Jun.5 (DP.net).– La situación de cruel opresión en Nicaragua se deteriora cada día más, aplastando al pueblo en un régimen cada vez más totalitario, pero sobre todo desarrollando una violenta arremetida contra la Iglesia Católica para borrar del mapa toda oposición promotora de una ética democrática y defensora de los derechos humanos.
Entre sus maquinaciones para desacreditar y destruir la oposición digna y pacífica, el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua ha acusado a la Iglesia nada menos que de lavado de dinero en varias diócesis. Según la Policía Nacional, encontraron dinero "ilícito" en las parroquias. La acusación se basa en que dicen haber encontrado "grandes" cantidades de efectivo en algunas parroquias. Aparte de las colectas habituales durante las ceremonias en esas iglesias, han encontrado fondos que los bancos les han facilitado de sus cuentas corrientes a pesar de la orden del gobierno de congelar todas sus cuentas.
De esta manera, Ortega arremete contra la Iglesia, la banca y el gran capital. Y en concreto, la Iglesia se ve hostigada y acorralada por la policía, la fiscalía, la superintendencia y los analistas financieros pro gubernamentales. Esa estrategia asfixiante llega a un colmo represivo contra los maestros de centros de enseñanza patrocinados o mantenidos por la Iglesia que se han quedado sin salario por el bloqueo de sus cuentas bancarias.
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“The Chinese Communist Party continues to oppress the Tibetan people. Tibetans are subject to the CCP’s mass surveillance and censorship tactics and are arbitrarily killed or imprisoned for expressing their desire for freedom,” Rep. McCaul said. “I am proud to introduce this bipartisan bill to reject the CCP’s claims that their tyranny over Tibet is legitimate and will assert the Tibetan people have a say in their own future.”
1995 the Dalai Lama recognized six-year-old Gedhun Choekyi Nyima as the 11th Panchen Lama, but this choice was rejected by the Chinese government, which took the boy into custody. Instead, the Chinese government "appointed" Gyancain Norbu the 11th Panchen Lama in late 1995.
“The Taliban de facto authorities’ announcement banning Afghan women from working with the United Nations in Afghanistan is utterly despicable.