Lo que está ocurriendo con la Isla Orchila -prácticamente cedida a los rusos para que establezcan una base militar- tiene un precedente de 10 años.
En mis Apuntes del viernes 6 de junio del 2008, consignaba maniobras militares de Rusia en territorio venezolano.
Concretamente en la Isla Orchila:
"Venezuela dispara un misíl de largo alcance desde La isla Orchila, en una maniobra militar en la que lanzaron proyectiles desde un avión Sukhoi 30 y desde una fragata.
El ejercicio está enmarcado dentro de la maniobra operacional “Patria Socialista 2008”.
"...los blancos fueron alcanzados". Ministro de Defensa, Gustavo Rangel Briceño.
Luego, el sábado 14 de marzo, 2009 escribía en otro Apunte:
El General Anatoli Zhijariov, jefe del Estado Mayor de la Aviación Estratégica de Rusia declaró que
"...las conversaciones con Venezuela se encuentran en una etapa bien avanzada.
...Chávez nos ofreció una isla entera".
Pérez Jimenez
La Isla Orchila fue famosa en su tiempo cuando el dictador Marcos Pérez Jiménez corría detrás de la actriz italiana Gina Lollobrígida, persiguiéndola en una moto.
Estas y otras aventuras están narradas en el libro "El Macho de La Orchila", de Antonio García Ponce, quien describe la vida del dictador Marcos Evangelista Pérez Jiménez, desde su nacimiento en Michelena, estado Táchira (Abril 25,1914), hasta su deceso en Alcobendas, lugar cercano a Madrid (septiembre 20,2001).
El libro relata días "inocentes" transcurrido en La Orchila, en comparación al uso siniestro que le quieren dar a la isla los chavistas, desde Hugo Chávez hasta hoy con Nicolás Maduro.
Hace 10 años, bastó que un general ruso -a propósito o nó para tratar de asustar a Trump- revelara la oferta de Chávez --la isla La Orchila para usarla como base aérea, además de otras cuatro suplementarias “en caso de necesidad”- - para que comenzara a emerger el complot entre El Kremlin y Caracas.
Varias veces en artículos anteriores, como el de OSO RUSO NUNCA INVERNA, me he referido al peligroso juego político que está maquinando Rusia, usando a los siempre dispuestos enemigos de USA, Cuba y Venezuela.
Escribí hace diez años que la oferta de La Orchila podía ser mortal, pero no sorprendía viniendo del enajenado Hugo Chávez, que con la perversidad de los locos sueltos trataba de emular las hazañas de Fidel Castro, el doctor No “y como aprendi a amar la bomba”
Castro en su tiempo, ofreció toda la isla de Cuba a los rusos y maquinó la famosa crisis de los Misiles en 1962, que puso al mundo al borde de una guerra nuclear.
Castro dicen que fue el autor, el 27 de octubre del 1962, del derribo de un avion espía U-2 por un proyectil SAM, que se veía en la pantalla del radar mientras inspeccionaba las instalaciones rusas en Cuba.Dicen que preguntó:“¿Para qué sirve ese botoncito... ( rojo) ”, mientras lo apretaba ante el horror de sus acompañantes.
¨Puede ser cierto, puede ser leyenda, pero la anécdota me la contó un importante desertor que en esa ocasión acompañaba a Fidel en el recorrido.
Orchila
La isla de Orchila era el sitio de descanso de los presidentes y dictadores venezolanos.
El mismo Chávez la puso a disposición de sus compinches y su familia.
Sus hijos, y “las pavitas” con que estos tienen romances y “los panas” de la familia, han usado la Isla como sitio de esparcimiento para “gozar la vida” a plenitud en sus arenas blancas y rosadas y el paisaje paradisíaco.
Sin embargo hoy La Orchila tiene un destino menos jolgórico y más siniestro. Ser el punto, desde donde Rusia, a través de la base aérea venezolana “Antonio Díaz”, apunte tranquilamente su mira hacia los Estados Unidos.