Que cambie USA para que cambie Cuba.
- José Azel
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Re: Que cambie USA para que cambie Cuba.
26 May 2014 01:54 - 26 May 2014 02:00
Mientras Polonia luchaba para establecer un gobierno democrático, más de cien partidos políticos competían por poder personal y político. Lech Walesa sintetizó humorísticamente la situación señalando: “Cuando dos polacos se reúnen surgen tres partidos políticos”. Esa proliferación de ideas políticas es similar para los cubanos cuando discuten cómo lograr un cambio de régimen en Cuba. La política exterior de EEUU hacia Cuba, y específicamente el embargo al gobierno cubano, es a menudo la piedra angular de este debate.
Temáticamente, aunque lamentablemente no cualitativamente, el desacuerdo sobre el embargo no es diferente a los grandes debates en la filosofía política alrededor de las revoluciones americana y francesa llevados a cabo por Edmund Burke y Thomas Paine. El debate Burke-Paine es analizado detalladamente por Yuval Levin en su libro El gran debate.
Tanto Burke como Paine eran hombres de ideas y de acción. Burke era un devoto defensor de las tradiciones heredadas de la Constitución inglesa que argumentaba brillantemente por una paciente y gradual reforma de las instituciones de su país. Por contraste, Paine creía fervientemente en el potencial del liberalismo de la Ilustración para promover la causa de la justicia arrancando de raíz los regímenes corruptos y opresivos y reemplazándolos con gobiernos que respondieran al pueblo. Como Levin señala en su libro, “Cada uno expresaba una peculiar y profunda visión del mundo enfrentada a la del otro, sobre algunos de los más importantes temas del pensamiento político liberal-democrático”.
Hasta recientemente siempre presumí que el debate sobre el embargo era una discrepancia sobre estrategia, es decir, sobre diferencias referentes a las modalidades del cambio político. De un lado, aquellos de nosotros que, como Paine, creemos que para lograr un futuro próspero y democrático en Cuba es necesario reemplazar el régimen opresivo con un gobierno que responda al pueblo. Del otro lado, aquellos que, como Burke, creen que las reformas pacientes y graduales de las instituciones del régimen comunista es la mejor estrategia para promover el bienestar del pueblo cubano.
Superficialmente, el debate sobre el embargo podría ser una discrepancia sobre tácticas, pero es una pugna mucho más profundamente enraizada en el pensamiento político-económico, ilustrando que la diáspora cubana no es un solo pueblo en ningún sentido político significativo. Parafraseando a Lech Walesa, cuando dos cubanos se reúnen emergen tres visiones políticas sobre Cuba.
Como los críticos del embargo señalan correctamente, esta política no ha logrado provocar un cambio de régimen en Cuba; eso no se discute. Pero los críticos, en una exposición casuística, nunca explican cómo su idea de una eliminación unilateral e incondicional de las sanciones económicas de EEUU lograría provocar tal cambio. Quizás porque un cambio estructural en el régimen cubano no sea un objetivo altamente valorado por ellos.
Tampoco es discutible de que bajo un sistema totalitario, donde toda la actividad económica está al servicio del Estado, las sanciones económicas circunscriben los recursos económicos disponibles para el régimen. El embargo de EEUU ha logrado eso. Por consiguiente, una eliminación unilateral e incondicional de las sanciones económicas ampliará inevitablemente, en algún grado, los recursos económicos del régimen cubano. ¿Por qué apoyar un cambio que fortalecerá a un régimen que oprime a sus compatriotas?
Aparentemente, mis amigos en el otro lado del debate no rechazan en su totalidad las políticas colectivistas del régimen de Castro. Eso no implica que apoyen a los Castro o la naturaleza represiva de su régimen. Estoy seguro de que no lo hacen. Pero sugiere que en algún nivel, y en alguna medida, están intelectualmente atraídos por el uso generalizado del poder coercitivo del Estado por personas auto designadas para llevar a la nación hacia sus ideas de lo que es una sociedad justa. Eso sugiere una genuflexión ideológica al colectivismo cubano.
Su visión política, como la de Burke, es moralizadora, gradualista y reformista. Recelan de una relación del ciudadano con su sociedad definida por el derecho individual a la libertad de elección. Están dispuestos a aceptar cambios económicos dictados por decisiones autoritarias sin reformas democráticas que permitan a la ciudadanía escoger libremente su camino. Esto es abominable para aquellos de nosotros que, como Paine, creemos que los derechos y libertades del individuo deben ser el centro de la vida política. He terminado por creer que, entre los cubanos, el embargo es solo el pretexto para este debate político más medular.
Profesor Adjunto en el Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami y autor del libro Mañana in Cuba.
Temáticamente, aunque lamentablemente no cualitativamente, el desacuerdo sobre el embargo no es diferente a los grandes debates en la filosofía política alrededor de las revoluciones americana y francesa llevados a cabo por Edmund Burke y Thomas Paine. El debate Burke-Paine es analizado detalladamente por Yuval Levin en su libro El gran debate.
Tanto Burke como Paine eran hombres de ideas y de acción. Burke era un devoto defensor de las tradiciones heredadas de la Constitución inglesa que argumentaba brillantemente por una paciente y gradual reforma de las instituciones de su país. Por contraste, Paine creía fervientemente en el potencial del liberalismo de la Ilustración para promover la causa de la justicia arrancando de raíz los regímenes corruptos y opresivos y reemplazándolos con gobiernos que respondieran al pueblo. Como Levin señala en su libro, “Cada uno expresaba una peculiar y profunda visión del mundo enfrentada a la del otro, sobre algunos de los más importantes temas del pensamiento político liberal-democrático”.
Hasta recientemente siempre presumí que el debate sobre el embargo era una discrepancia sobre estrategia, es decir, sobre diferencias referentes a las modalidades del cambio político. De un lado, aquellos de nosotros que, como Paine, creemos que para lograr un futuro próspero y democrático en Cuba es necesario reemplazar el régimen opresivo con un gobierno que responda al pueblo. Del otro lado, aquellos que, como Burke, creen que las reformas pacientes y graduales de las instituciones del régimen comunista es la mejor estrategia para promover el bienestar del pueblo cubano.
Superficialmente, el debate sobre el embargo podría ser una discrepancia sobre tácticas, pero es una pugna mucho más profundamente enraizada en el pensamiento político-económico, ilustrando que la diáspora cubana no es un solo pueblo en ningún sentido político significativo. Parafraseando a Lech Walesa, cuando dos cubanos se reúnen emergen tres visiones políticas sobre Cuba.
Como los críticos del embargo señalan correctamente, esta política no ha logrado provocar un cambio de régimen en Cuba; eso no se discute. Pero los críticos, en una exposición casuística, nunca explican cómo su idea de una eliminación unilateral e incondicional de las sanciones económicas de EEUU lograría provocar tal cambio. Quizás porque un cambio estructural en el régimen cubano no sea un objetivo altamente valorado por ellos.
Tampoco es discutible de que bajo un sistema totalitario, donde toda la actividad económica está al servicio del Estado, las sanciones económicas circunscriben los recursos económicos disponibles para el régimen. El embargo de EEUU ha logrado eso. Por consiguiente, una eliminación unilateral e incondicional de las sanciones económicas ampliará inevitablemente, en algún grado, los recursos económicos del régimen cubano. ¿Por qué apoyar un cambio que fortalecerá a un régimen que oprime a sus compatriotas?
Aparentemente, mis amigos en el otro lado del debate no rechazan en su totalidad las políticas colectivistas del régimen de Castro. Eso no implica que apoyen a los Castro o la naturaleza represiva de su régimen. Estoy seguro de que no lo hacen. Pero sugiere que en algún nivel, y en alguna medida, están intelectualmente atraídos por el uso generalizado del poder coercitivo del Estado por personas auto designadas para llevar a la nación hacia sus ideas de lo que es una sociedad justa. Eso sugiere una genuflexión ideológica al colectivismo cubano.
