Por nuestra amada Colombia, que sufre
- Eugenio Trujillo Villegas
- Topic Author
- Visitor
Por nuestra amada Colombia, que sufre
04 Jun 2024 14:38 - 04 Jun 2024 14:45
Acabo de publicar un libro sobre la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, que tiene dos aspectos muy importantes.
Por un lado, relata el origen de esta devoción, que tiene sus inicios durante la propia vida terrenal de Nuestro Señor, pues fue la Santísima Virgen, su propia Madre, la primera persona en practicar esta devoción.
Después, relata la forma como la devoción al Sagrado Corazón de Jesús se fue divulgando por toda la Cristiandad, hasta los tiempos actuales. Describe las apariciones de Nuestro Señor a santa Margarita María Alacoque, entre 1650 y 1670, lo cual extendió esta devoción por todo el mundo.
En el siglo XIX el papa Pío IX fue un gran entusiasta de esta devoción, y su sucesor León XIII consagró el mundo al Sagrado Corazón de Jesús en 1899.
Apelo a la Colombia profunda
Pero, por otro lado, el libro es un apelo a lo más profundo de la auténtica Colombia, para que surja la reacción que nos ha de salvar de la hecatombe de este gobierno marxista que está destruyendo todo a su paso.
Muchas naciones europeas se salvaron del yugo del comunismo en el siglo pasado, gracias a la fe religiosa de sus habitantes, que se enfrentaron inclusive a los tanques y a los aviones comunistas de la URSS. Este fue uno de los episodios más heroicos de la historia de la Cristiandad, en el cual varias naciones europeas se enfrentaron al poderío comunista de la época y lo derrotaron, obteniendo así su libertad.
Hoy, esas naciones son libres y prósperas, gracias a esa reacción religiosa salvadora que las liberó de la esclavitud y de la miseria. Pues bien, en el día de hoy Colombia recorre el camino inverso al de esas naciones, y en medio de la indolencia y la cobardía generalizada, se entrega en las garras de una naciente dictadura marxista que todo lo destruye.
En las horas más oscuras de Colombia, después de 90 años de continuas guerras civiles después de la independencia en 1810, el presidente de la República, José Manuel Marroquín, de común acuerdo con el arzobispo de Bogotá, Mons. Bernardo Herrera Restrepo, tomaron la decisión de consagrar el país al Sagrado Corazón de Jesús en 1902.
Eso fue al finalizar la Guerra de los Mil Días, que arrasó a Colombia, destruyó todas sus empresas, arrasó los pocos caminos que existían, enfrentó a los partidos políticos y a las familias, dejando a su paso poco más de 100.000 muertos. Una insensatez inaceptable, cuando por la misma época casi todas las naciones de Occidente crecían y se desarrollaban, gracias a la paz y la concordia de sus habitantes.
Pues bien, fue precisamente esa Consagración la que pacificó el País, desarmó los espíritus, aplacó los ánimos guerreristas exacerbados y sin control alguno desde 1810, y por fin condujo a Colombia por la senda de la paz, del progreso, de la agricultura del café, de la construcción de los ferrocarriles, de las carreteras, generando el crecimiento de las ciudades.
Hoy, más que nunca, esa devoción es fundamental para restablecer los ideales y los principios perdidos, de tal forma que Colombia regrese a sus orígenes católicos, perdidos por completo, por lo cual vamos hacia el desastre.
No se trata apenas de apartar del gobierno a un presidente indigno e insensato, que pretende precipitar la Nación en el caos y en la destrucción sistemática de todo lo que funciona.
También se trata de restaurar los valores perdidos, porque la crisis que padecemos no es apenas la que ha provocado el actual presidente, sino que es un largo proceso de auto-demolición que nos ha llevado a las mayores indignidades, en donde las personas que nos gobiernan y que toman las decisiones desde hace varias décadas, con muy pocas excepciones, hacen parte de la peor escoria moral que ha existido desde que Colombia es una nación soberana.
Sobre Colombia se han precipitado todos los males
¡Todos los males imaginables se han abatido sobre Colombia! Las guerrillas marxistas y el narcotráfico, que han destilado una “contra-cultura” que destruyó los valores católicos y éticos de la sociedad. La corrupción rampante, que se apoderó de todas las actividades del Estado y de muchas de las privadas. La educación, que se ha convertido en un fortín de adoctrinamiento marxista para niños y jóvenes. Y todas las demás aberraciones de la Agenda 2030, que pretenden exterminar los valores cristianos, demoler la familia, imponer el aborto, la ideología de género y muchas otras barbaridades morales.
Si no hay una restauración urgente de esos valores, todo lo que se haga para obtener la paz y el progreso serán esfuerzos perdidos, porque en lo fundamental estamos profundamente equivocados.
Ese es el enfoque de este libro sobre el Sagrado Corazón de Jesús que, además, es una joya editorial de primer nivel por la calidad de su impresión y por la belleza de sus fotografías a color, que ocupan 32 páginas.
El libro se difunde solo por redes sociales. Quien lo desee adquirir puede solicitarlo por Email o por whatsapp.
Para solicitar el libro:=12.0pt Envíe su nombre, dirección, teléfono y ciudad por los siguientes medios: =12.0ptEmail:This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Whatsapp: 317 6681100
Por un lado, relata el origen de esta devoción, que tiene sus inicios durante la propia vida terrenal de Nuestro Señor, pues fue la Santísima Virgen, su propia Madre, la primera persona en practicar esta devoción.
