El independentismo catalán vs Tabarnia

La aspiración a la independencia en un país está justificada cuando hay una situación de sometimiento y la población se ve discriminada y sus libertades y derechos mancillados. El hecho de que una región aspire a la independencia por motivos económicos estaría justificada si el poder central desviara fondos y riquezas alevosamente a favor de las otras regiones.

La mayoría de los catalanes ha comprendido que ninguna de estas razones se aplica en el caso de Cataluña. Si cada región, por el hecho de ser más rica que el resto del país proclamara la independencia, se desmembrarían las naciones en ciudades-estado y hasta algunos municipios aspirarían a la independencia por motivos semejantes. En otras palabras, la política independentista catalana está orientada al caos sin que muchos de sus fanáticos se den cuenta del daño que ellos mismos se están haciendo.

En efecto, la mayoría de los catalanes que acudieron a las urnas votaron a favor del bloque constitucionalista, que cuenta con un mayor seguimiento en las zonas urbanas, sobre todo en las grandes ciudades. El bloque independentista obtuvo una mayoría de escaños parlamentarios porque las zonas rurales y las poblaciones pequeñas pueden elegir diputados con un menor número de votantes registrados. Es así que el bloque constitucionalista superó en más de 100,000 votos al bloque independentista, pero estos últimos lograron 70 diputados de los 135 que componen el Poder Legislativo regional, es decir, más del 50%, lo cual les permite gobernar y elegir al Presidente de la Generalitat.

Como señalé en el segundo párrafo, la locura independentista, sobre todo provocada por una minoría, abre las puertas a la caja de pandora de un electoralismo disociador. Esto ha provocado una reacción de los catalanes de las grandes ciudades y las zonas más pobladas, que amenazan con proceder a una posterior independencia de Cataluña si Cataluña se independizara de España.

Hay quienes lo han tomado a broma, pero la cosa va en serio. La mayoría de los catalanes que aspiran a seguir siendo españoles, están concibiendo un movimiento para independizar de Cataluña la región que están empezando a identificar como Tabarnia, nombrada así porque comprende las zonas más pobladas entre Tarragona y Barcelona.
Copiando la propaganda de los independentistas catalanes, usan la misma fraseología para proclamar que "Cataluña roba a Tabarnia", "los ciudadanos de Tabarnia tienen derecho a la libre determinación", "libertad para Tabarnia", o "la corrupción de los políticos catalanes ha condenado a Tabarnia a la miseria". Este último argumento basado en la fuga de capitales y empresas de los centros más poblados de Cataluña como consecuencia de la campaña independentista. Evidentemente, si el independentismo catalán prosperara, estos argumentos de los tabarneses tendrían mucha lógica.

Es muy lamentable que los independentistas hayan polarizado a los catalanes en dos bandos cada vez más enemistados. Para bien de su región y del país, les toca tender la mano a esa mayoría de catalanes que se sienten también españoles para acabar con esta locura mediante el diálogo y una razonable transacción con el resto de España. Ojalá que se imponga el sentido común. No hay otra alternativa racional.

Muy interesante, claro y preciso – como siempre – el artículo de Gerardo pero me gustaría hacer unas observaciones:

No creo que sean siempre regiones más ricas que el resto del país las que aspiran a la independencia.
En las últimas elecciones regionales en Córcega los independentistas, que se dicen ser sólo autonomistas de momento, obtuvieron una larga mayoría de votos.
Córcega, a pesar de la gran importancia del turismo, vive de Francia y se podría considerar que de cierta manera la hermosísima isla es una colonia francesa.
A los corsos les gustaría, por ejemplo, que en sus institutos y universidades las clases pudieran darse en corso, pero eso no es posible pues la Constitución Francesa estipula que el idioma de la República ES el francés y los corsos sólo pueden estudiar su idioma en las escuelas como lengua regional optativa.
Tienen por supuesto derecho a hablar corso cuando quieran y donde quieran menos en los lugares y actos oficiales; ayuntamientos, etc…

