"Hagan lio"

Son muchos los países de América Latina que, en algún momento de su historia, tuvieron constituciones políticas concebidas a imagen y semejanza de la constitución de los Estados Unidos de América.

Sin embargo, es evidente que el camino recorrido por esos mismos países latinoamericanos es, en la enorme mayoría de los casos, muy diferente del que hemos recorrido los “americanos” (los del norte, quiero decir).

Eso se debe, en buena medida, a que la constitución de los EEUUA –y su ordenamiento jurídico todo- está dotada de características que la convierten en lo que algunos han descrito como un experimento en el “derecho viviente”: un derecho que cambia permanentemente (a través de los tribunales) adaptándose a su entorno socio-político, y sobre todo a su entorno económico.

Esas características del “sistema” de los EEUU son las que pretendí explicar sumariamente (dado que aburriría si lo hiciera con la extensión que otros se permiten) en un humilde escrito que ha desaparecido súbitamente de este foro, materializándose en el foro correspondiente a los EEUU y Canada:

democraciaparticipativa.net/fo...ra-constitucion.html

Mi propósito era (y sigue siendo) escribir nuevamente sobre el mismo tema una vez que pudiera tomarle el pulso al movimiento de protesta ante la corrupción reinante en el “sistema” de los EEUU por su sumisión abyecta frente al lobby de las armas, movimiento que ha tenido hoy, sábado 24 de marzo del 2018, en vilo a buena parte del mundo

Lo notable –y probablemente incomprensible para mucha gente de mi edad (ni qué hablar de quienes son mayores que yo)- es que el movimiento contra las armas esté liderado por los MUY jóvenes, que, por fin, comienzan a demostrar, con su indignación frente a los anonadados e impasibles artífices del mundo que están a punto de heredar, que el respeto a sus mayores no es óbice para que busquen la manera de canalizar los cambios que quieren producir en la sociedad, incluso antes de hacerse cargo de ella.

Si nos centráramos exclusivamente en el tema de la venta indiscriminada y masiva de armas –el eje central de este movimiento multitudinario que abre triunfalmente lo que seguramente llegaremos a llamar “la primavera del 2018”- pudiera verse como una experiencia eminentemente localizada en los EEUU. Pero el trasfondo de este movimiento que hoy acaparó la atención del mundo va mucho mas allá de las armas:
su simiente es la misma que impulsó las protestas anti-sistema, primero en Europa y luego en Wall Street, hace mas de una década.

Esta misma semana de inicios de la primavera vio como el mismo triste Congreso de los EEUU frente al cual se manifestaron hoy tantísimos de nuestros MUY jóvenes aprobó una pieza legislativa (su propio nombre, la “ley Crapo”, evoca, en inglés, visiones y olores acordes con su contenido) que revoca descaradamente las tímidas regulaciones con las que se pretendió prevenir que los mercados financieros repitieran los desmanes que llevaron a las protestas anti-sistema de hace diez años.

En un sistema regido por “el estado de las billeteras” (que no “de derecho”) como es el nuestro, alzar la voz como lo están haciendo estos chicos es un deber, ya sea para rechazar la agenda del NRA, como para rechazar las agendas de otros intereses que actúan como ventrílocuos de nuestros supuestos “representantes”, llámense Wall Street, “Big Pharma” o “Big Oil”. Lo que no quiere decir que ninguno de estos “intereses especiales” (y vulgares a la vez) se vayan a amilanar ante esas voces juveniles…, pero por algo se empieza.

Ante un sistema corrupto, aunque con instituciones todavía mas solidas que las de muchas otras naciones de nuestro hemisferio occidental, la única manera en que los muy jóvenes pueden vencer la inercia y superar la sensación de impotencia, es siguiendo los consejos del Papa Francisco y saliendo a la calle a “hacer lio”. Lio sano, sin marimbas, sin bombas molotov, utilizando el derecho a manifestarse que la constitución de los EEUU y sus muchas imitadoras consagran, pero lio al fin.

Y esos consejos del Papa Francisco son validos para TODOS los Muy jóvenes de NUESTRA América, no solo para los venezolanos que parecen ser los únicos que despiertan la solidaridad de los “expertos” del prefijo “liber” que abundan en Miami.

Otro que seguramente estaría del lado de quienes invitan a “hacer lio” –y reconozco que esto es pura especulación de mi parte- seria mi tocayo Martí, tan citado en estos foros.

¿Ustedes se imaginan, si todavía fuera el corresponsal del diario La Nación de Buenos Aires en Washington, lo que hubiera escrito Martí sobre los acontecimientos de este sábado?..., ¿y lo que estaría escribiendo a diario sobre el pintoresco ocupante de la Casa Blanca?...

