La peligrosa deriva de conflictos en curso para asegurar agendas controversiales
- Miguel Saludes
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La peligrosa deriva de conflictos en curso para asegurar agendas controversiales
30 Apr 2024 15:42
Un abultado paquete de ayuda a Ucrania
(61 mil millones)
convoyado con sendas asistencias a Israel (26 mil 400 millones) y Taiwán (8 mil cien millones) finalmente fue aprobado en la Cámara del Congreso de Estados Unidos. Tras meses de pugilato entre los que presionaban para dar luz verde a esa nueva sangría financiera, que de alguna manera terminará pesando sobre los hombros del contribuyente norteamericano y los que se negaban a continuar dando oxigeno a un conflicto que se pretende prolongar a toda costa, los primeros ganan la porfía. La alegre demostración con banderitas ucranias enarboladas desde algunos escaños y en la escalinata de acceso al edifico, en pose para la prensa, contrasta en el tiempo con aquella demanda hecha por
39 congresistas demócrata
s en 2019 pidiendo que no se diera asistencia militar a Ucrania y se declarara terrorista al grupo paramilitar Azov. Ahora celebran alegremente la asignación de cuantiosos recursos que servirán para extender una guerra que desangra vidas y pone al mundo al borde de una catástrofe bélica de consecuencias impredecibles. Otra cuestión a la que debían responder estos políticos es acerca de los intereses que ellos deben representar de manera prioritaria, que supuestamente es el de los ciudadanos que les votaron.
Cómo explicar que el resultado de esta puja se definiera después de varios intentos infructuosos, incluso con la inclusión en el mismo cheque de un financiamiento destinado a Israel. Ocurre tras lo que a todas luces ha sido una maniobra de los impulsores del proyecto aprovechando el marco del conflicto en Gaza, fruto del ataque terrorista de Hamas el pasado octubre y la posterior acción militar israelí contra ese territorio. La propuesta que había permanecido estancada por el veto reticente de los que pedían el desglose de los fondos y la separación de sus destinatarios en proyectos individuales, finalmente recibió los votos necesarios para su aprobación. ¿Qué pudo cambiar en el panorama para que esta situación se haya revertido de manera súbita en favor de los halcones de la guerra demócratas y republicanos? La respuesta parece estar en el encadenamiento de una serie de hechos ocurridos al calor de las acciones bélicas conectadas con la escalada militar en terreno gazatí. El sorpresivo bombardeo contra el consulado de Irán en Damasco el 1 de abril, con la consecuente destrucción del edificio y trece fallecidos, entre los que se contaba un alto rango militar iraní, fue el primer paso que allanó el camino de esta inyección de recursos a los que apuestan por continuar la guerra en suelo ucraniano. Destacan algunos detalles en el contexto de esta breve crisis. Por una parte, el silencio de Tel Aviv sobre la acción inicial que le fue atribuida y sobre la cual no han reconocido autoría. En paralelo es notoria la ausencia de condenas por parte de numerosos gobiernos, la mayoría occidentales e incluso en el ámbito de la ONU, para un acto que supone una violación de las normas internacionales vigentes sobre la inmunidad o protección que tienen las sedes diplomáticas y sus instalaciones, independientemente del país o régimen que las ocupe. Cuestión que el gobierno de Teherán argumentó para ordenar su respuesta.
La reacción de Irán se produjo en definitiva con inmediatez anunciada, Eso a pesar de las advertencias por parte de quienes debieron evitar esta situación. Consistió en un masivo ataque con drones y misiles dirigidos contra territorio de Israel en lo que constituyó la primera confrontación directa entre ambos antagonistas. Lo que para muchos analistas no pasó de ser un acto teatral que apenas produjo ligeros daños en su contraparte, llegó de manera convenientemente avisada y con la velocidad de vuelo suficiente como para dar el tiempo a ser interceptado y prevenido en sus efectos, cumpliendo aquel aforismo de que guerra avisada no mata soldados. La contra respuesta del mando judío, también anunciada y con la promesa de ser demoledora, tuvo un formato parecido , desoyendo llamados a la contención y siguiendo las mismas pautas coreográficas del acto que la precedió. Una escena que recuerda el enfrentamiento entre esos guapos de barrio en peleas callejeras en las que abundan insultos y amagos, pero al final los golpes van al vacío y los retos quedan zanjados en la demostración de fuerza sin mayores consecuencias para los contrincantes. Precisamente esta escenificación, peligrosa por lo que de ella podía trascender, sirvió de precedente para la aprobación del desembolso multimillonario sometido durante meses a infructuosos teje manejes parlamentarios en Washington.
