TRES AÑOS DE BARBARIE DE PUTIN CONTRA UCRANIA

Froilan BarriosEl 24 de febrero de 2022 se inicia la invasión de Rusia contra Ucrania bajo la excusa del dictador Putin de impulsar una operación especial contra el nazismo, asalta las fronteras del país vecino con mas de 200.000 soldados para subyugar a una nación soberana, que desde su independencia en 1991 solo desea vivir en paz y prosperidad.

Hoy a 3 años de esa cruel agresión contra Ucrania las cuentas del Stalin del siglo XXI no le cuadran, al no poder desalojar del poder al legitimo presidente Volodimir Zelenski y controlar la totalidad del territorio nacional de un país que se le ha rebelado con creces al desafiar al supuesto segundo ejército más poderoso del planeta.

En su afán de revivir la Rusia de los zares y el dominio de la URSS sobre la Europa de la Guerra Fría bajo su mandato dictatorial, mantiene enclaves para fortalecer su presencia en las antiguas repúblicas soviéticas hoy independientes, como es el caso de Moldavia al mantener gobiernos paralelos en su territorio con la Republica Moldava Pridnestroviana mejor conocida como Transnistria, el caso de Georgia con los territorios de Osetia del Sur y Abjasia, incluso en Ucrania desde 2014 con la primera invasión al apropiarse de Crimea y de parte del Donbás.

 En este contexto ejerce un mayorazgo sobre Bielorrusia al mantenerlo como un pais satélite de la Federación Rusa y a Alexander Lukashenko como la única persona que ha sido presidente de Bielorrusia desde que se estableció el cargo en 1994. No por casualidad este país fue una de las bases militares para la invasión a Ucrania en 2022.

La desesperación del dictador Putin es evidente al reconocer que luego de la caída del Muro de Berlín en 1989 el mundo soviético se desvaneció, Alemania Oriental y Occidental se unificaron en 1990, entre tanto a lo largo del siglo XXI todos los países de la ex órbita soviética solo mantienen una aspiración, formar parte de la Unión Europea donde se reconocen la democracia, los derechos humanos, la independencia de los poderes públicos, en fin los valores de la prosperidad y la paz para el desarrollo de un país, elementos fundamentales de la condición humana.

En su fracasada pretensión de anexar Ucrania a la Federación Rusa no le ha importado destrozar su economía, al convertirla en una economía de guerra generando carestía y malestar en el pueblo ruso, al ahuyentar el capital privado internacional determinando el cierre de fábricas y pérdida de miles de empleos, y su manifiesta incapacidad de sustituirlas con inversiones de la oligarquía rusa heredera de la burocracia soviética.

Al arribar una nueva administración a EEUU la cúpula rusa culpable de la guerra se pretende presentar como víctima cuando ha sido el agresor contumaz, que ha destruido la infraestructura civil y energética de Ucrania ocasionando daños en un monto de 700.000 millones de $ dólares, decenas de miles de civiles asesinados, un éxodo de 8 millones de ucranianos por el mundo, el secuestro de 20.000 niños y la muerte de aproximadamente 500.000 soldados sumando las bajas de los dos ejércitos en pugna.

Todo en función de su capricho imperial. Putin se sigue equivocando al creer que la solución es desalojar de la presidencia de Ucrania a Volodimir Zelenski, la guerra que generó el dictador ruso ha multiplicado la conciencia nacional del pueblo ucraniano, quien mantiene el apoyo a su presidente y no escatima esfuerzo alguno en aportar cada grano de arena incluso hasta su vida para desalojar al invasor ruso.

Es tan sólido el sentimiento nacional entre los ucranianos que estos no aceptarían una capitulación frente al agresor de la Federación Rusa, reconociendo en este conflicto innecesario una especie de guerra por la liberación nacional frente al otrora yugo histórico de los zares y luego de la URSS.

En ese contexto Ucrania se le puede convertir a Rusia en el Vietnam que derrotó a EEUU en 1974 y en el Afganistán que desalojó al ejercito invasor soviético en 1989.

Ucrania ha demostrado un ejemplo de dignidad para toda la humanidad en el siglo XXI en defensa de su soberanía frente a una potencia imperialista, su lucha enaltece la identidad nacional de un pueblo que no se rinde ante la adversidad, frente a la arrogancia de un tirano, el talante de Ucrania es la continuidad de un líder histórico ucraniano como lo fue León Trotsky, nativo de Bereslavka, quien vaticinó tempranamente el fin de la burocracia soviética por su traición a la Revolución de Octubre, convertida bajo Stalin en la estafa histórica mas prominente que haya conocido la humanidad.

Afortunadamente Ucrania no está sola, la mayoría de la Unión Europea, Gran Bretaña, Canadá, organizaciones de DDHH, sindicatos y el liderazgo político global democrático la apoyan irrestrictamente, hasta lograr vencer las sombras y las intenciones de quienes creen se puede repetir en pleno siglo XXI un nuevo reparto del mundo, pasando por encima de la dignidad y la conciencia libertaria de los pueblos.

                                                        Froilan Barrios Nieves        Movimiento Laborista

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