En términos generales, España no suele merecer una especial atención en los medios de comunicación internacionales. No faltan razones para esa circunstancia. Aunque parte de la OTAN y de la Unión Europea, España no es uno de los miembros más importantes ni destacados. Podría mantener una proyección mayor en Hispanoamérica, pero, en términos generales, esa presencia no ha sido potenciada por gobiernos tanto de izquierdas como de derechas más atentos a no molestar al Coloso del norte y a respaldar las operaciones, no siempre ejemplares, de los empresarios españoles. A decir verdad, España suele ser noticia o bien en relación con el fútbol o en conexión con algún evento cultural o por la vida de la familia real. Precisamente por esa falta de repercusión, llama poderosamente la atención la manera en que se ha visto situada bajo el foco en las últimas semanas y no precisamente bajo una luz positiva. En este artículo, intentaré explicar las razones mediatas de esa atención y también apuntar a cómo el sistema político está experimentando una mutación que lo asemeja de manera creciente – y desdichada – al sistema chavista. En entregas sucesivas, espero mostrar la manera en que ese desarrollo está ya afectando a la libertad de expresión y de prensa, a la independencia de la administración de justicia y al tráfico de drogas internacional. Pero empecemos por los antecedentes de la situación actual.
Hace unos días, el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez provocaba una sorpresa internacional al anunciar que se retiraba durante cinco días para decidir si permanecía o no al frente del ejecutivo. La medida era desusada porque lo habitual es que alguien dimita o no, pero no lo es que para adoptar una decisión se retire cinco días a meditar. Algunos – como el autor de estas páginas – anunciamos que Sánchez no se marcharía y nos basamos para afirmarlo, entre otras cosas, en el precedente de Felipe González que voy a rememorar brevemente.
Corría el año 1979, y más concretamente el mes de marzo, cuando en España se celebraron elecciones generales. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) resultó la segunda fuerza política más votada, con casi cinco millones y medio de votos. Además, fue la segunda fuerza y la primera de izquierdas más representada en el parlamento, con un total de 121 escaños. Semejante resultado rayaba lo prodigioso porque el PSOE había sido casi inexistente durante el franquismo – a diferencia, por ejemplo, del PCE – y se había formado casi de la nada a la muerte de Franco. Apenas dos meses después, en mayo, el PSOE celebró su XXVIII congreso. El que entonces era secretario general del partido, Felipe González, estaba decidido a reconducir la marcha del PSOE en la dirección que le marcaban desde el extranjero focos de poder como la fundación Rockefeller, la masonería o la internacional socialista. Fue así como insistió en abandonar la línea histórica del PSOE y adaptarse a otra semejante a la de SPD alemán. Al negarse el congreso del partido – todavía muy marxista - a alinearse con Felipe González, éste presentó la dimisión y se marchó a su casa. A la mañana siguiente, muy temprano, una treintena de dirigentes del PSOE y de la Unión General de Trabajadores (UGT), el sindicato socialista, fueron convocados a una reunión de la que debía salir una comisión ejecutiva alternativa a Felipe González. En aquella reunión, después de que hizo acto de presencia Felipe González que había regresado al congreso del PSOE, el profesor Enrique Tierno Galván, presidente de honor del PSOE, informó de una llamada telefónica procedente de la embajada de Estados Unidos en España que le había informado del peligro de un golpe de estado militar si del congreso salía una ejecutiva escorada a la izquierda encabezada por él. De manera bien reveladora, en la reunión de los dirigentes socialistas se hallaban presentes los agregados laborales de las embajadas de Estados Unidos y Alemania así como el director de la Fundación Ebert que no desmintieron lo informado por Tierno Galván.