“De película, Chico, de película”…, nada mas que por citar (ahora si) a otro gran cubano

También en ENH:
www.elnuevoherald.com/opinion-...rticle207591709.html

No cabe duda que hay que "hacer lío" contra la opresión y para acabar con la represión que la sostiene. Aún así, cuando el sistema es profundamente totalitario y cruel, las manifestaciones de protesta que pretenden un cambio pacífico acaban con muchos detenidos y algunos muertos.

En ciertos casos, son muchos los muertos. Ahí tenemos el ejemplo de las manifestaciones pacíficas que inicialmente pedían la renuncia del dictador Assad en Siria. Mientras el mundo miraba cruzado de brazos, Assad barría con más de un centenar de miles de sirios, hasta que los fundamentalistas islámicos se aprovecharon de la situación para responder con la misma crueldad y violencia. Hasta hoy son más de 600 mil los muertos y más de un millón los que han huido del país.

Otro ejemplo fue el de Tianamen Square en China. Acabó con el ejército aplastando a los manifestantes en un baño de sangre y encarcelamientos.

En América ha sucedido otro tanto en Venezuela y, en otras épocas, en Cuba. Ahora está sucediendo en Nicaragua.

¿Pueden equipararse estos (y otros casos) de cruel represión y genocidio con el enfrentamiento que en una democracia pueda producirse entre dos posiciones radicalmente distintas? En la mayoría de las democracias (sobre todo en las más avanzadas) las manifestaciones pacíficas no acaban en un baño de sangre ni en centenares de detenidos. Sólo cuando se viola la ley y el orden se producen choques que pueden resultar en personas heridas y hasta en otros que pierden la vida en el enfrentamiento.

Por tanto, en democracia se espera que las manifestaciones públicas sean pacíficas y ordenadas. Pero hay otros métodos de presión, como es la prensa libre, los medios sociales cibernéticos, los blogs personales y, también, la acción directa con senadores y representantes (o diputados). Bastan muchas cartas en contra de algo o a favor de cualquier proyecto dirigidas a esos funcionarios electos, para que en la mayoría de los casos el político decida acceder, al menos para no perder los votos necesarios en la próxima elección.

Ese "cabildeo" se puede ejercer incluso por teléfono o personalmente. La democracia lo permite. El problema es que la masa prefiere con demasiada frecuencia la protesta escandalosa y agresiva a los métodos más civilizados de acción pública.

“Bastan Muchas cartas en contra de algo o a favor de cualquier proyecto…” En serio, Gerardo?

Por supuesto que lo ideal son las manifestaciones pacíficas, exentas de saqueos como los que han ocurrido en estos días en Nicaragua… Pero yo no siento aversión alguna por lo que tu llamas “la masa”… Al contrario: me identifico con los nicaragüenses que no le escribieron cartas a Daniel el Terrible, sino que salieron a la calle y parece que lograron lo que querían: que el gobierno diera marcha atrás con su proyecto de reforma del sistema previsional nica (auspiciado por el Fondo Monetario Internacional y cómica e irónicamente muy parecido al que al “retirado” Paul Ryan le encantaría implementar entre nosotros los “americanos”).

Además, no llamo “masa” a los manifestantes cuando me conviene –porque se enfrentan a aquellos que inspiran mis sentimientos “anti”- y “luchadores por la libertad” a quienes protestan alineados con una ideología que comparto.

Fuera de esos detallitos, estoy de acuerdo contigo en que en una democracia no debiera reprimirse sino cuando se violan la ley y el orden (y eso enaltece a la democracia por encima de otras formas de gobierno), aunque tengo mis dudas en cuanto a la racionalidad y la credibilidad de las leyes, aun en alguna democracia “de las mas avanzadas” como seguramente tu consideras a la nuestra. Es justamente contra esas leyes que "hacen lío" los muy jóvenes como los estudiantes de Parkland.

Parece que no me explico bien. Lo intentaré de nuevo: Cuando hablo de los diversos medios de cabildeo que son efectivos cuando son utilizados por muchos para un mismo propósito, dije en mi mensaje anterior que:

«Ese "cabildeo" se puede ejercer incluso por teléfono o personalmente. La democracia lo permite. »

«La democracia lo permite». Por supuesto que no me refería a Nicaragua, o Venezuela, o Cuba, o China, o Siria, donde no hay ni un asomo de democracia.

Por el contrario, quise hacer hincapié que en democracia no son necesarias las manifestaciones violentas y bastan las manifestaciones pacíficas, sobre todo si son respaldadas con campañas en los medios de comunicación y medios sociales y, también con cartas (o llamadas telefónicas) a los funcionarios electos expresándoles claramente que si aspiran a la reelección o a la victoria de su partido, están obligados a prestar atención y a cumplir con los deseos de los gobernados.

