.
Yo personalmente siempre sentí gratitud hacia el diplomático del PP. No creo que haya habido político español que haya defendido la causa del pueblo de Cuba como él. Por años fue, como Vaclav Havel, la voz europea de los esclavos del totalitarismo. Me quedaba impresionada con las intervenciones de Moragas en el Parlamento durante el gobierno de Rodríguez Zapatero por su pasión en defensa de los derechos humanos de los cubanos.
Pero la amistad del actual Jefe de Gabinete del gobierno con Payá se detuvo tan pronto fue nombrado por Rajoy al puesto que ocupa hoy. ¿Qué pasó? Los intereses económicos, las grandes inversiones hoteleras de España en Cuba ocuparon el primer lugar en la agenda hacia la isla. De un plumazo se tiraron al basurero los amigos, los principios, la solidaridad.
Significativamente, Ángel Carromero decidió confesar toda la verdad sobre el “accidente” que tuvo en Cuba, en el cual murieron Payá y Harold Cepero, activista destacado del MCL, al diario estadounidense The Washington Post, y no a un periódico español. Antes se lo había confesado a Rosa María Payá, hija del cubano cuya vida y obra, iluminadas siempre por su fe católica, fueron, como las del también católico Vaclav Havel, una gran inspiración y esperanza para mí.
El mismo día en que salieron las revelaciones de Carromero, The Washington Post publicó un editorial del cual quiero citar su magnífico final: “El verano pasado, cuando el coche que conducía el señor Carromero se salió de control, las autoridades cubanas deben haber concluido que al fin habían silenciado al señor Payá y no se oiría nada más sobre él. Probablemente pensaron también que habían intimidado al joven español para que no hablara. Pero fracasaron. Ahora tenemos un testigo ocular que sugiere que agentes de Castro trataron de matar al señor Payá y luego intentaron encubrir el asesinato.
“El único curso de acción apropiado es convocar a una investigación internacional que pueda ser independiente y no contaminada por las injerencias de los matones del régimen de Castro. El legado del señor Payá debe ser exponer la verdad de su muerte, y exhibir esa verdad para que todos la vean, sobre todo el pueblo de Cuba, para quien el señor Payá quería nada más y nada menos que el derecho a vivir libres de la tiranía”.
¿Cuál ha sido la reacción de Rajoy y Moragas ante las revelaciones públicas de Carromero y el editorial? Desligarse de las acusaciones de Carromero, indicándole a su ministro de Exteriores José Manuel García Margallo que le diga a la prensa que si Carromero tiene “evidencias” de que el carro en el que iban fue impactado por detrás, que acuda a un tribunal.
Moragas debe de saber, o por lo menos fuertemente sospechar, que quien era su entrañable amigo fue asesinado por Fidel y Raúl Castro. En honor a esa amistad y a la verdad, el Partido Popular que él dirige junto a Rajoy, debe secundar el pedido del Washington Post para que se lleve a cabo una investigación internacional. O mejor aún, que diga lo que sabe, como pidió el hermano de Oswaldo, Carlos Payá, en lugar de impedir a sus miembros que hablen sobre ese caso –hay suficientes testimonios en la prensa española sobre el silencio impuesto–, estoy segura de que con eso bastaría. No habrá necesidad de una investigación internacional, ya se cuenta con suficientes pruebas para encausar a los hermanos Castro.
Son tantos sus asesinatos en estos 54 años, que para ellos, este era un muerto más. Pero se equivocaron. Oswaldo Payá está vivo como una llama en el alma de Cuba que clama por justicia, y la verá.
Se diría que es el caso de Jorge Moragas, Jefe de Gabinete del presidente Mariano Rajoy, del Partido Popular español. La influencia que tiene Moragas en la cúpula del partido gobernante es indiscutible, ya se le conoce como el escudero del presidente.
Jorge Moragas y el cubano Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación y gestor del Proyecto Varela, eran amigos. No hubo una entrega de premio u otra ocasión significativa en Europa homenajeando a Payá a la que Moragas no asistiera dándole su apoyo y siempre exponiendo en tribunas y congresos y a la prensa la grandeza humana del incansable luchador, premio Sajarov de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, por la libertad de su patria.