Después, relata la forma como la devoción al Sagrado Corazón de Jesús se fue divulgando por toda la Cristiandad, hasta los tiempos actuales. Describe las apariciones de Nuestro Señor a santa Margarita María Alacoque, entre 1650 y 1670, lo cual extendió esta devoción por todo el mundo.
En el siglo XIX el papa Pío IX fue un gran entusiasta de esta devoción, y su sucesor León XIII consagró el mundo al Sagrado Corazón de Jesús en 1899.
Apelo a la Colombia profunda
Pero, por otro lado, el libro es un apelo a lo más profundo de la auténtica Colombia, para que surja la reacción que nos ha de salvar de la hecatombe de este gobierno marxista que está destruyendo todo a su paso.
Muchas naciones europeas se salvaron del yugo del comunismo en el siglo pasado, gracias a la fe religiosa de sus habitantes, que se enfrentaron inclusive a los tanques y a los aviones comunistas de la URSS. Este fue uno de los episodios más heroicos de la historia de la Cristiandad, en el cual varias naciones europeas se enfrentaron al poderío comunista de la época y lo derrotaron, obteniendo así su libertad.
Hoy, esas naciones son libres y prósperas, gracias a esa reacción religiosa salvadora que las liberó de la esclavitud y de la miseria. Pues bien, en el día de hoy Colombia recorre el camino inverso al de esas naciones, y en medio de la indolencia y la cobardía generalizada, se entrega en las garras de una naciente dictadura marxista que todo lo destruye.
En las horas más oscuras de Colombia, después de 90 años de continuas guerras civiles después de la independencia en 1810, el presidente de la República, José Manuel Marroquín, de común acuerdo con el arzobispo de Bogotá, Mons. Bernardo Herrera Restrepo, tomaron la decisión de consagrar el país al Sagrado Corazón de Jesús en 1902.
Eso fue al finalizar la Guerra de los Mil Días, que arrasó a Colombia, destruyó todas sus empresas, arrasó los pocos caminos que existían, enfrentó a los partidos políticos y a las familias, dejando a su paso poco más de 100.000 muertos. Una insensatez inaceptable, cuando por la misma época casi todas las naciones de Occidente crecían y se desarrollaban, gracias a la paz y la concordia de sus habitantes.
Pues bien, fue precisamente esa Consagración la que pacificó el País, desarmó los espíritus, aplacó los ánimos guerreristas exacerbados y sin control alguno desde 1810, y por fin condujo a Colombia por la senda de la paz, del progreso, de la agricultura del café, de la construcción de los ferrocarriles, de las carreteras, generando el crecimiento de las ciudades.
Hoy, más que nunca, esa devoción es fundamental para restablecer los ideales y los principios perdidos, de tal forma que Colombia regrese a sus orígenes católicos, perdidos por completo, por lo cual vamos hacia el desastre.
No se trata apenas de apartar del gobierno a un presidente indigno e insensato, que pretende precipitar la Nación en el caos y en la destrucción sistemática de todo lo que funciona.
También se trata de restaurar los valores perdidos, porque la crisis que padecemos no es apenas la que ha provocado el actual presidente, sino que es un largo proceso de auto-demolición que nos ha llevado a las mayores indignidades, en donde las personas que nos gobiernan y que toman las decisiones desde hace varias décadas, con muy pocas excepciones, hacen parte de la peor escoria moral que ha existido desde que Colombia es una nación soberana.
Sobre Colombia se han precipitado todos los males
¡Todos los males imaginables se han abatido sobre Colombia! Las guerrillas marxistas y el narcotráfico, que han destilado una “contra-cultura” que destruyó los valores católicos y éticos de la sociedad. La corrupción rampante, que se apoderó de todas las actividades del Estado y de muchas de las privadas. La educación, que se ha convertido en un fortín de adoctrinamiento marxista para niños y jóvenes. Y todas las demás aberraciones de la Agenda 2030, que pretenden exterminar los valores cristianos, demoler la familia, imponer el aborto, la ideología de género y muchas otras barbaridades morales.
Si no hay una restauración urgente de esos valores, todo lo que se haga para obtener la paz y el progreso serán esfuerzos perdidos, porque en lo fundamental estamos profundamente equivocados.
Ese es el enfoque de este libro sobre el Sagrado Corazón de Jesús que, además, es una joya editorial de primer nivel por la calidad de su impresión y por la belleza de sus fotografías a color, que ocupan 32 páginas.
El libro se difunde solo por redes sociales. Quien lo desee adquirir puede solicitarlo por Email o por whatsapp.
Para solicitar el libro:=12.0pt Envíe su nombre, dirección, teléfono y ciudad por los siguientes medios: =12.0ptEmail:
Whatsapp: 317 6681100
Last edit: 04 Jun 2024 14:45 by Democracia Participativa.
Reply to Eugenio Trujillo Villegas
Moderators: Miguel Saludes, Abelardo Pérez García, Oílda del Castillo, Ricardo Puerta, Antonio Llaca, Helio J. González, Efraín Infante, Pedro S. Campos, Héctor Caraballo
Time to create page: 0.921 seconds