Los resultados reales del Referendo para aprobar la nueva Constitución de la República de Cuba, realizado el 24 de febrero, deben haber demostrado al "gobierno de continuidad" que la población está dispuesta a expresar su disgusto por la perpetuamente escalante crisis económica, política y social. El reconocimiento de cifras inferiores a las tradicionales evidencian que la concurrencia y el SI resultaron muy inferiores a lo esperado.
Según fuentes oficiales, la Constitución fue aprobada con 86.85% de SI= 6 816 169 votos; 706 400 votos NO ( 9%).
7 522 569 boletas fueron validas, 127 000 anuladas y 198 674 quedaron en blanco.
El 84.4% de los 7.848 343 votantes potenciales concurrió al referendo, según los resultados preliminares anunciados por Alina Balseiro Gutiérrez, presidenta de la Comisión Electoral Nacional de Cuba, en una conferencia de prensa, el lunes 25 en la tarde.
En 1976, Fidel Castro anuncio con bombos y platillos que la actual Constitución habia sido ratificada por el 99.02% de los votantes, en una asistencia del 98%, y solo 54,000 votos negativos.
Los cubanos habían concurrido a las citas por la compulsión de las autoridades durante decenios, ejercida desde su lugar de residencia por los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), las organizaciones políticas como el Partido Comunista, la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y la Central de Trabajadores de Cuba (CTC); las supuestas organizaciones no gubernamentales (ONG) como la Uneac de artistas y escritores, UPEC de periodistas y la Anec de economistas. Simultáneamente la presión ejercida mediante informantes y la represión a través de las diversas entidades del Ministerio del Interior.
Raúl Castro bordó la nueva Constitución durante varios años con su comisión para la redacción. Sin embargo, no pudo hacerla aprobar por la Asamblea Nacional antes de las elecciones de marzo de 2018, cuando debían regir algunos de los cambios auspiciados por él, como la limitación a dos periodos de mandatos de cinco años, lo que al abandonar la presidencia de los Consejos de Estado y de Ministros, habrían facilitado al gabinete de continuidad empezar sus funciones con menor presión de los dirigentes históricos y la reticencia de la burocracia.
El general decretó que no podrían ser modificados los enunciados de un solo partido, el comunista; el socialismo irreversible, la propiedad estatal y la planificación económica, como resultado de la llamada consulta popular que convoco para modificar la redacción. En realidad, ninguna de las cuestiones fundamentales planteadas por la población fueron incluidas. Los cubanos se atrevieron a aprovechar el compromiso del gobierno sobre la amplia participación en la redacción de una "constitución moderna" para expresar sus inconformidades y demandas, entre ellas los bajos salarios.
La leyes y reglamentos complementarios a esta Constitución deberán aprobarse en un término no mayor de 2 años, aunque se han redactado simultáneamente para que algunos entren en vigor a la mayor brevedad, según han expresado los directivos supervisores del proceso Marino Murillo y Homero Acosta. Según vayan saliendo se constataran los verdaderos cometidos de la Magna Ley, interpretada a imagen y semejanza del castrismo reciclado.
Florida, 25 de febrero de 2019
Miriam Leiva, Periodista Independiente