Reply: Las Políticas de Sanciones y Aranceles.

Las Políticas de Sanciones y Aranceles.


-Como muchas otras tantas personas me pregunto, si es necesario enrarecer y complicar las relaciones internacionales en la forma como hoy se hace. Cuántas gentes además se preocupan, hacia donde nos conducen las actuales políticas de sancionar a otros países, o las prácticas de aranceles a otros tantos y originar cruentas guerras comerciales.

-Al parecer no son políticas convenientes y además efectivas para estos tiempos, lo que nos lleva a pensar el mundo actual, en lugar de avanzar civilizadamente, se encuentra cada vez más insensible, contradictorio, en circunstancias de retroceso, crisis, o aproximándose, peligrosamente a un conflicto de naturaleza militar que nadie quiere.
No es consecuente que gobierno alguno, en las circunstancias del mundo en que vivimos, se oriente a enrarecer aún más las relaciones internacionales. -Se ha puesto de moda sancionar a países, cuando estos poseen visiones políticas diferentes a los de la administración norteamericana, o también para “protegerse” de competidores económicos/comerciales.

-La pregunta sería si esas deben ser las prácticas políticas prevalecientes en la actual sociedad contemporánea, o en cambio debieran fortalecerse los procedimientos del dialogo, las negociaciones y la cooperación; evitando así supuestos antagonismos en política o economía, entre países o internacionalmente

-Desde una perspectiva objetiva y contemporánea, no parece sean tiempos como los de otras épocas, para intimidar y menos acudir a sanciones contra otras naciones.

-Las sanciones económicas que se promueven, dadas las respuestas se le otorgan por los sancionados, probablemente no se encuentren evaluadas de manera rigurosa, ya que además de originar innecesarias tensiones políticas internacionales, todo indica, sean relativamente inútiles o hasta contraproducente.

-Con la aplicación de sanciones a este o a otro país, de hecho, quien así procede; se convierte en arbitro y verdugo, que juzga y penaliza a cualquier nación que considere.
Sin embargo, no es papel asignado por la comunidad internacional de naciones, por lo que en política ello es mal visto, resultándole contraproducente al sancionador. Más si se toma en cuenta que tales sanciones, enturbian y/o calientan sobre manera, las sensibles y complejas relaciones internacionales.

-Ingenuo sería desconocer que el mundo actual es muy amplio y diverso, donde existen numerosas nacionalidades, intereses y disimiles economías, proliferan los procesos productivas-comerciales y financieros, se cuenta con inconmensurables mercados y existe un enorme comercio mundial de productos y servicios.

¿Acaso entonces las medidas de sanciones, que con frecuencia se toman, colocan realmente en aprietos o críticas situaciones económicas a los sancionados? -
Pretender mostrar poderío con la aplicación de sanciones, sabiendo le ripostarán con la debida fuerza, no parece ser una política perspicaz e inteligente, menos coherente para las necesidades imperiosas de estos tiempos. -

-No perder de vista que nos encontramos actuando en un mundo cada vez más pluripolar y además, donde ningún país por poderoso sea, se encuentra en posibilidades de ser plenamente autosuficiente.
Todas las naciones, en mayor o menor medida se necesitan (unas más que otras), pero todas se requieren para complementar sus necesidades de vida y desarrollo.

-Por ello las preguntas serían.
¿Se justifican en realidad las políticas de sanciones? ¿Se valoran objetivamente los impactos o consecuencias a los países sancionados?
¿Paga algún precio el sancionador, sobre todo en su imagen política?
¿Es imprescindible enrarecer el ambiente político internacional con dichas acciones? ¿Acaso algún país se niega al dialogo y las negociaciones?

-No considero el caso cubano y lo excluyo, aunque no deja de ser un significativo antecedente; porque como se conoce, posee otra naturaleza, dimensión o carácter; al tratarse de un bloqueo total, económico, comercial y financiero, con pretensiones de asfixia económica al país y por tanto muy dañino. Sanción de larga data, que histórica y contemporáneamente ha sido condenado por injusto y arbitrario, por la comunidad mundial de naciones. -Considero en estas líneas los casos de las recientes prácticas de sanciones, conocidas por los medios, casos de Rusia, China, Irán, Corea del Norte, Venezuela, Nicaragua u otras naciones.

-Al análisis de las sanciones que se vienen estableciendo agregaría, la política proteccionista de la actual administración estadounidense y sus medidas arancelarias, que se hallan quebrando las ideas del libre comercio y desencadenando una guerra comercial, donde no se avizoran ganadores y si muchos perdedores.

-Los aranceles establecidos por la administración estadounidense, se han visto reciprocados por los países lesionados, al no disponerse a verse afectados. Sin ingenuidad o utopía me pregunto, sino fuera más conveniente a todos los implicados en conflictos políticos o económicos, todas las naciones en general, proceder con mayor realismo, racionalidad, tolerancia e inteligencia; disponiéndose a ampliar y profundizar conversaciones, alcanzando beneficios recíprocos en las negociaciones y buscar acomodos de cualquier naturaleza entre las partes.

-Las conflictos comerciales no son solo con Rusia y China, potencias le compiten a EU; sino lo paradójico e insensato resulta ser, que también son con países identificados a EU, como Canadá, México, Japón, o los integrantes de la Unión Europea; cuestión esta que de mantenerse o no corregirse a tiempo, puede llegar a quebrar viejas alianzas y se proyecten nuevas conformaciones de intereses geopolíticos mundiales.

¿Qué sucederá en el corto o mediano plazo en las relaciones políticas o comerciales internacionales, acaso las sanciones desplazarán las prácticas diplomáticas, el libre comercio sucumbirá ante los proteccionismos comerciales, la globalización neoliberal ante los nacionalismos, o se impondrán las guerras comerciales sobre los añejados procedimientos comerciales de mutua conveniencia?

-Es difícil comprender y menos justificar, la utilización de sanciones económicas y comerciales hoy contra cualquier nación, porque al fondo del asunto los afectados serán los pueblos, cuando se sabe difícilmente logren rendir o cambiar de brújula a gobierno alguno con dichos métodos.

-En la opinión pública internacional las sanciones se perciben como actos arrogantes, exagerados, innecesarios, arbitrarios e injustos; propiciándole al sancionador una imagen negativa, al utilizar prácticas ajenas a las mejores, o más convenientes formas de la convivencia civilizada y fraternal, a regir en las relaciones entre países y pueblos.

-Son tiempos para no alentar confrontaciones, más bien estimular los diálogos y negociaciones, buscando acuerdos y coincidencias.
Es necesario hallar caminos de mayor cooperación y apoyo entre los países, porque el mundo actual es inseguro, la propia vida humana y el medio ambiente son muy vulnerables.

-Es por consiguiente necesario para las generaciones actuales y sobre todo futuras, alcanzar mayor seguridad y bienestar, garantizando la difícil sostenibilidad del desarrollo; porque como alertan los científicos ambientales, de lo contrario el futuro de la civilización humana y la misma preservación del planeta, estarían corriendo significativos riesgos de desaparecer.