Su visión política, como la de Burke, es moralizadora, gradualista y reformista. Recelan de una relación del ciudadano con su sociedad definida por el derecho individual a la libertad de elección. Están dispuestos a aceptar cambios económicos dictados por decisiones autoritarias sin reformas democráticas que permitan a la ciudadanía escoger libremente su camino. Esto es abominable para aquellos de nosotros que, como Paine, creemos que los derechos y libertades del individuo deben ser el centro de la vida política. He terminado por creer que, entre los cubanos, el embargo es solo el pretexto para este debate político más medular.
Profesor Adjunto en el Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami y autor del libro Mañana in Cuba.
Last edit: 26 May 2014 02:00 by José Azel. Reason: Debe de ser respuesta- no articulo principal
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- José Manuel Palli
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Re: Que cambie USA para que cambie Cuba.
26 May 2014 02:07
La unica visiòn sobre el futuro polìtico de Cuba que realmente cuenta, mi querido amigo y tocayo, es la que resulte del ejercicio por parte de TODOS Y CADA UNO de los integrantes del pueblo cubano de su derecho individual a la libertad de elecciòn. Si el resultado de ese ejercicio es una vision politica que no reniega, en un principio, de algunos aspectos del colectivismo que tan bien conocen esos mismos cubanos, este amigo tuyo que està "del otro lado del debate" no tendrà problema alguno en "genuflexionar" ante la decisiòn de ese pueblo. En todo caso, y segùn sean mis circunstancias para entonces, trataré, en adelante, de incidir -desde el ruedo que es Cuba, y no desde el comodìsimo burladero de Miami- para que en el futuro, esa visiòn se acerque mas a la mia.
Decir, como dices, que "tampoco es discutible que bajo un sistema totalitario, donde toda la actividad económica está al servicio del Estado, las sanciones económicas circunscriben los recursos económicos disponibles para el régimen. El embargo de EEUU ha logrado eso", al tiempo que reconoces que, "como los críticos del embargo señalan correctamente, esta política no ha logrado provocar un cambio de régimen en Cuba; eso no se discute", parece una incoherencia y tiene muy poco que ver con el rigor analìtico de un Paine (serà una genuflexiòn ideològica a Burke, que aplaudirìa satisfecho la paciencia ante la inoperancia de un presunto gradualismo de quienes estàn de "tu lado del debate" en torno al embargo?). Me disculpas, pero tu escrito no se asemeja al de un Paine: Paine, si a él pertenecieran las citas de tu escrito que acabo de transcribir, se tomarìa el trabajo de explicar como manteniendo la polìtica que "tu lado" defiende se podrà lograr ahora (o mañana, o en un año, o en diez...) lo que no se ha logrado en 55 años, por mucho que las leyes de tu bendito embargo hayan "circunscrito" (???) los recursos econòmicos del régimen y, sobre todo, los del pueblo cubano ...
Estoy de acuerdo contigo -y eso es lo bueno y valioso que tiene el tener amigos que no piensen exactamente como piensa uno- en que es necesario abrir a debate el tema del embargo entre nosotros los Mayameros y Floridianos, y expandirlo a todos nuestros conciudadanos en los otros cuarenta y nueve estados (asi interpreto lo que dices cuando dices que "el embargo es solo el pretexto para este debate político más medular".). Y este sitio, en donde seria oportuno generar esa debate, me parece el sitio ideal.
Let the games begin...
Decir, como dices, que "tampoco es discutible que bajo un sistema totalitario, donde toda la actividad económica está al servicio del Estado, las sanciones económicas circunscriben los recursos económicos disponibles para el régimen. El embargo de EEUU ha logrado eso", al tiempo que reconoces que, "como los críticos del embargo señalan correctamente, esta política no ha logrado provocar un cambio de régimen en Cuba; eso no se discute", parece una incoherencia y tiene muy poco que ver con el rigor analìtico de un Paine (serà una genuflexiòn ideològica a Burke, que aplaudirìa satisfecho la paciencia ante la inoperancia de un presunto gradualismo de quienes estàn de "tu lado del debate" en torno al embargo?). Me disculpas, pero tu escrito no se asemeja al de un Paine: Paine, si a él pertenecieran las citas de tu escrito que acabo de transcribir, se tomarìa el trabajo de explicar como manteniendo la polìtica que "tu lado" defiende se podrà lograr ahora (o mañana, o en un año, o en diez...) lo que no se ha logrado en 55 años, por mucho que las leyes de tu bendito embargo hayan "circunscrito" (???) los recursos econòmicos del régimen y, sobre todo, los del pueblo cubano ...
Estoy de acuerdo contigo -y eso es lo bueno y valioso que tiene el tener amigos que no piensen exactamente como piensa uno- en que es necesario abrir a debate el tema del embargo entre nosotros los Mayameros y Floridianos, y expandirlo a todos nuestros conciudadanos en los otros cuarenta y nueve estados (asi interpreto lo que dices cuando dices que "el embargo es solo el pretexto para este debate político más medular".). Y este sitio, en donde seria oportuno generar esa debate, me parece el sitio ideal.
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- Marta Menor
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Re: Que cambie USA para que cambie Cuba.
26 May 2014 02:36
Amigo, nunca has hablado con mas razón. En que cabeza cabe que al régimen castrista se les continúe renovando perennemente su contrato. Cincuenta y cinco años oprimiento al pueblo cubano sin elecciones libres y democraticas son mas que suficiente.
El nuevo renacer hacia una Cuba libre y democréatica es la Primavera necesaria y URGENTE!! Basta ya de excusas de sanciones enconómicas para tratar de justificar lo injustificable. Permitan que el pueblo cubano elija libremente el gobierno por el que quiere ser gobernado. y PUFF....adiós al pseudo embargo.
SEC. 204. TERMINATION OF THE ECONOMIC EMBARGO OF CUBA.
(a) PRESIDENTIAL ACTIONS- Upon submitting a determination to the appropriate congressional committees under section 203(c)(1) that a transition government in Cuba is in power, the President, after consultation with the Congress, is authorized to take steps to suspend the economic embargo of Cuba
El nuevo renacer hacia una Cuba libre y democréatica es la Primavera necesaria y URGENTE!! Basta ya de excusas de sanciones enconómicas para tratar de justificar lo injustificable. Permitan que el pueblo cubano elija libremente el gobierno por el que quiere ser gobernado. y PUFF....adiós al pseudo embargo.
SEC. 204. TERMINATION OF THE ECONOMIC EMBARGO OF CUBA.
(a) PRESIDENTIAL ACTIONS- Upon submitting a determination to the appropriate congressional committees under section 203(c)(1) that a transition government in Cuba is in power, the President, after consultation with the Congress, is authorized to take steps to suspend the economic embargo of Cuba
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- José Manuel Palli
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Re: Que cambie USA para que cambie Cuba.
26 May 2014 02:52
Mi muy estimado amigo Carlos Alberto. Creo que es vital, para todos los cubanos, tener este tipo de debates sobre temas como éste, y la red -y este sitio que compartimos en particular- es el vehìculo ideal para hacerlo. Y también creo que todo ciudadano tiene el derecho (y a veces hasta el deber) de opinar sobre todo lo que quiera opinar, mas allà del grado de conocimiento que uno tenga sobre determinado tema. Pero yo no me considero "experto"en nada, y me parece muy dìficil que nadie pueda ser "experto" en TODO...
Yo no veo incoherencia alguna en la carta, pero si entre quienes se empeñan en mantener el embargo, porque al tiempo que muchos de ellos dicen que el embargo nunca ha existido no quieren levantarlo y asì quitarle un argumento (seguramente tu no la llamarias "razòn" sino excusa) al gobierno cubano que lo usa para justificar todo lo que no funciona en la isla.
Entiendo que la mayorìa de los siete puntos (o "razones", como tu las llamas) que mencionas en tu escrito se centra en tu preocupaciòn por nuestra seguridad nacional (la de los Estados Unidos) en caso de que se re-estableciera una relaciòn diplomàtica normal con Cuba.
