Dado el alto nivel de represión política y económica del régimen tiránico totalitarista del castrismo, es muy difícil, casi imposible, que el pueblo de Cuba pueda liberarse de ese sistema semiesclavista, si no hay una fuerte, decisiva y concertada presión multilateral de la comunidad internacional, como la que se logró contra el Apartheid en Sudáfrica y además, se produzca una división en la casta gobernante que imponga una tendencia renovadora capaz de excluir al ala fundamentalista del poder y facilite una apertura política y económica . Por eso la oposición debe trabajar y trabaja por 1-lograr la mayor presión y el aislamiento internacional de la brutal dictadura y 2-estimular y respaldar todo disenso, diferencia, protesta, declaración o acción interna que apunte, descalifique y acuse a las figuras y posiciones más retrógradas, conservadoras y antilibertarias del Castrismo.
El objetivo no puede ser un simple cambio de figuras, sino la creación de condiciones que lleven a:
- La liberación inmediata de todos los presos políticos;
- El establecimiento de un estado de derecho que garantice el respeto a las libertades de expresión, asociación, elección, actividad económica, Mercado e inversión;
- Nueva Constitución;
- Elecciones libres y democráticas, y
- Estado Mínimo.