¿Son Ucrania y la OTAN una amenaza real para Rusia?

Según las últimas cifras de los presupuestos de 2020, Rusia gastó 61 mil 700 millones de dólares y Ucrania 5 mil 900 millones de dólares en sus fuerzas armadas ese año. Al comenzar la guerra, Rusia contaba en sus fuerzas armadas con unos 900 mil efectivos y 2 millones más en la reserva, mientras que Ucrania tenía 209 mil efectivos y 900 mil en la reserva. Rusia contaba con 7,571 piezas de artillería y Ucrania 2,040. Las fuerzas blindadas de Rusia contaban con 12,420 tanques y Ucrania con 2,596 (gran cantidad de ellos destruidos en los primeros días por la aviación rusa). Rusia contaba con 544 helicópteros de ataque y Ucrania con 34 y Rusia tenía 1,511 aviones de combate contra 98 de los Ucranianos.

La propaganda rusa insiste en que Ucrania era un peligro para la seguridad de Rusia y que se vieron obligados a destruir ese peligro. Sostiene, además, que Ucrania fue siempre parte de Rusia, lo cual es falso (ver "Ucrania: la verdad Histórica" en democraciaparticipativa.net/fo...-la-verdad-historica ).  Se justifica también porque el Presidente Biden había declarado que consideraba el posible ingreso de Ucrania en la OTAN. Aunque eso hubiera ocurrido, la OTAN es una alianza defensiva con una capacidad nuclear que le sirve de elemento disuasorio de cualquier posible ataque por parte de una potencia nuclear, como Rusia o China. Sus potenciales enemigos saben bien que ellos también tienen esa capacidad disuasoria que hace inconcebible una agresión de la OTAN, la cual sería una locura porque resultaría en la mutua destrucción de ambos bandos.

La prueba es que la OTAN se ha mantenido al margen de las operaciones militares rusas en Georgia, Azerbaiján, Nagorno-Karabakh, Tayikistán y Bielorrusia - en estos dos últimos países mediante una intervención militar rusa para aplastar las protestas populares y sostener en el poder a dos crueles dictadores, convirtiendo a sus países en satélites rusos. Además, los países de la OTAN que limitan con Rusia tienen también efectivos militares muy inferiores: 30,900 en los tres países bálticos (Estonia, Lituania y Letonia). Otros países de la OTAN cercanos a sus fronteras pero que no limitan directamente con Rusia no representan tampoco una amenaza real: Polonia 121,000 efectivos y Rumania 76,300. Ucrania está resistiendo heroicamente y logrando algunos éxitos casi milagrosos, pero localizados. Por mucho material bélico que le suministren, es ya un país arrasado, con la economía en ruinas y un enorme segmento de la población en fuga. Por tanto, sin un apoyo más directo y decidido, acabará aplastada por el coloso ruso. La estrategia actual de ayuda indirecta sólo servirá para prolongar la guerra al costo de mayor destrucción y miseria en ese atribulado país, y para fomentar con enormes beneficios la industria militar de los países productores de armamentos.

La estrategia correcta sería presentarle un ultimátum a Rusia con una fecha límite para hacer un alto al fuego, retirarse de las zonas ocupadas del sur de Ucrania (ver en el mapa) y entrar en negociaciones respecto a Crimea y la región del Donbas ocupada; dos territorios que quizás Ucrania debería ceder a cambio de una paz duradera, además de su compromiso de ser neutral en lo sucesivo. Para que fuera efectivo ese ultimátum, la OTAN tendría que afirmar que pasada la fecha límite se desplegaría sobre el terreno en defensa de Ucrania. Rusia lo pensaría dos veces, porque un enfrentamiento directo no es atractivo para ninguna de las partes.

Mientras tanto, la horrible tragedia ucraniana continúa.