Por otra parte, una manifestación pacífica que respete la ley y el orden no es una "masa". La "masa" es violenta, agresiva, irrespetuosa y frecuentemente destructiva. El sociólogo francés Gustave Le Bon la describía como "una agrupación humana con los rasgos de pérdida de control racional, mayor sugestionabilidad, contagio emocional, imitación, sentimiento de omnipotencia y anonimato para el individuo". Y cuando la masa se vuelve destructora de la propiedad ajena, se convierte en una turba.

Estoy de acuerdo con los estudiantes de Parkland en tanto no agredan a la fuerza pública (que no es su enemigo), ni deriven a una destructora agresividad. Pero si los padres y amigos de la familia de cada uno de esos estudiantes escribieran cartas a sus representantes y senadores y animaran a otros en los medios sociales a hacer lo mismo, exigiendo atención de los funcionarios electos, so pena de perder el voto, el resultado sería seguramente mucho más positivo que una escandalosa manifestación pública, gritando consignas que a veces se apartan del objetivo específico de la demostración, manipulados por agentes provocadores que tienen otra agenda en su labor de zapa.

Gracias por la aclaración, pero te entendí de primeras.

Tu estas “de acuerdo” con los estudiantes de Parkland siempre que se limiten a escribir cartas (ellos y sus progenitores, por aquello de “vayamos todos juntos, que juntos somos mas”…), y en tanto no conviertan su protesta en “una escandalosa manifestación pública, gritando consignas que a veces se apartan del objetivo específico de la demostración, manipulados por agentes provocadores que tienen otra agenda en su labor de zapa.”

Reitero mi pregunta dirigida a ti:

“Bastan Muchas cartas en contra de algo o a favor de cualquier proyecto…” En serio, Gerardo?

En nuestra “democracia de avanzada”, es el dinero y no el Post Office el que le da legitimidad a las leyes, mi querido Gerardo. Y la honorable Asociación Nacional del Rifle (NRA) recaudó mas dinero en marzo que en ningún otro mes de los últimos quince años:

theweek.com/speedreads/769292/...-month-past-15-years .

Suerte con tus cartitas.

¡De qué sirve el dinero si no compra suficientes votos! ¿Y acaso sirve para comprarlos? El voto es secreto. Si me pagan para votar por alguien o por algo en un referendo, ¿quién sabe después cómo voté? ¿No puedo acaso votar como me dé la gana y quedarme con la dádiva recibida?

Pero las cartas, las llamadas telefónicas, las campañas en las redes sociales, en los medios de comunicación o utilizando herramientas tales como Change.org, si llevan la condición de perder el voto si el político no presta atención a los votantes, pueden resultar sumamente efectivas. La posibilidad de perder en las elecciones es motivación suficiente para "mover montañas".

Y, por supuesto, interpreta Pallí lo que no digo. Los estudiantes de Parkland no tienen que limitarse a estos métodos tan eficaces, sino que pueden manifestarse también para hacer ruido en la prensa televisiva y escrita. La única condición democrática es que lo hagan respetando la ley y el orden y concentrándose en el propósito de la manifestación sin disgregar el mensaje a otros objetivos que, quién sabe, cuál es la fuente del interés de promoverlos.

Sorprendentemente, el amigo Martinez interpreta “festinadamente” mi preocupación por el papel que juega el dinero en nuestra democracia "de avanzada" pretendiendo que lo que yo temo es que alguien pudiera querer comprar votos casa por casa… No Gerardo! Eso no es lo que me preocupa.

Este articulo describe en detalle la manera en que el NRA gasta el dinero que recauda,

www.elnuevoherald.com/noticias...rticle209707034.html

y el NRA no parece gastar mucho dinero en cartitas como las que tu promueves ni en llamadas telefónicas a los funcionarios electos: con una sola carta como la de Marion Hammer les alcanza y sobra…

Pero nos queda claro que a ti eso no te preocupa mientras los “lobbies” como el NRA actúen respetando la ley (que ellos mismos condicionan) y el orden, aunque todos sabemos cuales son sus objetivos (vender mas armas, en el caso del NRA) y “la fuente del interés de promoverlos” (la “guita”…).

A mi si me preocupa, y me preocupa sobre todo por mis hijos y por mis nietos.

Por eso me quedo con el “Hagan lío”, que frente al NRA y otros lobbies similares es mucho mas efectivo que el “Hagan Lobby”.

