Hoy, 10 de mayo, se han revelado oficialmente el escudo de armas y el lema del nuevo Papa León XIV, junto con su primera imagen como Pontífice. Su escudo muestra un lirio blanco sobre fondo azul en la parte superior, y en la inferior, un libro cerrado con un corazón atravesado por una flecha: símbolo de la espiritualidad agustiniana y la conversión de San Agustín. El lema elegido es: «In Illo uno unum» – «En Él, uno solo», una cita de San Agustín que expresa la unidad de los cristianos en Cristo. |
Mayo 10 (DPnet).– El Cardenal Robert Francis Prevost Martínez, O.S.A., es el primer religioso de la Orden de San Agustín elegido Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, tomando el nombre de León XIV, en muestra de admiración y con un posible propósito de dar continuidad a la obra iniciada por su antecesor del mismo nombre, León XIII. Esta orden religiosa fue fundada en el siglo XIII bajo la dirección del Cardenal Annibaldi y bajo el pontificado de Inocencio IV y, por tanto, se anticipa que el pontificado de León XIV estará profundamente inspirado en el pensamiento, la obra y la teología de San Agustín de Hipona.
La Orden de San Agustín está nutrida de religiosos que hacen mucho énfasis en el estudio y, por tanto, han fundado muchas universidades y colegios alrededor del mundo con un ímpetu misionero muy fuerte y una tradición de profunda espiritualidad que enfoca la doctrina y enseñanzas de Jesús a través de la obra de su santo patrono.
En cuanto a la elección del nombre, en consideración a la obra de León XIII, es oportuno señalar las palabras clave "justicia" y "paz" en el primer discurso de León XIV al pueblo que lo aclamaba, pronunciado desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, citando a San Agustín cuando dijo "somos peregrinos hacia una patria verdadera" para llegar en consecuencia a un mundo fraternal y armonioso guiados por la Doctrina Social de la Iglesia.
Habló también de "puentes" y destacó la "sinodalidad" como una meta a seguir, expresando su propósito de "tener oídos, escuchar", porque ese "es el primer compromiso. Se trata de escuchar la voz de Dios, de captar su presencia, de interceptar su pasa y su soplo de vida". Por tanto, se trata de caminar juntos, laicos, pastores y el obispo de Roma, es decir, el Papa.
El Papa celebró ayer la Santa Misa en la Capilla Sixtina ante los 132 cardenales que el jueves le eligieron Pontífice en la cuarta votación del Cónclave. Entre otras cosas, subrayó que:
«Hoy también son muchos los contextos en los que la fe cristiana se reduce a lo absurdo, algo para personas débiles y poco inteligentes, contextos en los que se prefieren otras seguridades distintas a la que ella propone, como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer.
Hablamos de ambientes en los que no es fácil testimoniar y anunciar el Evangelio y donde se ridiculiza a quien cree, se le obstaculiza y desprecia, o, a lo sumo, se le soporta y compadece. Y, sin embargo, precisamente por esto, son lugares en los que la misión es más urgente, porque la falta de fe lleva a menudo consigo dramas como la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia, la violación de la dignidad de la persona en sus formas más dramáticas, la crisis de la familia y tantas heridas más que acarrean no poco sufrimiento a nuestra sociedad.»
De hecho, en su primera salida se dirigió al Palacio del Santo Oficio, donde residió hasta su elección al Trono de Pedro, donde fue recibido con un aplauso sostenido y saludó con un afectuoso apretón de manos a cada uno de los presentes reunidos en el patio interior y estuvo disponible para tomarse selfies. Durante este encuentro, una niña llamada Michela se le acercó tímidamente para pedirle que bendijera una Biblia y la firmara. León XIV accedió con gusto a la doble petición y, con un toque de humor, añadió: "Todavía tengo que hacer algunas pruebas con la firma, ¡la antigua ya no sirve!". Luego impartió la bendición y exclamó dirigiéndose al público allí reunido: "¡Gracias a ustedes!"
León XIV se proyecta así como una figura prometedora de armonía, tolerancia y fraternidad humana. Mientras la Iglesia se debatía camino del Cónclave entre continuar con la agenda de Francisco o volver a una senda doctrinal conservadora, los partidarios de este cardenal agustino lo presentaron como una alternativa equilibrada, capaz de manejarse entre las alas liberales y conservadoras que han generado bastante inquietud y tirantez en el seno de la Iglesia Católica.