El mayor obstáculo para poner fin al drama de Venezuela depende de un hombre, que no es el dictador Nicolás Maduro, sino el militar que está a cargo de la Fuerza Armada en el país bolivariano: Vladimir Padrino.
Es difícil, por no decir imposible, que el comandante cambie y abra las puertas al cambio que la mayoría de la nación anhela.
En septiembre de 2015, Padrino publicó en las redes sociales varias provocadoras fotos con Fidel Castro donde aparece casi de rodillas frente al dictador de Cuba.
Las imágenes estuvieron acompañadas de algunas frases que demostraron el total servilismo de Padrino hacia el mandatario cubano: "¡Gracias Comandante! Seguiremos aferrados a las ideas y a las causas más nobles de la humanidad. ¡Hasta la Victoria!".
Las fotos y sus palabras provocaron el consabido ultraje en quienes luchan por la libertad y democracia en el mundo:
Uno de esos críticos fue Jaime Bayly, el escritor peruano quien en su programa en Mega TV de Miami declaró: "Este es el general Vladimir Padrino, de 53 años, casi hincado de rodillas ante el virtualmente nonagenario dictador cubano, el sátrapa barbudo Fidel Castro. ¿Qué hace el jefe de los militares venezolanos en esa posición indecorosa y humillante? Es decir… ¡Parece que le quisiera practicar una felación a Fidel Castro! Por respeto a su uniforme y a su país este señor debería sentarse en pie de igualdad con el dictador cubano o si me apuran a no sentarse a recibir órdenes del dictador cubano, pero así están las cosas en Venezuela”.
La Constitución
En la Constitución de Venezuela a las fuerzas militares o armadas les está prohibido manifestarse con relación a temas políticos. Sin embargo Vladimir Padrino opina y se pronuncia abiertamente sobre el drama que vive desde hace casi 20 años la nación en manos chavistas, inclinándola hacia el lado del gobierno. Su última intervención fue un ataque al Grupo de Lima, que está en contra de la mafia de Miraflores encabezada por Nicolás Maduro.
Pero los motivos de Padrino van más allá de la lealtad hacia la izquierda, inculcada desde su niñez, por algo se llama Vladimir. El comandante tendría mucho que perder si llega otro gobierno, que no sea el chavista, ya que en la repartición del botín, a Vladimir Padrino López le ha tocado el área de la industria del petróleo e hidrocarburos.
Maduro le entregó a Padrino el mando en Camimpeg, que es la plataforma creada para sustituir a Pdvsa. Luego, en el ejercicio de esa actividad, nombró como integrantes de la primera directiva a cuatro generales, una vicealmirante y hasta a un general de la Fuerza Armada de Cuba, Luis Alberto Rodríguez López Callejas, yerno de Raúl Castro, como para que no quedara dudas de la injerencia. Poco tiempo después cambió al presidente de esa empresa por otro de sus generales.
Padrino no puede aflojar ya que en el caso de caer el gobierno lo perdería todo. Además, con grandes posibilidads de caer preso por su numerosos crímenes y robos cometidos contra el pueblo venezolano.