El Sr. presidente Arce, según información pública, nació el 28 de septiembre de 1963, tenía 34 años en octubre de 1997 cuando se iniciaron las acciones legales en contra de un individuo de apellido Escobar, ex gerente del Fondo Complementario de Seguridad Social (FOCSSAP), una especie de fondo de pensiones, por apropiación de recursos económicos. El primer periodo de gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada se inició el 6 de agosto de agosto de 1993 y concluyó el 6 de agosto de 1997. Su campaña electoral había tenido como bandera “La capitalización” que se refregó en los medios de comunicación, no era privatización sino asociación con capitales privados extranjeros y bolivianos donde el Estado boliviano conservaba el 51% de las acciones de las empresas estatales y los privados capitalizadores del 49%. En la gestión de Sánchez de Lozada se puso en vigencia el Nuevo Sistema de Pensiones, denominado Seguro Social Obligatorio (SSO) que fue establecido en virtud de la ley de Pensiones N°1732 del 29 de noviembre de 1996. No fue fácil para el gobierno imponerlo, tuvo resistencia, especialmente en las FF.AA. que preferían crear su propia AFP.
Resulta que en abril de 1997 la Policía Técnica Judicial destapó la olla de corrupción en el FOCSSAP de la gestión del individuo Escobar, de gestión anterior, esto cayó como anillo al dedo para el gobierno, porque quedaba demostrado que la creación de las AFPs administradas por empresas privadas europeas (españolas y suizas) era conveniente, en vista que el Estado no era un buen administrador (corrupto).
Con la creación de la Gestora, las AFPS “Futuro para Bolivia” y “Previsión” han pasado a manos del órgano ejecutivo y según él Sr. presidente es una medida conveniente para el pueblo de Bolivia, esto resulta contradictorio. Quisiera recordarle al Sr. presidente que ninguno de los asegurados le ha pedido al gobierno que se apropie de estas AFPS, por el contrario, tenemos una honda preocupación por los antecedentes conocidos y recodados en esta nota, porque el gobierno es un mal administrador (corrupto).
Cualquier “ciudadano de a pie” medianamente informado sabe que las AFPs tienen un capital aproximado de 23 mil millones de dólares, de los cuales el Estado ya adeuda 4 mil.
Es natural que la vejez sea la recta final de la vida. Tener un seguro y la posibilidad de cobrar una pensión mensual aceptable da relativa tranquilidad en una etapa en que el sistema humano empieza a fallar y ya no se puede trabajar. Desgraciadamente las señales que da la realidad del país es que nuestra economía no está bien, las reservas del Banco Central son mínimas, prácticamente no existen, vendemos menos gas porque el anterior gobierno del MAS donde el presidente Arce fue responsable de la economía por lo menos 10 años, se apoyó en empresas chinas para buscar más energético, no pudieron lograrlo, ahora las reservas están en caída libre, esto hace suponer que el capital de nuestras AFPs, dependiente de la gestora del gobierno, es el colchón económico que se usara para enfrentar esta crisis económica. ¡Ojalá que no! Esto parece un mal sueño, una pesadilla, especialmente porque los gobiernos del MAS resultaron los más corruptos de la historia de Bolivia.
Quedarnos sin nuestras rentas o verlas disminuidas, para las personas de la tercera edad puede ser más fatal que el COVID, porque atentará directamente contra nuestra calidad de vida, contra nuestra estabilidad, contra nuestra salud. ¿Recuerda señor presidente que cuando usted era ministro de finanzas dijo que nuestra economía estaba blindada? Ustedes mienten, mienten, mienten…siempre mienten.