¿Es la democracia una simple dictadura de las mayorías?

¡NO! La democracia auténtica depende de un consenso nacional en el que prime un ambiente de fraternidad humana donde mayorías y minorías, amigos y adversarios muestren el debido respeto mutuo a la hora de tomar decisiones. Por lo tanto, la democracia no puede prevalecer si descuida el propósito de promover una sociedad a la medida del hombre, edificada sobre principios más humanos y sobre firmes cimientos éticos integrados por:

1) el principio del bien común, que no tiene otro fin que el de asegurar, sin interrupción, las condiciones externas que permitan a cada ciudadano desarrollar plenamente su vida individual, en un sistema en el que la justicia exige que se consideren las necesidades de los trabajadores y de sus respectivas familias, pero también la situación real de la empresa en que trabajan y las exigencias que promuevan y faciliten el bien común económico. Esto sólo puede desarrollarse y sostenerse cuando nos comprometemos a seguir un proceso de conversión personal que desarrolle un espíritu de solidaridad destinado a prevalecer como motor de una sociedad justa; 

2) el principio del destino universal de los bienes, que depende de la plena vigencia del anterior para su aplicación y que consiste en reconocer el derecho a la propiedad privada, adquirida por el trabajo, o recibida de otro por herencia o por regalo, pero de conformidad con el concepto ético de que, al servirse de esos bienes, las personas están obligadas a considerar las cosas externas que poseen legítimamente no sólo como suyas, sino también como comunes, en el sentido de que han de aprovechar no sólo a ellos sino también a los demás, porque la propiedad de un bien hace de su dueño un administrador para hacerla fructificar y comunicar sus beneficios a otros; y, Subsidiarity principle

3) el principio de subsidiaridad, que establece un sistema que empodera a los ciudadanos en el proceso de tomar decisiones a nivel municipal y provincial evitando la excesiva centralización del poder que suele conducir a regímenes autoritarios y/o dictatoriales. Por tanto, determina que el Estado no debe realizar lo que puedan hacer las comunidades o los organismos intermedios, para que las personas o los grupos que la componen tengan la capacidad de resolver problemas y realizar iniciativas responsable y eficazmente sin la intervención perturbadora de organismos superiores. 

Democracy is problem solvingLa aplicación de estos tres principios básicos en la sociedad permiten a su vez una genuina solidaridad por la vía del diálogo, la negociación y la transacción, tres requisitos indispensables de una democracia auténtica.

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