La "razòn" por la cual Cuba està en la lista de paìses terroristas es la misma por la cual Cuba sigue sometida a un embargo (contra viento, marea y la opiniòn de mas del noventa por ciento de la humanidad): porque en los EE.UU. a casi nadie le interesa o importa el tema Cuba, y cualquier anàlisis de costo-beneficio sugiere que no vale la pena sarandear el bote (si saliera electo Charlie Crist como gobernador de la Florida en noviembre, pudiera cambiar esa relaciòn costo-beneficio y quizàs el presidente se animara, el año pròximo, a sacar a Cuba de la lista, como corresponde).
El contrabando de armas a Corea del Norte puede ser muchas cosas (entre ellas una violaciòn de un mandato de la ONU), pero ni remotamente alcanzarìa para PROBAR que Cuba siga siendo un paìs terrorista, ni en nuestras cortes ni en ningùn tribunal internacional. Ahora bien, si uno se atribuye a si mismo el derecho a cambiar el significado de las palabras, es "probable" todo lo que a uno se le ocurra.
No solo "empresarios cubano-americanos" firmaron la dichosa carta. La firmaron también el almirante James Stavridis, quien fuera jefe del Comando Sur y de la OTAN, y el Brigadier General John Adams, ex vice-director de inteligencia del ejército americano, ninguno de elllos, pienso yo, al borde de la esquizofrenia ni "perfectos idiotas" en tu consideraciòn. Lo mismo vale para otro de los firmantes, John Negroponte, ex-director nacional de inteligencia. Si a ellos no les preocupa tener una relaciòn normal con Cuba (no entiendo por que dices que la carta pide un trato "benevolente" hacia Cuba..., de donde lo sacaste? en todo caso pide benevolencia hacia el pueblo cubano...), no entiendo porque deba preocuparme yo, ni tu, a menos que también fueras "experto" en seguridad nacional...
A no ser que, como algunos de nuestros amigos en comùn -me refiero a ciertos amigos y hermanos sudamericanos que esperan ansiosa e incoherentemente que el exilio cubano se ponga a la vanguardia de una cruzada libertadora de todo el continente- pienses que Cuba domina al mundo todo a fuerza de dinero, los oràculos (???) y la intimidaciòn..., y que Stavridis, Adams y Negroponte firmaron la carta por miedo a las consecuencias de no firmarla, porque Raùl "les sabe algo"...
Es cierto que las reformas en Cuba no tienen otro fin que ajustar el modelo socio-econòmico cubano, sin renunciar al socialismo. Eso lo han dicho, de Raùl para abajo, todos los funcionarios cubanos que han tocado pùblicamente el tema de las reformas, de una manera infinitamente mas coherente que la nuestra. Pero para mi es incomprensible que alguien que ni siquiera ha puesto un pie en Cuba pretenda aleccionarme sobre el efecto o impacto que estàn teniendo esas reformas, y en que medida pudieran o no sobrepasar las intenciones de quienes hoy las impulsan. "Conozca Cuba primero"..., como decìa aquel jingle de Cubana de Aviaciòn.
El pasado, en el cual Cuba "perjudicaba a sus vecinos", el lado correcto de la historia (pràcticamente el mundo entero piensa y dice que los Estados Unidos estàn del lado equivocado de la historia en lo que hace a su polìtica hacia Cuba), la "razòn electoral" (en una democracia "racional" no se concibe que los integrantes del grupete que mencionas decidan por sì solos cual debe ser la politica internacional de la naciòn), y el sentido comùn que invocas (que ha sido, històricamente, el gran ausente en la polìtica de los Estados Unidos hacia Cuba) son argumentos o "razones" que no convencen ya a nadie fuera de ese mismo grupete y sus acòlitos, ni siquiera en Washington.
En Miami, al menos, la incoherencia se parece a la Divina Providencia: no tiene lìmites, mi buen amigo...
Yo no veo incoherencia alguna en la carta, pero si entre quienes se empeñan en mantener el embargo, porque al tiempo que muchos de ellos dicen que el embargo nunca ha existido no quieren levantarlo y asì quitarle un argumento (seguramente tu no la llamarias "razòn" sino excusa) al gobierno cubano que lo usa para justificar todo lo que no funciona en la isla.
Entiendo que la mayorìa de los siete puntos (o "razones", como tu las llamas) que mencionas en tu escrito se centra en tu preocupaciòn por nuestra seguridad nacional (la de los Estados Unidos) en caso de que se re-estableciera una relaciòn diplomàtica normal con Cuba.
La "razòn" por la cual Cuba està en la lista de paìses terroristas es la misma por la cual Cuba sigue sometida a un embargo (contra viento, marea y la opiniòn de mas del noventa por ciento de la humanidad): porque en los EE.UU. a casi nadie le interesa o importa el tema Cuba, y cualquier anàlisis de costo-beneficio sugiere que no vale la pena sarandear el bote (si saliera electo Charlie Crist como gobernador de la Florida en noviembre, pudiera cambiar esa relaciòn costo-beneficio y quizàs el presidente se animara, el año pròximo, a sacar a Cuba de la lista, como corresponde).
El contrabando de armas a Corea del Norte puede ser muchas cosas (entre ellas una violaciòn de un mandato de la ONU), pero ni remotamente alcanzarìa para PROBAR que Cuba siga siendo un paìs terrorista, ni en nuestras cortes ni en ningùn tribunal internacional. Ahora bien, si uno se atribuye a si mismo el derecho a cambiar el significado de las palabras, es "probable" todo lo que a uno se le ocurra.
No solo "empresarios cubano-americanos" firmaron la dichosa carta. La firmaron también el almirante James Stavridis, quien fuera jefe del Comando Sur y de la OTAN, y el Brigadier General John Adams, ex vice-director de inteligencia del ejército americano, ninguno de elllos, pienso yo, al borde de la esquizofrenia ni "perfectos idiotas" en tu consideraciòn. Lo mismo vale para otro de los firmantes, John Negroponte, ex-director nacional de inteligencia. Si a ellos no les preocupa tener una relaciòn normal con Cuba (no entiendo por que dices que la carta pide un trato "benevolente" hacia Cuba..., de donde lo sacaste? en todo caso pide benevolencia hacia el pueblo cubano...), no entiendo porque deba preocuparme yo, ni tu, a menos que también fueras "experto" en seguridad nacional...
A no ser que, como algunos de nuestros amigos en comùn -me refiero a ciertos amigos y hermanos sudamericanos que esperan ansiosa e incoherentemente que el exilio cubano se ponga a la vanguardia de una cruzada libertadora de todo el continente- pienses que Cuba domina al mundo todo a fuerza de dinero, los oràculos (???) y la intimidaciòn..., y que Stavridis, Adams y Negroponte firmaron la carta por miedo a las consecuencias de no firmarla, porque Raùl "les sabe algo"...
Es cierto que las reformas en Cuba no tienen otro fin que ajustar el modelo socio-econòmico cubano, sin renunciar al socialismo. Eso lo han dicho, de Raùl para abajo, todos los funcionarios cubanos que han tocado pùblicamente el tema de las reformas, de una manera infinitamente mas coherente que la nuestra. Pero para mi es incomprensible que alguien que ni siquiera ha puesto un pie en Cuba pretenda aleccionarme sobre el efecto o impacto que estàn teniendo esas reformas, y en que medida pudieran o no sobrepasar las intenciones de quienes hoy las impulsan. "Conozca Cuba primero"..., como decìa aquel jingle de Cubana de Aviaciòn.
El pasado, en el cual Cuba "perjudicaba a sus vecinos", el lado correcto de la historia (pràcticamente el mundo entero piensa y dice que los Estados Unidos estàn del lado equivocado de la historia en lo que hace a su polìtica hacia Cuba), la "razòn electoral" (en una democracia "racional" no se concibe que los integrantes del grupete que mencionas decidan por sì solos cual debe ser la politica internacional de la naciòn), y el sentido comùn que invocas (que ha sido, històricamente, el gran ausente en la polìtica de los Estados Unidos hacia Cuba) son argumentos o "razones" que no convencen ya a nadie fuera de ese mismo grupete y sus acòlitos, ni siquiera en Washington.