Yo personalmente siempre sentí gratitud hacia el diplomático del PP. No creo que haya habido político español que haya defendido la causa del pueblo de Cuba como él. Por años fue, como Vaclav Havel, la voz europea de los esclavos del totalitarismo. Me quedaba impresionada con las intervenciones de Moragas en el Parlamento durante el gobierno de Rodríguez Zapatero por su pasión en defensa de los derechos humanos de los cubanos.
Pero la amistad del actual Jefe de Gabinete del gobierno con Payá se detuvo tan pronto fue nombrado por Rajoy al puesto que ocupa hoy. ¿Qué pasó? Los intereses económicos, las grandes inversiones hoteleras de España en Cuba ocuparon el primer lugar en la agenda hacia la isla. De un plumazo se tiraron al basurero los amigos, los principios, la solidaridad.
Significativamente, Ángel Carromero decidió confesar toda la verdad sobre el “accidente” que tuvo en Cuba, en el cual murieron Payá y Harold Cepero, activista destacado del MCL, al diario estadounidense The Washington Post, y no a un periódico español. Antes se lo había confesado a Rosa María Payá, hija del cubano cuya vida y obra, iluminadas siempre por su fe católica, fueron, como las del también católico Vaclav Havel, una gran inspiración y esperanza para mí.
El mismo día en que salieron las revelaciones de Carromero, The Washington Post publicó un editorial del cual quiero citar su magnífico final: “El verano pasado, cuando el coche que conducía el señor Carromero se salió de control, las autoridades cubanas deben haber concluido que al fin habían silenciado al señor Payá y no se oiría nada más sobre él. Probablemente pensaron también que habían intimidado al joven español para que no hablara. Pero fracasaron. Ahora tenemos un testigo ocular que sugiere que agentes de Castro trataron de matar al señor Payá y luego intentaron encubrir el asesinato.
“El único curso de acción apropiado es convocar a una investigación internacional que pueda ser independiente y no contaminada por las injerencias de los matones del régimen de Castro. El legado del señor Payá debe ser exponer la verdad de su muerte, y exhibir esa verdad para que todos la vean, sobre todo el pueblo de Cuba, para quien el señor Payá quería nada más y nada menos que el derecho a vivir libres de la tiranía”.
¿Cuál ha sido la reacción de Rajoy y Moragas ante las revelaciones públicas de Carromero y el editorial? Desligarse de las acusaciones de Carromero, indicándole a su ministro de Exteriores José Manuel García Margallo que le diga a la prensa que si Carromero tiene “evidencias” de que el carro en el que iban fue impactado por detrás, que acuda a un tribunal.
Moragas debe de saber, o por lo menos fuertemente sospechar, que quien era su entrañable amigo fue asesinado por Fidel y Raúl Castro. En honor a esa amistad y a la verdad, el Partido Popular que él dirige junto a Rajoy, debe secundar el pedido del Washington Post para que se lleve a cabo una investigación internacional. O mejor aún, que diga lo que sabe, como pidió el hermano de Oswaldo, Carlos Payá, en lugar de impedir a sus miembros que hablen sobre ese caso –hay suficientes testimonios en la prensa española sobre el silencio impuesto–, estoy segura de que con eso bastaría. No habrá necesidad de una investigación internacional, ya se cuenta con suficientes pruebas para encausar a los hermanos Castro.
Son tantos sus asesinatos en estos 54 años, que para ellos, este era un muerto más. Pero se equivocaron. Oswaldo Payá está vivo como una llama en el alma de Cuba que clama por justicia, y la verá.
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- Amado Lorenzo
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Re: Etica periodistica, responsabilidades y la verdad
11 Mar 2013 20:34
Dora Amador Marzo 11, 2013
Estimada Sra. Amador
He leído varios artículos suyos y siempre me han parecido orientados a fines interesantes.
Ahora leo su articulo en el que acusa a Jorge Moragas, diplomático de profesión, español, que siempre ha apoyado tanto a la oposición cubana en el exilio como la disidencia interna y considerado como ayudante importante del actual jefe del gobierno español, Don Mariano Rajoy, de “traidor” y me pregunto a quien se refiere que traiciona.
Conozco a Jorge y también la política española y europea, por lo que he decidido intentar contactar con usted y explicarle algunos temas que pudieran ser de su interés.