En este punto destaca la reacción de aquellos mismos que callaron ante el acto que sirvió de preámbulo a lo que se veía venir, ahora para lanzar advertencias, condenar por adelantado y hasta amenazar a la parte iraní si materializaba la anunciada réplica. Un doble rasero condenatorio en el que una vez más coincidieron posiciones de todos los colores y banderas ideológicas, desde voces neoliberales, socialdemócratas, de derechas, socialistas y verdes desteñidos, llamando a la preservación de la vida humana y la estabilidad mundial, teniendo como paisaje de fondo el horror que transcurre en Gaza. Vale citar las intervenciones del presidente francés Emmnuel Macrón reconociendo que el ataque fue la respuesta “desproporcionada” a la acción israelí contra “una sede diplomática iraní en Damasco". Para el mandatario galo Israel tiene derecho a defenderse para lo cual debería encontrar la forma de hacerlo con proporcionalidad. La mesura recomendada por el mandatario galo resultó increíblemente irresponsable al proponer en sus palabras "bombardeos a intereses militares (iraníes) de forma calibrada para poner fin a esta situación". Por su parte el premier australiano Anthony Albanese omitió en su condena mencionar siquiera el evento que antecedió la peligrosa progresión confrontativa. "Australia seguirá trabajando con la comunidad internacional para aumentar la presión sobre Irán para detener sus acciones desestabilizadoras y evitar que el conflicto se extienda", agregó sin mencionar siquiera la devastación inhumana a la que está siendo sometida la población en la franja de Gaza, víctima de una “respuesta desproporcionada” al ataque terrorista del 7 de octubre que ya pasa de 34 mil muertes, la mayoría personas inocentes, algo que pasó por alto en su declaración el primer ministro australiano.
Desde Berlín unió su voz al corro la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, instando a su homólogo iraní a cesar toda violencia contra Israel y a contribuir a la reducción de las tensiones en Oriente Medio tras el ataque de Teherán. "Una conflagración regional tendría consecuencias incalculables. Millones de mujeres, hombres y niños en Israel, Irán y la región que no pudieron dormir anoche por miedo no quieren una escalada", recalcó en su declaración la ministra verde, preocupada por la jornada nocturna que hizo pasar en vela a “millones”, obviando que en esa misma zona a la que ella le preocupa miles han perdido el sueño por meses y para no pocos el descanso ha pasado a ser el de eternidad. Y no puede pasarse por alto las palabras del secretario general de la ONU, un organismo internacional que denota a pasos agigantados la inutilidad de sus funciones y pronunciamientos. António Guterres convocó una sesión en el Consejo de Seguridad de la organización, que no fue citada por el bombardeo contra la sede diplomática en Siria, para recordar que la ley internacional prohíbe "las acciones de represalia que incluyen el uso de fuerza" en un llamamiento que parecía dirigido tanto a Irán por el ataque en represalia contra Israel, como hacia el país agredido que se reservaba el derecho a responder.