En Miami, al menos, la incoherencia se parece a la Divina Providencia: no tiene lìmites, mi buen amigo...
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- Yoani Sánchez
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Re: Que cambie USA para que cambie Cuba.
26 May 2014 05:54
La carta publicada esta semana, firmada por más de cuarenta personalidades norteamericanas, le pide a Barack Obama medidas flexibilizadoras hacia Cuba. En un gesto inusual de consenso, ex altos cargos políticos, militares, analistas y empresarios de Estados Unidos abogan por relajar el embargo a la Isla. Entre los firmantes se pueden leer nombres de republicanos y demócratas que consideran éste como un buen momento para apoyar a la sociedad civil y a los emprendedores cubanos.
La misiva incluye un conjunto de peticiones concretas, como ampliar el envío de remesas, flexibilizar los viajes de estadounidenses a la Mayor de las Antillas y potenciar las relaciones empresariales entre los dos países. Según explica el texto, se trata de una petición a Obama para que lleve a cabo “acciones específicas”. Sin caer en el “debate ideológico”, aclaran quienes lo suscriben, se busca contribuir con estas medidas a “un cambio significativo” en Cuba.
Durante los años 2009 y 2010, la administración norteamericana impulsó algunas flexibilizaciones como el incremento de las remesas, la ampliación de los viajes familiares y también del intercambio académico. Sin embargo, tal política se frenó cuando el gobierno cubano condenó a quince años de prisión al contratista norteamericano Alan Gross.
Para terminar con el embargo se necesita la aprobación del Congreso, de manera que esta carta, presiona para que el presidente apruebe órdenes ejecutivas que le permitan esquivar a los congresistas.
Nada más conocerse el documento, esta polémica ha estallado tanto dentro como fuera de Cuba. El gobierno de Raúl Castro apenas ha hecho mención a ella y en los medios oficiales sólo se reseñó con una breve nota sin muchos detalles. Eso no ha impedido, sin embargo, que el tema se convierta en un debate en muchos sectores sociales.
Las voces se han escuchado en dos direcciones. Quienes consideran que estas flexibilizaciones disminuirán el control del gobierno cubano sobre la sociedad, mientras otros aseguran que de implementarse, el régimen recibiría una bocanada de oxígeno económico para mantenerse más tiempo en el poder.
¿Levantar las sanciones de manera unilateral sin pedir nada a cambio o exigir el previo cumplimiento de los derechos humanos y las libertades ciudadanas? Es la pregunta que ha hecho 14ymedio a varios opositores dentro de la Isla.
Berta Soler (Damas de Blanco): No es momento de hacer ningún negocio con el gobierno cubano porque eso no va a beneficiar para nada al pueblo. No vamos a pensar en lucro, sino en derechos.
Martha Beatriz Roque (opositora): A estas alturas da lo mismo, que flexibilicen o que no flexibilicen. Las noticias de lo que ocurre en Cuba las está dando el propio régimen, la dictadura, y hay una destrucción total, no hay organización, hay una ruptura de la cadena de mando. Más temprano que tarde el problema va a explotar y no hay forma de que puedan evitarlo.
Manuel Cuesta Morúa (Arco Progresista): Estoy de acuerdo con toda flexibilización de Estados Unidos hacia Cuba, mi posición es contraria al embargo norteamericano. Sin embargo noto que la carta menciona muy levemente el tema de las libertades. Pierde la oportunidad de enviar un mensaje en dos direcciones: al gobierno norteamericano y también al gobierno cubano. Esto podría convertirse en “el abrazo del oso”, pues una apertura sin fortalecimiento hacia el interior puede comprometer cualquier proyecto de nación.
Dagoberto Valdés (director de la revista Convivencia): Esto contribuye al intercambio entre los pueblos y a aquello que dijo Juan Pablo II de que “Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”. Son derechos humanos que son universales y que deben gozar tanto los norteamericanos como los cubanos. Este intercambio fortalecerá a la sociedad civil cubana y permitirá que el mundo y la sociedad norteamericana conozcan mejor la realidad de Cuba.
José Daniel Ferrer (Unión Patriótica de Cuba): Estamos a favor de todo lo que traiga mejoría al pueblo cubano, pero insistimos en que el acercamiento mejore también la situación de derechos humanos. Cuanto se haga debe tener en cuenta la necesidad de nuestra nación de libertades básicas.
Félix Navarro (ex preso político): Hay muchos intereses personales en esa carta y dudo que se haya puesto por delante la situación tan crítica que atraviesa la sociedad civil cubana. El oxígeno económico que reciba el gobierno lo va a usar para engrasar su maquinaria represiva.
La misiva incluye un conjunto de peticiones concretas, como ampliar el envío de remesas, flexibilizar los viajes de estadounidenses a la Mayor de las Antillas y potenciar las relaciones empresariales entre los dos países. Según explica el texto, se trata de una petición a Obama para que lleve a cabo “acciones específicas”. Sin caer en el “debate ideológico”, aclaran quienes lo suscriben, se busca contribuir con estas medidas a “un cambio significativo” en Cuba.
Durante los años 2009 y 2010, la administración norteamericana impulsó algunas flexibilizaciones como el incremento de las remesas, la ampliación de los viajes familiares y también del intercambio académico. Sin embargo, tal política se frenó cuando el gobierno cubano condenó a quince años de prisión al contratista norteamericano Alan Gross.
Para terminar con el embargo se necesita la aprobación del Congreso, de manera que esta carta, presiona para que el presidente apruebe órdenes ejecutivas que le permitan esquivar a los congresistas.
Nada más conocerse el documento, esta polémica ha estallado tanto dentro como fuera de Cuba. El gobierno de Raúl Castro apenas ha hecho mención a ella y en los medios oficiales sólo se reseñó con una breve nota sin muchos detalles. Eso no ha impedido, sin embargo, que el tema se convierta en un debate en muchos sectores sociales.
Las voces se han escuchado en dos direcciones. Quienes consideran que estas flexibilizaciones disminuirán el control del gobierno cubano sobre la sociedad, mientras otros aseguran que de implementarse, el régimen recibiría una bocanada de oxígeno económico para mantenerse más tiempo en el poder.
¿Levantar las sanciones de manera unilateral sin pedir nada a cambio o exigir el previo cumplimiento de los derechos humanos y las libertades ciudadanas? Es la pregunta que ha hecho 14ymedio a varios opositores dentro de la Isla.
Berta Soler (Damas de Blanco): No es momento de hacer ningún negocio con el gobierno cubano porque eso no va a beneficiar para nada al pueblo. No vamos a pensar en lucro, sino en derechos.
Martha Beatriz Roque (opositora): A estas alturas da lo mismo, que flexibilicen o que no flexibilicen. Las noticias de lo que ocurre en Cuba las está dando el propio régimen, la dictadura, y hay una destrucción total, no hay organización, hay una ruptura de la cadena de mando. Más temprano que tarde el problema va a explotar y no hay forma de que puedan evitarlo.
Manuel Cuesta Morúa (Arco Progresista): Estoy de acuerdo con toda flexibilización de Estados Unidos hacia Cuba, mi posición es contraria al embargo norteamericano. Sin embargo noto que la carta menciona muy levemente el tema de las libertades. Pierde la oportunidad de enviar un mensaje en dos direcciones: al gobierno norteamericano y también al gobierno cubano. Esto podría convertirse en “el abrazo del oso”, pues una apertura sin fortalecimiento hacia el interior puede comprometer cualquier proyecto de nación.
Dagoberto Valdés (director de la revista Convivencia): Esto contribuye al intercambio entre los pueblos y a aquello que dijo Juan Pablo II de que “Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”. Son derechos humanos que son universales y que deben gozar tanto los norteamericanos como los cubanos. Este intercambio fortalecerá a la sociedad civil cubana y permitirá que el mundo y la sociedad norteamericana conozcan mejor la realidad de Cuba.
José Daniel Ferrer (Unión Patriótica de Cuba): Estamos a favor de todo lo que traiga mejoría al pueblo cubano, pero insistimos en que el acercamiento mejore también la situación de derechos humanos. Cuanto se haga debe tener en cuenta la necesidad de nuestra nación de libertades básicas.
