“La fórmula para salir de la situación que tenemos es empleando la ciencia, introduciendo sus resultados, aplicando tecnologías, innovando en todos los aspectos”, aseguró el Dr. en Ciencias Eduardo Martínez Díaz al estrenarse como ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, en el Consejo de Ministros efectuado el pasado 5 de junio.
Los cientos de planes y medidas elaborados en los últimos cinco años por la generación de la “continuidad” han ahondado la asfixia económica y productiva, en contubernio con los tozudos dirigentes históricos para heredar el poder absoluto. Pero ahora el nuevo dirigente pretende consolidarse mediante los grados académicos.
Según el ministro, los Proyectos de Gobierno Estratégicos serán gestionados por un gerente nacional que, junto al equipo de trabajo, definirá los objetivos con las metas, indicadores, cronograma de ejecución y análisis de su factibilidad técnico-económica. Los proyectos serán evaluados por el Consejo Nacional de Innovación, órgano que dirige el presidente de la República.
Al repasar las informaciones del Consejo de Ministros, se constatan las deficiencias y los acuerdos acumulados sin mencionar su solución. Cuestiones vitales pendientes son la ley de las empresas estatales, mayoritarias en todas las esferas de la economía cubana y de las que aún se mantienen 300 con pérdidas, así como la reorganización y normativas de las mipymes. Además, no se publicó sobre el estado de la implementación de las medidas aprobadas en las Proyecciones de Gobierno para “corregir distorsiones y reimpulsar la economía” durante el año 2024, asociadas fundamentalmente al “programa de estabilización macroeconómica”.
El ministro Martínez repitió que la prioridad es el incremento de ingresos en divisas mediante la exportación de bienes y servicios, fundamentalmente la exportación de servicios médicos y productos biotecnológicos, y la introducción de novedosas tecnologías para la producción azucarera con sus derivados, que ahora apenas alcanza para algunos alcoholes y rones.
El segundo grupo de prioridades abarca la energía eléctrica, mientras que en el tercer nivel se encuentra la producción de alimentos (con la introducción de tecnologías para lograr alimento animal, que redunde en carne de cerdo y de huevo; y el aumento de la producción de leche y carne bovina).
La situación de la economía cubana al cierre del mes de abril, evaluada en esta ocasión por el Consejo de Ministros, continúa siendo muy tensa, aunque en determinados indicadores se aprecian “mejorías”, según el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez.
Los servicios médicos tienen un sobrecumplimiento del 7%, y los turísticos del 6%. El precio del níquel mejora en el mercado internacional y se espera que se mantenga esa tendencia, pero no se incrementa la producción; mientras se logran algunas exportaciones de carbón y tabaco mecanizado.
Según la información oficial, la inflación mensual mostró una ligera desaceleración de 2,13 puntos en abril, lo que no significa que bajen los precios, sino que siguen creciendo a un ritmo menor.
Manuel Marrero reiteró que en tiempos complejos se requiere mucha unidad, e independientemente de la falta de combustible y divisas, hay posibilidades de hacer las cosas diferentes que no se están aprovechando, según él. El también premier enfatizó que existen experiencias alentadoras, que demuestran que “sí se puede”, pero aún son excepciones que hay que generalizar, dijo.
ML