De un total de 195 agresiones en los últimos 12 meses, 61 fueron contra mujeres.
En lo referente a libertad de prensa bajo el Sol de Cuba no hubo nada nuevo de carácter positivo en 2021.
En lo que se refiere a la Isla, ciertamente resulta improcedente utilizar el término “libertad de prensa”. En Cuba, exceptuando, la independiente, no existe prensa desde mayo de 1960 cuando el último periódico, Prensa Libre, fue clausurado; hay medios de propaganda propiedad todos del partido gobernante.
Como consecuencia directa, tampoco hay libertad de expresión más allá de la sala de la casa o de un taxi colectivo donde viajen 5 o 6 cubanos, eso es así a pesar de lo plasmado en el artículo 54 de la Constitución Política del país, donde se afirma que el Estado garantiza la libertad de expresión. La posibilidad de expresar un pensamiento o una idea contraria al sistema político imperante en medios de comunicación masiva, en teoría de propiedad social, es imposible.
Asimismo, constituye grave ofensa para las autoridades políticas expresarse de manera pública contra el comunismo o contra las figuras representativas del régimen. Prueba de ello es la violencia desatada hacia los participantes en la marcha cívica del 11 de julio.
De acuerdo a lo informado por el grupo Justicia 11J, 1377 personas fueron arrestadas como consecuencia de esa jornada, de ellas 727 permanecen en prisión.
En el año 2021, la Asociación Pro Libertad de Prensa, documentó agresiones a los periodistas en 12 provincias del país.
La Habana: 114 casos.
Camagüey: 17 casos.
Villa Clara: 13 casos.
Granma: 12 casos.
Guantánamo: 9 casos.
Santiago de Cuba: 8 casos.
Las Tunas: 6 casos.
Sancti Spíritus: 6 casos
Artemisa: 5 casos.
Matanzas: 3 casos.
Pinar del Río: 1 caso.
Cienfuegos: 1 caso.
Las agresiones se han materializado de las siguientes formas:
Arrestos. Agresiones físicas. Amenazas. Interrogatorios. Agresiones verbales. Casas sitiadas. Multas. Vigilancia a viviendas. Invasión de domicilio. Incautación de equipos de trabajo. Interrupción de internet. Amenazas a familiares. Prohibición de retorno al país. Difamación a través de los medios. Destrucción de teléfonos celulares. Expulsión de viviendas rentadas.
En el 2021 fueron llevados a prisión, durante meses o días, 8 periodistas:
Esteban Rodríguez (30 de abril)
Mary Karla Ares (30 de abril)
Lázaro Yuri Valle Roca (15 de junio).
Camila Acosta (12 de julio)
Neife Rigao (12 de julio)
Iris Mariño (12 de julio)
Henry Constantin (12 de julio)
Orelvis Cabrera Sotolongo (12 de julio)
De ellos, aún permanece en prisión Valle Roca, recluido en la cárcel provincial de La Habana (Combinado del Este).
Rodríguez fue sacado de prisión, trasladado al aeropuerto José Martí este 4 de enero, donde abordó un avión hacia el exterior.
Ares, está en prisión domiciliar a la espera de la decisión fiscal.
Acosta, en prisión domiciliar a la espera de la decisión fiscal.
El proceso contra Iris Mariño, Neife Rigao y Henry Constantín, fue cerrado con multas.
Cabrera Sotolongo, viajó al exterior (19 de diciembre), según dijo por temor a ser llevado a prisión por mucho tiempo. Está en Moscú, afirma encontrarse en una situación migratoria incierta.
La prensa extranjera acreditada también sufrió agresión:
La agencia española Efe informó el 14 de noviembre que, a tres redactores, un camarógrafo y un fotógrafo, se les había retirado sus credenciales, y que un mes y medio antes había ocurrido lo mismo con su coordinador de redacción.
El artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos que, instituye el derecho a informar y ser informados sin limitación de fronteras, es violado permanentemente por las autoridades políticas y gubernamentales de Cuba. Esto tiene como agravante para los periodistas, y para todo el que quiera ejercer la libertad de expresión, la inexistencia en Cuba de la separación de poderes. La indefensión ante el Estado, que opera de manera impune, es enorme.
Sólo la convicción que se actúa en favor de la verdad, y la voluntad de trabajar por muchos y para muchos, es lo que ha hecho posible el desarrollo y permanencia de la prensa independiente en Cuba.
De todas formas, la solidaridad internacional con los periodistas libres de la Isla, es de inmensa importancia, es imprescindible. Sin ese respaldo el escenario en el que se verían inmersos los periodistas cubanos, sería prácticamente letal.
Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP).
La Habana, enero 17 de 2022.