La mediación de la Iglesia Cubana
- Eduardo Mesa
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La mediación de la Iglesia Cubana
21 May 2010 03:17
Por Eduardo Mesa
www.lacasacuba.com
Hace unos días el cardenal Jaime Ortega intercedió ante el gobierno cubano para que las Damas de Blanco pudieran desfilar sin ser hostigadas, rompiendo la rutina el gobierno accedió a esta petición y su Eminencia ha quedado como mediador entre ambas partes, hasta este momento todo parece indicar que el gobierno cubano y las Damas de Blanco continúan aceptando dicha mediación.
Muchas personas se preguntan a quién beneficia la mediación, estamos ante una buena pregunta. Algunos analistas opinan que esta mediación a quien beneficia es al gobierno, yo no comparto esta tesis. Primero porque al aceptar la mediación del cardenal –hasta hoy ignorada- el gobierno evidencia su debilidad. Ellos que se han caracterizado por la arrogancia, por subir la parada, por “convertir las derrotas en victorias” se ven precisados de la mediación de una Iglesia a la que desprecian para no continuar el pulso con un sector de la oposición que los tiene arrinconados. Es verdad que esta mediación le permite ganar tiempo al gobierno, pero el tiempo les sirve de poco, la situación del país presagia el estallido social y el selecto club de octogenarios que gobierna ya comenzó a morir, como fueron muriendo aquellos dinosaurios soviéticos cargados de medallas.
Después de la mediación del Cardenal las Damas de Blanco han vuelto a desfilar sin ser hostigadas por la chusma y las Damas de Apoyo también, el gobierno no deja de recurrir a presiones y chantajes, pero el espacio de la 5ta Avenida ha quedado abierto, es verdad que sólo garantizaron el mes de Mayo, pero en los últimos años lo que la Iglesia consigue como “algo provisional” suele quedar como “algo permanente”. La calle que “sólo es de los revolucionarios” hace tiempo tolera las procesiones religiosas y ahora tolerará las caminatas de las Damas de Blanco.
La reunión que sostuvieron ayer con Raúl Castro el cardenal y el arzobispo de Santiago de Cuba evidencian un cambio sustancial en las relaciones Iglesia- Estado y es que cuando el gobierno acepta una mediación de tal magnitud está reconociendo a la Iglesia como Institución y al hacerlo termina por violar sus propias reglas de no reconocer a otra Institución cubana que no sea el mismo gobierno.
No tengo duda alguna de que los estrategas del régimen saben que esta mediación los debilita y que beneficia a sus contendientes, pero saben también y acaso vislumbran que esa Iglesia que hoy auxilia a las Damas de Blanco y a sus familiares presos, mañana los puede auxiliar a ellos. Llegado el caso, la Iglesia, que es madre de todos, no rehusará interceder por las vidas de aquellos que hoy gobiernan.
En la hora presente, crucial para el destino de Cuba, debemos apostar por el estímulo y apoyo a los que buscan la libertad. La Iglesia Católica ha conseguido espacios significativos de libertad religiosa a pesar de los embates de un estado totalitario, ha sostenido en el largo período de cincuenta años su prédica de Amor, Esperanza y Justicia; ella es parte importante del sustento espiritual del pueblo cubano, en especial de aquellos que luchan por su libertad.
Debilitar a los líderes de la Iglesia Católica con el descrédito y la calumnia no beneficia a nuestra causa. Los obispos, al margen de sus limitaciones y errores, quieren el bien de la nación cubana, no olvidemos que la acción de la Iglesia en Cuba se realiza en beneficio del pueblo que permanece en la Isla; los que gobiernan, muy a su pesar, comienzan a entenderlo, los que gobiernen mañana no deben ignorarlo. Yo me alegro que la Iglesia consiga el peso institucional y el respeto que merece, me alegro que sea la mediadora, a ella no tendremos que darle las gracias por el bien que haga, tampoco nos pasará factura en el mañana por el bien que consiga.
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Hace unos días el cardenal Jaime Ortega intercedió ante el gobierno cubano para que las Damas de Blanco pudieran desfilar sin ser hostigadas, rompiendo la rutina el gobierno accedió a esta petición y su Eminencia ha quedado como mediador entre ambas partes, hasta este momento todo parece indicar que el gobierno cubano y las Damas de Blanco continúan aceptando dicha mediación.
Muchas personas se preguntan a quién beneficia la mediación, estamos ante una buena pregunta. Algunos analistas opinan que esta mediación a quien beneficia es al gobierno, yo no comparto esta tesis. Primero porque al aceptar la mediación del cardenal –hasta hoy ignorada- el gobierno evidencia su debilidad. Ellos que se han caracterizado por la arrogancia, por subir la parada, por “convertir las derrotas en victorias” se ven precisados de la mediación de una Iglesia a la que desprecian para no continuar el pulso con un sector de la oposición que los tiene arrinconados. Es verdad que esta mediación le permite ganar tiempo al gobierno, pero el tiempo les sirve de poco, la situación del país presagia el estallido social y el selecto club de octogenarios que gobierna ya comenzó a morir, como fueron muriendo aquellos dinosaurios soviéticos cargados de medallas.