Kósovo siempre formó parte de Serbia. Como todos los Balcanes fue bizantina y otomana pero desde la caída del Imperio Romano y las invasiones eslavas la población es de etnia serbia.
En una época reciente muchos albaneses emigraron hacia esa zona y a finales del siglo veinte, como se convirtieron en la mayoría de la población, declararon unilateralmente la independencia. Belgrado lo tomó mal y reprimió dura y cruelmente esa “rebelión”.
Los defensores de la Libertad; EEUU y algunos de sus secuaces como Francia, Alemania y otros bombardearon a Serbia destruyendo sus puentes sobre el Danubio y el Saba, provocando numerosas víctimas mortales y mandando de paso un bombazo a la embajada de China (accidente colateral).
Hoy esos países que siempre han dicho que no hay que tocar a las fronteras reconocieron la República de Kósovo.

Me parece obvio que si el taimado Vladimir apoya a los independentistas catalanes, no es porque es un antiguo de la KGB ni porque es un autócrata que odia a la democracia, además de algunas otras cosas que se podrían decir…
En Cataluña no hay nada que pudiera interesar a Putin salvo algunos millonarios rusos que se han comprado casas en Salou o en Peñíscola.
Lo hace para molestar a los occidentales y vengar de cierto modo lo que estos le hicieron a su hermana eslava Serbia.
Cuando lo de Kósovo recuerdo que le dije a un amigo que apoyaba su independencia: “Creo que todo esto nos va a estallar en la jeta". Lo sigo pensando.

La cuestión es si el caso de Tabarnia/Cataluña justifica la aspiración a la independencia debido a una situación de sometimiento o si se basa en motivos económicos como pretexto para separarse de regiones más pobres. Este último pretexto es el argumento que presenta Tabarnia para separarse entonces de las regiones menos acomodadas de un Estado catalán independiente, porque en ambos casos, el de Cataluña independizándose de España o el de Tabarnia independizándose de Cataluña NO obedecerían a una justa reacción frente al yugo autoritario y discriminatorio de un gobierno central que los oprime sino a simples consideraciones económicas.

Los casos de Kósovo, Córcega y otros, como los presenta Abelardo, tienen sus características particulares en los que en algunos casos puede aducirse sometimiento o autoritarismo central y en otros un simple ventajismo económico. Claro está que el caso de Cataluña vs España puede ser aprovechado alevosamente por otros para justificar e impulsar sus propios fines. Sin embargo, no cabe duda de que la feroz explosión de rivalidades étnicas en la antigua Yugoslavia no es comparable a un falsamente alegado sufrimiento de los catalanes sometidos a los caprichos, las ambiciones o el abuso de los demás españoles. Más podría compararse al caso de Córcega en su relación con Francia. Con la diferencia de que Córcega es una zona más pobre que la mayor parte del resto de Francia, mientras que Cataluña puede calificarse como una de las más ricas de España. Además, hay grandes diferencias históricas en cuanto a la integración de Córcega a Francia y la de Cataluña a España.

A mi juicio, lo que vemos en Cataluña es una tendencia a provocar una anarquía divisionista en la integridad de los Estados europeos en general. Tras bastidores puede haber intereses encaminados a debilitar a Europa y sería interesante investigarlo.

No cabe duda de que Cataluña y su pueblo han sufrido las nefastas consecuencias de un desenfrenado e intransigente anhelo independentista de muchos que quedaron embelesados con los cantos de sirena de ambiciosos dirigentes políticos.

En esas condiciones, otros con ideas más ponderadas echaron mano al absurdo y han creado Tabarnia, una fusión imaginaria de comarcas catalanas que se pretenden autónomas de las aspiraciones separatistas. Explican su lógica diciendo que: "Somos un espejo de la lógica separatista catalana".

La propuesta está llena de ironía y sarcasmo, pero da pie al humor que caricaturiza la locura del mal gobierno de la Generalitat. Los promotores de Tabarnia han convocado para el 4 de marzo su primera manifestación en Barcelona. Pero ni siquiera el humor es bien recibido por los intransigentes.

