La responsabilidad de un dirigente cristiano

  • Gerardo E. Martínez-Solanas
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La responsabilidad de un dirigente cristiano

07 May 2012 21:38
#5853
Algunas de las declaraciones vertidas por el Cardenal Ortega Alamino durante una larga entrevista en la Univ. de Harvard a finales de abril han despertado una apasionada controversia en la que tanto la mayoría de sus críticos como la mayoría de sus defensores emplean argumentos que pierden de vista la responsabilidad y los propósito del sujeto de esas críticas.

No cabe duda de que algunas de las declaraciones del Cardenal cubano fueron desacertadas y arrogantes. También las han interpretado algunos como una muestra de sumisión ante la dictadura porque hace referencia despectiva a miembros de la oposición sin contrapesar en ningún momento con un juicio condenatorio la reiterada violación de los derechos humanos en Cuba o, al menos, con un comentario compasivo por sus víctimas.

Pero lo importante, tanto para críticos como defensores, es basar sus argumentos sobre la responsabilidad del Cardenal Ortega en su carácter de guía espiritual de la nación cubana. Una nación que se mantiene vigente en ambas orillas con un sentido de devoción por la patria, compartido por muchos dentro de Cuba y fuera de ella. En cualquier análisis de las declaraciones del Cardenal hay que precisar también si está manifestando un propósito cristiano en su actuación, porque desde el punto de vista de los creyentes cristianos lo importante de esta controversia es determinar si Ortega Alamino está aplicando los principios cristianos a su actuación pública.

El principio fundamental del análisis consiste en que todo el Ministerio de Jesús se basó en un Reino de servicio y de humildad. Mientras que Pilato temía el posible poder político de Jesús, perdía de vista que su propósito, demostrado por todo su ejemplo de vida, era estrictamente espiritual. En consecuencia, los sacerdotes se comprometen por el sacramento del Orden Sagrado a dar un ejemplo de vida en imitación de Cristo, que los convierta en guías espirituales del resto de los cristianos para inspirarlos a seguir ese mismo camino.

Empero, tanto sacerdotes como cardenales, incluyendo al Papa, son tan humanos y tan vulnerables al error como el resto de nosotros. Han optado por una profesión que los obliga especialmente a dar el ejemplo, pero cometen errores y pueden llegar a ser tan malvados como el que más. Y algunos de ellos, aún los de más buena voluntad, llegan a confundir el poder espiritual que les corresponde por su profesión con un manejo del poder político para supuestamente alcanzar sus propósitos, lo cual es, en realidad, un lamentable argumento relativista. Llegan también a olvidar que la función primordial del dirigente cristiano es la de dar servicio a sus semejantes.

El poder político es temporal y la ambición por el poder temporal ha tentado con éxito a muchos jerarcas de la Iglesia, abrumados por una vanidad poco cristiana. El hecho de que sea temporal es la principal caracteristica que lo diferencia del poder espiritual. El poder temporal está basado en dinero, posición, estatus, y brinda al que lo ostenta la capacidad de influenciar a los demás mediante la imposición o la persuasión. Ese poder político les permite emplear, despedir, recompensar, castigar y hasta matar. Pero es efímero, porque tarde o temprano todos lo perdemos, ya sea por las circunstancias de la vida o por la muerte. Es un poder basado en circunstancias externas.

El poder espiritual que ostenta todo cristiano practicante de su doctrina, por el contrario, se basa en la fortaleza interior, cualidad que nadie puede quitarle aunque cese en sus altos cargos temporales. Es un poder con mucha mayor trascendencia porque es capaz de influenciar profundamente a los demás simplemente por la bondad, la integridad natural, la confianza en los principios y el ejemplo de vida. Es un poder interno e inquebrantable cuando se tiene la convicción de la fe. Por lo tanto, los verdaderos servidores de la doctrina cristiana interpretan el poder que ellos ostentan como un don que están obligados a utilizar para brindar servicio a sus semejantes. Sólo es auténtico entre aquellos que están libres de toda ambición materialista.

No se trata tampoco, como parece interpretar el Cardenal Ortega, de que su poder espiritual debe conjugarse en un esfuerzo por tener a todo el mundo contento. Esa actitud hace daño. Jesús no se sacrificó en un esfuerzo por contentar a todo ese mundo diverso y cruel en el que vivió. Quienes así lo hacen comprometen su enseñanza y su misión porque dan prioridad a lograr el beneplácito de quienes mueven los hilos del poder político sobre los principios esenciales que deben guiarlos.

El liderazgo cristiano se mide por el servicio que ofrezcamos a los demás en nuestra gestión de vida, sin importar si lo que representamos o hacemos es popular o no. Lo importante no es la popularidad ni el aplauso ni, mucho menos, los escaños encumbrados que podamos alcanzar en el poder temporal, sino realizar una vida cristiana y actuar de acuerdo con ella.

Se trata de defender sin descanso nuestros principios mientras desarrollamos una vida de servicio a nuestros semejantes inspirada en el amor fraternal.

Los cristianos esperan de sus guías espirituales un ejemplo de vida que ponga en práctica todo esto. Eso es lo que esperan los cubanos del Cardenal Ortega Alamino. Pero una comparecencia en una de las universidades más prestigiosas del mundo con referencias despectivas a cubanos que padecen la represión de la dictadura, haciéndose eco de acusaciones tendenciosas y no comprobadas, no es un ejemplo digno de un dirigente cristiano. Tampoco lo es su revelación de un discreto consejo que le diera confidencialmente Monseñor Agustín Román el siglo pasado con el santo propósito de evitar reacciones divisionistas entre la oposición democrática al régimen de los hermanos Castro. Es de lamentar que Monseñor Román haya fallecido antes de este viaje del Cardenal a Harvard y no haya podido brindarle otra vez sus buenos consejos.
  • Helio J. González
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Re: Re:La responsabilidad de un dirigente cristiano

08 May 2012 14:46
#5857
Te felicito Gerardo por lo acertado de tus argumentos. Has puesto el dedo en la llaga acerca de la actitud cristiana ante la vida, y muy especialmente de aquellos que como pastores tienen la responsabilidad de llevar adelante las enseñanzas de Jesús.
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