Vale señalar una vez más la manera en que los principales medios de prensa cubrieron este suceso, dando relieve a una noticia en detrimento de la otra, Y no se trata de que no difundieran los hechos en concreto, sino en la forma en que los titulares fueron parcos a la hora de dimensionar el ataque a la sede iraní en Siria mientras abundaron en la respuesta a ese ataque. Hechos que fueron acompañados por otros de parecida naturaleza y no menor gravedad, como el protagonizado por el convoy humanitario de la organización que patrocina el chef José Andrés el mismo día en que ocurrió el bombardeo a la sede diplomática iraní o la intervención violatoria de Ecuador del 5 de abril contra la embajada de México en Quito para sacar por la fuerza a un demandante de refugio político. Aunque parezca que no hay relación entre estos eventos es interesante ver la coincidencia del conjunto de sucesos en fechas muy próximas, siguiendo una extraña sintonía que bien pudiera funcionar a manera de cortina de humo para desviar miradas sobre otros asuntos de la geopolítica internacional más escabrosos, situados no pocos de ellos lejos de la región medio oriental. En ese sentido la jugada de la crisis que involucró momentáneamente a Israel e Irán resultó oportuna e imprescindible para lograr un fin aparentemente ajeno a ese conflicto, resultando la chispa que terminó por convencer a algunos indecisos a que sumaran su voto en favor del controvertido paquete de ayuda dirigido a sostener disimiles conflictos mundiales, principalmente el ucraniano. Un hecho que debe encender alertas sobre el curso del panorama global donde otros intereses en juego pudieran ser tramitados bajo el influjo de situaciones espinosas, forzadas para que de alguna manera sirvan a la consecución de propósitos oscuros, cuya implementación sería imposible lograr sin las argucias de un enmascaramiento o una oportuna incidencia que sirva al desenlace esperado del plan en cuestión. Se me ocurre por ejemplo una situación parecida, o peor, que ayude a incidir en la aplicación de leyes opresivas, implementar agendas determinadas de control imposibles de justificar o procesos electorales en los que ciertos poderes se juegan la continuidad y preponderancia para seguir al frente del mando.
Cómo explicar que el resultado de esta puja se definiera después de varios intentos infructuosos, incluso con la inclusión en el mismo cheque de un financiamiento destinado a Israel. Ocurre tras lo que a todas luces ha sido una maniobra de los impulsores del proyecto aprovechando el marco del conflicto en Gaza, fruto del ataque terrorista de Hamas el pasado octubre y la posterior acción militar israelí contra ese territorio. La propuesta que había permanecido estancada por el veto reticente de los que pedían el desglose de los fondos y la separación de sus destinatarios en proyectos individuales, finalmente recibió los votos necesarios para su aprobación. ¿Qué pudo cambiar en el panorama para que esta situación se haya revertido de manera súbita en favor de los halcones de la guerra demócratas y republicanos? La respuesta parece estar en el encadenamiento de una serie de hechos ocurridos al calor de las acciones bélicas conectadas con la escalada militar en terreno gazatí. El sorpresivo bombardeo contra el consulado de Irán en Damasco el 1 de abril, con la consecuente destrucción del edificio y trece fallecidos, entre los que se contaba un alto rango militar iraní, fue el primer paso que allanó el camino de esta inyección de recursos a los que apuestan por continuar la guerra en suelo ucraniano. Destacan algunos detalles en el contexto de esta breve crisis. Por una parte, el silencio de Tel Aviv sobre la acción inicial que le fue atribuida y sobre la cual no han reconocido autoría. En paralelo es notoria la ausencia de condenas por parte de numerosos gobiernos, la mayoría occidentales e incluso en el ámbito de la ONU, para un acto que supone una violación de las normas internacionales vigentes sobre la inmunidad o protección que tienen las sedes diplomáticas y sus instalaciones, independientemente del país o régimen que las ocupe. Cuestión que el gobierno de Teherán argumentó para ordenar su respuesta.
La reacción de Irán se produjo en definitiva con inmediatez anunciada, Eso a pesar de las advertencias por parte de quienes debieron evitar esta situación. Consistió en un masivo ataque con drones y misiles dirigidos contra territorio de Israel en lo que constituyó la primera confrontación directa entre ambos antagonistas. Lo que para muchos analistas no pasó de ser un acto teatral que apenas produjo ligeros daños en su contraparte, llegó de manera convenientemente avisada y con la velocidad de vuelo suficiente como para dar el tiempo a ser interceptado y prevenido en sus efectos, cumpliendo aquel aforismo de que guerra avisada no mata soldados. La contra respuesta del mando judío, también anunciada y con la promesa de ser demoledora, tuvo un formato parecido , desoyendo llamados a la contención y siguiendo las mismas pautas coreográficas del acto que la precedió. Una escena que recuerda el enfrentamiento entre esos guapos de barrio en peleas callejeras en las que abundan insultos y amagos, pero al final los golpes van al vacío y los retos quedan zanjados en la demostración de fuerza sin mayores consecuencias para los contrincantes. Precisamente esta escenificación, peligrosa por lo que de ella podía trascender, sirvió de precedente para la aprobación del desembolso multimillonario sometido durante meses a infructuosos teje manejes parlamentarios en Washington.