Después de la mediación del Cardenal las Damas de Blanco han vuelto a desfilar sin ser hostigadas por la chusma y las Damas de Apoyo también, el gobierno no deja de recurrir a presiones y chantajes, pero el espacio de la 5ta Avenida ha quedado abierto, es verdad que sólo garantizaron el mes de Mayo, pero en los últimos años lo que la Iglesia consigue como “algo provisional” suele quedar como “algo permanente”. La calle que “sólo es de los revolucionarios” hace tiempo tolera las procesiones religiosas y ahora tolerará las caminatas de las Damas de Blanco.
La reunión que sostuvieron ayer con Raúl Castro el cardenal y el arzobispo de Santiago de Cuba evidencian un cambio sustancial en las relaciones Iglesia- Estado y es que cuando el gobierno acepta una mediación de tal magnitud está reconociendo a la Iglesia como Institución y al hacerlo termina por violar sus propias reglas de no reconocer a otra Institución cubana que no sea el mismo gobierno.
No tengo duda alguna de que los estrategas del régimen saben que esta mediación los debilita y que beneficia a sus contendientes, pero saben también y acaso vislumbran que esa Iglesia que hoy auxilia a las Damas de Blanco y a sus familiares presos, mañana los puede auxiliar a ellos. Llegado el caso, la Iglesia, que es madre de todos, no rehusará interceder por las vidas de aquellos que hoy gobiernan.
En la hora presente, crucial para el destino de Cuba, debemos apostar por el estímulo y apoyo a los que buscan la libertad. La Iglesia Católica ha conseguido espacios significativos de libertad religiosa a pesar de los embates de un estado totalitario, ha sostenido en el largo período de cincuenta años su prédica de Amor, Esperanza y Justicia; ella es parte importante del sustento espiritual del pueblo cubano, en especial de aquellos que luchan por su libertad.
Debilitar a los líderes de la Iglesia Católica con el descrédito y la calumnia no beneficia a nuestra causa. Los obispos, al margen de sus limitaciones y errores, quieren el bien de la nación cubana, no olvidemos que la acción de la Iglesia en Cuba se realiza en beneficio del pueblo que permanece en la Isla; los que gobiernan, muy a su pesar, comienzan a entenderlo, los que gobiernen mañana no deben ignorarlo. Yo me alegro que la Iglesia consiga el peso institucional y el respeto que merece, me alegro que sea la mediadora, a ella no tendremos que darle las gracias por el bien que haga, tampoco nos pasará factura en el mañana por el bien que consiga.
Reply to Eduardo Mesa
- Marzo Fernández
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Re: Re:La mediación de la Iglesia Cubana
23 May 2010 18:07
Voy a referirme a la reunion efectuada en dias pasados entre Raul y los jerarcas de la Iglesia Catolica. En mi opinion, las crisis tanto en lo
economico como en lo politico que estan afectando al gobierno cubano, en el orden nacional como internacional, son de tan magnitud, que la direccion del gobierno se ha visto obligada a sentarse en la mesa de negociaciones a disutir estos temas. Como el gobierno se niega a reconocer la existencia de una oposicion, la cual ha logrado mantener desunida, aplicando el metodo maquiavelico de divide y venceras, de la misma forma que han utilizado sus simpatizantes en el exilio.
No han tenido otra alternativa que sentarse con los representantes de una Iglesia Catolica, a los cuales odian y desprecian y que ademas no le tienen el mas minimo respeto.
Y ahora que? cuales seran los proximos pasos. En mi opinion, el gobierno para buscar atenuar la actual situacion, particularmente en el orden internacional y darle algun credito a la Iglesia, sobre todo en visperas de la proxima vista del representante del Vaticano, no tiene otra opcion que ceder en algunos aspectos, y estimo que sera una formula intermedia, que pudiera ser la liberacion de los presos que se encuentren en la mayor gravedad de salud.
Esta reunion, tambien puede asociarse a la poca participacion que tiene Fidel en los asuntos del estado, creo firmemente que Fidel, en situaciones como estas, jamas se hubiera sentado a discutir con el Cardenal Ortega, lo conoce muy bien, sabe perfectamente quien es. Ya lo metio preso en una oportunidad, y no le profesa la mas elemental consideracion. Tambien recordar, que para Fidel los presos politicos, son una mercancia de cambio, por los 5 espias que estan en carceles norteamericanas. Ademas, Fidel jamas hubiera aceptado ni reconocido la existencia en Cuba de presos de conciencia, esos son mercenarios y delicuentes comunes, al servicio del extranjero. Ese es Fidel.
