Lo que le faltaba a Patria y Vida
Se hace dificil, a veces, proyectar imágenes o gestos esotéricos o religiosos en público, dependiendo, claro está, del lugar en que ocurran. Pero para sorpresa de muchos, en la víspera del aniversario número sesenta y tres de una triste revolución acaecida en territorio caribeño, surgió un gesto inusitado por parte de uno de los cantantes participantes en la espera del nuevo año 2022, en el Bayfront Park de Miami, Florida, Estados Unidos.
Precedido por repetidas invocaciones patrióticas referentes a la libertad de los presos politicos y para los cubanos de la Isla en general, el cantante Yotuel Romero, dentro de tanta emoción por las evocaciones antes mencionadas y por el emocional momento de la llegada del nuevo año, se arrodilló en pleno escenario e invitó a los asistentes –los que lo desearan, como dijo- para hacer lo mismo y orar al Señor por una Cuba democrática, libre y soberana. Para que las cadenas dictatoriales que atenazan la libertad de los habitantes de ese país cesaran de una vez por todas (dijo cosas parecidas, no literalmente lo anterior).
Mencionaba más arriba lo inusitado e inesperado de esta especie de proclamación, más que esotérica, religiosa. Se ha notado con los años que muchas de las oratorias patrióticas que ha recibido el exilio cubano han carecido de invocaciones a lo divino o sobrenatural; han sido más bien laicas y cívicas que otra cosa, sin dejar de ser muy meritorias y necesarias, por supuesto.
Contrariamente, los acostumbrados a las tradiciones judeo-cristianas añoramos lo poco que se apela desde tribunas y púlpitos -cristianos y otros- a lo transcendental, a lo divino, cuando se menciona el destino de una patria sufrida, extenuada, agónica por la represiva oligarquía comunista que la aplasta inmisericordemente, por más de seis décadas ya. Y lo extrañamos, pues comparamos las actitudes tomadas por los pueblos, tanto en narraciones del Antiguo Testamento, como de cristianos en siglos anteriores ante grandes peligros o males públicos, como guerras o epidemias.
Cadacual en su creencia o en su excepticismo, en su agnosticismo o en su fe,
pudiese requerir de su pastor, sacerdote, rabai, imán, babalawo, gurú, chamán u
otro tipo de guía espiritual, un acto vibrante de su fe, pidiendo públicamente,
arrodillado, por el bienestar de Cuba y requiriendo lo mismo a sus seguidores. Cuando Leck Walesa y su Sindicato Solidaridad construían, desafiantemente, la enorme cruz de madera en el Puerto de Gandsk, rodeados amenazadoramente por las metralletas de los guardias enviados para controlarlos, mostraban una fe no usual que los reforzaba psicológicamente y que, al final, los hizo héroes.
Unasimbólica genuflexión humilde y patriótica pudiéramos exigir, imitando a la
valentía mostrada por los marinos de Gandsk, a los guías espirituales o
esótericos que nos lideran. Que cese en esto lo políticamente correcto, el temor a violar liturgias o el respeto humano. Queel ejemplo inesperado de un valiente artista que escribió en su pecho las palabras Patria y Vida, pueda alentarlos a incluir esta nueva iniciativa hasta que el Altísimo, el Gran Arquitecto del Universo, Dios, la Luz Universal o como querramos llamarlo, decida implementar en Cuba lo que todos anhelamos: su liberación.
Independientemente,por supuesto, de que todo el que pueda continúe su participación histórica para acelerar la liberación de nuestro país natal, con actividades de cualquier clase -pasivas o activas- según le dicte su corazón o le permitan las circunstancias. Lo mismo exhortaciones en tribunas, que en la radio, en la televisión, en la internet o en periódicos, revistas o cualquier otro tipo de publicación, ya sea localmente, en otro estado o en otro país. Así mismo, compartir nuestros ideales libertarios en cualquier club social y en grupos cívicos y religiosos.
Todo será bienvenido siempre que pongamos nuestros esfuerzos, humildemente, en las manos del Dios bueno y todopoderoso al que pedimos ayuda.
Que así sea.
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