Uno de tantos mitos alevosos que propagan para difamar la memoria de Junípero Serra
- Gerardo E. Martínez-Solanas
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Uno de tantos mitos alevosos que propagan para difamar la memoria de Junípero Serra
01 Jul 2023 16:28 - 01 Jul 2023 17:16
El artículo de opinión de Elizabeth Bruenig publicado hace algún tiempo en el New York Times, titulado "A Saint's Sins" fue una extensa acusación del carácter y las acciones de San Junípero Serra. Es tentador referirse a ese artículo como una obra maestra entre las que se dedican al asesinato de personajes, excepto que dista mucho de ser magistral. Recicla ataques anticatólicos modernistas y antiguos que ignoran el registro histórico y promueven una alevosa narrativa moderna de opresión, tortura y esclavitud de los indígenas. Ella ubica a San Junípero entre los que participaron en la opresión en sus esfuerzos por convertir a las tribus indias.
El envidiable historial del sistema de misiones de California
De hecho, la verdad histórica muestra todo lo contrario. San Junípero Serra fue un sacerdote desinteresado y dedicado que encaminó a un grupo de misioneros franciscanos a California en 1769,** donde permaneció hasta su muerte de tuberculosis en 1784. A pesar de su mala salud, estableció nueve misiones. Sus sucesores aumentaron ese número hasta que hubo 21 misiones en total que se extendían a lo largo de quinientas millas de la costa de California.
El sistema de misiones tenía dos objetivos. En primer lugar, buscaron llevar la fe católica a los nativos de esa región. Al mismo tiempo, estos franciscanos eran hombres prácticos. La práctica plena del catolicismo requiere tanto educación como acceso a los sacramentos. Para crecer en su nueva fe, los nativos se establecieron cerca de las misiones. Esa necesidad llevó al segundo objetivo, enseñar a los nativos habilidades agrícolas para que pudieran abandonar la miserable vida nómada en la que padecían enfermedades, hambre, superstición y guerras con otras tribus.
Las misiones tuvieron un éxito fenomenal, tanto en términos espirituales como materiales. Decenas de miles de indios de California y regiones aledañas abrazaron el cristianismo, recibieron los sacramentos y vivieron vidas de virtud cristiana. El catolicismo se mantuvo fuerte entre sus descendientes durante generaciones. También disfrutaron de prosperidad económica. Según la Enciclopedia Católica hay sobrada evidencia de esa generosidad. “Los registros oficiales muestran que en las 21 misiones de la Alta California desde el año 1770 hasta fines de 1831, cuando cesan los informes generales, se cosecharon en números redondos 2.200.000 fanegas de trigo, 600.000 fanegas de cebada, 850.000 fanegas de maíz, 160.000 fanegas de frijol y 100.000 fanegas de guisantes y lentejas, sin mencionar las hortalizas, uvas, aceitunas y frutas varias, de las cuales no se requirieron informes”.
Los misioneros introdujeron manzanas, naranjas, duraznos, peras, ciruelas, ciruelas pasas, limones, uvas, granadas, aceitunas y nueces. Construyeron sistemas de riego. En el apogeo de su prosperidad, las misiones poseían 232.000 cabezas de ganado, 268.000 ovejas y 34.000 caballos. Esta inmensa riqueza benefició a los indios, no a los franciscanos, los cuales practicaban la pobreza evangélica.
La evidencia de los historiadores
La narrativa de Bruenig no reconoce las inmensas mejoras materiales en la vida de innumerables indios. Los historiadores posmodernos han tomado una historia de éxito y la han convertido en una calamidad cultural. Afirman que las abundantes cosechas fueron las armas con las que los opresores españoles convirtieron a los nativos de cazadores-recolectores en agricultores exitosos.
Lejos de ayudar a los indios, proclaman que los españoles importaron animales que comían todas las plantas silvestres y ahuyentaban la caza salvaje. El hambre, no la gracia de Dios, impulsó a los nativos americanos a entrar en las misiones, convertirse en cristianos y adoptar una vida agrícola. Una vez en la misión, afirman que los nativos oprimidos se vieron obligados a quedarse. No se explica del todo cómo unos pocos miles de españoles lograron destruir millones de hectáreas de desierto y selva, ni cómo unos pocos frailes con seis soldados lograron mantener cautivos a miles de indios dentro de los límites de cada misión.
El mito de la opresión
Citando a notables historiadores de las universidades actuales, la contracultura ha reconstruido una imagen de la misión como un lugar de crueles torturas, esclavitud y asesinato de los indígenas. San Junípero aparece como un participante bien intencionado pero obstinado en un sistema de colonización que él no pudo controlar. Siempre hostiles al cristianismo, tales eruditos tienden a presentar un relato tal y como lo imaginan que fue o como quieren que haya sido.