Por su parte, la Iglesia tiene la tarea de fraccionar las crisis. Es decir, discusiones aisladas con Farinas, las Damas de Blanco, con los blogueros, con los disidentes en general con todos pero divididos, cuando todos los problemas en realidad son uno, la falta de libertades individuales que adolece el pais.
Siempre lo he dicho y lo reitero, la solucion del problema cubano esta en Cuba, a los que estamos en el exterior nos toca la tarea de apoyar a nuestros hermanos, y servir de caja de resonancia de todos los actos de barbarie que diariamente se producen en la patria, debemos informar al mundo de la tragedia cubana por todos los medios posibles. El enemigo esta en Cuba y esa es nuestra tarea, lo demas es paisaje.
Solo nos queda estar al tanto y en guardia para evaluar los proximos acontecimientos, confio en la inteligencia y sabiduria de nuestros hermanos que se encuentran en la primera linea de combate, la alianza Castro-Iglesia es poderosa, si podemos unirnos aqui y alla, seguro que los derrotamos. Soy optimista.
economico como en lo politico que estan afectando al gobierno cubano, en el orden nacional como internacional, son de tan magnitud, que la direccion del gobierno se ha visto obligada a sentarse en la mesa de negociaciones a disutir estos temas. Como el gobierno se niega a reconocer la existencia de una oposicion, la cual ha logrado mantener desunida, aplicando el metodo maquiavelico de divide y venceras, de la misma forma que han utilizado sus simpatizantes en el exilio.
No han tenido otra alternativa que sentarse con los representantes de una Iglesia Catolica, a los cuales odian y desprecian y que ademas no le tienen el mas minimo respeto.
Y ahora que? cuales seran los proximos pasos. En mi opinion, el gobierno para buscar atenuar la actual situacion, particularmente en el orden internacional y darle algun credito a la Iglesia, sobre todo en visperas de la proxima vista del representante del Vaticano, no tiene otra opcion que ceder en algunos aspectos, y estimo que sera una formula intermedia, que pudiera ser la liberacion de los presos que se encuentren en la mayor gravedad de salud.
Esta reunion, tambien puede asociarse a la poca participacion que tiene Fidel en los asuntos del estado, creo firmemente que Fidel, en situaciones como estas, jamas se hubiera sentado a discutir con el Cardenal Ortega, lo conoce muy bien, sabe perfectamente quien es. Ya lo metio preso en una oportunidad, y no le profesa la mas elemental consideracion. Tambien recordar, que para Fidel los presos politicos, son una mercancia de cambio, por los 5 espias que estan en carceles norteamericanas. Ademas, Fidel jamas hubiera aceptado ni reconocido la existencia en Cuba de presos de conciencia, esos son mercenarios y delicuentes comunes, al servicio del extranjero. Ese es Fidel.
Por su parte, la Iglesia tiene la tarea de fraccionar las crisis. Es decir, discusiones aisladas con Farinas, las Damas de Blanco, con los blogueros, con los disidentes en general con todos pero divididos, cuando todos los problemas en realidad son uno, la falta de libertades individuales que adolece el pais.
Siempre lo he dicho y lo reitero, la solucion del problema cubano esta en Cuba, a los que estamos en el exterior nos toca la tarea de apoyar a nuestros hermanos, y servir de caja de resonancia de todos los actos de barbarie que diariamente se producen en la patria, debemos informar al mundo de la tragedia cubana por todos los medios posibles. El enemigo esta en Cuba y esa es nuestra tarea, lo demas es paisaje.
Solo nos queda estar al tanto y en guardia para evaluar los proximos acontecimientos, confio en la inteligencia y sabiduria de nuestros hermanos que se encuentran en la primera linea de combate, la alianza Castro-Iglesia es poderosa, si podemos unirnos aqui y alla, seguro que los derrotamos. Soy optimista.
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- Eduardo Mesa
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Re: Re:La mediación de la Iglesia Cubana
24 May 2010 03:12
Respuesta a Marzo Fernández
El Sr. Marzo Fernández ha comentado mi artículo “La mediación de la Iglesia cubana”, algunas de sus afirmaciones han logrado sorprenderme. Para el Sr. Marzo las autoridades cubanas “No han tenido otra alternativa que sentarse con los representantes de una Iglesia Católica, a los cuales odian y desprecian y que además no le tienen el más mínimo respeto.” Para con posterioridad afirmar que hay una alianza Castro-Iglesia que el exilio y la oposición podrán derrotar si están unidos.
También se detiene el Sr. Marzo en otra consideración: “Fidel, en situaciones como estas, jamás se hubiera sentado a discutir con el Cardenal Ortega, lo conoce muy bien, sabe perfectamente quien es. Ya lo metió preso en una oportunidad, y no le profesa la más elemental consideración.” Puede que tenga razón el Sr. Marzo y el Gran Timonel ya no esté al mando del lastimoso buque revolucionario, es cierto que Fidel se ha caracterizado por un excelente manejo de las crisis y a Raúl Castro las crisis le llueven. Quizás le falto decir a Marzo Fernández que el régimen castrista no solo desprecia y conoce al cardenal Ortega, sino a todos aquellos que de un modo u otro se le oponen, en especial a los que un día le sirvieron con diligencia y hoy –según la lógica del castrismo- son unos traidores a la revolución.