El Centro Libre de Arte y Cultura (CLAC) tenía previsto celebrar mañana –el 27 de febrero– un acto humorístico en el Centro Cívico Casa Elizalde de Barcelona, bajo el nombre Help Tabarnia: "un espectáculo para reírse largo y tendido de la mayor lacra que han vivido hasta el momento sus conciudadanos: el nacionalismo".

No obstante, este centro, gobernado por la municipalidad, informó a los organizadores el pasado viernes de la "anulación" del evento. Sin previo aviso y con la reserva hecha y pagada. "Sin ofrecer fecha ni espacio alternativo, salvo la devolución de la tasa pública ya abonada, cuando alegaron que fue un error humano", como explicaron al diario El Mundo los responsables de comunicación del CLAC.

Evidentemente, el arma de la intransigencia es la censura, cuando no incluye medidas más radicales. Mientras tanto, Cataluña y España se desgastan en una rivalidad que puede conducir a la ruina de toda la Península Ibérica, que puede quedar quebrantada por otros previsibles terremotos independentistas.

Y lo que comenzó casi como una broma, pero con una notable carga de inquietud e indignación, se está convirtiendo en una realidad que puede ser desastrosa para una Cataluña dividida por la ambición y el desatino de algunos de sus líderes que la gobernaron hasta provocar la lamentable crisis actual.

El resultado explosivo ha sido la movilización masiva de decenas de miles de habitantes de esa región que se sienten españoles, y también catalanes, en una simbiosis que es beneficiosa para la región como también para el país en su conjunto.
Así las cosas, la recién creada "Plataforma por Tabarnia" convocó a una movilización pública en Barcelona, a la que acudieron más de 150.000 personas marchando tras una gigantesca pancarta que proclamaba: "Se ha acabado la broma, ¡viva Tabarnia!". Está claro para los impulsores de este movimiento ciudadano que es indispensable rechazar el discurso soberanista y asegurar que si algún día llegara la independencia de Cataluña, exigirían entonces que Tabarnia permaneciera como parte de España.
La manifestación se congregó inicialmente alrededor del monumento a Rafael Casanova, para colocarle una ofrenda floral por considerarlo uno de los símbolos del catalanismo pero también para reivindicarlo como un auténtico patriota español. Por eso el portador de la Plataforma afirmó en su discurso que: "Rafael [Casanova] nos pertenece" y añadió más adelante que "han falseado la historia".

Finalmente la multitud marchó hasta la plaza de Sant Jaume, donde se encuentra la sede de la Genralitat, portando también otras pancartas en las que se leía: "Aislarse es empobrecerse", o "Seny y Senyera, Tabarnia se queda", o "Somos y seremos españoles", entre muchas otras. El acontecimiento culminó con la multitud entonando el himno de España y coreando al final: ¡Cataluña es España!

Es una gran pena. Cierto que ha aumentado la tendencia a la independencia en Cataluña que se acerca al 50%. Aumento logrado en buena parte con la explotación de un sentimiento de victimización que no tiene en cuenta que actualmente Cataluña goza ciertos "privilegios" en cuanto a los presupuestos. Pero parece que mientras más se concede más se requiere.

Hay, inclusive, quienes opinan que tras bambalinas, partidarios de Mas y, principalmente, de Jordi Pujol, asusan esta tendencia para que, con una Cataluña independiente, se ignoren las graves sospechas de corrupción por parte de Jordi Pujol y algunos asociados. De ser esto cierto, mostraría el supremo egoísmo de un grupo que, ignorando el bien común de España y de la propia Cataluña, apuestan por una independencia que, además de estar abiertamente contra la Constitución española, no tiene base ya que nunca fue Cataluña independiente, aparte de su legendaria asociaciän con el reino de Aragón y otras coyunturas históricas.

Hay, inclusive, quienes acusan a la actual directiva de la provincia de "racismo", por insinuar, implícitamente,que la "raza catalana" es superior al resto de España. Especie de sutil desprecio, basado, probablemente, en el hecho de que esta provincia aporta muy importantemente al presupuesto nacional y de que grandes figuras internacionales han brillado en el cielo catalán en siglos recientes.