Se ha revelado que la fabricación de cada moneda de 1¢ cuesta 7 centavos y la fabricación de cada "nickel" o 5¢ cuesta 12 centavos. El gobierno pierde dinero en su producción y, por lo tanto, todos los contribuyentes perdemos dinero en el gasto público que esa disparidad representa. Además, debido a la depreciación del poder adquisitivo del dinero, con estas monedas no se puede comprar absolutamente nada. Sólo su acumulación o su combinación con otras monedas da un valor suficiente para una compra o un pago.
La devaluación del poder adquisitivo del dólar equivale a 4 centavos del valor que tenía hace 100 años. Esto da lugar a que el gasto de producir monedas e incluso billetes de uno o dos dólares resulte demasiado alto para que el valor que se les da como moneda corriente sea el adecuado para que sea costeable.
Esta situación se resuelve en otros países emitiendo moneda nueva con un valor reajustado que justifique su poder adquisitivo. Los objetivos son: Estabilizar la moneda frente a la inflación acumulada; facilitar transacciones con una moneda recalibrada; atraer inversiones extranjeras que buscan estabilidad; y abordar los desafíos económicos inmediatos.
La nueva moneda puede ser emitida con un nombre y una apariencia distintiva que le permita circular con la moneda que ha de reemplazarse gradualmente a medida que llega al sistema bancario. Con una nueva moneda claramente identificable, los usuarios saben que la nueva moneda equivale a un valor múltiple de la antigua y la transición procede sin contratiempos.
Hoy día un billete de $100 tiene un pobre poder adquisitivo de $4 comparado con su valor de hace 100 años. Y un billete de $10 apenas corresponde a 40¢ de hace un siglo. Por lo tanto, hacen falta 25 veces más más billetes y monedas para mantener un nivel de vida semejante al de 1925. Esto quiere decir que un proceso de redenominación de, por lo menos, 10 a 1, facilitará considerablemente las operaciones bancarias y financieras, así como los cálculos del presupuesto familiar. Es hora de reconocer las deficiencias de la moneda circulante para reajustar el dólar a su realidad actual.
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