Marzo conoce a profundidad las oscuras estancias del totalitarismo cubano y es conveniente escucharlo. Solo que en esta ocasión le aplica a la Iglesia la misma lógica que utiliza para analizar al gobierno. Para el Sr. Marzo la Iglesia es un poder más, capaz de tejer alianzas cínicas porque lo prioritario son sus intereses. Es comprensible que piense así, aunque su rompimiento con el castrismo es evidente ciertas secuelas del entrenamiento que recibió para ser un alto cuadro del gobierno cubano permanecen, no en balde lo que le enseñaban a aquellos compañeros es que a la Iglesia no se le comprende, ni se le transforma, simplemente se le destruye.
El texto del Sr. Marzo, aunque es una suerte de réplica a mis argumentos, no se detiene en ellos. Si lo releyera, y se informara adecuadamente de la labor de la Iglesia en Cuba probablemente no afirmaría que la “tarea de la Iglesia es la de fraccionar la crisis.” Cabría agregar que tanto Guillermo Fariñas como las Damas de Blanco han aceptado esta mediación y expresado su confianza en la entidad mediadora, la realidad contradice muchas de las percepciones del Sr. Marzo.
No comparte el Sr. Marzo, o quizás no comprende en su justa medida, mi afirmación de que esa Iglesia, a la que él acusa de tejer alianzas con el castrismo es la misma que ha conseguido espacios significativos de libertad religiosa a pesar de los embates de un estado totalitario, la misma que ha sostenido en el largo período de cincuenta años su prédica de Amor, Esperanza y Justicia; siendo en el día de hoy parte importante del sustento espiritual del pueblo cubano, en especial de aquellos que luchan por su libertad.
Lejos de una alianza lo que revela la magnitud de esta mediación es la profunda gravedad de la crisis que enfrenta la sociedad cubana, una situación de tal envergadura que ha provocado que el castrismo rompa sus propias reglas y reconozca tácitamente una Institución a la que sin lugar a dudas todavía desprecia. Esta nueva realidad no va en detrimento de la abnegada lucha de la oposición en la Isla, es simplemente el inicio de un reconocimiento más amplio de la libertad religiosa, presagio del inevitable reconocimiento a otros derechos también muy anhelados.
Yo no conozco los vericuetos del poder en Cuba y puede que me equivoque en el análisis sobre nuestros verdugos, pero conozco a la Iglesia Católica de Cuba y de todas partes, no está exenta de miserias y errores, pero enseña a buscar la verdad y ejercer la misericordia, dos prácticas que no se avienen con ningún totalitarismo.
El Sr. Marzo Fernández ha comentado mi artículo “La mediación de la Iglesia cubana”, algunas de sus afirmaciones han logrado sorprenderme. Para el Sr. Marzo las autoridades cubanas “No han tenido otra alternativa que sentarse con los representantes de una Iglesia Católica, a los cuales odian y desprecian y que además no le tienen el más mínimo respeto.” Para con posterioridad afirmar que hay una alianza Castro-Iglesia que el exilio y la oposición podrán derrotar si están unidos.
También se detiene el Sr. Marzo en otra consideración: “Fidel, en situaciones como estas, jamás se hubiera sentado a discutir con el Cardenal Ortega, lo conoce muy bien, sabe perfectamente quien es. Ya lo metió preso en una oportunidad, y no le profesa la más elemental consideración.” Puede que tenga razón el Sr. Marzo y el Gran Timonel ya no esté al mando del lastimoso buque revolucionario, es cierto que Fidel se ha caracterizado por un excelente manejo de las crisis y a Raúl Castro las crisis le llueven. Quizás le falto decir a Marzo Fernández que el régimen castrista no solo desprecia y conoce al cardenal Ortega, sino a todos aquellos que de un modo u otro se le oponen, en especial a los que un día le sirvieron con diligencia y hoy –según la lógica del castrismo- son unos traidores a la revolución.
Marzo conoce a profundidad las oscuras estancias del totalitarismo cubano y es conveniente escucharlo. Solo que en esta ocasión le aplica a la Iglesia la misma lógica que utiliza para analizar al gobierno. Para el Sr. Marzo la Iglesia es un poder más, capaz de tejer alianzas cínicas porque lo prioritario son sus intereses. Es comprensible que piense así, aunque su rompimiento con el castrismo es evidente ciertas secuelas del entrenamiento que recibió para ser un alto cuadro del gobierno cubano permanecen, no en balde lo que le enseñaban a aquellos compañeros es que a la Iglesia no se le comprende, ni se le transforma, simplemente se le destruye.
