El gobierno cubano desde Fidel Castro hasta Díaz-Canel, ha desarrollado una cultura de dependencia por la cual sus habitantes viven de la generosidad ajena. No sólo de las remesas, que en muchos casos son una necesidad humanitaria, sino de los enormes subsidios que recibía mientras existió el Imperio Soviético o de los inmensos regalos petroleros de Hugo Chávez en años posteriores, sin contar los empréstitos nunca pagados de la Unión Europea y otras concesiones de países como Irán o China, todo lo cual se ha sumado para permitir ocasionalmente una humilde apariencia de país muy pobre, pero funcional. Ahora se les ha secado la tubería de regalos y el país totalmente arruinado no puede subsistir con lo que produce (consumo interno) o puede exportar (ingreso de divisas). Pero el capo di tutti capi, su camarilla y los miles de esbirros que los sostienen, gozan de privilegios y prebendas y muy poco les importa la miseria del resto del pueblo que oprimen.
Un gobierno totalitario, una dictadura cruel y asesina como la que ha imperado en Cuba durante 63 años NO cede el poder mediante diálogos ni componendas. Lo ha demostrado sobradamente.Tampoco accede a reformas que puedan sacar al país de la miseria, porque es precisamente esa miseria la que mantiene al pueblo sometido en una lucha desesperada por la supervivencia. Los cubanos hemos intentado razonar con el régimen dictatorial desde la caída del Imperio Soviético, sin lograr que se produzcan cambios que ofrezcan a los cubanos una esperanza de bienestar en un futuro mejor.
Además, una oposición sumamente fragmentada no tiene poder de convocatoria interna ni tampoco puede lograr el apoyo exterior a una gesta emancipadora que derroque a la tiranía de una vez por todas. Si los muchos "líderes" que pululan dentro y fuera de Cuba se inspiraran en un firme patriotismo, dejarían de combatirse unos a otros e iniciarían una política de acercamiento y concertación para unir, no los ideales ni las estrategias, sino los propósitos comunes de una Cuba libre y soberana, mediante el apoyo irrestricto a todas las iniciativas emancipadoras y democratizadoras, sean las propias o las ajenas, por la simple razón de que en la unión está la fuerza y todo el que enfrente a la tiranía, de una manera u otra, merece el firme a poyo de TODOS los cubanos. Esta unidad de propósitos es la única que puede motivar a los extranjeros que simpatizan con la causa de la libertad para que den a la causa cubana su apoyo decisivo.
Sea 2023 un Año Martiano, "Con TODOS y para el bien de TODOS", en el que los afanes de liderazgo sean mucho menos importantes que la unión de esfuerzos en los objetivos comunes. Sea la COLABORACIÓN la palabra de orden.
Last edit: 05 Jan 2023 18:12 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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