Félix Navarro (ex preso político): Hay muchos intereses personales en esa carta y dudo que se haya puesto por delante la situación tan crítica que atraviesa la sociedad civil cubana. El oxígeno económico que reciba el gobierno lo va a usar para engrasar su maquinaria represiva.
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- Pablo Aguabella Valdivia
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Re: Que cambie USA para que cambie Cuba.
26 May 2014 06:36
Si USA cambia Cuba cambia II
El objetivo principal de los firmantes de la ya famosa carta a Obama no es el levantamiento del embargo, sino el tomar medidas adicionales a las ya existentes que flexibilicen las restricciones asociadas al mismo impuestas por el Estado Norteamericano en respuesta, en sus orígenes, a la expropiación de empresas e intereses suyos de forma arbitraria y sin la debida compensación económica.
Basicamente se fundamenta la petición en la esperanza o creencia que tales medidas traerían beneficios económicos para la sociedad civil en Cuba, la cual ganaría en independencia del Estado y que esa independencia devendría independencia política. Si así fuera yo la consideraría con más detenimiento. Me temo que los hechos contradicen esas expectativas.
En 1978, después de años de casi total aislamiento de los cubanos de intramuros con el mundo exterior, se produjo la primera “apertura” en la política de cero contacto del gobierno y comenzaron los “viajes de la comunidad” cubana en el experior, título que dieron a los emigrados, a partir de entonces. Dejaron de ser, al decir del pueblo, asquerosos gusanos para convertirse en hermosas mariposas. La razón, graves problemas de flujo de caja. Y empezaron a llegar los “refuerzos” a montones en ropa, electrodomésticos, dinero en efectivo, etc. Se reanudaron con timidez los permisos de salida del país y un aire fresco respiró el pueblo, ávido más de cosas materiales que de espirituales, sin menospreciar las primeras. A lo interno el gobierno había destapado la olla y a lo externo, mejorado algo su imágen. En cuanto a concesiones de tipo político por supuesto que ninguna.
Para no hacer el “cuento” muy largo solo recordaré que al desplome del mecenas soviético, se implementaron otras medidas aperturistas buscando evitar la catástrofe económica y la caída del régimen. Recordemos nadamás el famoso “maleconazo” que estuvo a punto de convertirse en alzamiento general. La represión fue brutal. Se repartió “palo a diestra y siniestra”, se sacaron vehículos blindados y se estrenaron las temibles Brigadas de Respuesta Rápida”. Se “aflojó la mano” por un lado y se apretó por otra: la mano que el régimen tiene lista siempre, la que los mantiene seguros en el poder.
Ahora, ante la perspectiva de perder los enormes subsidios venezolanos, corren a aprobar la nueva Ley de Inversiones ya conocida, y comienzan a coquetear con empresarios norteamericanos y cubanos-americanos, declarando públicamente su repetido interés de la normalización de las relaciones con EEUU, y moviendo sus fichas cabilderas.
Siempre que se han visto con “el agua al cuello” han dado señales de que ahora sí van a cambiar; que esta administración (el raulismo) es diferente, pragmático, razonable y hasta más accesible. Han corrido la voz de que “ raúl es diferente “. Con relación a las libertades, el reconocimiento de derechos civiles, políticos y humanos en general, igual que siempre: cero tolerancia. No veo la necesidad de enumerar el sinnúmero de ejemplos de la creciente represión que se practica contra los opositores, impidiédoles incluso, el acceso al trabajo.
Hoy las remesas de dinero a Cuba suman miles de millones de dólares, sin contar el trasiego constante de mercaderías que entran a la Isla diariamente en manos de particulares, que producen ingresos adicionales al gobierno que, según los que saben, rondan los cinco mil millones de dólares anuales o más. Y todo esto producto de la flexibilización del embargo.
Sería temerario e infundado decir que la aparición de la carta a Obama sea parte de una estrategia de castro, pero es innegable que les viene de perilla y por demás oportuna.
Antes de escuchar a los países que en abrumadora mayoría, por medio de la ONU, piden el levantamiento del embargo, prefiero escuchar las voces de mis compatriotas dentro de Cuba que se oponen, porque lo menos que puedo hacer ante su prolongado sacrificio es apoyarlos. Ellos luchan por el cambio necesario, por el rescate de los derechos negados, por la igualdad ante la Ley, por la justicia igual para todos, por la consecución de una Patria para todos. Y por estos derechos muy pocos en el mundo han levantado sus voces, muy pocos han denunciado al régimen castrista y muy pocos han apoyado a la sociedad civil cubana.
La forma de conducirse el gobierno de los castro por más de cincuenta años me permite, con toda seriedad, afirmar que ninguna medida los hará conceder la más mínima apertura política y que solo las circunstancias adversas, la presión y la constancia de el movimiento opositor cubano, los han obligado a hacer algunas concesiones. Las únicas medidas que valdrían la pena reforzar son las de presión, presión y más presión en todos los campos posibles.
Es mi opinión, con el mayor respeto a los distinguidos foristas y lectores todos.
El objetivo principal de los firmantes de la ya famosa carta a Obama no es el levantamiento del embargo, sino el tomar medidas adicionales a las ya existentes que flexibilicen las restricciones asociadas al mismo impuestas por el Estado Norteamericano en respuesta, en sus orígenes, a la expropiación de empresas e intereses suyos de forma arbitraria y sin la debida compensación económica.
Basicamente se fundamenta la petición en la esperanza o creencia que tales medidas traerían beneficios económicos para la sociedad civil en Cuba, la cual ganaría en independencia del Estado y que esa independencia devendría independencia política. Si así fuera yo la consideraría con más detenimiento. Me temo que los hechos contradicen esas expectativas.
En 1978, después de años de casi total aislamiento de los cubanos de intramuros con el mundo exterior, se produjo la primera “apertura” en la política de cero contacto del gobierno y comenzaron los “viajes de la comunidad” cubana en el experior, título que dieron a los emigrados, a partir de entonces. Dejaron de ser, al decir del pueblo, asquerosos gusanos para convertirse en hermosas mariposas. La razón, graves problemas de flujo de caja. Y empezaron a llegar los “refuerzos” a montones en ropa, electrodomésticos, dinero en efectivo, etc. Se reanudaron con timidez los permisos de salida del país y un aire fresco respiró el pueblo, ávido más de cosas materiales que de espirituales, sin menospreciar las primeras. A lo interno el gobierno había destapado la olla y a lo externo, mejorado algo su imágen. En cuanto a concesiones de tipo político por supuesto que ninguna.
Para no hacer el “cuento” muy largo solo recordaré que al desplome del mecenas soviético, se implementaron otras medidas aperturistas buscando evitar la catástrofe económica y la caída del régimen. Recordemos nadamás el famoso “maleconazo” que estuvo a punto de convertirse en alzamiento general. La represión fue brutal. Se repartió “palo a diestra y siniestra”, se sacaron vehículos blindados y se estrenaron las temibles Brigadas de Respuesta Rápida”. Se “aflojó la mano” por un lado y se apretó por otra: la mano que el régimen tiene lista siempre, la que los mantiene seguros en el poder.
Ahora, ante la perspectiva de perder los enormes subsidios venezolanos, corren a aprobar la nueva Ley de Inversiones ya conocida, y comienzan a coquetear con empresarios norteamericanos y cubanos-americanos, declarando públicamente su repetido interés de la normalización de las relaciones con EEUU, y moviendo sus fichas cabilderas.
Siempre que se han visto con “el agua al cuello” han dado señales de que ahora sí van a cambiar; que esta administración (el raulismo) es diferente, pragmático, razonable y hasta más accesible. Han corrido la voz de que “ raúl es diferente “. Con relación a las libertades, el reconocimiento de derechos civiles, políticos y humanos en general, igual que siempre: cero tolerancia. No veo la necesidad de enumerar el sinnúmero de ejemplos de la creciente represión que se practica contra los opositores, impidiédoles incluso, el acceso al trabajo.
