Jeffrey Sachs. ¿Cómo superar la crisis y recuperar la prosperidad estadounidense?, Segundo de tres artículos (las prescripciones)

En el primer artículo comenté el diagnóstico de Sachs.  Este se puede resumir en los siguientes puntos principales.  EEUU está disminuyendo su competitividad a nivel global y ha perdido el debido balance entre el papel del mercado y del estado en la sociedad.  Los grandes perdedores de la globalización han sido los trabajadores, principalmente del sector manufacturero, que carecen de educación universitaria y no se recalifican para competir de manera eficaz con los trabajadores de bajos ingresos de los países en desarrollo.  Dichos trabajadores han perdido millones de empleos y los que han mantenido sus empleos han experimentado que sus salarios se estancan o disminuyen.  Los países europeos de altos ingresos que han enfrentado bien la globalización le han dado un papel definido y activo al estado en mejorar la calidad de los bienes y servicios públicos, que se ha realizado manteniendo, o aún aumentando, los niveles impositivos, los cuales son mayores en relación al PIB que en EEUU, mientras han conservado el equilibrio y la disciplina fiscal.  En vez de responder a la globalización con el gasto público apropiado, Ronald Reagan lo recortó y redujo los impuestos, considerando que el gobierno era el problema y no parte de la solución, además ensalzó la economía del goteo o la filtración, todo ello lo han continuado también todos los presidentes que le sucedieron.  La democracia en EEUU ha sido suplantada por la “corporacioncracia”, o el predominio de los intereses estrechos y las prácticas dañinas de las grandes corporaciones sobre el interés público y los valores nacionales.  O sea, hoy existe una plutocracia o una oligarquía económica.

Hay que añadir, que como consecuencia de lo señalado, ha ocurrido una fuerte dinámica o espiral de concentración del ingreso, la riqueza y el poder político, los que presionan adversamente el tejido y la movilidad social en EEUU; la nación se ha bifurcado.  El ingreso del 1% de las personas de mayores ingresos ha aumentado del 10% del ingreso total en 1969 al 23% en 2007, mientras que ha aumentado el porcentaje de la pobreza que actualmente es del 18% del total de la población y es la mayor entre los países de la OCDE.  Sachs está muy preocupado por los se van quedado socioeconómicamente atrás.

Para sus prescripciones, que Sachs considera factibles de implementar y que resolverían los problemas a mediano plazo, parte de amplias reflexiones sobre las causas de la crisis.  P. ej. la de necesidad de moderar el consumismo y de mirar menos televisión, enfrentar la globalización para maximizar sus beneficios y reducir sus costos, hacer contribuciones sociales y rechazar posiciones libertarias que considera irrealistas porque ignoran las imperfecciones de mercado y que cree inmorales (por su falta de responsabilidad y compasión social) en una sociedad cada vez más compleja que no se basa sólo en el trabajo y el esfuerzo individual.  Sin que se restaure un ethos de responsabilidad y compasión social, no puede haber ninguna recuperación económica significativa y sostenida.

Sachs recomienda metas y acciones socioeconómicas en 8 áreas específicas para superar la crisis, mejorar la calidad de vida y hacer a EEUU un país más inclusivo. Estas acciones no tendrán efectos inmediatos sino a mediano plazo, son un programa a unos 10 años. (1) Reducir la tasa de desempleo al 5% para 2015. (2) Aumentar las destrezas y la calidad de la formación académica de la fuerza laboral, mejorando los niveles de educación superior para que la mitad de la población entre 24 y 29 años tenga educación superior. (3) Reducir el porcentaje de los niños (especialmente menores de 6 años) que crecen en pobreza, que llega hasta al 20% al 10% en 2020, mejorando sus condiciones de salud y nutrición, así como su educación preprimaria y primaria, para aumentar su motivación e interés y reducir las dificultades de socialización, quebrando así la trampa de las bajas destrezas que comienza en la niñez. (4) Reducir los niveles de gases contaminantes promoviendo fuentes energéticas alternativas limpias y renovables. (5) Reducir primero el déficit público al 2% en 2015 y eliminarlo después en 2020, aumentando impuestos o reduciendo gastos por el 6% del PIB. (6) Mejorar la gobernabilidad mediante reducir la corrupción y la incompetencia pública y hacer una reforma política para atender los bienes y servicios públicos y las fallas del mercado. (7) Basar la seguridad nacional en una diplomacia suave (asistencia al desarrollo) y no en la diplomacia dura (de guerras innecesarias y ocupaciones militares contraproducentes) y reducir los gastos militares del 5% del PIB. Y (8) establecer metas nacionales de felicidad incluyendo vacaciones, aumento de la expectativa de vida, reducción de la corrupción pública, aumento de la confianza social y la compasión por los demás.

Sachs considera que los gastos fiscales del gobierno federal actuales requieren un 24% del PIB, mientras los ingresos sólo generan un 18% del PIB.  Algunos gastos como los incluidos en sus 8 propuestas anteriores tenderán a aumentarlos y otros, como los militares, se podrán reducir, pero el balance terminará igual.  Por ello habría que aumentar los impuestos, especialmente a los grupos de altos ingresos, y se podría utilizar el IVA que genera el 10% del PIB en muchos países de la OECD.

Sachs propone proporcionar una perspectiva de más largo plazo a la acción pública y hacerle el debido seguimiento utilizando los mensajes anuales del presidente al congreso y la oficina bipartidista de manejo presupuestario (OBM).  También recomienda el principio de la subsidiariedad para acercar las soluciones lo más posible localmente a los afectados.  Sachs rechaza categóricamente que los programas sociales no hayan tenido grandes resultados en EEUU; destaca que la pobreza en el grupo de la tercera edad se ha reducido notablemente a partir de los 1960s debido a los Programas del Social Security y el Medicare.

Sobre el tema político Sachs considera que la solución es la creación de un tercer partido que represente al centro mayoritario moderado de la población y que no se polaricen aún más en los extremos en los dos partidos existentes, como lo ha hecho con base en bravocunadas el tea party con el partido republicano.

Lo anterior es un resumen de las principales prescripciones de Sachs que el sustenta con análisis histórico y estadístico.

En el próximo artículo haré una evaluación del novedoso, pero ya influyente libro de Sachs.

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