He estado pensando… (LXXIX)

Padre Alberto ReyesHe estado pensando en la necesidad de la coherencia entre el hablar y el hacer II  

En “La historia me absolverá”, Fidel se apoya en múltiples autores que han condenado las dictaduras y las tiranías y que defienden el derecho a luchar contra ellas. Ya hemos visto a algunos de estos autores, pero él se apoya en muchos otros.  

Cita a Martín Lutero, que “proclamó que cuando un gobierno degenera en tirano, vulnerando las leyes, los súbditos quedan liberados del deber de obediencia”. Y Melanchton, discípulo de Lutero, “sostiene el derecho de resistencia cuando los gobiernos se convierten en tiranos”.  

Habla del texto Vindiciae contra tyrannos”, donde “se proclama abiertamente que es legítima la resistencia a los gobiernos cuando oprimen al pueblo”.  

Menciona a Juan Milton, que en el 1649 escribe que “el poder político reside en el pueblo, quien puede nombrar y destituir reyes, y tiene el derecho de separar a los tiranos”.   

Cita a Juan Locke, que dice que “cuando se violan los derechos naturales del hombre, el pueblo tiene el derecho y el deber de suprimir o cambiar al gobierno”.  

Critica a Jonathan Boucher y lo llama “reaccionario” porque este afirma que “el derecho a la revolución es una doctrina condenable, derivada de Lucifer, el padre de las rebeliones”.  

Por el contrario, alaba la Declaración de Independencia de los Estados Unidos porque “consagró este derecho” -el derecho a rebelarse- en un “hermoso párrafo” que dice: “Sostenemos como verdades evidentes que todos los hombres nacen iguales; que a todos les confiere su Creador ciertos derechos inalienables entre los cuales se cuentan la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; (…) que siempre que una forma de gobierno tienda a destruir esos fines, al pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios y organice sus poderes en la forma que a su juicio garantice mejor su seguridad y felicidad.”

 Y añade a continuación que “la famosa Declaración Francesa de los Derechos del Hombre legó a las generaciones venideras este principio: ‘Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para éste el más sagrado de los derechos y el más imperioso de los deberes’”.  

Así pues, Fidel condena con energía tanto las dictaduras como las tiranías. ¿Y qué es una dictadura? ¿Qué es una tiranía?  

Dice el diccionario que la dictadura “es la forma de gobierno que se concentra en las manos de una sola persona o de un grupo de personas afines a una ideología o movimiento, los cuales poseen el poder absoluto y controlan los tres poderes del estado: el legislativo, el ejecutivo y el judicial”.  

Dice el diccionario que una tiranía es “una forma de gobierno en la que el poder está concentrado en una sola persona o grupo, y que es ejercido de forma arbitraria e injusta, sin respetar el derecho de los ciudadanos, y utilizando la fuerza para mantenerse en el poder”.   

Si, ni las dictaduras ni las tiranías serán capaces nunca de promover la vida, la libertad y la felicidad de los pueblos. Por eso, no cabe duda, Fidel aboga con tanto ímpetu por el fin de ambas, de las dictaduras y de las tiranías.

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