Los relatos históricos de testigos oculares y observadores posteriores informan un registro contrario de lo que sucedió en las misiones. Los franciscanos sabían que solo podían evangelizar si trataban a los indios con extrema bondad, misericordia y comprensión. Explicaron la fe cristiana en su forma más simple en los muchos idiomas indios en los que los misioneros se convirtieron en expertos hablantes.
Los frailes redactaron reglas para mantener el orden en las misiones según las costumbres de la época, las cuales eran aplicadas por los jefes y líderes indios. Estas reglas han sido fuente de constantes calumnias contra los franciscanos, quienes defendían a los indios de la injusticia y el abuso.
Cada misión estaba organizada como una gran familia que contaba con hasta tres mil indígenas. Las oraciones matutinas y vespertinas se llevaban a cabo en común en el templo. Todos asistían voluntariamente a la Misa diaria, y los indios con entusiasmo hacían coro en los cantos de las Misas Mayores y otras ocasiones. La tarde era el momento de las diversiones, consistentes en música y juegos.
[ Hasta aquí, traducido del original en inglés en www.tfp.org/refuting-leftist-m...aint-junipero-serra/ ]
Esa es la pura verdad que desenmascara el mito. Y así sucede con muchos otros "análisis" cargados de subjetividad antirreligiosa en los medios que en Estados Unidos se identifican como "liberales" y en Europa como "socialistas".
** En un libro disponible a módico precio en Amazon.com que recomiendo a todos para que se informen de esa historia de 20 siglos durante los cuales el Cristianismo ha ido forjando la civilización moderna y su coherencia social, titulado "La Huella del Cristianismo en la Historia", se destaca la ingente labor de Junípero Serra con estos detalles históricos:
«Su defensa de los indios enfrentando a las autoridades militares fue ejemplar y algunas de esas misiones franciscanas todavía existen. Su obra fue asombrosa, en un territorio mayor que toda Europa occidental, desde la Sierra Gorda de Querétaro hasta las sierras de la Alta California. Cuando llegó a Veracruz, procedente de España y Puerto Rico, renunció a las carretas y a la caballería que le ofrecieron porque prefirió, según la tradición franciscana, emprender a pie el camino a México para iniciar su misión y continuarla por más de doce mil kilómetros hasta el territorio que hoy se conoce como California. Su obra ocupó casi 20 años de su vida, durante los cuales bautizó personalmente a unos ocho mil conversos entre los indios pames y los apaches y confirmó a más de cinco mil, mientras fundaba misiones en esa región. Además, enseñaba a los indígenas nuevas técnicas agrícolas, los iniciaba en nuevos cultivos y los introducía a la ganadería. En septiembre de 2015 fue canonizado por el Papa Francisco durante su visita pastoral a Estados Unidos.»
El envidiable historial del sistema de misiones de California
De hecho, la verdad histórica muestra todo lo contrario. San Junípero Serra fue un sacerdote desinteresado y dedicado que encaminó a un grupo de misioneros franciscanos a California en 1769,** donde permaneció hasta su muerte de tuberculosis en 1784. A pesar de su mala salud, estableció nueve misiones. Sus sucesores aumentaron ese número hasta que hubo 21 misiones en total que se extendían a lo largo de quinientas millas de la costa de California.
El sistema de misiones tenía dos objetivos. En primer lugar, buscaron llevar la fe católica a los nativos de esa región. Al mismo tiempo, estos franciscanos eran hombres prácticos. La práctica plena del catolicismo requiere tanto educación como acceso a los sacramentos. Para crecer en su nueva fe, los nativos se establecieron cerca de las misiones. Esa necesidad llevó al segundo objetivo, enseñar a los nativos habilidades agrícolas para que pudieran abandonar la miserable vida nómada en la que padecían enfermedades, hambre, superstición y guerras con otras tribus.
Las misiones tuvieron un éxito fenomenal, tanto en términos espirituales como materiales. Decenas de miles de indios de California y regiones aledañas abrazaron el cristianismo, recibieron los sacramentos y vivieron vidas de virtud cristiana. El catolicismo se mantuvo fuerte entre sus descendientes durante generaciones. También disfrutaron de prosperidad económica. Según la Enciclopedia Católica hay sobrada evidencia de esa generosidad. “Los registros oficiales muestran que en las 21 misiones de la Alta California desde el año 1770 hasta fines de 1831, cuando cesan los informes generales, se cosecharon en números redondos 2.200.000 fanegas de trigo, 600.000 fanegas de cebada, 850.000 fanegas de maíz, 160.000 fanegas de frijol y 100.000 fanegas de guisantes y lentejas, sin mencionar las hortalizas, uvas, aceitunas y frutas varias, de las cuales no se requirieron informes”.