En este punto destaca la reacción de aquellos mismos que callaron ante el acto que sirvió de preámbulo a lo que se veía venir, ahora para lanzar advertencias, condenar por adelantado y hasta amenazar a la parte iraní si materializaba la anunciada réplica. Un doble rasero condenatorio en el que una vez más coincidieron posiciones de todos los colores y banderas ideológicas, desde voces neoliberales, socialdemócratas, de derechas, socialistas y verdes desteñidos, llamando a la preservación de la vida humana y la estabilidad mundial, teniendo como paisaje de fondo el horror que transcurre en Gaza. Vale citar las intervenciones del presidente francés Emmnuel Macrón reconociendo que el ataque fue la respuesta “desproporcionada” a la acción israelí contra “una sede diplomática iraní en Damasco". Para el mandatario galo Israel tiene derecho a defenderse para lo cual debería encontrar la forma de hacerlo con proporcionalidad. La mesura recomendada por el mandatario galo resultó increíblemente irresponsable al proponer en sus palabras "bombardeos a intereses militares (iraníes) de forma calibrada para poner fin a esta situación". Por su parte el premier australiano Anthony Albanese omitió en su condena mencionar siquiera el evento que antecedió la peligrosa progresión confrontativa. "Australia seguirá trabajando con la comunidad internacional para aumentar la presión sobre Irán para detener sus acciones desestabilizadoras y evitar que el conflicto se extienda", agregó sin mencionar siquiera la devastación inhumana a la que está siendo sometida la población en la franja de Gaza, víctima de una “respuesta desproporcionada” al ataque terrorista del 7 de octubre que ya pasa de 34 mil muertes, la mayoría personas inocentes, algo que pasó por alto en su declaración el primer ministro australiano.
Desde Berlín unió su voz al corro la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, instando a su homólogo iraní a cesar toda violencia contra Israel y a contribuir a la reducción de las tensiones en Oriente Medio tras el ataque de Teherán. "Una conflagración regional tendría consecuencias incalculables. Millones de mujeres, hombres y niños en Israel, Irán y la región que no pudieron dormir anoche por miedo no quieren una escalada", recalcó en su declaración la ministra verde, preocupada por la jornada nocturna que hizo pasar en vela a “millones”, obviando que en esa misma zona a la que ella le preocupa miles han perdido el sueño por meses y para no pocos el descanso ha pasado a ser el de eternidad. Y no puede pasarse por alto las palabras del secretario general de la ONU, un organismo internacional que denota a pasos agigantados la inutilidad de sus funciones y pronunciamientos. António Guterres convocó una sesión en el Consejo de Seguridad de la organización, que no fue citada por el bombardeo contra la sede diplomática en Siria, para recordar que la ley internacional prohíbe "las acciones de represalia que incluyen el uso de fuerza" en un llamamiento que parecía dirigido tanto a Irán por el ataque en represalia contra Israel, como hacia el país agredido que se reservaba el derecho a responder.
