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Christians' ability to speak biblical truth according to their beliefs is at risk in Finland due to an overly broad hate speech provision in Finnish law. In a stunning case, a Christian member of the Finnish parliament, Päivi Räsänen, has been charged by the Finnish prosecutor general with three counts of "ethnic agitation." Each count relates to Räsänen's respectful expression of her widely-held Christian beliefs.
Paul Coleman, Räsänen's lawyer from Alliance Defending Freedom International said, "The prosecutor began the day by stating that this wasn't a case about Christianity. This wasn't a case about the Bible. This wasn't a case about her beliefs and then immediately started to make it all about the Bible, all about her beliefs, all about Christianity; and I'm not kidding, began the day by reading passages of scripture, reading Old Testament verses." From his vantage point, Coleman said, "There is no question that as you sat in the courtroom today and watched this case unfold, what was on trial is really biblical teaching itself." 
Respect for human rights is paramount and Governments should not be in the business of determining which religious beliefs are considered offensive, or even criminal. For Räsänen, this case is far bigger than herself. It's about the defense of basic human rights, for the Finnish people and people everywhere. She has stated, "I cannot accept that voicing religious beliefs could mean imprisonment. I will defend my right to confess my faith, so that no one else would be deprived of their right to freedom of religion and speech." Lea el texto en español ↓
La capacidad de los cristianos para decir la verdad bíblica según sus creencias corre riesgo en Finlandia debido a una disposición demasiado amplia sobre el delito de incitación al odio en la ley finlandesa. En un caso asombroso, un miembro cristiano del parlamento finlandés, la Sra. Päivi Räsänen, ha sido acusada por el fiscal general finlandés de tres cargos de "agitación étnica". Cada cargo se relaciona con la expresión respetuosa de Räsänen de sus creencias cristianas.
Paul Coleman, abogado de Räsänen, miembro de Alliance Defending Freedom International, dijo: "El fiscal comenzó el día afirmando que este no era un caso sobre el Cristianismo. Este no era un caso sobre la Biblia. Este no era un caso sobre sus creencias y luego inmediatamente comenzó a hablar sobre la Biblia, sobre sus creencias, sobre el Cristianismo; y no estoy bromeando, comenzó el día leyendo pasajes de las Escrituras, leyendo versículos del Antiguo Testamento". Desde su punto de vista, Coleman añadió: "No hay duda de que mientras estaba sentado en la sala del tribunal hoy y observaba cómo se desarrollaba este caso, lo que percibía que estaba en juicio era realmente la enseñanza bíblica misma".
El respeto de los derechos humanos es primordial y los gobiernos no deberían ocuparse de determinar qué creencias religiosas se consideran ofensivas o incluso delictivas. Para Räsänen, este caso sobrepasa su propio interés. Se trata de la defensa de los derechos humanos básicos, tanto para el pueblo finlandés como para la gente de todo el mundo. Ella ha declarado: "No puedo aceptar que expresar creencias religiosas pueda significar encarcelamiento. Defenderé mi derecho a confesar mi fe, para que nadie más se vea privado de su derecho a la libertad de religión y expresión".