Entre aquel XXVIII congreso y el congreso extraordinario de 22 de septiembre del mismo año, Felipe González desencadenó una campaña encaminada a controlar totalmente el partido. Así, se cambió radicalmente el sistema de representación suprimiendo el derecho de voto por agrupaciones locales sustituyéndolo por un único voto que representaba a una única delegación por provincia. La democracia interna desaparecía del PSOE a la vez que se perseguían las tendencias organizadas que discreparan de la dirección y también las corrientes de opinión. Para colmo, durante el verano aparecieron sin que nadie supiera de donde cerca de cincuenta mil militantes “recuperados”. Aquel trabajo fue llevado a cabo por una gestora formada por cinco miembros de los que tres – José Federico de Carvajal, Carmen García Bloise y José Prat – pertenecían a la masonería que apoyaba el cambio de rumbo. De forma bien reveladora, el congreso extraordinario comenzó con 421 delegados, es decir, 599 delegados menos que el congreso anterior. También de manera bien reveladora cambiaron los porcentajes de los delegados. Los asalariados pasaron del 16 al 7.5 por ciento. Los estudiantes del 5,4 al 1,9. Los empleados de oficina del 14,3 al 7,4. Sin embargo, los funcionarios pasaron del 13 al 22,6 por ciento y los profesionales y técnicos del 24 al 31 por ciento. Lejos de proceder de las bases del partido, los delegados llegaban encuadrados en unas representaciones provinciales o regionales sometidas a disciplina y con un portavoz al frente con voz y voto. Como era de esperar, Felipe González fue elegido secretario general del PSOE con el 100 por cien de los votos y con él una ejecutiva totalmente felipista. Se suprimió la presidencia de honor que ostentaba Tierno Galván, se nombró vicesecretario general a Alfonso Guerra que se ocuparía de controlar el partido con disciplina de hierro y se formó una nueva ejecutiva de 25 miembros en la que se encontraba, por ejemplo, José Ángel Fernández Villa que había sido un topo de los servicios secretos de Franco dentro del PSOE. Los socialistas históricos desaparecieron. Luis Gómez Llorente abandonó la actividad política. Pablo Castellano, uno de los pocos socialistas de la época de Franco, se sumió en el silencio y otros socialistas, como Luis Alonso Novo, el militante más activo del PSOE y antiguo hombre de confianza de Felipe González, fueron expulsados o se marcharon. Felipe González, tras su dimisión, se había convertido en el amo absoluto del PSOE y lo seguiría siendo hasta mediados de la década de los 90. Todo había sucedido de acuerdo al plan, pero, como ahora con Sánchez, el punto de partida era el amago de marcha del jefe. ¿Cómo se había llegado a ese punto?
La corrupción constituye desde hace décadas uno de los problemas más serios de la política y de la economía españolas. Ausente prácticamente durante los primeros años de la Transición, comenzó a hacer su entrada tras las primeras elecciones municipales en las que la coalición de socialistas y comunistas colocó la mayoría de los ayuntamientos en manos de la izquierda. La política intervencionista de los ayuntamientos y la posibilidad de gastar sin control derivaron no sin dificultad en una corrupción extensa y, prácticamente, generalizada.
La etapa de gobierno de Felipe González – casi década y media – estuvo caracterizada por una inmensa corrupción con réplicas aún peores en el nacionalismo catalán capitaneado entonces por Jordi Pujol. El período de gobierno de José María Aznar significó una cierta contención – no la desaparición – de la corrupción que emergió con enorme vigor durante los mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero que además establecería una conexión bien significativa con el régimen de Chaves en Venezuela. La situación no mejoró – en realidad, empeoró – con Mariano Rajoy que se vio obligado a dimitir envuelto en una trama de corrupción, corrupción que recibiría un nuevo impulso con la llegada a la presidencia del gobierno de Pedro Sánchez.
Sería demasiado prolijo detallar todos los casos de corrupción relacionados con Sánchez, pero al menos un repaso somero de algunos resulta indispensable para comprender la situación de España.
A la no entrada en prisión de los condenados socialistas por el proceso de los EREs - el mayor caso de corrupción de la Historia del sistema constitucional español y que incluye entre los máximos responsables a dos presidentes de Andalucía - se han ido sumando otros casos escandalosos como los del tito Berni, que celebraba con droga y prostitutas los acuerdos de corrupción, de Ábalos – antiguo ministro que declaró ante una comisión del senado hace unas horas - o de Koldo García que labró jugosas fortunas gracias al material médico relacionado con la crisis del covid.
