Dejar a un lado política de sanciones y guerras.

  • Eugenio R. Balari †
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Dejar a un lado política de sanciones y guerras.

15 Apr 2020 15:39
#11338
Dejar a un lado políticas de sanciones y guerras.

Tal solicitara el Papa Francisco y el Secretario General de las N.U.

-El dañino y letal virus, que al expandirse mundialmente se convirtió en pandemia, mantiene en gran inquietud a la humanidad. La actual sociedad es protagonista y espectadora al mismo tiempo, uno de los acontecimientos mundiales más dramáticos, se hayan vivido; pero ahora, ahora es necesario, ante todo, salvar a la humanidad lo más se pueda.

-Se comprende, mientras no exista una eficaz vacuna, o medicamento cure a los enfermos; deberá utilizarse como medida más conveniente, a manera, evitar nuevos contagios y mayor propagación del virus, el aislamiento a las personas o cuarentena.

-Junto al aislamiento, ha de establecerse un conjunto de otras medidas de higiene general, personal y protección individual; se orienten sin dilación por las autoridades sanitarias, gobiernos y medios de comunicación.

-Ante la dramática disyuntiva (vida humana vs economía), no debe existir duda, se requiere hacer todo lo posible por salvar vidas y proteger personas; dado ello es elementalmente ético y humano. Sin subestimar la economía, habrá tiempo para su recuperación; pero las vidas humanas se pierdan, serán imposible recuperarlas.

-Se comprende, en situaciones como esta, el aislamiento o cuarentena es una medida imprescindible; aunque obliga a personas (activas laboralmente), abandonar sus puestos de trabajo, o a patrones cerrar negocios; pero si se quiere reducir, paralizar contagios y reducir muertes, buscando la solución definitiva; resulta imprescindible tal proceder. Lo que supone (cualquier país del mundo), quiera en verdad proteger la vida de sus ciudadanos, tendrá que efectuar paralizaciones de actividades económicas; reduzcan, o hagan desaparecer cadenas de contagios, aunque surjan indeseadas consecuencias económicas y desempleo.

-Ante tales circunstancias, gobiernos y autoridades han de crecerse y mostrar lo que son, o para que existen en sus diferentes instancias. Porque se encuentran obligados a adoptar, cuantas medidas de previsión les sean posible efectuar, al igual que el aislamiento social. Estas deberán discriminar en el conjunto, lo que resulta imprescindible mantener activo y lo que pueda paralizarse, de manera eliminar o reducir las cadenas de contagio; dado es imprescindible garantizar a la población, sus necesidades esenciales, así como otros compromisos ineludibles del país. Comprendiendo, no son circunstancias normales se vivan, sino catástrofes humanitarias; por lo que ciertas medidas se tomen, son necesaria y justifican, dada la situación de gravedad y excepcionalidad existe.

-La primera obligación los gobiernos y gobernantes, es actuar consecuentemente para salvar vidas humanas y mitigar sufrimientos; por lo que están obligados, íntegramente, a ser previsores. No son momentos de egoísmos, afanes de lucro, o atesoramientos de riquezas (individuales o de países), sino de apoyos recíprocos y común solidaridad.

-La crisis económica aumentará pobreza, desabastecimientos en alimentos y otros bienes; por lo que gobiernos y áreas económicas tendrán, atípicamente, que enfrentar tales situaciones, a manera posibilitar la sobrevivencia humana.

-El desempleo, aumentará universalmente, aunque mayor y más dramáticamente en los países pobres, dejando a millones de trabajadores y familias en el desamparo social; les impida acceder a alimentos u otras necesidades esenciales. Habrá más miseria en el mundo.

-No obvio, por la pobreza existe en países la región y presencia de gobiernos insensibles y corruptos; ante irresistibles situaciones de hambre y miseria, se originen situaciones sociales explosivas. En las críticas circunstancias de extrema pobreza, en que se desenvuelven varios países, será difícil controlar brotes de rebeldías, cuyo fin no será otro, que la sobrevivencia humana.

-Tendremos recesión mundial, por lo que será imprescindible, como lo solicitaran el Papa Francisco y el Secretario General de las Naciones Unidas; dejar a un lado políticas de sanciones y guerras. Los gobiernos deberán buscar armonías y solidaridad entre todos, uniéndose y luchando en común contra la pandemia, pues el virus no reconoce países, etnias, diferencias económicas, ideologías, clases sociales, o hegemonía alguna.

-Previendo circunstancias peores se manifiesten, deberá pensarse, sin dilaciones, en programas económicos/sociales de contingencias, permitan mitigar situaciones críticas de hambre y desesperación social. Es necesario prevenir y prevenir, adelantarse a los peores acontecimientos puedan ocurrir, pues de momento no se vislumbra el final del coronavirus

-Los planes de contingencia, probablemente sean atípicos, o rompan esquemas y convencionalismos económicos o sociales; pero se trata de preservar la especie humana. Si se gana esa batalla; luego vendrá la normalidad y recuperación de la economía y sociedad.

-La pandemia golpea a todos los países (ricos y pobres) dejándonos un triste saldo en pérdidas humanas y afectaciones económicas; también una necesaria reflexión crítica, debamos hacer, acerca las formas en que nos desenvolvemos económica y socialmente. De momento, no es posible valorar la situación en que quedan los países, habrá que esperar pase la pandemia y luego, conocer la magnitud de la catástrofe. Por lo que no es de rigor, especular cambios puedan producirse en los países o el mundo.

-La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), al surgimiento y comienzos de la evolución del virus; realizó un pronóstico regional y por países; pero considero al continuar la pandemia, probablemente, se vean requeridos a reconsiderar estos.

-Al momento redactar estas líneas, aún no existen informaciones (estadísticas) confiables, acerca los impactos económicos en general, Unión Europea, Estados Unidos, China, u otros países; los que se disponen son fragmentados e imprecisos; no obstante, se aprecian considerables estragos económicos y desempleo.

-Con vocación de objetividad y previsión sugiero, dado lo excepcional y dramática la situación se vive, los gobiernos deban considerar, las peores circunstancias puedan ocurrir; comenzando a desarrollar, cuantos programas de contingencias económicos (alimentarios, fundamentalmente), puedan desarrollar.

-No importa lo atípicos estos sean, si evitan una posible hambruna, ocasione adicionalmente más daños, a los producidos por el coronavirus. Insisto, luego podrán restaurarse o recomponer las economías; pero ahora, ahora es necesario, ante todo, salvar a la humanidad lo más se pueda.
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