El texto del Sr. Marzo, aunque es una suerte de réplica a mis argumentos, no se detiene en ellos. Si lo releyera, y se informara adecuadamente de la labor de la Iglesia en Cuba probablemente no afirmaría que la “tarea de la Iglesia es la de fraccionar la crisis.” Cabría agregar que tanto Guillermo Fariñas como las Damas de Blanco han aceptado esta mediación y expresado su confianza en la entidad mediadora, la realidad contradice muchas de las percepciones del Sr. Marzo.
No comparte el Sr. Marzo, o quizás no comprende en su justa medida, mi afirmación de que esa Iglesia, a la que él acusa de tejer alianzas con el castrismo es la misma que ha conseguido espacios significativos de libertad religiosa a pesar de los embates de un estado totalitario, la misma que ha sostenido en el largo período de cincuenta años su prédica de Amor, Esperanza y Justicia; siendo en el día de hoy parte importante del sustento espiritual del pueblo cubano, en especial de aquellos que luchan por su libertad.
Lejos de una alianza lo que revela la magnitud de esta mediación es la profunda gravedad de la crisis que enfrenta la sociedad cubana, una situación de tal envergadura que ha provocado que el castrismo rompa sus propias reglas y reconozca tácitamente una Institución a la que sin lugar a dudas todavía desprecia. Esta nueva realidad no va en detrimento de la abnegada lucha de la oposición en la Isla, es simplemente el inicio de un reconocimiento más amplio de la libertad religiosa, presagio del inevitable reconocimiento a otros derechos también muy anhelados.
Yo no conozco los vericuetos del poder en Cuba y puede que me equivoque en el análisis sobre nuestros verdugos, pero conozco a la Iglesia Católica de Cuba y de todas partes, no está exenta de miserias y errores, pero enseña a buscar la verdad y ejercer la misericordia, dos prácticas que no se avienen con ningún totalitarismo.
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- Gerardo E. Martínez-Solanas
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Re: Re:La mediación de la Iglesia Cubana
26 May 2010 22:06
Es interesante que Marzo Fernández, que es un profundo conocedor de la realidad cubana, porque vivió y se desempeñó en las mismas entrañas del régimen, y que tan valiosas revelaciones públicas ha hecho en diversas comparecencias televisivas, nos ofrezca este análisis sobre el reciente encuentro del Cardenal Ortega y Raúl Castro.
Como él los conoce bien, me siento inclinado a respetar sus opiniones y análisis las más de las veces, aunque en este caso son evidentes algunas contradicciones que destaca Eduardo Mesa en su respuesta.
Conviene aclarar también que la jerarquía eclesiástica no es "la Iglesia", sino el sector administrativo y pastoral de la institución que la representa. "La Iglesia" es un cuerpo espiritual compuesto por todos y cada uno de los creyentes. Y todos tienen igual responsabilidad como creyentes. La jerarquía, por su parte, está compuesta por personas que cometen errores, como todos los demás. Sólo que en su capacidad administrativa y en su función de guías espirituales, gozan de una mayor influencia debido al respeto natural que despiertan en los demás por su devoción y su dedicación.
Al Cardenal Ortega se le puede acusar de blando en sus relaciones con el régimen, pero difícilmente es creíble la alianza Castro-Iglesia que Marzo sugiere. Aparte de que el Cardenal Ortega ha sufrido en carne propia los maltratos y abusos del régimen de los hermanos Castro, es evidente que su última gestión es humanitaria y aspira a aliviar el calvario que sufren algunos cubanos sometidos a prisión por intentar expresarse al margen del discurso oficial.
Tampoco creo que el Cardenal Ortega sea un igenuo y que suponga que su gestión se traducirá en un diálogo capaz de moderar la agresividad y arbitrariedad de quienes se han acostumbrado a abusar de todo un pueblo a lo largo de más de 50 años. Pero desde el punto de vista de un solo preso que pueda ser liberado, o de un prisionero enfermo que logre atención médica, o de un familiar a quien se le facilite visitar y atender a las víctimas encarceladas del régimen, la gestión del Cardenal cubano será una bendición y un alivio.
Tiene razón Marzo Fernández en cuanto a que la solución del problema cubano está en Cuba, en manos de los propios cubanos. Ortega es uno de esos cubanos que aspira a una solución decorosa. Criticarlo por sus deficiencias o emplazarlo por lo que no hace, no contribuye a esa solución. Respaldémoslo en lo poco que hace o puede hacer. Respaldemos igualmente a todos los que muestran una voluntad de hacer algo a favor de la democracia y en defensa de los derechos humanos en Cuba. Aunque no nos guste o no nos convenza cómo o por qué lo hacen.
Como él los conoce bien, me siento inclinado a respetar sus opiniones y análisis las más de las veces, aunque en este caso son evidentes algunas contradicciones que destaca Eduardo Mesa en su respuesta.