Ese océano de crecientes revelaciones que se han ido acumulando en los últimos meses parecieron llegar a un punto máximo cuando se publicaron informaciones sobre una presunta corrupción continuada que afectaba a Begoña Gómez, esposa del presidente del gobierno. Cuando todavía está en el aire si Begoña Gómez será procesada o no, lo cierto es que resulta innegable que la presidencia del Gobierno y la Oficina Económica de Moncloa con el propio Pedro Sánchez a la cabeza, trece Ministerios y once empresas públicas han promovido la carrera y negocios de Begoña Gómez desde 2018. La esposa del presidente del gobierno también ha recibido este apoyo institucional de la Organización Mundial del Turismo (OMT), agencia de la ONU con sede en Madrid con la que colabora el Gobierno español, y la Universidad Complutense de Madrid (UCM). A ello hay que añadir la intervención de empresas públicas de la SEPI en eventos de promoción de la mujer del presidente del Gobierno, entidad pública de Hacienda que respaldó a los promotores directos de Begoña Gómez. Además se le facilitó el contacto profesional con corporaciones de Derecho público como la Cámara de Comercio de España y bancos multilaterales públicos en los que España es accionista como el BID. Los casos son, pues, numerosísimos.
El 15 de marzo de 2023, por ejemplo, Begoña Gómez, directora de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva de la UCM, llegó a presidir un acto del Gobierno y a recibir a una asociación de ejecutivas, Woman Action Sustainability (WAS), de la que ella misma es socia y en la que tenía un cargo, responsable del Grupo de Transformación Social.
Existe huella digital de varios eventos de WAS Women Action Sustainability en los que ha participado Begoña Gómez junto con distintas empresas y ministerios, en los que se han promovido líneas de negocio relacionadas con el sector textil, con la alimentación y con el mundo rural, y que han contado con apoyo de empresas públicas. A principios de año se preparaba otro sobre el sector turístico. WAS, con la que colabora EFE, realiza además labores de consultoría para las empresas que Begoña Gómez ha presentado.
Por añadidura, el 18 de septiembre de 2021, Begoña Gómez intervino en una mesa redonda celebrada "en el marco del MOMAD, el escaparate comercial para la presentación de nuevas colecciones, nuevos conceptos de marca y retail", que tuvo lugar en Ifema. En calidad de "directora de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva de la UCM y responsable del Grupo de Transformación Social en Women Action Sustainability (WAS)". Correos patrocinó el evento, en el que se codeó con varias empresas.
El 17 de mayo de 2022, Gómez fue entrevistada en el Food 4 Future World Summit celebrado en Bilbao de nuevo promocionado a WAS. Food 4 Future, es un lobby del sector alimentario español que patrocinan el Ministerio de Agricultura, el ICEX y el Gobierno vasco. La mujer del presidente del Gobierno también intervino en el evento de 2023 el pasado 16 de mayo.
El 26 de enero de 2024 Begoña Gómez anunciaba que WAS y KPMG "estamos haciendo un tercer informe sobre el sector turístico".
La esposa del presidente del gobierno ha intervenido en más eventos que han contado con la presencia de Pedro Sánchez y de las más altas instituciones del Estado. Así, el 1 de julio de 2021 Sánchez inauguró en Madrid el IV Congreso de CEAPI, que clausuró el Rey, y en el que participaron la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera, y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, presidentes de multinacionales, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, el presidente de la Cámara de Comercio de España, Josep Lluís Bonet. También apoyaron el evento Alberto Durán, vicepresidente primero del Grupo Social ONCE; Teresa López, presidenta de Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur), Juan Manuel Serrano, presidente de Correos, Cofides y Red Eléctrica. La esposa del presidente del Gobierno intervino como "directora de la Cátedra extraordinaria de Transformación Social Competitiva de la UCM" en una mesa redonda y en una charla con Pablo Isla, entonces presidente de Inditex.
