Iván Acosta ha sido miembro del Equipo Gestor y un colaborador y donante del esfuerzo que realizamos desde estas páginas de nuestra revista digital casi desde el comienzo de esta gesta democrática. Nos enorgullecen sus triunfos y la calidad de su arte, en particular en el ámbito cinematográfico. Gloria Chávez Vázques reconoce su aporte a la cultura en este reportaje publicado en El Quindiano. |
La vida cultural de Iván Acosta en Nueva York
- Iván ha escrito 16 obras teatrales, tres de ellas llevadas al cine: El Súper, Amigos, y Rosa y el ajusticiador del Canalla. Entre otros aportes destacados a la cultura, Iván estrenó Detrás de mis ojos, el documental sobre el ataque terrorista a las torres gemelas filmado desde su balcón en el piso 42 del Manhattan Plaza.
La cultura iberoamericana en las grandes urbes de los Estados Unidos se ha desarrollado en los últimos 50 años gracias a la contribución desinteresada de escritores, actores, dramaturgos, productores, técnicos, comentaristas de la prensa hablada y escrita y el público que con su interés, amor y energía mantienen vivas las diferentes manifestaciones del arte.
Iván Acosta ha sido uno de los impulsores y guardianes claves de esa cultura, no solo con sus talentos como escritor, productor y director de cine y de teatro, sino por su habilidad de galvanizar a toda una comunidad alrededor del teatro y de la música.
Lo conocí en un gran momento, cuando Iván dirigía el Centro Cultural Cubano en Nueva York. Tuve la fortuna de verlo trabajar cuando participé en los festivales de poesía y en sus producciones teatrales. La grata experiencia me contagió del amor y entusiasmo, tan tradicional en los cubanos, por las artes. Iván era el maestro ideal. Un ser humano sencillo, encantador, de nobleza extraordinaria, que podía crear y sabia escuchar.
Iván Acosta nació en Santiago de Cuba. de padres trabajadores y amantes de la música. Lleva los genes de una abuela francesa y un abuelo catalán. Comenzaba su adolescencia cuando llegó la revolución. La vida de la isla y sus habitantes cambió en un instante: de la alegría y la música a la tragedia y el dolor.
El destino de Iván y su familia también se tornó incierto. Durante la invasión a Bahía de Cochinos (1961) más de 150.000 personas fueron arrestadas por decreto de Fidel, el Che y los comandantes, para evitar que se unieran a la lucha por la libertad. Iván tenía 15 años cuando entraron al restaurante donde trabajaba como cajero y se llevaron a todos los empleados presos, incluyéndolo a él. Junto con 6.000 hombres, el adolescente fue a dar a las mazmorras de El Morro.
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