Conviene aclarar también que la jerarquía eclesiástica no es "la Iglesia", sino el sector administrativo y pastoral de la institución que la representa. "La Iglesia" es un cuerpo espiritual compuesto por todos y cada uno de los creyentes. Y todos tienen igual responsabilidad como creyentes. La jerarquía, por su parte, está compuesta por personas que cometen errores, como todos los demás. Sólo que en su capacidad administrativa y en su función de guías espirituales, gozan de una mayor influencia debido al respeto natural que despiertan en los demás por su devoción y su dedicación.
Al Cardenal Ortega se le puede acusar de blando en sus relaciones con el régimen, pero difícilmente es creíble la alianza Castro-Iglesia que Marzo sugiere. Aparte de que el Cardenal Ortega ha sufrido en carne propia los maltratos y abusos del régimen de los hermanos Castro, es evidente que su última gestión es humanitaria y aspira a aliviar el calvario que sufren algunos cubanos sometidos a prisión por intentar expresarse al margen del discurso oficial.
Tampoco creo que el Cardenal Ortega sea un igenuo y que suponga que su gestión se traducirá en un diálogo capaz de moderar la agresividad y arbitrariedad de quienes se han acostumbrado a abusar de todo un pueblo a lo largo de más de 50 años. Pero desde el punto de vista de un solo preso que pueda ser liberado, o de un prisionero enfermo que logre atención médica, o de un familiar a quien se le facilite visitar y atender a las víctimas encarceladas del régimen, la gestión del Cardenal cubano será una bendición y un alivio.
Tiene razón Marzo Fernández en cuanto a que la solución del problema cubano está en Cuba, en manos de los propios cubanos. Ortega es uno de esos cubanos que aspira a una solución decorosa. Criticarlo por sus deficiencias o emplazarlo por lo que no hace, no contribuye a esa solución. Respaldémoslo en lo poco que hace o puede hacer. Respaldemos igualmente a todos los que muestran una voluntad de hacer algo a favor de la democracia y en defensa de los derechos humanos en Cuba. Aunque no nos guste o no nos convenza cómo o por qué lo hacen.
Reply to Gerardo E. Martínez-Solanas
- Pedro Corzo
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Re: Re:La mediación de la Iglesia Cubana
04 Jun 2010 20:55
La reunión de Raúl Castro con la Iglesia Católica cubana tiene notas nunca antes escuchadas y el tema debe ser analizado a fondo, pero antes de hacerlo, hay que acotar que aunque el poder se desenvuelve en el mismo espacio, sus instrumentos están gastados por el uso, lo que puede propiciar un escenario nuevo que genere expectativas insospechadas.
El gobierno está como la economía de la isla: deteriorado, en ruinas; por lo que es de suponer que las contradicciones propias de la naturaleza humana estén apolillando la estructura totalitaria. Ahí puede estar la muerte del gato y del pardo.
No obstante, no debemos perder de vista que mucho de lo prohibido puede ser bendecido de repente, pero eso no significa el cambio necesario. El totalitarismo insular sigue comportándose como un camaleón de buena raza. Raúl Castro no se transformó en discípulo de la Madre Teresa de Calcuta. La sobrevivencia del sistema determina ajustes en la correa de transmisión para que todo siga igual, y esa es su intención, nuestra obligación es frustrar el intento.
Muchos niegan al gobierno de La Habana capacidad de cambios, afirmación que la sobrevivencia del régimen parece desmentir. El poder ha mudado la piel infinidad de veces, sin afectar la estructura sobre la que se sostiene. Las proclamadas convicciones han sido instrumentos, no fundamentos.
El sentido oportunista del totalitarismo isleño se ha evidenciado a través de estas cinco décadas.
El gobierno está como la economía de la isla: deteriorado, en ruinas; por lo que es de suponer que las contradicciones propias de la naturaleza humana estén apolillando la estructura totalitaria. Ahí puede estar la muerte del gato y del pardo.
No obstante, no debemos perder de vista que mucho de lo prohibido puede ser bendecido de repente, pero eso no significa el cambio necesario. El totalitarismo insular sigue comportándose como un camaleón de buena raza. Raúl Castro no se transformó en discípulo de la Madre Teresa de Calcuta. La sobrevivencia del sistema determina ajustes en la correa de transmisión para que todo siga igual, y esa es su intención, nuestra obligación es frustrar el intento.
Muchos niegan al gobierno de La Habana capacidad de cambios, afirmación que la sobrevivencia del régimen parece desmentir. El poder ha mudado la piel infinidad de veces, sin afectar la estructura sobre la que se sostiene. Las proclamadas convicciones han sido instrumentos, no fundamentos.
El sentido oportunista del totalitarismo isleño se ha evidenciado a través de estas cinco décadas.