Lamentablemente, los cubanos, como no se cansan de repetir Less Walesa y otros políticos de gran renombre, somos incapaces de unir esfuerzos en el objetivo principal de cambiar el sistema político de la isla, lo que ha creado miles de organizaciones inútiles que incluso luchan entre si, convirtiéndose en “colaboradores necesarios” de los Hermanos Castro y también de sus actuales herederos, los 100+ millonarios cubanos y sus socios extranjeros que desean mantener el control económico y una fuerte influencia sobre la futura política en Cuba.
Esta falta de unión hace que no seamos capaces de organizar un frente de “estrategia e inteligencia” capaz de enfrentarse a las conspiraciones dirigidas por los nuevos dirigentes cubanos. Al escribir su articulo podría estar contribuyendo, debido tal vez a falta de información sobre las acciones de la inteligencia cubana, que siempre intenta dividir a los cubanos y aquellos que les apoyan.
He estado presente en numerosas ocasiones cuando Jorge ha intentado explicarle a grupos de la oposición, la disidencia e incluso los nuevos “emigrantes económicos” las ventajas de mantener posiciones y acciones comunes en lugar de luchar entre si por “fondos y subvenciones”, la necesidad de rendir cuentas (aunque reconozco que los partidos políticos españoles no son el mejor ejemplo de ello) pero sobre todo intentar mantener un “frente unido” frente a nuestros adversarios que durante más de cincuenta años nos han aventajado.
Si ha escrito este articulo me pregunto que será lo que escriba cuando salgan a la luz informaciones con motivo de las visitas de los distintos representantes de la disidencia en la isla como Yoani, representantes de las Damas de Blanco, la hija de Osvaldo Payá, que me imagino que solo lo hace particularmente pues no se quien ocupará el puesto de su padre y otros en cuanto expresen sus opiniones sobre el llamado “embargo”, la ley Helms Burton (son diferentes temas), los viajes a Cuba, la ayuda de los cubanos (más de 2000 millones de dólares que es lo que sostiene al régimen), el control de la economía cubana que se realiza desde Langley, concediendo visas para aliviar la tensión, aumentando las exportaciones de alimentos y medicinas y otros temas como sus solicitudes de cuentas de los fondos de sus organizaciones y trabajos personales.
Me pregunto a quien acusará después, ¿al Cardenal “Jaime”, o los disidentes cuando comiencen a reclamar lo suyo, expresar sus opiniones, etc. ?
Los temas políticos crean “escritores asimilados” que no conocen las técnicas de verificar la información sobre la que escribe, el derecho de cualquier acusado a ser informado de lo que se escribe sobre el y obtener su opinión e incluso las responsabilidades civiles y penales en que se puede incurrir.
Acabo de regresar de Miami y tanto allí como en Madrid la oposición parece desconocer que cuando se realice el cambio en Cuba será necesario “ganar las primeras elecciones” porque esta descartado que el cambio se producirá por una invasión que imponga constituciones, leyes, etc. y esto no será fácil sin una unión en ese objetivo.
No intento explicarle como debe escribir, ni los derechos que se anteponen a la libertad de prensa, pero creo que debo expresar mi opinión sobre lo que considero una acusación realizada desde la ignorancia de los hechos. Recientemente he leído numerosos artículos en los que varios cubanos que han llegado a España acogidos al acuerdo Vaticano – PSOE – 100+ millonarios cubanos y el mismo gobierno de la isla reclaman lo que llaman “sus derechos humanos” al reclamar que se les otorguen pensiones vitalicias, varios apartamentos para cada grupo, etc. y cuyas peticiones son reproducidas en periódicos en los EUA e incluso varios senadores han reclamado a los ministros de RREE de España – primero durante el mandato del PSOE y ahora del PP – que se les respeten sus “derechos humanos” cuando en realidad se trata de absurdas reclamaciones.
Espero que estas notas le sirvan de reflexión y me ofrezco para intentar aclararle cualquier duda que tenga sobre temas relativos a cubanos en España y el resto de Europa o dirigirle si no lo conociera a quien si lo supiera.
Amado Lorenzo
e-mail alorenzomm@yahoo.es
amadolorenzo.blogspot.com
literaturahispanocubana.blogspot.com
gresgem.blogspot.com
alm-perfil.blogspot.com
Estimada Sra. Amador
He leído varios artículos suyos y siempre me han parecido orientados a fines interesantes.
Ahora leo su articulo en el que acusa a Jorge Moragas, diplomático de profesión, español, que siempre ha apoyado tanto a la oposición cubana en el exilio como la disidencia interna y considerado como ayudante importante del actual jefe del gobierno español, Don Mariano Rajoy, de “traidor” y me pregunto a quien se refiere que traiciona.
