Toda verdad pasa por tres etapas:
Primero es ridiculizada;
después es Violentamente rechazada;
al final es aceptada como evidente por sí misma.
>Arthur Schopenhauer, filósofo alemán (1788-1860)
La revolución cultural, económica, política y social que ha vivido el pueblo estadounidense durante más de una década, fue muy similar a la francesa bajo Maximilien Robespierre, dice el analista político Víctor Davis Hanson, aclarando que MAGA no es una revolución, sino una restauración.
Con Donald Trump en la presidencia, es ahora posible examinar la experiencia radical de 12 años de Barack Obama, incluido un tercer mandato, manejando a un senil Joe Biden. Como en la Revolución Francesa, la ultraizquierda, reescribió la historia, cambió los nombres de las cosas, derribó estatuas, atacó la Iglesia, persiguió al ciudadano común, y dio rienda suelta a la locura, el desorden, el crimen y a la corrupción.
Después del daño viene la reparación. Durante la reciente Convención Conservadora 2025 en Washington, Santiago Abascal presidente de Vox, uno de los partidos de oposición en España, invitó a Europa a normalizar el sentido común y a restaurarlo todo.
El caso de la Gran Bretaña
La situación europea bajo el ultra socialismo no ha sido muy diferente. Los miembros de la Unión Europea padecen bajo el yugo político endosado por el cada vez más abusivo globalismo.
En el caso del Reino Unido, que abandonó la UE en 2018, la tibieza de sus lideres no ha logrado detener el mecanismo impuesto por políticas globalistas como el de fronteras abiertas o el wokeismo.
El neurobiólogo y conferencista británico Kenan Malik argumenta que la característica clave de Gran Bretaña durante el último medio siglo ha sido la liberalización extraordinaria y las actitudes extremas hacia la sexualidad, el sexo prematrimonial y las relaciones interraciales.
La obsesión anglosajona de demostrar al mundo que no son racistas, es una de esas debilidades que aprovecha la élite globalista en su proyecto de ingeniería social. La inmigración masiva es una manera efectiva de sofocar las naciones y sumirlas en el divisionismo, la violencia y el descalabro económico.
El Brexit 
Un importante estudio recopilado durante más de 10 años por un equipo académico, explica el por qué una mayoría en el Reino Unido decidió votar por la separación de la Unión Europea. El Brexit marcó la culminación de tendencias en la política interna que se fueron acumulando durante décadas. Los partidarios de permanecer en la UE lo presentaron como la revuelta de los ignorantes, a pesar de que un tercio de los graduados votó a favor de la salida. Los partidarios del Brexit responden que fue una revuelta del pueblo contra las élites.
Los autores del informe, señalan a) el cambio drástico en el sistema de partidos políticos, incluido el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), b) la dinámica de la opinión pública durante la campaña del referéndum, c) los factores que influyeron en la forma en que votaron los ciudadanos y d) el impacto histórico de esta decisión.
Matt J. Goodwin, uno de los autores de El Brexit: ¿Por qué el Reino Unido votó para abandonar la Unión Europea?, comenta que lo que está sucediendo en Gran Bretaña es muy similar a lo que pasó en Estados Unidos bajo las más recientes administraciones del partido demócrata. Es, además, una advertencia para el mundo y los países que están atravesando por situaciones similares, como son la erosión de la libertad de expresión y la identidad nacional. La resistencia, liderada por Nigel Farage y Reform UK, es la única esperanza que tiene el país para cambiar su rumbo en las elecciones de 2029.
La intolerancia de los progresistas se hizo más evidente tras el voto a favor del Brexit, cuando achacaron el resultado al racismo estructural en el Reino Unido, etiquetando a sus oponentes de “racistas, intolerantes e imbéciles". Acusación que luego fue desarticulada por el informe 2019 de la Comisión sobre Disparidades Raciales y Étnicas.
El "wokeismo" uno de los elementos del desorden y la fracturación sociocultural de los últimos años, ha sido descrito como una seudo religión por su celo y fanatismo, por lo que el partido conservador ha empezado a plantearse "la importancia de las cuestiones culturales", ya que los partidos de izquierda, incluido el laborista, se han alejado de sus principios fundacionales.
Los críticos ingleses destacan, además, la holgura con que la izquierda progresista gasta el erario público en iniciativas que fomentan la confusión política y los cambios radicales de la agenda globalista. En 2023, el presupuesto de ayuda exterior del Reino Unido alcanzó los 15.300 millones de libras, Un aumento de 583 millones con respecto a 2022.
Reflexiones de la oposición
Una de las preguntas más importantes en la política inglesa en este momento es ¿hacia dónde va el conservadorismo? no solo en Gran Bretaña sino en todo el mundo. Los conservadores necesitan "decidir quiénes son y qué quieren hacer" ya que según dijo M. Goodwin durante la Conferencia Nacional Conservadora en 2023, el Partido Conservador. en su país, ha caído en una "espiral de muerte prolongada".
Durante los disturbios de 2024 en el Reino Unido provocados por el ataque en Southport, en el que Axel Rudakubana, de 17 años, apuñaló a 13 estudiantes en un centro de yoga y danza, matando a tres niños e hiriendo a otros seis y a dos adultos. El agresor, que acaba de ser sentenciado a 52 años de cárcel por asesinato, fue imputado, además, por posesión del tóxico ricina y un manual de entrenamiento militar de Al-Qaeda.
Cuando los comentaristas se apresuraron a acusar de “extremistas de derecha" a las personas presentes en las protestas contra la inacción de los lideres ante la ola de crímenes derivados de la inmigración masiva, Goodwin denunció el esfuerzo concertado y coordinado de agentes radicales en los medios de comunicación, para estigmatizar y silenciar a millones de ciudadanos que se oponen a la inmigración indiscriminada y sus efectos.
El populismo en marcha
Un artículo del Daily Telegraph, uno de los periódicos británicos de mayor circulación, observa que la mayoría de los comentaristas en los medios, se aferran a los estereotipos, más alineados con su perspectiva personal, en lugar de analizar minuciosamente las tendencias demográficas y socioeconómicas a largo plazo que afectan a la vida actual.
En cuanto a los académicos, son bien pocos los que hacen uso de una comprensión forense de los detalles o calibran sus tendencias políticas para ajustarse a los tiempos. Las observaciones objetivas y bien documentadas, dice el artículo, son “un golpe de realidad para cualquiera que se aferre a la esperanza de que el populismo es una borrasca política pasajera”.
En todo Occidente, hay un incremento en la multitud de personas que se sienten excluidas o alienadas y quienes cada día ven con más recelo las políticas migratorias, la marginalización de las tradiciones nacionales y el despilfarro de la economía neoliberal. Muchos de estos votantes recurren a los movimientos populistas nacionales, que comienzan a cambiar el rostro de la democracia liberal occidental.
Este giro radical, es la reacción de un electorado cansado de la corrupción y el autoritarismo; del desorden y la locura. De que sus gobernantes estén más enfocados en enriquecerse a través del globalismo y el wokismo que en las necesidades de sus países.
En su libro más reciente, Populismo Nacional: La Revuelta contra el liberalismo democrático, el autor, Goodwin, y su coautor Roger Eatwell presentan un caso convincente a favor de un compromiso serio y respetuoso del populismo nacional, una marea que no se detendrá pronto.
** Gloria Chávez Vásquez es escritora, periodista y educadora. Reside en Estados Unidos.