La siguiente edición del Congreso CEAPI tuvo lugar en República Dominicana, una nación a la que viajan con profusión los políticos españoles y de la que han obtenido la nacionalidad personajes como Felipe González o José Bono. Al bello país viajó Begoña Gómez entre el 31 de mayo y el 4 de junio de 2022, y además de por multinacionales, estuvo apoyada por el entonces presidente de Hispasat y ahora ministro de Industria Jordi Hereu.
De manera aún más escandalosa, la empresa pública Enisa patrocinó un evento de Carlos Barrabés, que diseñó en 2020 la Cátedra de la UCM que codirige Begoña Gómez, en el que intervino la mujer de Pedro Sánchez. Enisa sufragó las jornadas Mañana empieza hoy de Carlos Barrabés en Ifema en 2019, 2020 y 2021.
El 12 de junio de 2019 Begoña Gómez las inauguró "como experta del sector" de innovación social y sostenibilidad. El evento tuvo lugar el 12, 13 y 14 de junio y el contrato de Enisa con Barrabés ascendió a 80.000 euros, lo que eleva el montante de este patrocinio público a 200.000 euros en estos tres años. El 8 de agosto de 2018 el IE había fichado a Begoña Gómez, esposa del presidente del gobierno, para dirigir el Africa Center creado ad hoc.
Especialmente favorecido por esa cercanía a la esposa del presidente del gobierno, el citado Barrabés diseñó en 2020 la Cátedra en la UCM -hasta entonces Máster- que Begoña Gómez codirige y ese año recibió un contrato público de Red.es, ente adscrito al Ministerio de Economía, de siete millones de euros tras concurrir una UTE de la que formaba parte a una licitación celebrada entre 2020 y 2021 con una carta de recomendación de la mujer de Pedro Sánchez.
En total, en paralelo a sus relaciones con Begoña Gómez, el grupo de Barrabés ha recibido 18 millones de euros en adjudicaciones y cuatro millones en créditos ICO entre 2020 y 2023, cuando antes de 2018 su relación con el Sector Público era prácticamente inexistente.
El 22 de enero de 2021, en esta misma línea de cercanía, Pedro Sánchez alabó a Barrabés y sus empresas en una presentación de Plan de Recuperación en Zaragoza retransmitida y transcrita por la Secretaría de Estado de Comunicación. Los tratos de Barrabés con los Ministerios de Industria, Economía y Educación son habituales desde 2019 y ha recibido un contrato del Ministerio de Trabajo.
En junio y julio de 2020, Begoña Gómez también se reunió con Javier Hidalgo, entonces CEO de Globalia. En ese momento, Víctor de Aldama, comisionista de la trama Koldo a sueldo de Globalia, negociaba en el Ministerio de Transportes el rescate de Air Europa por la SEPI, según muestra el sumario de la trama. Ambos empresarios solicitaron a Begoña Gómez ayuda para desbloquear el veto de la Agencia Española del Medicamento, dependiente del Ministerio de Sanidad, que exigía el cierre de la empresa en 2019 por ofrecer servicios ilegales en España.
La esposa del presidente del Gobierno también ha mantenido una estrecha relación con el ministerio de Transición Ecológica, que aprobó unas ayudas de 96.397 euros a la Plataforma G-100 que recibió el Hueco Labs SL, la sociedad que la controla. De manera bien reveladora, Begoña Gómez sigue formando parte de Plataforma G-100 y la presentación de su proyecto Aprendizaje comunidad, fue organizada por el CSIC, dependiente del Ministerio de Ciencia, el 20 de abril de 2023 en el Jardín Botánico de Madrid.
El 20 de febrero de 2020 Gómez participó en el segundo Encuentro Estatal de Emprendedores Ruraltivity, organizado por la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur), en Caixafórum. El 24 de enero de 2023, Fademur se adhirió a la Cátedra de Begoña Gómez en la Universidad Complutense de Madrid. En mayo de 2023, la Secretaría de Estado de Derechos Sociales le otorgó una subvención de 253.956 euros.