Vale señalar una vez más la manera en que los principales medios de prensa cubrieron este suceso, dando relieve a una noticia en detrimento de la otra, Y no se trata de que no difundieran los hechos en concreto, sino en la forma en que los titulares fueron parcos a la hora de dimensionar el ataque a la sede iraní en Siria mientras abundaron en la respuesta a ese ataque. Hechos que fueron acompañados por otros de parecida naturaleza y no menor gravedad, como el protagonizado por el convoy humanitario de la organización que patrocina el chef José Andrés el mismo día en que ocurrió el bombardeo a la sede diplomática iraní o la intervención violatoria de Ecuador del 5 de abril contra la embajada de México en Quito para sacar por la fuerza a un demandante de refugio político. Aunque parezca que no hay relación entre estos eventos es interesante ver la coincidencia del conjunto de sucesos en fechas muy próximas, siguiendo una extraña sintonía que bien pudiera funcionar a manera de cortina de humo para desviar miradas sobre otros asuntos de la geopolítica internacional más escabrosos, situados no pocos de ellos lejos de la región medio oriental. En ese sentido la jugada de la crisis que involucró momentáneamente a Israel e Irán resultó oportuna e imprescindible para lograr un fin aparentemente ajeno a ese conflicto, resultando la chispa que terminó por convencer a algunos indecisos a que sumaran su voto en favor del controvertido paquete de ayuda dirigido a sostener disimiles conflictos mundiales, principalmente el ucraniano. Un hecho que debe encender alertas sobre el curso del panorama global donde otros intereses en juego pudieran ser tramitados bajo el influjo de situaciones espinosas, forzadas para que de alguna manera sirvan a la consecución de propósitos oscuros, cuya implementación sería imposible lograr sin las argucias de un enmascaramiento o una oportuna incidencia que sirva al desenlace esperado del plan en cuestión. Se me ocurre por ejemplo una situación parecida, o peor, que ayude a incidir en la aplicación de leyes opresivas, implementar agendas determinadas de control imposibles de justificar o procesos electorales en los que ciertos poderes se juegan la continuidad y preponderancia para seguir al frente del mando.
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Re: La peligrosa deriva de conflictos en curso para asegurar agendas controversiales
02 May 2024 22:18 - 02 May 2024 22:19
Con todo el respeto por un colega que siempre es muy certero y perspicaz en sus opiniones, es importante notar que cuando esos 39 congresistas demócratas que él señala que en 2019 pedían retirar la asistencia militar a Ucrania y declarar terrorista al grupo paramilitar Azov, estaban simplemente en campaña contra el entonces Presidente Donald Trump. Ahora, sencillamnte, respaldan al gobernante de su partido. Luego se dio vuelta a la tortilla, tanto en cuanto a quién está al mando como a las consideraciones morales, ideológicas y/o partidistas.
En cierto modo, lo mismo ha ocurrido con un sector de los congresistas republicanos que entonces respaldaban el apoyo de Trump a Ucrania, pero ahora, por llevarle la contraria al presidente demócrata en un año de campaña electoral, dieron vuelta también a la tortilla y pugnaban ferozmente por retirar la indispensable ayuda militar a Ucrania.
Efectivamente, todos tendremos que pagar el enorme costo de apoyar a Ucrania en esta guerra. Lo importante que hay que tener en cuenta es la alternativa de abandonar a ese país que valientemente lucha por su independencia y soberanía. Los ucranianos miran a occidente y aspiran a sumarse al conglomerado de naciones que practican la democracia. Permitir que los aplaste un dictador expansionista es inmoral y acabaría por costarnos muchos más dólares y lágrimas cuando un Putin envalentonado estime que la parálisis de occidente le permitirá reconstruir un imperio a imagen y semejanza del soviético en Europa oriental.
En cierto modo, lo mismo ha ocurrido con un sector de los congresistas republicanos que entonces respaldaban el apoyo de Trump a Ucrania, pero ahora, por llevarle la contraria al presidente demócrata en un año de campaña electoral, dieron vuelta también a la tortilla y pugnaban ferozmente por retirar la indispensable ayuda militar a Ucrania.
Efectivamente, todos tendremos que pagar el enorme costo de apoyar a Ucrania en esta guerra. Lo importante que hay que tener en cuenta es la alternativa de abandonar a ese país que valientemente lucha por su independencia y soberanía. Los ucranianos miran a occidente y aspiran a sumarse al conglomerado de naciones que practican la democracia. Permitir que los aplaste un dictador expansionista es inmoral y acabaría por costarnos muchos más dólares y lágrimas cuando un Putin envalentonado estime que la parálisis de occidente le permitirá reconstruir un imperio a imagen y semejanza del soviético en Europa oriental.
Last edit: 02 May 2024 22:19 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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