Ucrania en el corazón
- Abelardo Pérez García
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Ucrania en el corazón
01 Feb 2014 10:10 - 22 Feb 2014 21:31
Desde el pasado mes de noviembre se están produciendo en Ucrania importantes y graves acontecimientos.
Cuando todos esperaban que el presidente Yanukóvich iba a firmar en Bruselas un acuerdo con la Unión Europea en vías de una futura solicitud de adhesión, éste dio marcha atrás y fue con Rusia con quien firmó un convenio de colaboración económica.
No cabe duda de que los diplomáticos europeos subestimaron la influencia y el peso de la Rusia de Putin. El presidente ucraniano no pudo resistir al encanto de un préstamo de once mil millones de euros (unos quince mil millones de dólares) acompañados de un descuento de un cuarenta por ciento del precio del gas. Sin contar la fuerza que emana, por su sola presencia, del vecino gigante del Norte.
Desde hace unos veinte años, con el derrumbe de la Unión Soviética, un gran número de ucranianos veía en la UE la esperanza de un futuro mejor con la garantía de un Estado de Derecho y de las Libertades individuales tan llevadas y traídas en Europa (y en el mundo) desde la Declaración de los Derechos del Hombre de 1789 y a menudo pisoteadas en Europa (y en el mundo) desde siempre.
Países del antiguo bloque soviético en Europa Oriental y Central se habían transformado en esos veinte años hasta llegar a ser irreconocibles. Los ucranianos que habían visitado Polonia, La República Checa o Hungría, por ejemplo en 1987, y que habían vuelto en 2007 se quedaban asombrados; y aun algunos países miembros de la antigua URSS, sí, antiguas repúblicas de la Unión Soviética como Estonia y Letonia se habían convertido en países prósperos, hoy miembros de la UE y de la zona monetaria Euro.
Para muchos ucranianos la actitud del presidente Yanukóvich fue una traición y entonces empezaron las protestas en la Plaza Mayden, de la hermosa ciudad de Kiev en las márgenes del majestuoso Dniéper .
La represión oficial, muy brutal, a la antigua manera soviética, no hizo más que calentar los ánimos de los proeuropeos que han persistido en la ocupación de la Plaza y en las manifestaciones hasta llevar al gobierno a abrogar las leyes anti manifestación que había proclamado y a proponer a los líderes de la oposición puestos importantes en el gobierno, puestos que no aceptaron.
Los manifestantes reclaman la dimisión de Yanukóvich quien fue elegido democráticamente. Cabe señalar que una parte importante del pueblo ucraniano (grosso modo la mitad oriental del país) es pro ruso por razones étnicas, lingüísticas y culturales en general y se opone a estas manifestaciones.
Diplomáticos de la UE de alto rango van a Kiev y se reúnen con dirigentes del gobierno y de la oposición para incitarlos a concluir un acuerdo aceptable para todos.
El presidente ruso Putin no deja pasar ninguna de estas visitas sin criticar la injerencia de la UE en los asuntos internos del país. En la cumbre Rusia – UE que tuvo lugar en Bruselas esta semana, el ruso afirmó que si la oposición tomaba el poder en Kiev, él la reconocería, pero que pediría el rembolso de la parte del préstamo que ya se haya entregado.
Ucrania está al borde de la guerra civil. Mientras decenas de miles de manifestantes paralizan el centro de Kiev, los mineros de Donetsk siguen extrayendo el carbón y afirman que ni los europeos ni los norteamericanos se van a preocupar por ellos ni darles el dinero que los revoltosos de Kiev les hacen perder.
Se trata del futuro inmediato de un gran país lleno de historia. Esperemos que la democracia y la libertad salgan vencedoras.
Cuando todos esperaban que el presidente Yanukóvich iba a firmar en Bruselas un acuerdo con la Unión Europea en vías de una futura solicitud de adhesión, éste dio marcha atrás y fue con Rusia con quien firmó un convenio de colaboración económica.
No cabe duda de que los diplomáticos europeos subestimaron la influencia y el peso de la Rusia de Putin. El presidente ucraniano no pudo resistir al encanto de un préstamo de once mil millones de euros (unos quince mil millones de dólares) acompañados de un descuento de un cuarenta por ciento del precio del gas. Sin contar la fuerza que emana, por su sola presencia, del vecino gigante del Norte.
Desde hace unos veinte años, con el derrumbe de la Unión Soviética, un gran número de ucranianos veía en la UE la esperanza de un futuro mejor con la garantía de un Estado de Derecho y de las Libertades individuales tan llevadas y traídas en Europa (y en el mundo) desde la Declaración de los Derechos del Hombre de 1789 y a menudo pisoteadas en Europa (y en el mundo) desde siempre.
