Los estudiantes venezolanos tienen una larga tradición de manifestarse sobre los asuntos nacionales, similar a la de otros países latinoamericanos. Posiblemente Nicolás Maduro inadvirtió que el 12 de febrero se conmemora en Venezuela el Día de la Juventud por la Batalla de La Victoria de 1814 en la cual unos mil estudiantes de los colegios y los seminarios se enfrentaron y derrotaron en un desigual combate a las tropas realistas españolas. Tal vez por ello Maduro reprimió y detuvo innecesariamente a unos estudiantes la semana anterior al pasado 12 de febrero por protestar contra la inseguridad ciudadana y el intento de violación de una estudiante.
El activismo universitario también tiene una larga tradición en América Latina que se remonta a Argentina a principios del siglo XX cuando los estudiantes de Córdoba exigieron que se modernizara y democratizara la universidad y, con ello, la sociedad.
El actual activismo de los universitarios venezolanos es una respuesta directa a la frustración y descontento acumulados de vivir en una época de limitaciones, falta de oportunidades e inseguridad en medio de la bonanza petrolera, mientras la ciudadanía permanecía mayormente pasiva ante la ineptitud y corrupción del gobierno de Maduro. Los estudiantes han señalado como preocupación fundamental, su presente y su futuro.
Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado que, a partir del 12 de febrero, el gobierno de Maduro ha utilizado el terrorismo de estado mediante asesinatos, detenciones políticas, torturas y ruptura del estado de derecho contra los manifestantes pacíficos encabezados por los estudiantes. El líder socialdemócrata Leopoldo López de Voluntad Popular está detenido en una cárcel militar acusado de fascista y de varios crímenes por defender el derecho a protestar públicamente contra el gobierno.
Maduro ha propiciado la violencia indiscriminada y criminal no solo de la PNB y el SEBIN sino también de los “colectivos” (milicias irregulares armadas por el estado) para reprimir con violencia criminal y fuerza desproporcionada a los estudiantes, Maduro invitó a los colectivos a visitar el palacio presidencial el 24 de febrero. Es de amplio conocimiento en el extranjero la causa de por qué la inseguridad ciudadana y la delincuencia han alcanzado elevados niveles en Venezuela debido a que el gobierno ha armado a delincuentes que realizan todo tipo de fechorías y sus actividades criminales son protegidas y amparadas por el gobierno. Los ideales de los colectivos quedaron manifiestos cuando erigieron un busto para honrar la memoria de Tiro Fijo, el ex jefe de la FARC.
La mayoría de los gobiernos de América Latina y el Caribe (y la OEA) han permanecido mayormente indiferentes a los desgarradores y lacerantessucesos de Venezuela, mientras que algunos gobiernos (Argentina, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Ecuador) han apoyado decididamente al gobierno de Maduro. Los analistas lo atribuyen a la ayuda económica que el gobierno venezolano les brinda en forma de ventas subsidiadas de petróleo o de compras en términos favorables de bienes. Sin embargo, lo que hasta ahora, se ha analizado poco es que la permanencia de dicha ayuda es insostenible e inviable dada la precaria y deteriorada situación económica de Venezuela que no solo desperdició su bonanza petrolera sino que se encuentra endeuda externamente en una difícil de pagos externos. Así Venezuela ha acumulado una significativa y creciente deuda externa, parcialmente pagadera con próximos envíos de petróleo a China; ha incurrido en atrasos en los pagos a proveedores externos, incluyendo a Odebrecht, la firma constructora brasileña; ha agotado sus reservas internacionales líquidas; y enfrenta un mercado petrolero a la baja por el aumento de la producción de gas y petróleo estadounidenses.
Algunos analistas comentan que se ha dejado sola a Venezuela, pero el parlamento de la Unión Europea, algunos jefes de estado latinoamericanos, antiguos presidentes y reconocidos periodistas internacionales (latinoamericanos y europeos) han condenado duramente la represión de estado del gobierno de Maduro. El presidente chileno Sebastián Piñera solicitó a las partes que la forma de actuar en democracia es respetando las libertades, en especial la libertad de expresión y los derechos humanos de todos los ciudadanos, respetando el Estado de Derecho y las manifestaciones pacíficas de los ciudadanos por parte del Gobierno; afirmaciones similares hizo el presidente Juan Manuel Santos de Colombia. El presidente Ricardo Martinelli solicitó una reunión extraordinaria de la OEA que se pospuso injustificadamente. Varios ex presidentes latinoamericanos han denunciado y condenado enérgicamente al gobierno de Venezuela, entre ellos Oscar Arias, Fernando Henrique Cardoso,Alan García, Ricardo Lagos, Andrés Pastrana, Alejandro Toledo y Álvaro Uribe. Entre los periodistas se han destacado, entre otros, Andrés Oppenheimer, Jorge Ramos de Univisión, Jorge Lanata. Maye Primera, y particularmente la estación de televisión de NTN24 de Colombia, que mantiene una amplia y continúa cobertura crítica de las infortunadas acciones del gobierno y el Diario El País de España que publicó un severo editorial sobre la represión del gobierno de Maduro.
Considero que el que se encuentra aislado es Maduro cuyos intentos de manipulación, cinismo e hipocresía son manifiestamente burdos al acusar a los estudiantes de querer darle un golpe de estado y que maneja los poderes del estado como meros apéndices de sus fantasías del momento, destruyendo la institucionalidad y promoviendo permanentemente una decimonónica lucha de clases. Como diría Voltaire los que creen en absurdos pueden hacerte cometer atrocidades. A Maduro le es imposible gobernar porque carece de un mínimo de credibilidad, especialmente entre la juventud.
Ante la evidente debacle venezolana el promotor del socialismo del Siglo XXI Heinz Dieterich, quien ha sido un inclemente crítico de la gestión de los gobiernos de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro, planteó en una entrevista en CNN que la solución de la crisis venezolana es la formación de un gobierno de “salvación nacional”. Propuso unir las dos mitades que se expresaron en las ultimas elecciones para superar los difíciles problemas de una creciente confrontación nacional que tiene que disiparse.
Las movilizaciones estudiantiles, apoyadas por otros sectores de la sociedad, hasta ahora principalmente las mujeres en su carácter de madres, los artistas y los partidos de la oposición, tienen el adverso efecto de acentuar la crisis política y económica del país. Particularmente, en la medida que son reprimidas violentamente; también el gobierno ha alentado saqueos de establecimientos comerciales por los colectivos y paralizó la actividad económica varios días al aumentar las vacaciones por carnaval. Los estudiantes y los opositores han acudido a barricadas para impedir la movilización de los grupos represivos lo que también dificulta el tráfico comercial.
La crisis podría tener una larga duración en la medida que los estudiantes tienen una amplia agenda que es difícil coordinar y concretar y el gobierno tiene una actitud marcadamente intransigente, de total rechazo a los problemas planteados y pretende silenciarlos acentuando la represión .
El restablecimiento de la normalidad política y económica de Venezuela requiere el cambio de las normas y procedimientos vigentes para permitir la participación inclusiva y las iniciativas de los ciudadanos. El modelo político de la dictadura y la lucha de clases y el modelo económico socialista-populista-rentista son los que han determinado la crisis y la falta de gobernabilidad y convivencia ciudadana.