Hoy las remesas de dinero a Cuba suman miles de millones de dólares, sin contar el trasiego constante de mercaderías que entran a la Isla diariamente en manos de particulares, que producen ingresos adicionales al gobierno que, según los que saben, rondan los cinco mil millones de dólares anuales o más. Y todo esto producto de la flexibilización del embargo.
Sería temerario e infundado decir que la aparición de la carta a Obama sea parte de una estrategia de castro, pero es innegable que les viene de perilla y por demás oportuna.
Antes de escuchar a los países que en abrumadora mayoría, por medio de la ONU, piden el levantamiento del embargo, prefiero escuchar las voces de mis compatriotas dentro de Cuba que se oponen, porque lo menos que puedo hacer ante su prolongado sacrificio es apoyarlos. Ellos luchan por el cambio necesario, por el rescate de los derechos negados, por la igualdad ante la Ley, por la justicia igual para todos, por la consecución de una Patria para todos. Y por estos derechos muy pocos en el mundo han levantado sus voces, muy pocos han denunciado al régimen castrista y muy pocos han apoyado a la sociedad civil cubana.
La forma de conducirse el gobierno de los castro por más de cincuenta años me permite, con toda seriedad, afirmar que ninguna medida los hará conceder la más mínima apertura política y que solo las circunstancias adversas, la presión y la constancia de el movimiento opositor cubano, los han obligado a hacer algunas concesiones. Las únicas medidas que valdrían la pena reforzar son las de presión, presión y más presión en todos los campos posibles.
Es mi opinión, con el mayor respeto a los distinguidos foristas y lectores todos.
Reply to Pablo Aguabella Valdivia
- José Manuel Palli
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Re: Que cambie USA para que cambie Cuba.
26 May 2014 11:04
Bravo, Yoani! Eso, precisamente, es informar: cotejar y reflejar la variedad de opiniones en la sociedad a la que sirve un medio de informaciòn o comunicaciòn. Ojalà muchos medios en mi patio Mayamero optaran por copiar a 14Y1/2.
Reply to José Manuel Palli
- Gerardo E. Martínez-Solanas
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Re: Que cambie USA para que cambie Cuba.
26 May 2014 19:52
Bien lo dice José Manuel, "informar"; eso es lo que destaca a Yoani en su gestión y a eso se debe en gran parte su éxito, porque encierra una notable objetividad.
Me asombra cómo este tema ha despertado un fervor que supera en el debate a tantos otros de igual o mayor importancia, provocando un verdadero intercambio en el cual, además, los foristas han hecho gala de respeto y consideración por las opiniones de los demás, lo cual no es común en las controversias alrededor de las sanciones de EEUU a Cuba y a otros países, como la ley que recientemente han propuesto en el Congreso en reacción a la barbarie desencadenada por el Presidente Maduro en Venezuela.
Pero no quiero seguir contribuyendo al debate que nos divide, sobre el cual han quedado bien en claro las razones en pro y en contra, sino subrayar que ninguno de los participantes, inclusive los que menciona Yoani, entrevistados en Cuba para su nueva revista digital 14yMedio, emite una sola palabra en defensa de Raúl Castro o de su atrofiada y cruel "Revolución". Todo lo contrario: hay una firme coincidencia de propósitos para alcanzar las metas de libertad y democracia.
¡Lo que divide lastimosamente a los amantes de la democracia son las estrategias destinadas a lograr esos propósitos! Caemos en interminables discusiones estériles plagadas de la afirmación de que "usted está absolutamente equivocado" y a veces descendiendo al plano de la ironía y la descalificación del interlocutor, o peor aún, de la sospecha sobre sus intenciones, que la mayoría de las veces carece del fundamento de los hechos.
Es probable que muchas estrategias sean ineficaces y equivocadas, es seguro que la mayoría puedan mejorarse o perfeccionarse para que logren tener eficacia, pero la única estrategia efectiva contra el totalitarismo o cualquier dictadura mafiosa y feroz es la de buscar las coincidencias que nos permitan colaborar firmemente en los propósitos comunes.
Cabría preguntar a los que se oponen a las medidas que solicitan en esa carta al Presidente Obama, si no estarían dispuestos a negociar con ellos, unidos, una estrategia común que pueda contar con el beneplácito del gobierno estadounidense y que pueda desarrollarse para que este gran país sea un verdadero aliado en la causa común. Y preguntarles a quienes escribieron y firmaron esa carta si están dispuestos a escuchar y negociar alternativas viables que logren aunar la mayor cantidad de voluntades posibles, aun a costa de ceder en algunos aspectos de su estrategia.
Sin embargo, lo que se escucha con demasiada frecuencia es la negativa a sentarse a la mesa de negociaciones con fulano o a buscar un acuerdo de coincidencias con mengano, acusando "al otro" de cuantos motivos de sospecha sean imaginables, desde "infiltrado" hasta "reaccionario" o "intransigente", por no usar aquí también algunas palabras soeces que con frecuencia se escuchan.
Esa negativa a dialogar con "el otro" la he comprobado tanto entre cubanos como entre venezolanos respetables. Lamentablemente, falta la voluntad necesaria de conversar, negociar y transar en un diálogo en el que podamos mantener nuestros principios y convicciones pero con cordialidad y respeto por "el otro".
Una reciente iniciativa que parte de Miami y se proyecta a todo el hemisferio, el Foro de Promoción Democrática Continental (FPDC), está realizando con bastante éxito la labor de acercamiento entre opositores rivales, tanto cubanos como venezolanos (sin olvidar a bolivianos, ecuatorianos y nicaragüenses), para buscar esos puntos de coincidencia que permitan la colaboración. En otro ámbito, se están aglutinando diputados y senadores en un Grupo que ya pasa de 150 parlamentarios (ParlaDem) para fomentar acciones conjuntas a nivel continental a favor de la democracia y en defensa de los derechos humanos. Todos debemos colaborar con firmeza y determinación al exito y promoción de iniciativas como éstas.
Sentémonos con "el otro" a conversar y a buscar las avenidas que se abran a la colaboración necesaria para formular estrategias comunes. A muchos sorprenderá cuán cerca estamos los unos de los otros cuando derribemos el muro de intransigencia que nos separa.
Me asombra cómo este tema ha despertado un fervor que supera en el debate a tantos otros de igual o mayor importancia, provocando un verdadero intercambio en el cual, además, los foristas han hecho gala de respeto y consideración por las opiniones de los demás, lo cual no es común en las controversias alrededor de las sanciones de EEUU a Cuba y a otros países, como la ley que recientemente han propuesto en el Congreso en reacción a la barbarie desencadenada por el Presidente Maduro en Venezuela.
Pero no quiero seguir contribuyendo al debate que nos divide, sobre el cual han quedado bien en claro las razones en pro y en contra, sino subrayar que ninguno de los participantes, inclusive los que menciona Yoani, entrevistados en Cuba para su nueva revista digital 14yMedio, emite una sola palabra en defensa de Raúl Castro o de su atrofiada y cruel "Revolución". Todo lo contrario: hay una firme coincidencia de propósitos para alcanzar las metas de libertad y democracia.
¡Lo que divide lastimosamente a los amantes de la democracia son las estrategias destinadas a lograr esos propósitos! Caemos en interminables discusiones estériles plagadas de la afirmación de que "usted está absolutamente equivocado" y a veces descendiendo al plano de la ironía y la descalificación del interlocutor, o peor aún, de la sospecha sobre sus intenciones, que la mayoría de las veces carece del fundamento de los hechos.
Es probable que muchas estrategias sean ineficaces y equivocadas, es seguro que la mayoría puedan mejorarse o perfeccionarse para que logren tener eficacia, pero la única estrategia efectiva contra el totalitarismo o cualquier dictadura mafiosa y feroz es la de buscar las coincidencias que nos permitan colaborar firmemente en los propósitos comunes.