Países del antiguo bloque soviético en Europa Oriental y Central se habían transformado en esos veinte años hasta llegar a ser irreconocibles. Los ucranianos que habían visitado Polonia, La República Checa o Hungría, por ejemplo en 1987, y que habían vuelto en 2007 se quedaban asombrados; y aun algunos países miembros de la antigua URSS, sí, antiguas repúblicas de la Unión Soviética como Estonia y Letonia se habían convertido en países prósperos, hoy miembros de la UE y de la zona monetaria Euro.
Para muchos ucranianos la actitud del presidente Yanukóvich fue una traición y entonces empezaron las protestas en la Plaza Mayden, de la hermosa ciudad de Kiev en las márgenes del majestuoso Dniéper .
La represión oficial, muy brutal, a la antigua manera soviética, no hizo más que calentar los ánimos de los proeuropeos que han persistido en la ocupación de la Plaza y en las manifestaciones hasta llevar al gobierno a abrogar las leyes anti manifestación que había proclamado y a proponer a los líderes de la oposición puestos importantes en el gobierno, puestos que no aceptaron.
Los manifestantes reclaman la dimisión de Yanukóvich quien fue elegido democráticamente. Cabe señalar que una parte importante del pueblo ucraniano (grosso modo la mitad oriental del país) es pro ruso por razones étnicas, lingüísticas y culturales en general y se opone a estas manifestaciones.
Diplomáticos de la UE de alto rango van a Kiev y se reúnen con dirigentes del gobierno y de la oposición para incitarlos a concluir un acuerdo aceptable para todos.
El presidente ruso Putin no deja pasar ninguna de estas visitas sin criticar la injerencia de la UE en los asuntos internos del país. En la cumbre Rusia – UE que tuvo lugar en Bruselas esta semana, el ruso afirmó que si la oposición tomaba el poder en Kiev, él la reconocería, pero que pediría el rembolso de la parte del préstamo que ya se haya entregado.
Ucrania está al borde de la guerra civil. Mientras decenas de miles de manifestantes paralizan el centro de Kiev, los mineros de Donetsk siguen extrayendo el carbón y afirman que ni los europeos ni los norteamericanos se van a preocupar por ellos ni darles el dinero que los revoltosos de Kiev les hacen perder.
Se trata del futuro inmediato de un gran país lleno de historia. Esperemos que la democracia y la libertad salgan vencedoras.
Last edit: 22 Feb 2014 21:31 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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Re: Ucrania en el corazón
22 Feb 2014 22:24 - 22 Feb 2014 22:28
Efectivamente, se produjo una guerra civil, como pronosticó Abelardo, aunque más del orden de la rebelión popular que del enfrentamiento militar de dos faciones.
Y ha triunfado el pueblo. Yanukovich ha sido destituido por el Parlamento y se ha fugado. Por otra parte, la ex Primera Ministra Yulia Timoshenko, injustamente privada de la libertad por motivos políticos desde el 11 de octubre de 2011, se encuentra ahora en libertad. Yanukovich, de origen ruso, había sido convencido fácilmente por Vladimir Putin de entrar en la órbita de su país, que todavía sueña con reconquistar pasadas "glorias" imperialistas. Y el pretexto de los miles de millones de rublos ofrecidos por el Primer Ministro ruso le pareció coyuntural para alejar a los ucranianos de un acercamiento mucho más conveniente con la Unión Europea.
De hecho, Ucrania es un país dividido porque muchos de sus habitantes de origen ruso (aunque no todos) sueñan también con la reunificación con la "madre patria" rusa. Fueron esos quienes eligieron a Víctor Yanukóvich con la esperanza de que se acercara a la sombra de Putin, con el respaldo de una porción de la población de origen ucraniano que se sentía decepcionada por la corrupción administrativa que había prevalecido en el gobierno anterior.
Pero si bien la corrupción puede sanearla un buen gobierno, la absorción por el gigante ruso sería irreversible. Sería también una pésima alternativa frente a la oportunidad de formar parte de la Unión Europea en un futuro no muy lejano. Si el gobierno ruso contempla esa posibilidad como una amenaza se debe a la gestión autoritaria de Putin, quien entiende la expansión europea como un peligro para sus propósitos hegemónicos en el continente, en lugar de verlo como una oportunidad de paz, entendimiento y colaboración continental que, eventualmente debería incluir también a Rusia.
