Marco Rubio se enfrenta a numerosos desafíos que compiten por su atención al iniciar su mandato como secretario de Estado de Estados Unidos. Solo en América Latina, se enfrenta a una crisis migratoria en México, una dictadura corrupta en Venezuela y la creciente influencia de China en toda la región.
Los cubanos tenemos la suerte de que Rubio se haya convertido en el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, porque conoce los desafíos de la región y también priorizará la crisis que tiene lugar a sólo 90 millas de las costas estadounidenses en Cuba.
Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, es un observador atento y un crítico abierto del régimen comunista de La Habana. Durante su audiencia de confirmación, Rubio dijo que Cuba está "literalmente colapsando".
Tiene razón. Mis vecinos y yo en La Habana sufrimos cortes de electricidad constantes y largas colas para conseguir alimentos y medicamentos básicos. Muchos artículos necesarios simplemente no están disponibles. La situación es aún peor en las zonas rurales de Cuba.
El apoyo al régimen está en su nivel más bajo y los cubanos se muestran cada vez más dispuestos a criticar su mala gestión económica y su autoritarismo.
Más de un millón de cubanos han huido de la isla en los últimos cuatro años, la mayoría buscó asilo en Estados Unidos. Incluso altos funcionarios del partido comunista se están marchando. Una reciente investigación del MiamiHerald concluyó que las élites corruptas de Cuba están acaparando miles de millones de dólares, mientras las redes eléctricas de Cuba fallan y su gente pasa hambre.
Entonces, ¿qué pueden hacer el secretario Rubio y la administración Trump?
En primer lugar, quiero agradecer al secretario Rubio y al presidente Donald Trump por haber designado nuevamente a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo en su primer día en el cargo. En los últimos días de su presidencia, Joe Biden eliminó a Cuba de la lista, a pesar de que el régimen comunista ha dado refugio a decenas de fugitivos y terroristas. El gobierno cubano sigue ayudando a organizaciones terroristas en Colombia y es amistoso con Hezbolá y Hamás . La designación de Estado terrorista reimpone sanciones al gobierno de Cuba, cortando los fondos al régimen corrupto.
De cara al futuro, insto al Departamento de Estado de Rubio a que refuerce su apoyo a Radio y Televisión Martí, una emisora de radio y televisión estadounidense con sede en Miami. Creada en 1983, Radio-TV
Martí ofrece a los cubanos que pueden acceder a ella una alternativa a la propaganda que difunde el gobierno cubano.
Debido al control que tiene el régimen sobre las noticias y la información, muchos cubanos desconocen lo que realmente sucede a su alrededor, tanto a nivel nacional como internacional. En su primer mandato, el presidente Trump propuso recortes drásticos a Radio-TV Martí. En cambio, la administración Trump debería aumentar su poder de difusión.
El Departamento de Estado también podría ayudar a Cuba incrementando el patrocinio de programas que contribuyan a la construcción y el fortalecimiento de una sociedad civil independiente que defienda la democracia y los derechos humanos en la isla. Estos programas educan a los cubanos sobre los ideales democráticos, brindan acceso a medios de comunicación alternativos y podrían auxiliar con tarjetas telefónicas para que los familiares se comuniquen con los presos políticos.
Si más cubanos jóvenes, amantes de la libertad y con espíritu cívico pudieran imaginar una Cuba futura libre y democrática, más de ellos se quedarían en la isla. Eso frenaría la oleada de migrantes que llegan a Estados Unidos, otra prioridad de la administración Trump.
El Departamento de Estado también debería ejercer presión diplomática para impedir que La Habana obligue a los médicos cubanos a participar en "misiones médicas" en Venezuela, México y otros países. El gobierno cubano se queda con hasta el 90 por ciento de los ingresos de los médicos y demás personal médico que participan en el programa. Las médicas suelen ser objeto de acoso sexual, y las que se niegan a participar se enfrentan al hostigamiento y la pérdida del empleo. Todo esto equivale a una forma de esclavitud moderna. Estas misiones médicas son un beneficio financiero y diplomático para los dirigentes corruptos de Cuba, pero se producen a expensas de los propios médicos cubanos.
Como médico a quien le quitaron su licencia médica y le impidieron ejercer debido a su actividad política y humanitaria, sé cuán duros pueden ser los gobernantes de Cuba con el personal médico.
La Ley Global Magnitsky autoriza al presidente Trump a imponer sanciones a cualquier entidad internacional involucrada en actos de corrupción y violaciones de los derechos humanos. Todos los involucrados en esta práctica explotadora deberían ser sancionados y se les debería prohibir la entrada a Estados Unidos.
Un régimen cubano debilitado significa que Nicolás Maduro de Venezuela recibiría mucho menos apoyo para seguir tiranizando a sus súbditos. Cuba asiste al gobierno de Venezuela mediante apoyo militar, entrenamiento y ayuda estratégica. La devastación económica de Venezuela ha llevado a millones de sus ciudadanos a irse a Estados Unidos, incluidos muchos pandilleros empedernidos. Tanto el régimen cubano como el venezolano han convertido a sus países en narcoestados.
Muchos cubanos presenciaron con orgullo el ascenso de Marco Rubio al puesto de jefe de la diplomacia estadounidense. También lo vemos como una oportunidad de ayudar al país de nacimiento de sus padres y, al mismo tiempo, reforzar la posición y la seguridad de Estados Unidos en la región.
En su audiencia de confirmación, Rubio dijo que "ha llegado el momento de la verdad" para los gobernantes comunistas de Cuba. Estoy seguro de que ese momento llegará algún día. Y estoy seguro de que llegará mucho antes con el apoyo de Estados Unidos.
**Oscar Elías Biscet es un médico y líder cubano de derechos humanos, ex preso político y ganador de la Medalla Presidencial de la Libertad 2007, nominado -Premio Nobel de la Paz 2005, Presidente de Fundación Lawton DDHH.