Por añadidura, el Ministerio de Cultura recomienda en su página web, en el apartado enlaces de interés, la Asociación Española de Fundraising (AEFR), de la que Begoña Gómez es socia.
Finalmente, Begoña Gómez creó el pasado noviembre una sociedad con un nombre y un objeto social similar a la Cátedra que dirige en la Universidad Complutense de Madrid, según muestra el Registro Mercantil. Se llama Transforma TSC y quiere "impulsar y promover la estrategia de transformación social competitiva integrando los objetivos de desarrollo sostenible en las organizaciones, para promover una sociedad más justa y un planeta sostenible". La empresa tiene como socia y administradora única a Begoña Gómez.
Por resumir este enmarañado elenco de episodios se puede decir que Begoña Gómez se reunía con personas y empresas que no habían recibido un céntimo de la administración estatal con anterioridad y, con posterioridad a esos encuentros, a veces de recibir una carta de recomendación firmada por Befoña Gómez, las personas y empresas recibían ríos de dinero público y Begoña Gómez notables contribuciones económicas. Puede que sea casual, naturalmente, pero la situación es tan reiterativa que no puede pasarse por alto ni la administración de justicia evitar una investigación rigurosa.
La publicaciones de estos y más datos por parte de medios como The Objetive, El Debate o Voz populi acabó provocando una denuncia del sindicato Manos limpias para que se investigara a Begoña Gómez entre otras razones por tráfico de influencias.
Como era de esperar, el fiscal – que depende del fiscal general del estado nombrado por el propio gobierno - se opuso a la investigación de Begoña Gómez y a las pocas horas Pedro Sánchez dirigió una carta abierta a los ciudadanos acusando a medios y jueces de acosarlo a él y a su esposa desde perspectivas de derecha y extrema derecha. Pedro Sánchez anunciaba por añadidura que se tomaba cinco días para reflexionar si seguía o no al frente del gobierno.
Mientras distintos medios afirmaban que Sánchez había llegado al final de su carrera política y que detrás podría encontrarse incluso el estado de Israel – una afirmación totalmente novelesca - tanto el programa de radio La Voz como www.cesarvidal.tv como quien ahora escribe estas líneas señalaron que Pedro Sánchez no iba a dimitir y que todo se reducía a una jugada política para fortalecerse en el poder y acosar todavía más a los jueces y a los medios de comunicación.
En paralelo a los cinco días de reflexión de Pedro Sánchez, el PSOE movilizó a sus correas de transmisión llevando a cabo una manifestación de escasa concurrencia ante la sede del PSOE en Madrid, la firma de un manifiesto de periodistas respaldando a Sánchez e incluso una carta del cineasta Pedro Almodóvar en su favor.
Los jueves y viernes de reflexión de Sánchez, la presentadora de La Hora de la 1 emitida por RTVE, Silvia Intxaurrondo – que disfruta de un contrato de más de medio millón de euros al año – llegó a asegurar que "medios digitales publican bulos como catedrales y noticias falsas" sobre Begoña Gómez.
El jueves, la colaboradora del programa Laura Arroyo, periodista de Canal Red y coordinadora de formación de Unidas Podemos, había pedido tomar el Consejo General del Poder Judicial e intervenir medios afirmando que "Son cloacas".
Finalmente, como algunos anunciamos desde el principio, el lunes en que concluían los cinco días, Pedro Sánchez leyó un mensaje sin permitir preguntas en el que anunció que se quedaba. El mensaje de tono lastimero llegaba incluso a apelar al feminismo y dejaba entrever de manera innegable que seguiría ejecutando el programa de la Agenda globalista y también resultaba obvio del contenido del mensaje que iba a utilizar todos los recursos a su alcance para perseguir a los disidentes apelando a una supuesta defensa de la democracia y a un supuesto progreso. El discurso de Sánchez era el pistoletazo de salida para perseguir a periodistas no domesticados, para terminar de controlar la administración de justicia y para caminar hacia un sistema chavista.