Cabría preguntar a los que se oponen a las medidas que solicitan en esa carta al Presidente Obama, si no estarían dispuestos a negociar con ellos, unidos, una estrategia común que pueda contar con el beneplácito del gobierno estadounidense y que pueda desarrollarse para que este gran país sea un verdadero aliado en la causa común. Y preguntarles a quienes escribieron y firmaron esa carta si están dispuestos a escuchar y negociar alternativas viables que logren aunar la mayor cantidad de voluntades posibles, aun a costa de ceder en algunos aspectos de su estrategia.
Sin embargo, lo que se escucha con demasiada frecuencia es la negativa a sentarse a la mesa de negociaciones con fulano o a buscar un acuerdo de coincidencias con mengano, acusando "al otro" de cuantos motivos de sospecha sean imaginables, desde "infiltrado" hasta "reaccionario" o "intransigente", por no usar aquí también algunas palabras soeces que con frecuencia se escuchan.
Esa negativa a dialogar con "el otro" la he comprobado tanto entre cubanos como entre venezolanos respetables. Lamentablemente, falta la voluntad necesaria de conversar, negociar y transar en un diálogo en el que podamos mantener nuestros principios y convicciones pero con cordialidad y respeto por "el otro".
Una reciente iniciativa que parte de Miami y se proyecta a todo el hemisferio, el Foro de Promoción Democrática Continental (FPDC), está realizando con bastante éxito la labor de acercamiento entre opositores rivales, tanto cubanos como venezolanos (sin olvidar a bolivianos, ecuatorianos y nicaragüenses), para buscar esos puntos de coincidencia que permitan la colaboración. En otro ámbito, se están aglutinando diputados y senadores en un Grupo que ya pasa de 150 parlamentarios (ParlaDem) para fomentar acciones conjuntas a nivel continental a favor de la democracia y en defensa de los derechos humanos. Todos debemos colaborar con firmeza y determinación al exito y promoción de iniciativas como éstas.
Sentémonos con "el otro" a conversar y a buscar las avenidas que se abran a la colaboración necesaria para formular estrategias comunes. A muchos sorprenderá cuán cerca estamos los unos de los otros cuando derribemos el muro de intransigencia que nos separa.
Reply to Gerardo E. Martínez-Solanas
- Abelardo Pérez García
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Re: Que cambie USA para que cambie Cuba.
27 May 2014 09:36
Antes de querer cambiar a USA o a Cuba tratemos de cambiarnos un poco nosotros mismos
Me ha interesado mucho este debate y, aunque no me concierne directamente pues no vivo en Cuba ni en Estados Unidos, creo como bien dice José Manuel Palli que es casi un deber para todo cubano dar su opinión al respecto.
Una de las dificultades mayores es que, desde el punto de vista de cada forista, todos tienen razón.
Quiero decir con esto que cada discurso corresponde lógicamente con una posición y que se puede sostener con validez.
¡Ya sé! ¡Ya sé! Esa es una postura relativista y esa manera de pensar, perversa y absurda es la fuente de todos los males de nuestro mundo moderno. Lo siento mucho pero es así.
Lo que sí podemos debatir es si cada postura es correcta desde un punto de vista ético y, sobre todo, si es pertinente , oportuna y eficaz.
Mi opinión personal es muy parecida a la que han expuesto de manera diferente pero con un fondo similar Gerardo Martínez Solanas y José Manuel Palli, así que no voy a volver a repetir argumentos que ellos han presentado mejor que lo que hubiera hecho yo.
Entiendo perfectamente el parecer del amigo Pablo Aguabella pero la “presión y más presión” tampoco ha logrado nada en más de medio siglo o mejor dicho, sí. Le ha permitido al régimen cubano presentarse ante el mundo entero como víctima.
Carlos Alberto Montaner, como de costumbre nos regala artículos claros y muy bien estructurados y escritos. Diría casi que lo apoyaría totalmente si no fuera porque me siento muy lejos de tener esa fe que él tiene en el Mercado Providencia que por sí solo resolvería todos los problemas de una sociedad.
Ese Mercado, con sus propias leyes, si se dejan absolutamente sin trabas no harían más que aumentar la omnipotencia del “amarillo dios de los hombres” al cual me niego a adorar. Claro que también me opongo, y lo digo para aclarar las cosas, a que un Estado Providencia meta la mano donde no tiene absolutamente nada que hacer.
Para terminar quisiera añadir unas observaciones sobre lo que dice Gerardo con mucha razón.
Antes de querer cambiar USA y/o Cuba, pensemos en cambiarnos un poco nosotros mismos.
Esas lacras que señala Gerardo son reales y nos hacen mucho daño pero hay otras que él no cita y que son aún peores. Acabo de regresar de Mayami y de nuevo vuelvo con esa desagradable impresión de que no hay nada que hacer:
Que jamás un cubano dejará terminar una frase (que permitiría precisar lo que “el otro” quiere decir) sin cortarle la palabra.
Que siempre sabrá de antemano lo que “el otro” va a decir antes de que lo diga: “Yo sé por tú vienes” .
Y por fin, pecado capital entre todos: hablar de lo que no sabe y discutir sin saber ni siquiera los elementos básicos del tema que se trata.
Sé que estos no son defectos de los participantes de este foro aunque a veces…pero es indudable que estas características nacionales nos hacen mucho daño.
Me pregunto si Jean-Paul Sartre no conocía a los cubanos cuando escribió: “L’enfer, c’est les autres”
Me ha interesado mucho este debate y, aunque no me concierne directamente pues no vivo en Cuba ni en Estados Unidos, creo como bien dice José Manuel Palli que es casi un deber para todo cubano dar su opinión al respecto.
Una de las dificultades mayores es que, desde el punto de vista de cada forista, todos tienen razón.
Quiero decir con esto que cada discurso corresponde lógicamente con una posición y que se puede sostener con validez.
¡Ya sé! ¡Ya sé! Esa es una postura relativista y esa manera de pensar, perversa y absurda es la fuente de todos los males de nuestro mundo moderno. Lo siento mucho pero es así.
Lo que sí podemos debatir es si cada postura es correcta desde un punto de vista ético y, sobre todo, si es pertinente , oportuna y eficaz.
Mi opinión personal es muy parecida a la que han expuesto de manera diferente pero con un fondo similar Gerardo Martínez Solanas y José Manuel Palli, así que no voy a volver a repetir argumentos que ellos han presentado mejor que lo que hubiera hecho yo.
Entiendo perfectamente el parecer del amigo Pablo Aguabella pero la “presión y más presión” tampoco ha logrado nada en más de medio siglo o mejor dicho, sí. Le ha permitido al régimen cubano presentarse ante el mundo entero como víctima.
Carlos Alberto Montaner, como de costumbre nos regala artículos claros y muy bien estructurados y escritos. Diría casi que lo apoyaría totalmente si no fuera porque me siento muy lejos de tener esa fe que él tiene en el Mercado Providencia que por sí solo resolvería todos los problemas de una sociedad.
Ese Mercado, con sus propias leyes, si se dejan absolutamente sin trabas no harían más que aumentar la omnipotencia del “amarillo dios de los hombres” al cual me niego a adorar. Claro que también me opongo, y lo digo para aclarar las cosas, a que un Estado Providencia meta la mano donde no tiene absolutamente nada que hacer.
Para terminar quisiera añadir unas observaciones sobre lo que dice Gerardo con mucha razón.
Antes de querer cambiar USA y/o Cuba, pensemos en cambiarnos un poco nosotros mismos.
Esas lacras que señala Gerardo son reales y nos hacen mucho daño pero hay otras que él no cita y que son aún peores. Acabo de regresar de Mayami y de nuevo vuelvo con esa desagradable impresión de que no hay nada que hacer:
Que jamás un cubano dejará terminar una frase (que permitiría precisar lo que “el otro” quiere decir) sin cortarle la palabra.
Que siempre sabrá de antemano lo que “el otro” va a decir antes de que lo diga: “Yo sé por tú vienes” .
Y por fin, pecado capital entre todos: hablar de lo que no sabe y discutir sin saber ni siquiera los elementos básicos del tema que se trata.
Sé que estos no son defectos de los participantes de este foro aunque a veces…pero es indudable que estas características nacionales nos hacen mucho daño.