El hecho es que Yanukóvich siguió una política exterior artera que se enfrentó a los deseos de la mayoría de su pueblo. Usó también el frecuentemente trágico recurso del divisionismo étnico. Y el pueblo ucraniano no encontró otra opción que la protesta y la demanda de su derecho a decidir su propio destino. Si Yanukóvich persiste en su gestión en el oriente del país, puede dar lugar, ahora sí, a una cruenta guerra civil marcada por rivalidades étnicas. Los trágicos sucesos del Cáucaso y de Bosnia en años pasados tomarían una magnitud aún mayor y podrían resultar en que Rusia se anexara una tajada de Ucrania bajo el pretexto de proteger a la etnia "en peligro" como ya lo ha hecho en otros conflictos semejantes. Sobre todo, buscarían anexarse Sebastopol y quizás toda la Península de Crimea para mantener su hegemonismo en el Mar Negro y proyectarlo hacia el Mediterráneo.
Frente a la violencia represiva que trató de aplastar el movimiento inicialmente pacífico, el pueblo ucraniano no vio otra alternativa que sublevarse y el enfrentamiento fue cruento y trágico. Pero los líderes de la revuelta tenían bien claros sus objetivos. Y como dije en otro mensaje en este Foro, refiriéndome a Venezuela, optaron por el recurso de "la toma de la Bastilla".
El pueblo "tomó la Bastilla" y su resistencia dio lugar a la caída del régimen dictatorial. Si esto da lugar a una guerra civil y sirve de pretexto al anexionismo y expansionismo ruso, el resto del mundo democrático será responsable si se mantiene cruzado de brazos.
Y ha triunfado el pueblo. Yanukovich ha sido destituido por el Parlamento y se ha fugado. Por otra parte, la ex Primera Ministra Yulia Timoshenko, injustamente privada de la libertad por motivos políticos desde el 11 de octubre de 2011, se encuentra ahora en libertad. Yanukovich, de origen ruso, había sido convencido fácilmente por Vladimir Putin de entrar en la órbita de su país, que todavía sueña con reconquistar pasadas "glorias" imperialistas. Y el pretexto de los miles de millones de rublos ofrecidos por el Primer Ministro ruso le pareció coyuntural para alejar a los ucranianos de un acercamiento mucho más conveniente con la Unión Europea.
De hecho, Ucrania es un país dividido porque muchos de sus habitantes de origen ruso (aunque no todos) sueñan también con la reunificación con la "madre patria" rusa. Fueron esos quienes eligieron a Víctor Yanukóvich con la esperanza de que se acercara a la sombra de Putin, con el respaldo de una porción de la población de origen ucraniano que se sentía decepcionada por la corrupción administrativa que había prevalecido en el gobierno anterior.
Pero si bien la corrupción puede sanearla un buen gobierno, la absorción por el gigante ruso sería irreversible. Sería también una pésima alternativa frente a la oportunidad de formar parte de la Unión Europea en un futuro no muy lejano. Si el gobierno ruso contempla esa posibilidad como una amenaza se debe a la gestión autoritaria de Putin, quien entiende la expansión europea como un peligro para sus propósitos hegemónicos en el continente, en lugar de verlo como una oportunidad de paz, entendimiento y colaboración continental que, eventualmente debería incluir también a Rusia.
El hecho es que Yanukóvich siguió una política exterior artera que se enfrentó a los deseos de la mayoría de su pueblo. Usó también el frecuentemente trágico recurso del divisionismo étnico. Y el pueblo ucraniano no encontró otra opción que la protesta y la demanda de su derecho a decidir su propio destino. Si Yanukóvich persiste en su gestión en el oriente del país, puede dar lugar, ahora sí, a una cruenta guerra civil marcada por rivalidades étnicas. Los trágicos sucesos del Cáucaso y de Bosnia en años pasados tomarían una magnitud aún mayor y podrían resultar en que Rusia se anexara una tajada de Ucrania bajo el pretexto de proteger a la etnia "en peligro" como ya lo ha hecho en otros conflictos semejantes. Sobre todo, buscarían anexarse Sebastopol y quizás toda la Península de Crimea para mantener su hegemonismo en el Mar Negro y proyectarlo hacia el Mediterráneo.
Frente a la violencia represiva que trató de aplastar el movimiento inicialmente pacífico, el pueblo ucraniano no vio otra alternativa que sublevarse y el enfrentamiento fue cruento y trágico. Pero los líderes de la revuelta tenían bien claros sus objetivos. Y como dije en otro mensaje en este Foro, refiriéndome a Venezuela, optaron por el recurso de "la toma de la Bastilla".
El pueblo "tomó la Bastilla" y su resistencia dio lugar a la caída del régimen dictatorial. Si esto da lugar a una guerra civil y sirve de pretexto al anexionismo y expansionismo ruso, el resto del mundo democrático será responsable si se mantiene cruzado de brazos.
Last edit: 22 Feb 2014 22:28 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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