El 10 de enero es un día definitivo para el futuro de Venezuela y para Nicolás Maduro.
El dictador caribeño se ha rodeado de sus compinches internacionales para darle el boato correspondiente a la fecha, en medio de la incertidumbre que vive la angustiada nación bolivariana.
Todos los componentes del Eje estarán presentes en la ceremonia, encabezados por el gobernante de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien antes de partir hacia Caracas remeció su gabinete, "tronando" a varios ministros para dar la apariencia que todo está bien en Cuba.
Pese a que en forma abrumadora, la comunidad internacional está en contra de un nuevo período presidencial de Maduro la farsa de la entronización va adelante, presagiando conflictos internos y repudio de naciones como Estados Unidos y el grupo de Lima.
El vuelco hacia la democracia de la región, iniciada en Argentina y a la que se sumaron Perú, Ecuador y Brasil, no podía ser más nefasta a los designios del Eje La Habana-Caracas .
Especialmente el triunfo de Jair Bolsanaro, causó conmoción a los planes de La Habana de expander el dominio regional y de paso, afectó la entrada de dinero proveniente de los médicos enviados a Brasil.
El grupo de Lima está dispuestos a lograr el cambio hacia la democracia en Venezuela, ejerciendo presiones diplomáticas de no reconocimiento del gobierno de Nicolás Maduro.
Mientras tanto, Maduro aseguró que desde Washington, el Grupo de Lima, con órdenes de EEUU, planea un golpe de estado contra su Gobierno.
Envalentonado, Maduro señaló en rueda de prensa con medios nacionales e internacionales, que el “Grupo de Lima se comió la luz”, y que se le dará 48 horas a los gobiernos del Grupo para que “rectifiquen su posición injerencista” contra el país.
Según la última encuesta llevada a cabo por la empresa Meganalisis en Venezuela, el 81.3% de los ciudadanos apoyaría un gobierno de transición que se designe o constituya, para sustituír al régimen chavista.
La crisis ha generado un éxodo que, según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), supera los tres millones de venezolanos.
El estudio de la opinión pública fue hecha de cara a la toma de posesión de Nicolás Maduro este 10 de enero, que presagia días de confrontación dentro y fuera de Venezuela.
La Habana, e integrantes del Eje, -junto a Uruguay y México- dicen que apoyan al nuevo período de gobierno chavista.
El propio Maduro apeló al llamado popular para defenderse haciendo un llamado, "al pueblo venezolano que sabrá responder cualquier intentona o acción”
Cientos de simpatizantes de Maduro, e integrantes de los llamados "colectivos" chavistas han prometido que lo defenderán con el "fusil en la mano" y en "cualquier escenario".
Todo hace temer que vendrán nuevos días de zozobra, enfrentamientos y lucha, en la sufrida nación caribeña.
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