A la escasez de alimentos y medicinas se une ahora la del agua, debido a los apagones.
Un bidón de agua es en este momento lo más preciado para el venezolano, que sufre hambre y falta de medicamentos desde hace años, agudizado ahora por la falta del preciado líquido.
Luisa, uno de mis contactos en Caracas, me cuenta que el agua del grifo -cuando llega intermitentemente junto con la luz- tiene sabor a tierra y se pudre en las jarras.
Explica: "Si no quieres enfermarte hay que comprar la que llega en las cisternas y es otro gasto que no estamos en condiciones de asumir" (...) La vida se pone más miserable cada día".
Marcos, un periodista de Maracaibo, informa "Estamos desesperados por la falta de agua. Los pocos camiones que lo transportan a los barrios son asaltados por un público ansioso de obtener el líquido, racionado a dos tobos por persona. Las colas para obtener el agua son kilométricas y hay peleas, donde gana el más fuerte".
Narra Marta, otra caraqueña: "El olor en las casas se ha hecho insoportable porque no hay agua para las pocetas. El agua que obtenemos -de una manera u otra- es para beber y cocinar y ya ni siquiera nos lavamos, ni lavamos la ropa. Parecemos espectros sacados de una mala película de horror".
Los venezolanos recogen agua donde quiera que la encuentran en pimpinas y botellones. Y los caraqueños la sacan hasta del río Guaire. Es por eso que numerosos cuadros diarreicos se unen a la miseria.
Apagones
Todo este caos se debe a la caída del servicio eléctrico que trajo como consecuencia inmediata el colapso en el sistema de agua.
Como señala el sitio Tal Cual, desde 2014 el Gobierno oficializó un plan de racionamiento que ya venía ocurriendo y aunque le han echado la culpa al clima y ahora a las fallas eléctricas, la historia los desmiente: es el resultado de 20 años de desidia y mal manejo del sistema.
La capital y los estados de Venezuela agregaron al drama cotidiano la falta de agua.
La caída del servicio eléctrico en marzo arrastró consigo el colapso en la distribución del líquido. Ni los tanques, ni las reservas aguantaron las irregularidad en el bombeo y el pueblo venezolano añadió un nuevo escalón en el infierno a que los tiene sometidos un sistema inepto y un gobierno que debería haber renunciado hace años, pero que está asido al poder, pase lo que pase... hasta las últimas consecuencias.
Last edit: 05 Apr 2019 17:12 by Angélica Mora Beals.
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