Reply to Pedro Corzo
- Oscar Peña
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Re: Re:La mediación de la Iglesia Cubana
05 Jun 2010 14:51
La Iglesia Católica cubana ha jugado un papel en la vida social de Cuba, pero decir que el gobierno tiene que recurrir a ella porque la oposición política no tiene programa es una visión simplista del problema cubano y una actitud excluyente e irrespetuosa con la valiente oposición al régimen. Llenas están las gavetas de la policía política de incautados programas económicos, políticos y sociales de los demócratas cubanos, como el llamado a un diálogo nacional que hizo en Cuba el Comité Cubano Pro Derechos Humanos hace 20 años para sentarnos entre adversarios en una mesa a discutir y resolver los problemas del país entre cubanos. Después el Proyecto Varela, Concilio Cubano, la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, el proyecto del Arco Progresista, por sólo mencionar algunos. Sus gestores han sido encarcelados, reprimidos, deportados y desprovistos de medios por la fuerza. Si estos proyectos no son más conocidos por la población ha sido por los gestos implacables del régimen que cercena las libertades con absoluta impunidad.
Permitir a los que tenemos tales proyectos acceso a los medios de difusión masiva dentro de Cuba (aun pagados) como hemos solicitados en varias ocasiones, sería una sana, moderna y cívica solución para dar a conocer al pueblo otras proyecciones y soluciones viables, pacíficas y reconciliatorias. Así el pueblo podrá conocer esos programas o buenas intenciones. ¿Es posible hacerlo allá?
Permitir a los que tenemos tales proyectos acceso a los medios de difusión masiva dentro de Cuba (aun pagados) como hemos solicitados en varias ocasiones, sería una sana, moderna y cívica solución para dar a conocer al pueblo otras proyecciones y soluciones viables, pacíficas y reconciliatorias. Así el pueblo podrá conocer esos programas o buenas intenciones. ¿Es posible hacerlo allá?
Reply to Oscar Peña
- Eduardo Mesa
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Re: Re:La mediación de la Iglesia Cubana
05 Jun 2010 16:06
Estimado Oscar, tanto en el artículo titulado “La mediación de la Iglesia” como en la respuesta a Marzo Fernández no expreso en ningún momento que “el gobierno tiene que recurrir a la Iglesia porque la oposición no tenga programa “. Muy al contrario de esto lo que yo opino es que el gobierno cubano reconoce a la Iglesia porque le resulta a corto plazo menos costoso que reconocer a la oposición en la Isla, hombres mujeres que con su valentía y abnegación han propiciado este nuevo escenario de la realidad cubana. Tampoco debemos ignorar que cualquier ampliación de las libertades religiosas redundara en una ampliación de las libertades civiles. Te agradezco tu intervención es este debate y espero que algún día podemos conversar personalmente sobre estos temas.
Fraternalmente
Eduardo Mesa
Fraternalmente
Eduardo Mesa
Reply to Eduardo Mesa
- Pedro Pablo Álvarez Ramos
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Re: Re:La mediación de la Iglesia Cubana
08 Jun 2010 22:17
Siempre he considerado que el pueblo cubano necesita conocer más las propuestas y las acciones de la oposición. Si en algo ha sido exitoso el régimen de la Habana, es en lograr imponer su terror e infundir el miedo a la población. En esto han tenido un gran apoyo por parte de los medios de difusión en el exterior que trasmiten para Cuba, dándole la primicia a las barbaries que cometen los esbirros en contra de los opositores y no promocionando sus programas y líneas de acción suficientemente.
Los cubanos lo que necesitan es conocer cómo se vive en libertad, que es la democracia, cuáles son sus virtudes y también sus defectos. De terror, abusos y miedo está saturada la sociedad cubana. El exilio no ha sabido comprender a los opositores que dentro de la Isla, tratan de abrirse un espacio, en una sociedad súper cerrada, donde tienen que ir ganando adeptos poco a poco y esto en muchos de los casos donde la mayoría, fueron seguidores del régimen imperante, que de una forma u otra creyeron en él y tuvieron la esperanza de lograr algún día su ansiada felicidad.
Mientras el exilio mantenga posiciones intransigentes y no de muestras de querer lograr una reconciliación con todos los cubanos, y digo todos, porque al igual que los que se fueron exigen sus derechos a que se les reconozca, los que han colaborado con el régimen exigen el suyo. O ¿que es lo que queremos? Arrinconar a los que apoyan o han apoyado al régimen y se atrincheren y haya que ir a sacarlos a la fuerza, no creo esto sea la mejor solución, el costo sería inconmensurable para todos.
El gobierno cubano ha dado muestras de debilidad por primera vez en la historia, cediendo ante los reclamos de la Iglesia. Hay quien dice que la Iglesia fue llamada por el régimen otros que la Iglesia acude en defensa del mismo, que si es cómplice, que trata de salvarlo etc., etc… Esto es el colmo de la intolerancia y luego criticamos las posiciones intolerables del gobierno de la Habana. Hasta donde vamos a llegar, en vez de sumar siempre restando y agregando mas cómplices a los Castros.