Conozco a Jorge y también la política española y europea, por lo que he decidido intentar contactar con usted y explicarle algunos temas que pudieran ser de su interés.
Lamentablemente, los cubanos, como no se cansan de repetir Less Walesa y otros políticos de gran renombre, somos incapaces de unir esfuerzos en el objetivo principal de cambiar el sistema político de la isla, lo que ha creado miles de organizaciones inútiles que incluso luchan entre si, convirtiéndose en “colaboradores necesarios” de los Hermanos Castro y también de sus actuales herederos, los 100+ millonarios cubanos y sus socios extranjeros que desean mantener el control económico y una fuerte influencia sobre la futura política en Cuba.
Esta falta de unión hace que no seamos capaces de organizar un frente de “estrategia e inteligencia” capaz de enfrentarse a las conspiraciones dirigidas por los nuevos dirigentes cubanos. Al escribir su articulo podría estar contribuyendo, debido tal vez a falta de información sobre las acciones de la inteligencia cubana, que siempre intenta dividir a los cubanos y aquellos que les apoyan.
He estado presente en numerosas ocasiones cuando Jorge ha intentado explicarle a grupos de la oposición, la disidencia e incluso los nuevos “emigrantes económicos” las ventajas de mantener posiciones y acciones comunes en lugar de luchar entre si por “fondos y subvenciones”, la necesidad de rendir cuentas (aunque reconozco que los partidos políticos españoles no son el mejor ejemplo de ello) pero sobre todo intentar mantener un “frente unido” frente a nuestros adversarios que durante más de cincuenta años nos han aventajado.
Si ha escrito este articulo me pregunto que será lo que escriba cuando salgan a la luz informaciones con motivo de las visitas de los distintos representantes de la disidencia en la isla como Yoani, representantes de las Damas de Blanco, la hija de Osvaldo Payá, que me imagino que solo lo hace particularmente pues no se quien ocupará el puesto de su padre y otros en cuanto expresen sus opiniones sobre el llamado “embargo”, la ley Helms Burton (son diferentes temas), los viajes a Cuba, la ayuda de los cubanos (más de 2000 millones de dólares que es lo que sostiene al régimen), el control de la economía cubana que se realiza desde Langley, concediendo visas para aliviar la tensión, aumentando las exportaciones de alimentos y medicinas y otros temas como sus solicitudes de cuentas de los fondos de sus organizaciones y trabajos personales.
Me pregunto a quien acusará después, ¿al Cardenal “Jaime”, o los disidentes cuando comiencen a reclamar lo suyo, expresar sus opiniones, etc. ?
Los temas políticos crean “escritores asimilados” que no conocen las técnicas de verificar la información sobre la que escribe, el derecho de cualquier acusado a ser informado de lo que se escribe sobre el y obtener su opinión e incluso las responsabilidades civiles y penales en que se puede incurrir.
Acabo de regresar de Miami y tanto allí como en Madrid la oposición parece desconocer que cuando se realice el cambio en Cuba será necesario “ganar las primeras elecciones” porque esta descartado que el cambio se producirá por una invasión que imponga constituciones, leyes, etc. y esto no será fácil sin una unión en ese objetivo.
No intento explicarle como debe escribir, ni los derechos que se anteponen a la libertad de prensa, pero creo que debo expresar mi opinión sobre lo que considero una acusación realizada desde la ignorancia de los hechos. Recientemente he leído numerosos artículos en los que varios cubanos que han llegado a España acogidos al acuerdo Vaticano – PSOE – 100+ millonarios cubanos y el mismo gobierno de la isla reclaman lo que llaman “sus derechos humanos” al reclamar que se les otorguen pensiones vitalicias, varios apartamentos para cada grupo, etc. y cuyas peticiones son reproducidas en periódicos en los EUA e incluso varios senadores han reclamado a los ministros de RREE de España – primero durante el mandato del PSOE y ahora del PP – que se les respeten sus “derechos humanos” cuando en realidad se trata de absurdas reclamaciones.
Espero que estas notas le sirvan de reflexión y me ofrezco para intentar aclararle cualquier duda que tenga sobre temas relativos a cubanos en España y el resto de Europa o dirigirle si no lo conociera a quien si lo supiera.