Y me quedaría con el “Hagan Lío” sin preocupación alguna como la que tu tienes con que “la masa” se deje manipular por “quienes tienen otra agenda en su labor de zapa”: manipuladores hay en todas partes (algunos hasta sin quererlo o, incluso, sin saberlo) y de todos los colores, y yo no veo masas ni turbas donde tu, aparentemente, las ves…

Para mi las únicas masas preocupantes (por lo que engordan) son las de la pizza, las empanadas, la “limpia y de primera” de la Lechonera, o incluso las que los argentinos usan para acompañar el “five o’clock tea”, y que en un arranque de amor por los diminutivos que raya en la cubanìa (como nos parecemos!) llaman “masitas”…

¡Es que no estoy en contra de que se manifiesten ni tampoco que lo hagan con pasión juvenil! Están en su pleno derecho si lo hacen dentro del ordenamiento democrático. ¡Y qué bueno que los jóvenes se interesen en las cuestiones políticas de actualidad!

Pero que no ¡hagan lío! Las manifestaciones en democracia no son para hacer lío y provocar la inestabilidad pública, sino para demostrar el descontento y la protesta de forma firme pero civilizada.

Me sorprende que nuestro amigo Pallí dé tanta importancia a lo que publica ¡El Nuevo Herald!, como si fuera un paradigma de la información imparcial, pero no niego la información que ese diario (y otros) ofrece sobre la NRA y sus contribuciones al Senador Marco Rubio. Su campaña puede haberse beneficiado con ese "donativo", pero el Senador es joven y tiene toda una carrera política por delante, que puede quedar tronchada de un golpe en las próximas elecciones en que sea candidato al senado o, incluso, a la Presidencia de la nación. ¿Pesarían más los $3.3 millones recibidos del NRA para su campaña que 100.000 cartas y otras tantas llamadas telefónicas y centenares de miles de notas haciendo campaña en las redes sociales señalándole al Senador Rubio que perderá el voto si no apoya lo que esos cien mil votantes le están pidiendo?

Por el contrario, si seguimos tranquilamente apoltronados frente al televisor, aplaudiendo a unos cuantos jóvenes manifestantes, y el Senador considera que el dinero de campaña le bastará para ganar ante la pasividad de unos votantes que se dejarán manipular por los anuncios de campaña, ¡nada conseguirán los que aspiran a contrarrestar la influencia de la NRA! La democracia es participación. Si no participamos activamente, cedemos el terreno cómodamente a quienes sí lo hacen. Y participar no se limita a gritar en la plaza pública sino a actuar organizadamente con un propósito definido.

Los abogados tenemos un mecanismo muy practico para evitar pleitear sobre asuntos que no lo merecen (por inconducentes, irrelevantes u otras carencias similares) o sobre los cuales estamos de acuerdo, amigo Gerardo: “estipulamos” que sobre esos asuntos no existe contención alguna que valga la pena litigar.

Estipulemos pues que a ti no te parece bien mi exhortación a “hacer lío” , y que a mi me parece una perdida de tiempo “hacer lobby” escribiendo cien mil cartas dentro de un sistema político en el cual todas las cartas están marcadas por el signo $. ¿estamos de acuerdo hasta aquí, por lo menos en cuanto a aquello en lo que estamos en insoluble desacuerdo?... Cambio y fuera entonces, con respecto a ese tema sobre el que trata esta tontería que escribí bajo el titulo “Hagan Lío”.

Me parece mas interesante conversar sobre tu alusión al “fake media” que, según lo sugieres, representa el Miami Herald –en sus estertores, como tantos otros medios similares- o el GRAMMA de Miami, que así lo llaman algunos viejos como nosotros en esta peculiarísima ciudad, bastión del sentimiento “Anti – lo que venga”…

Supongo que no entenderías que a mi, que he vivido buena parte de mi vida en el Sur, un medio como “FOX News” me recuerde a la Cadena Venezolana de TV, Canal 8, de Caracas, el canal “oficial” del estado venezolano y del gobierno de Maduro. Pero para mi no hay diferencia alguna entre un Sean Hannity y el conductor de la Mesa Redonda de la TV cubana. E piu… Como defiende sin rubor cada una de las tonterías que dice o hace nuestro IN-Maduro en Jefe, los “Anti” de este mundo (manipulados por un Viva Cuba –y Venezuela- Libre, infalible recurso entre esas huestes “Anti – lo que venga” de Miami), junto con muchos "baby-boomers" aterrados por los cambios inevitables que enfrenta esta gran nación, han elevado a Hannity -que rima pero no pega con Sanity- a las alturas de apóstol del buen periodismo, la credibilidad, y la libertad de expresión.

Pero un tema mas interesante todavía es el que surge de tu frase “la democracia es participación”… A veces me parece que tu concepción de la democracia participativa es distinta a la mía. Para no poner palabras en tu boca, te digo cual es (o no es), la mía: para mi la democracia participativa es mucho mas que una democracia representativa con altos índices de participación ciudadana…

Pero ese es un tema TAN interesante, sobre todo en un sitio-web como este, que merece otra entrada: queda pendiente…

Con el abrazo y el afecto de SIEMPRE!