Los misioneros introdujeron manzanas, naranjas, duraznos, peras, ciruelas, ciruelas pasas, limones, uvas, granadas, aceitunas y nueces. Construyeron sistemas de riego. En el apogeo de su prosperidad, las misiones poseían 232.000 cabezas de ganado, 268.000 ovejas y 34.000 caballos. Esta inmensa riqueza benefició a los indios, no a los franciscanos, los cuales practicaban la pobreza evangélica.
La evidencia de los historiadores
La narrativa de Bruenig no reconoce las inmensas mejoras materiales en la vida de innumerables indios. Los historiadores posmodernos han tomado una historia de éxito y la han convertido en una calamidad cultural. Afirman que las abundantes cosechas fueron las armas con las que los opresores españoles convirtieron a los nativos de cazadores-recolectores en agricultores exitosos.
Lejos de ayudar a los indios, proclaman que los españoles importaron animales que comían todas las plantas silvestres y ahuyentaban la caza salvaje. El hambre, no la gracia de Dios, impulsó a los nativos americanos a entrar en las misiones, convertirse en cristianos y adoptar una vida agrícola. Una vez en la misión, afirman que los nativos oprimidos se vieron obligados a quedarse. No se explica del todo cómo unos pocos miles de españoles lograron destruir millones de hectáreas de desierto y selva, ni cómo unos pocos frailes con seis soldados lograron mantener cautivos a miles de indios dentro de los límites de cada misión.
El mito de la opresión
Citando a notables historiadores de las universidades actuales, la contracultura ha reconstruido una imagen de la misión como un lugar de crueles torturas, esclavitud y asesinato de los indígenas. San Junípero aparece como un participante bien intencionado pero obstinado en un sistema de colonización que él no pudo controlar. Siempre hostiles al cristianismo, tales eruditos tienden a presentar un relato tal y como lo imaginan que fue o como quieren que haya sido.
Los relatos históricos de testigos oculares y observadores posteriores informan un registro contrario de lo que sucedió en las misiones. Los franciscanos sabían que solo podían evangelizar si trataban a los indios con extrema bondad, misericordia y comprensión. Explicaron la fe cristiana en su forma más simple en los muchos idiomas indios en los que los misioneros se convirtieron en expertos hablantes.
Los frailes redactaron reglas para mantener el orden en las misiones según las costumbres de la época, las cuales eran aplicadas por los jefes y líderes indios. Estas reglas han sido fuente de constantes calumnias contra los franciscanos, quienes defendían a los indios de la injusticia y el abuso.
Cada misión estaba organizada como una gran familia que contaba con hasta tres mil indígenas. Las oraciones matutinas y vespertinas se llevaban a cabo en común en el templo. Todos asistían voluntariamente a la Misa diaria, y los indios con entusiasmo hacían coro en los cantos de las Misas Mayores y otras ocasiones. La tarde era el momento de las diversiones, consistentes en música y juegos.
[ Hasta aquí, traducido del original en inglés en www.tfp.org/refuting-leftist-m...aint-junipero-serra/ ]
Esa es la pura verdad que desenmascara el mito. Y así sucede con muchos otros "análisis" cargados de subjetividad antirreligiosa en los medios que en Estados Unidos se identifican como "liberales" y en Europa como "socialistas".
** En un libro disponible a módico precio en Amazon.com que recomiendo a todos para que se informen de esa historia de 20 siglos durante los cuales el Cristianismo ha ido forjando la civilización moderna y su coherencia social, titulado "La Huella del Cristianismo en la Historia", se destaca la ingente labor de Junípero Serra con estos detalles históricos:
«Su defensa de los indios enfrentando a las autoridades militares fue ejemplar y algunas de esas misiones franciscanas todavía existen. Su obra fue asombrosa, en un territorio mayor que toda Europa occidental, desde la Sierra Gorda de Querétaro hasta las sierras de la Alta California. Cuando llegó a Veracruz, procedente de España y Puerto Rico, renunció a las carretas y a la caballería que le ofrecieron porque prefirió, según la tradición franciscana, emprender a pie el camino a México para iniciar su misión y continuarla por más de doce mil kilómetros hasta el territorio que hoy se conoce como California. Su obra ocupó casi 20 años de su vida, durante los cuales bautizó personalmente a unos ocho mil conversos entre los indios pames y los apaches y confirmó a más de cinco mil, mientras fundaba misiones en esa región. Además, enseñaba a los indígenas nuevas técnicas agrícolas, los iniciaba en nuevos cultivos y los introducía a la ganadería. En septiembre de 2015 fue canonizado por el Papa Francisco durante su visita pastoral a Estados Unidos.»
Last edit: 01 Jul 2023 17:16 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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