Amado Lorenzo
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Reply to Amado Lorenzo
- Gerardo E. Martínez-Solanas
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Re: Re:Etica periodistica, responsabilidades y la verdad
11 Mar 2013 23:16
Cabe suponer que la opinión de Dora Amador cuando califica a Jorge Moragas Sánchez como "escudero del presidente" haya sido rememorando un artículo del diario El Mundo que el 23 de diciembre de 2011 se refería a él en un titular como "el leal escudero de Rajoy".
Le faltó esto de "leal" y me parece pertinente recalcarlo porque Moragas se ha destacado por su lealtad a sus amigos, al Partido Popular y a sus principios democráticos. Es esa lealtad la que le ha merecido el cargo de Director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno de España y el favor de los votantes que lo han elegido diputado en diversos períodos de gobierno anteriores.
No voy a abundar en la defensa de Moragas, porque ya Amado Lorenzo lo hace muy bien y con ponderación.
No obstante, entiendo la decepción de Dora Amador con el gobierno español en cuanto a su actuación respecto al caso cubano, sobre todo porque desde la época de Aznar los cubanos han esperado siempre una firme posición del PP en defensa de las aspiraciones democráticas y los derechos humanos en Cuba.
Lo que lamento es que indirectamente insinúe en los dos primeros párrafos y en párrafos posteriores la falta de lealtad de Moragas, con una serie de calificativos iniciales que tampoco le corresponden. Lo conozco personalmente y me consta que es amigo de los cubanos amantes de la democracia y una persona muy decente, lo cual es difícil de afirmar de muchos políticos.
En lo que sí tiene toda la razón Dora Amador es en su desaliento ante la actitud del gobierno español encabezado por Rajoy y Moragas de lavarse las manos y pretender que Carromero defienda su inocencia frente al gobierno Cubano, que ha obtenido durante medio siglo las "confesiones" de sus adversarios por medio de la violencia y la amenaza.
Por supuesto que, como bien señala con otras palabras Amado Lorenzo, no se trata de desafiar ahora al gobierno español y ponerlo contra la pared con una serie de acusaciones que puedan interpretarse como contubernio con la tiranía castrista. Sencillamente, el Partido Popular NO es enemigo de los cubanos amantes de la democracia, pero tiene que considerar en su gestión de gobierno otros intereses legítimos que lo obligan a tomar decisiones y asumir actitudes que favorezcan sus intereses políticos y los de España.
Le faltó esto de "leal" y me parece pertinente recalcarlo porque Moragas se ha destacado por su lealtad a sus amigos, al Partido Popular y a sus principios democráticos. Es esa lealtad la que le ha merecido el cargo de Director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno de España y el favor de los votantes que lo han elegido diputado en diversos períodos de gobierno anteriores.
No voy a abundar en la defensa de Moragas, porque ya Amado Lorenzo lo hace muy bien y con ponderación.
No obstante, entiendo la decepción de Dora Amador con el gobierno español en cuanto a su actuación respecto al caso cubano, sobre todo porque desde la época de Aznar los cubanos han esperado siempre una firme posición del PP en defensa de las aspiraciones democráticas y los derechos humanos en Cuba.
Lo que lamento es que indirectamente insinúe en los dos primeros párrafos y en párrafos posteriores la falta de lealtad de Moragas, con una serie de calificativos iniciales que tampoco le corresponden. Lo conozco personalmente y me consta que es amigo de los cubanos amantes de la democracia y una persona muy decente, lo cual es difícil de afirmar de muchos políticos.
En lo que sí tiene toda la razón Dora Amador es en su desaliento ante la actitud del gobierno español encabezado por Rajoy y Moragas de lavarse las manos y pretender que Carromero defienda su inocencia frente al gobierno Cubano, que ha obtenido durante medio siglo las "confesiones" de sus adversarios por medio de la violencia y la amenaza.
Por supuesto que, como bien señala con otras palabras Amado Lorenzo, no se trata de desafiar ahora al gobierno español y ponerlo contra la pared con una serie de acusaciones que puedan interpretarse como contubernio con la tiranía castrista. Sencillamente, el Partido Popular NO es enemigo de los cubanos amantes de la democracia, pero tiene que considerar en su gestión de gobierno otros intereses legítimos que lo obligan a tomar decisiones y asumir actitudes que favorezcan sus intereses políticos y los de España.
Reply to Gerardo E. Martínez-Solanas
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