FABIOLA SANTIAGO QUE CONOCI EN LA HABANA PERSIGUIENDO A OSWALDO PAYA-
Era un domingo caliente alrededor de las 3pm-- La Habana se dormía la siesta después del almuerzo dominguero tardío ; el vapor del verano y la aburrida Tanda del Domingo.
Las calles vacías .Entonces sonó el teléfono de la parroquia. La nuestra; la del Cerro.- El Chivo salió a contestar y me dijo :
-- "Chago, quédate un rato más " ( los jóvenes se habían marchado de la cancha unos minutos antes ); para que me acompañes",
- ? " Qué pasa" ?.
- " Que una periodista puertorriqueña está de visita. Hace rato que está persiguiéndome para una entrevista y me localizó ahora""
-- ""Que raro"",dije para mis adentros..... Domingo, a esta hora y en una iglesia y en este barrio-- !!! Uhmmm !!! ? Cómo pudo contactarnos en este lugar ?.. Esta persona tiene información privilegiada........Pensé. No le dije nada a Oswaldo.
Eran los mediados de los ochenta del siglo pasado.Y era un chofer de alquiler que la dejó,, cinco minutos después,junto a la puerta del saloncito donde estábamos , entre la sacristía y el patiecito del squash.
Se autopresentó, joven , sonriente y algo gordita -Vestida limpia; pero al descuido; sin maquillaje y sin credenciales-- Papel y bolígrafo en mano. Recuerdo de muchas preguntas, mediocres, intrascendentes durante unos 40 minutos. Se sentó enfrente de nosotros y no dió ni la mas mínima pista acerca de sus persona, ni cuando publicaría, ni en que periódico..........,salvo que regresaba a Miami al día siguiente.
Oswaldo se mostró amable,pero reservado. Ella insistió en las relaciones del Movimiento con la jerarquía católica y con los americanos.
Recuerdo que El Chivo se negó rotundamente a tirarse fotos con la camarita portátil que sacó de su cartera, sin advertencia previa.
Hubo un momento tenso, casi de confrontación, cuando ella , morbosamente insistió en tirarle una foto tras la reja, como si preso estuviera- Era una reja colonial de color negro que dividía el templo del patio interior. Allí está todavía.
El taxi regresó , como por arte de magia , a la hora en punto. No supimos mas de ella en Cuba.
Al exilarme en el 92 la recordé de inmediato por unas críticas desvastadoras que le hacía Alberto González--- un periodista de la época, en el Semanario Viva, donde yo escribía los temas de salud.
Poco después apareció en el Herald y el Nuevo, con su desagradable presencia periodística.
Puedo afirmar, con la autoridad que me da mi actuación junto a Payá, que en una conversación informal que tuvimos luego del domingo relatado aquí :: que a Oswaldo no le gustó la entrevista ; ni la entrevistadora. Ni un poquito.
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Santiago Cardenas
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Santiago Cardenas
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