La Iglesia Católica cubana fue la institución más atacada, las mas agredida y la más diezmada del periodo comunista de nuestro País, de eso existen bastantes pruebas, también fue abandonada por el pueblo en la etapa más popular del comunismo. Decir que tiene ciertos privilegios hoy en día, es ignorar el trabajo y el sacrificio de muchos sacerdotes por tratar de aliviar el dolor de los más desfavorecidos en el País. Que puedan viajar y recibir ciertas ayudas, es un derecho igual al que tienen muchos en Cuba hoy en día, que reciben ayudas del exterior y no la comparten, como si lo hacen muchos padres de la Iglesia.
No dejemos que el odio y el rencor nos ciegue, estos son momentos de sumar, Hay que salvar a Fariñas, ya perdimos un gran activista con Orlando Zapata Tamayo, otros se encuentran muy mal en las prisiones y pudieran morir si no se les atiende a tiempo. Si no le damos una salida a los que están y apoyan el poder, la batalla se prolongara aun más y el tiempo es vital para salvar a estos hombres que hoy se encuentran en muy mal estado de salud tras las rejas.
Los Castros saben que están perdidos, pero tienen compromisos con sus seguidores de dejarles el futuro y su seguridad asegurada. Al final tendrán que negociar o llevar la situación hasta los límites de una tragedia y esto no es conveniente para nadie. Nuestro pueblo ha sufrido mucho, hagamos el último esfuerzo. Con odios y resentimientos no se puede labrar el futuro de una Nación. Confiemos una vez más en la Sagrada Iglesia Católica Cubana, a nosotros nos hace falta una institución con prestigio como ella en un futuro con democracia.
Los cubanos lo que necesitan es conocer cómo se vive en libertad, que es la democracia, cuáles son sus virtudes y también sus defectos. De terror, abusos y miedo está saturada la sociedad cubana. El exilio no ha sabido comprender a los opositores que dentro de la Isla, tratan de abrirse un espacio, en una sociedad súper cerrada, donde tienen que ir ganando adeptos poco a poco y esto en muchos de los casos donde la mayoría, fueron seguidores del régimen imperante, que de una forma u otra creyeron en él y tuvieron la esperanza de lograr algún día su ansiada felicidad.
Mientras el exilio mantenga posiciones intransigentes y no de muestras de querer lograr una reconciliación con todos los cubanos, y digo todos, porque al igual que los que se fueron exigen sus derechos a que se les reconozca, los que han colaborado con el régimen exigen el suyo. O ¿que es lo que queremos? Arrinconar a los que apoyan o han apoyado al régimen y se atrincheren y haya que ir a sacarlos a la fuerza, no creo esto sea la mejor solución, el costo sería inconmensurable para todos.
El gobierno cubano ha dado muestras de debilidad por primera vez en la historia, cediendo ante los reclamos de la Iglesia. Hay quien dice que la Iglesia fue llamada por el régimen otros que la Iglesia acude en defensa del mismo, que si es cómplice, que trata de salvarlo etc., etc… Esto es el colmo de la intolerancia y luego criticamos las posiciones intolerables del gobierno de la Habana. Hasta donde vamos a llegar, en vez de sumar siempre restando y agregando mas cómplices a los Castros.
La Iglesia Católica cubana fue la institución más atacada, las mas agredida y la más diezmada del periodo comunista de nuestro País, de eso existen bastantes pruebas, también fue abandonada por el pueblo en la etapa más popular del comunismo. Decir que tiene ciertos privilegios hoy en día, es ignorar el trabajo y el sacrificio de muchos sacerdotes por tratar de aliviar el dolor de los más desfavorecidos en el País. Que puedan viajar y recibir ciertas ayudas, es un derecho igual al que tienen muchos en Cuba hoy en día, que reciben ayudas del exterior y no la comparten, como si lo hacen muchos padres de la Iglesia.
No dejemos que el odio y el rencor nos ciegue, estos son momentos de sumar, Hay que salvar a Fariñas, ya perdimos un gran activista con Orlando Zapata Tamayo, otros se encuentran muy mal en las prisiones y pudieran morir si no se les atiende a tiempo. Si no le damos una salida a los que están y apoyan el poder, la batalla se prolongara aun más y el tiempo es vital para salvar a estos hombres que hoy se encuentran en muy mal estado de salud tras las rejas.
Los Castros saben que están perdidos, pero tienen compromisos con sus seguidores de dejarles el futuro y su seguridad asegurada. Al final tendrán que negociar o llevar la situación hasta los límites de una tragedia y esto no es conveniente para nadie. Nuestro pueblo ha sufrido mucho, hagamos el último esfuerzo. Con odios y resentimientos no se puede labrar el futuro de una Nación. Confiemos una vez más en la Sagrada Iglesia Católica Cubana, a nosotros nos hace falta una institución con prestigio como ella en un futuro con democracia.
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