Reply: Ëpoca de contradicciones y errados criterios civilizadores.

COINCIDO CON DON EUGENIO EN SU ARTICULO.-- EL SOCIALISMO,, EN TODAS SUS VARIANTES,, HA ENGENDRADO ESTA EPOCA DE CONTRADICCIONES Y ERRADOS CRITERIOS CIVILIZADORES.

Época de contradicciones y errados criterios civilizadores.
-Es indudable transitamos por tiempos complejos y difíciles, muchas personas aprecian la situación como insegura e inestable, otras la ven como desequilibrada social y económicamente y no faltan, las que se sienten angustiadas o inquietas por los problemas ambientales y circunstancias internacionales que acontecen.

-Es época cargada de contradicciones y errados criterios civilizadores; cuando a diario aparece el deterioro ecológico, corrosivos desequilibrios económicos y sociales, o variados conflictos político/militares, domésticos e internacionales.
Sin embargo a pesar de tales preocupaciones contemporáneas, hay segmentos sociales, casi siempre ubicados o cercanos a las elites ciudadanas, que no sienten tales inquietudes ni se preocupan por ellas; valorando como natural, inevitable, o necesario lo que se desarrolla o sucede.

-Hábilmente disimulada por las elites del poder, se enmascaran o edulcoran las causas verdaderas de las contradicciones económico/sociales (aunque sea imposible desconocerlas por las enormes diferencias existentes, entre las riquezas de pocos y la pobreza de muchos). Situación originada de un modelo de producción y consumo o una estructura económica, que desata, inevitablemente, las desigualdades sociales.

-Comprensible son las angustias de muchos y los calificativos le otorgan a la época que les ha tocado vivir; sin embargo tiempo atrás parecía que la contemporaneidad con sus descubrimientos y alentadores avances científicos-tecnológicos, se encargaría de hacer desaparecer los abismales problemas económicos y sociales existentes.

-Con más deseos que realismo se llegó a creer que a partir de la segunda mitad del siglo XX, los descubrimientos científico/tecnológicos y los incrementos en la producción y productividad, posibilitarían vivir en un mundo más equitativo u armonioso; caracterizado por mayor abundancia de bienes y una racional distribución de las riquezas; donde los seres humanos vivirían mejor y en mayor paz y felicidad.
El paso de los años hizo desaparecer la utópica percepción, surgida más de deseos justicieros o altruistas que del análisis científico u objetivo de la realidad contemporánea y el conocimiento histórico.

-Los que por razones de edad, presencia en convulsas épocas revolucionarias, o acontecimientos político/sociales de significación, poseen modestas pero no sub estimables experiencias, cuando visualizan lo que ocurre en otros contextos y aprecian circunstancias parecidas o peores a las vividas; rememoran experiencias y comentan, que cuando se cierran los causes político/económicos, se exacerban crisis en las economías y aumentan las desigualdades, pueden surgir situaciones de violencia político-social, que dispondrán de posibilidades aún en las más adversas circunstancias, de originar procesos de cambios sociales.

-Es necesario valorar que en la sociedad participan miles, millones de personas, que ostentan diferencias raciales, de edad, sexo, territorios, ocupaciones, educación, cultura o niveles socioeconómico; igual de idiosincrasias, hábitos y costumbres, demostrando en su diversidad diferentes niveles y aspiraciones de vida.

-No puede obviarse que los gobiernos se originaron desde épocas remotas, pero para ordenar, reglamentar, disciplinar, proteger o contribuir al desarrollo de las sociedades; surgiendo cómo elementos de coerción y autoridad, aunque por lo general orientados a garantizar la paz, establecer normas y defender los supuestos intereses de las mayorías.

-Las diferencias sociales han estado presente a lo largo de la historia; tampoco es posible negar que en general, los gobiernos o fuerzas políticas se inclinaron al lado de los intereses de los poderosos.

-Pero cuando en la sociedad lo inadecuado e injusto, las desigualdades, la corrupción, el crimen o el engaño se expanden y predominan sobre los mejores valores humanos; aparecen peligros al modelo u orden establecido, porque las necesidades de justicia y honradez se transforman en prioridades sociales, que una vez logran organizarse (dadas determinadas circunstancias), posibilitan desatar luchas intensas o propósitos de cambios radicales.

-Entonces los diseños del poder que hasta entonces mantienen el orden o el estatus existente en la sociedad; comienzan a debilitarse, a ceder, a dar muestras de impotencia para mantener el control social o los acontecimientos que se desarrollan.
El orden y jerarquías que hasta ese momento mantiene la sociedad, comienza su descomposición o desaparece, porque en la vida humana hay límites para todo.
La paciencia o resistencia de las personas llegan hasta un punto y se agota, porque estamos condicionados por razones materiales de vida u otras subjetivas.

-Pero cuando los desequilibrios sociales y económicos llegan al extremo, cuando se cierran los causes políticos, o se reducen las libertades y democracia; se reprime con violencia o predomina la corrupción, la violencia o el crimen organizado. Todo ello influye para hacer surgir nuevas formas de lucha y arribar a procesos sociales de cambios.

-En esas circunstancias alienta la exclusión social, la falta de empleo o las injustas remuneraciones, además cuando crece la pobreza, abunda el analfabetismo, la insalubridad y barrios marginales, cuando los más se ven desamparados, desatendidos o sin preocupación hacia ellos; surge el espíritu de inconformidad o el malestar político.
La pradera está seca, sólo falta la chispa para que se prenda el fuego.

-En países de América Latina (aunque en unos más que en otros), hay que atender los problemas de la pobreza, la atención y desarrollo del campo, las necesidades de alimentación, educación, salud, cuestiones de corrupción y seguridad ciudadana; de lo contrario en algún momento se correrán los riegos señalados.

-Cuando por razones de insatisfacción o peligro en que se desenvuelven las personas, se rebasan los límites permisibles; surgen sentimientos de rebeldía u otros de impaciencia, desespero, inconformidad o ira, al canalizarse estos políticamente, pueden transformar la situación social prevaleciente. -De originarse intensas luchas ciudadanas, tras el objetivo de eliminar las situaciones que afectan a considerable parte de la sociedad, si estas son exitosas, las instituciones e ideas dominantes hasta ese momento se ven como arbitrarias u obsoletas, incapaces o responsables por no haber atendido las soluciones necesarias.

-Al crecer y generalizarse tales sentimientos y traspasar el umbral de lo individual hacia lo colectivo; al surgir nuevas formas de organización política-social, aparecen condiciones para otras formas de lucha (que de tener éxito), crean condiciones para transitar hacia nuevos rumbos, aunque estos sean desconocidos. Entonces la situación del país puede ser otra o muy diferente a la que se deja atrás.