Me pregunto si Jean-Paul Sartre no conocía a los cubanos cuando escribió: “L’enfer, c’est les autres”
Reply to Abelardo Pérez García
- Marta Menor
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Re: Que cambie USA para que cambie Cuba.
27 May 2014 13:42
Ante todo, hola a mi amigo Abelardo. Te debo una llamada.
Los cubanos, ademas de interrumpir, y hasta los mas consciente de nuestras faltas padece en algun momento de ella : ), tambien tenemos el de la seguridad de la verdad absoluta. sobre esto ultimo digo, mea culpa, mea culpa. Seguido, por el del protagonismo. De esta, me excuso. Caracteristicas heredadas de nuestros antepasados, son parte del DNA y con las cuales hay que vivir.
En esta discusion amigable no es el cambiar a los cubanos pero si exponer opiniones diversas para llegar a la meta de todos: un futuro mejor para el pueblo cubano en la Isla.
Empecemos por puntos y tratemos de olvidarnos por un momento que somos cubanos y hablemos del tema.
Tema: Una carta/peticion enviada al Presidente de los Estados Unidos
* La carta solicita al Presidente de los EEUU que use su poder ejecutivo e ignore una Ley aprobada por el Congreso con el fin de crear ciertas oportunidades economicas en un pais extranjero. ( Ver mi articulo: Mr President, tell Congress be damned)
* El pedir que el ejecutivo use su poder ignorando al legislativo son precedentes muy peligrosos. Asi es como un pueblo va perdiendo sus derechos y se crean caudillos. En este caso se podria argumentar que tambien es una falta de respeto a cubanos electos a sillas congresionales
* La carta dice que el tiempo apremia, pero no porque el pueblo cubano ya no puede sufrir mas. No, el tiempo es critico por que se temen que el balance del poder legislativo cambie en las proximas elecciones
* La peticion se hace un momento critico para el regimen castrista que le ha negado todo derecho habido y por haber al pueblo por mas de cinco decadas.
* Debido a este momento critico, el regimen es receptivo a oportunidades economicas que le permitan mantener el poder.
* La carta no es para que el poder ejecutivo tome una posicion de defender los derechos del un pueblo a elegir como quiere vivir y ser gobernado, sino enfatiza la venta de equipos de telecomunicaciones en Cuba, incluyendo las torres de celulares, antenas parabólicas y teléfonos; licencias generales de viaje para la investigación, la comercialización y la venta de equipos de telecomunicaciones; intercambio de estudios agrícolas entre las organizaciones no gubernamentales con sede en EE.UU. y granjas cooperativas privadas en Cuba. Ventas y condiciones donde los primeros que se beneficiarian economicamente serian firmantes de la carta ya que sus propias empresas pueden ser principales proveedores.
* Los resultados de esas inversiones son dubiosas , pero los beneficios economicos inciales para los envueltos son reales y productivos aunque riesgosos.
* La carta no proponee ninguna condicion para crear esas oportunidades economicas ni tampoco presenta un plan de implementacion de las mismas.
Es una peticion de contrato en blanco: confien en nosotros que sabemos lo que estamos haciendo.
* Podemos asumir que algunos de los firmantes, sobre todo que no son cubanos, dado las posiciones que el destino les ha deparado no estan identificados con las penurias del pueblo cubano ni tampoco han materializado lo que significa vivir bajo el terror de una tirania por mas de cincuenta años. Antenas parabolicas? preguntele al cubano de a pie si es eso lo que quiere.
Con todo respeto a los firmantes de la carta, la misma desde este mi punto de vista divide a los cubanos y regocija al regimen comunista cubano. Combinacion fatal para el exito. Estoy segura, no es esa la intencion.
Concluyendo: si queremos tratar de mejorar el sistema de vida del pueblo cubano, antes de buscar firmas impresionantes de personalidades, empecemos primero por sentarnos a discutir entre cubanos, formular una estrategia en dos frentes: economico y civil y luego presentarlas en carta abierta al regimen cubano. Entonces podremos apreciar si de verdad estan interesados en esas tan cacareadas aberturas, o solo es una fachada cosmetica para recibir el oxigeno economico que necesitan y poder seguir en el poder expandiendo su ideologia a resto del continente
Los cubanos, ademas de interrumpir, y hasta los mas consciente de nuestras faltas padece en algun momento de ella : ), tambien tenemos el de la seguridad de la verdad absoluta. sobre esto ultimo digo, mea culpa, mea culpa. Seguido, por el del protagonismo. De esta, me excuso. Caracteristicas heredadas de nuestros antepasados, son parte del DNA y con las cuales hay que vivir.
En esta discusion amigable no es el cambiar a los cubanos pero si exponer opiniones diversas para llegar a la meta de todos: un futuro mejor para el pueblo cubano en la Isla.
Empecemos por puntos y tratemos de olvidarnos por un momento que somos cubanos y hablemos del tema.
Tema: Una carta/peticion enviada al Presidente de los Estados Unidos
* La carta solicita al Presidente de los EEUU que use su poder ejecutivo e ignore una Ley aprobada por el Congreso con el fin de crear ciertas oportunidades economicas en un pais extranjero. ( Ver mi articulo: Mr President, tell Congress be damned)
* El pedir que el ejecutivo use su poder ignorando al legislativo son precedentes muy peligrosos. Asi es como un pueblo va perdiendo sus derechos y se crean caudillos. En este caso se podria argumentar que tambien es una falta de respeto a cubanos electos a sillas congresionales
* La carta dice que el tiempo apremia, pero no porque el pueblo cubano ya no puede sufrir mas. No, el tiempo es critico por que se temen que el balance del poder legislativo cambie en las proximas elecciones
* La peticion se hace un momento critico para el regimen castrista que le ha negado todo derecho habido y por haber al pueblo por mas de cinco decadas.
* Debido a este momento critico, el regimen es receptivo a oportunidades economicas que le permitan mantener el poder.
* La carta no es para que el poder ejecutivo tome una posicion de defender los derechos del un pueblo a elegir como quiere vivir y ser gobernado, sino enfatiza la venta de equipos de telecomunicaciones en Cuba, incluyendo las torres de celulares, antenas parabólicas y teléfonos; licencias generales de viaje para la investigación, la comercialización y la venta de equipos de telecomunicaciones; intercambio de estudios agrícolas entre las organizaciones no gubernamentales con sede en EE.UU. y granjas cooperativas privadas en Cuba. Ventas y condiciones donde los primeros que se beneficiarian economicamente serian firmantes de la carta ya que sus propias empresas pueden ser principales proveedores.
* Los resultados de esas inversiones son dubiosas , pero los beneficios economicos inciales para los envueltos son reales y productivos aunque riesgosos.
* La carta no proponee ninguna condicion para crear esas oportunidades economicas ni tampoco presenta un plan de implementacion de las mismas.
Es una peticion de contrato en blanco: confien en nosotros que sabemos lo que estamos haciendo.
* Podemos asumir que algunos de los firmantes, sobre todo que no son cubanos, dado las posiciones que el destino les ha deparado no estan identificados con las penurias del pueblo cubano ni tampoco han materializado lo que significa vivir bajo el terror de una tirania por mas de cincuenta años. Antenas parabolicas? preguntele al cubano de a pie si es eso lo que quiere.
Con todo respeto a los firmantes de la carta, la misma desde este mi punto de vista divide a los cubanos y regocija al regimen comunista cubano. Combinacion fatal para el exito. Estoy segura, no es esa la intencion.
Concluyendo: si queremos tratar de mejorar el sistema de vida del pueblo cubano, antes de buscar firmas impresionantes de personalidades, empecemos primero por sentarnos a discutir entre cubanos, formular una estrategia en dos frentes: economico y civil y luego presentarlas en carta abierta al regimen cubano. Entonces podremos apreciar si de verdad estan interesados en esas tan cacareadas aberturas, o solo es una fachada cosmetica para recibir el oxigeno economico que necesitan y poder seguir en el poder expandiendo su ideologia a resto del continente
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