El Grupo de Bilderberg, también conocido como Club de Bilderberg, solía sostener reuniones supersecretas anuales que escapaban a la óptica de la prensa y eran desconocidas para la inmensa mayoría de los habitantes del planeta. Se reunieron por primera vez en los Países Bajos en 1954 con la participación de numerosas personas encumbradas de la política, la industria, las finanzas y militares. Durante más de medio siglo mantuvieron en absoluto secreto los temas de la agenda y evitaron cualquier comunicado de prensa o cualquier motivo o actividad que pudiera provocar una indeseada publicidad.
Montreux, June 4 (DP.net).– Poco a poco ha ido cayendo esa capa de secretismo que ocultaba del conocimiento público las reuniones de este misterioso club, a medida que el público y la prensa se fueron interesando en sus exclusivas actividades y propósitos. Aunque más recientemente se ha dado cierta publicidad a su agenda y a sus participantes, continuan las especulaciones sobre una conferencia que se celebra a puertas cerradas y cuyas conclusiones nunca llegan a la luz pública.
La reunión de 2017 tuvo lugar en Estados Unidos, en un hotel de lujo a pocos kilómetros de la Casa Blanca. Esta fue su 65ª reunión, celebrada los días 1 al 4 de julio de ese año. Según dieron a conocer en su agenda, los temas sometidos a discusión fueron: 'Las relaciones transatlánticas', 'La actividad de la OTAN', 'Las guerras de información', 'El papel de Rusia en el orden mundial', 'China' y 'La proliferación de armas nucleares', aunque se rumora que la ponencia central de la reunión fue una titulada 'La Administración Trump: informe de avances'. Se dice también que los encargados de presentar este informe fueron el asesor de Trump en seguridad nacional, Herbert McMaster, el secretario de Comercio de EE.UU., Wilbur Ross, y el director del Centro de Iniciativas Estratégicas en la Casa Blanca, Christopher Liddell; mientras que dos exdirectores de la CIA, John Brennan y David Petraeus, así como el senador Lindsey Graham, hicieron de "testigos de este juicio" al Presidente Trump. A esa reunión asistieron 131 personalidades de 21 países.
Este año 2019 se reunieron en Montreux, Suiza. Entre los invitados confirmados de esta edición se encuentran representantes de gigantes tecnológicos como Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Alphabet —la empresa matriz de Google—; Satya Nadella, director ejecutivo de Microsoft; o delegados de entidades financieras como Goldman Sachs, el Banco de Inglaterra, Credit Suisse o el Banco Santander. Se calcula que acudieron a la cita unas 130 personalidades mundiales.
Otras personas que asistieron son Jared Kushner, asesor y yerno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; y el exsecretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger. La prensa suiza reportó que también participó el actual responsable de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, aunque no se encuentra en la lista oficial de invitados. En la foto puede verse a Kissinger y a Pompeo cuando llegaban a la cita.
En realidad, en los últimos tiempos este Club publica en sus propias páginas de la WEB la lista de invitados a estas Conferencias anuales, la cual pueden consultar los lectores AQUÍ. Sin embargo, es bien sabido que en ella no figuran todos los que son. Además, en esas mismas páginas rompen con la tradición de silencio a la prensa con un comunicado de prensa que señala las fechas de reunión entre el 30 de mayo y el 2 de junio y once temas del programa que tienen a bien divulgar en ese comunicado:
1. A Stable Strategic Order
2. What Next for Europe?
3. Climate Change and Sustainability
4. China
5. Russia
6. The Future of Capitalism
7. Brexit
8. The Ethics of Artificial Intelligence
9. The Weaponisation of Social Media
10. The Importance of Space
11. Cyber Threats
Los dos últimos párrafos del comunicado fechado el 28 de mayo dicen lo siguiente:
«La reunión de Bilderberg es un foro para discusiones informales sobre temas importantes. Las reuniones se llevan a cabo bajo la Regla de Chatham House, que establece que los participantes son libres de utilizar la información recibida, pero no se puede revelar la identidad ni la afiliación de los oradores ni de ningún otro participante.
Gracias a la naturaleza privada de la Reunión, los participantes participan como individuos en lugar de hacerlo en cualquier capacidad oficial y, por lo tanto, no están obligados por las convenciones de su cargo o por compromisos acordados previamente. Como tales, pueden tomarse el tiempo para escuchar, reflexionar y recopilar ideas. No hay una agenda detallada, no se proponen resoluciones, no se toman votos y no se emiten declaraciones sobre la política a seguir.»