La incógnita sobre cuál es la tasa de desempleo de EEUU que determinará presiones sobre los salarios y, en consecuencia, sobre los precios, es fundamental para determinar la política monetaria apropiada de la Reserva Federal (la Fed). En las recuperaciones económicas, llega un momento en que la disminución de la tasa de desempleo presiona aumentos salariales y, en consecuencia, de precios, ya que las empresas tienen que pagar más para contratar y retener a los empleados que necesitan y se ven presionadas a aumentar los precios. Es el momento que la Fed aumenta la tasa de interés para evitar que se desate un proceso inflacionario.
La tasa de desempleo de EEUU en diciembre de 2014 fue de 5.6%, pero estuvo acompañada una tasa de participación laboral de la población de más de 16 años de 62.7%. La tasa de participación laboral en 2004-2008 fue estable y giró alrededor de un promedio de 66%, pero después con la Gran Recesión-Crisis Financiera de 2008-2010 descendió paulatina y consistentemente, todos los años, hasta alcanzar un promedio de 62.9% en 2014. Si la tasa de participación laboral hubiera sido de 66% en diciembre de 2014, la tasa de desempleo hubiera alcanzado 10.3%.
Una medida más amplia de la tasa de desempleo que considera la tasa de participación y no incluye los empleados a tiempo parcial, conocida como U-6, que Yellen, la presidente de la Reserva, ha mencionado en el pasado y que posiblemente utilice en la determinación de la política monetaria, aumentó desde 7.8% en diciembre del 2006 hasta 17.1% en diciembre del 2009, pero después ha disminuido a 11.1% en diciembre de 2014
La fuerte recesión y la débil recuperación de EEUU han determinado que millones de empleados quedaran desempleados y desalentados a buscar empleos después de cierto tiempo. Esto significa que no son contados como desempleados en las encuestas oficiales. Pero a muchos les gustaría disponer de un empleo, lo que amplia el número de empleados disponibles y reduce las presiones salariales.
El salario por hora aún no se ha acelerado. Aumentó a una tasa anual del 1.99% en 2014, menor que el 2.07% de 2013 e igual al incremento de 2011. Los incrementos salariales por hora fueron de 3.15% en 2008 y 2.07% en 2009, respectivamente.
La actual recuperación del mercado laboral estadounidense es diferente de cualquier otra desde la Segunda Guerra Mundial. Solo con base en la tasa de desempleo, el mercado de trabajo debería estar apretado; también de acuerdo con la duración promedio que toma a las empresas cubrir una vacante, de casi 25 días, justo por encima del nivel anterior a la Gran Recesión. Sin embargo, el moderado crecimiento salarial y el alto porcentaje de desempleo fuera del mercado de trabajo por más de seis meses, un tercio el desempleo total, muestran un mercado débil.
Esto es un tema fundamental. La Fed está considerando desde inicios del 2014 la posibilidad de comenzar a aumentar las tasas de interés para prevenir una mayor inflación. Basado solo en la tasa de desempleo, parecería justificado hacerlo. Se está cerca del nivel de desempleo que presionó una espiral de salarios y precios en el pasado. No obstante, la evidencia de un mercado laboral aún débil sugiere en contra de aumentar las tasas de interés; es innecesario y difícil de justificar condenar a innumerables ciudadanos al desempleo o a menores horas de trabajo.
La cuestión se refiere a la llamada tasa natural de desempleo, también conocida por las siglas NAIRU en inglés. NAIRU es la tasa de desempleo que acelera la inflación o tasa de desempleo en la que crecientes presiones salariales aún no se vierten en una mayor inflación. En enero de 2011 la Oficina de Presupuesto del Congreso (Congressional Budget Office) estimó NAIRU en 5.2% para el periodo 2010-2021.
Muchos economistas, tanto de liberales como conservadores, consideran que la NAIRU parece haber disminuido o haberse desplazado hacia abajo, lo cual es particularmente evidente dada la disminución de la tasa de participación laboral. El economista conservador Michael Strain del American Enterprise Institute apoya esta posición. Por sí sola, la tasa de desempleo, ya no refleja el actual estado del mercado de trabajo. Strain sostiene que todavía se pueden añadir más de 200.000 empleos al mes y tener una caída de la tasa de desempleo, sin estar especialmente preocupados por la inflación. De hecho el empleo total de 138.9 millones en 2014 apenas superó en 0.7% el nivel de empleo de 2007, el mayor anteriormente.
Si la Reserva Federal aumenta los tipos de interés demasiado pronto y rápido, entonces la economía se enfriará con el empeoramiento de las perspectivas de empleo para los 2.8 millones de trabajadores que han estado desempleados durante 27 semanas o más (más de 6 meses), los 2.3 millones de trabajadores potenciales que no se cuentan como desempleados y se hará más difícil aumentar las horas de trabajo de los 6.8 millones de los empleados a tiempo parcial, que preferirían trabajar a tiempo completo.
La tasa natural de desempleo puede haber variado para reflejar particularmente distintas condiciones económicas o de la población empleada. Se puede identificar una nueva situación cuando los datos muestran cómo la tasa de desempleo y la inflación interactúan. Así, las presiones salariales que son la esencia de la cuestión. no están aumentando todavía. Se suelen brindar tres explicaciones, éstas son:
La inseguridad laboral: Los empleados han tendido a mantener su trabajo actual, ya que temen no encontrar otros nuevos. Por tanto, los empleadores no tienen que aumentar tanto los salarios para mantener buenos empleados o para reclutar nuevos empleados. Un estudio realizado por los economistas Steven Davis y John Haltiwanger de las Universidades de Chicago y Maryland, respectivamente muestran que el mercado laboral es menos fluido, los empleados cambian con menos frecuencia de empleo en las empresas.
El desfase de los recortes salariales: Las empresas están restringiendo los aumentos salariales anuales porque no redujeron rápidamente los salarios como pudieron haberlo hecho durante en la Gran Recesión. Su renuencia reflejó la oposición popular a los recortes salariales directos y reflejó que si se utilizaban recortes profundos se habría afectado adversamente la moral y el rendimiento de los empleados. Los economistas llaman a este fenómeno rigidez salarial o pegajosidad salarial. Según un estudio realizado por el Banco de la Reserva Federal de San Francisco, los empleadores han disminuido el ritmo de los aumentos salariales anuales.
Una mayor competencia y menos protección laboral: Durante años, los analistas liberales han sostenido que se intensificó la competencia mundial, con salarios mínimos menores y la disminución de empleos sindicalizados que han socavado el poder de negociación de los empleados. Los salarios de muchos empleados son débiles ya que las fuerzas del mercado son más fuertes.
No se sabe hasta donde estas tres explicaciones son válidas. Lo que es cierto es que, de un modo u otro, el mecanismo de conexión de una reducción de la tasa de desempleo, el aumento de los salarios y una mayor inflación, se ha debilitado. No sabe precisamente cuánto ni por cuánto más tiempo. Probablemente la tasa natural de desempleo o NAIRU se ha reducido, pero de nuevo no se sabe cuánto ni por cuánto más tiempo.
Dada esta ignorancia sobre la situación laboral, la Fed está procediendo con cautela. Aún no parece dispuesta a elevar las tasas de interés en ausencia de mayor evidencia de presiones inflacionarias. También la incertidumbre sobre la economía global aconseja una cautela similar. Como Strain señala es la conducta más sensata.