La corrupción administrativa es un mal reiterado entre los gobernantes de todas las épocas, alcanzando un mayor o menor grado según las circunstancias y el país donde se ha padecido. Estados Unidos no ha sido la excepción, pero ha alcanzado últimamente un nivel sin precedentes como lo contemplamos en el caso de un ex Presidente al que se le imputan numerosos cargos y por los cuales está siendo sometido a diversos procesos judiciales simultáneos todavía no resueltos, en medio de un proceso electoral en el que es candidato, como también a un Presidente en funciones, quien también es candidato y está protegido por la inmunidad presidencial para no estar sometido a ningún proceso judicial por los manejos que se le imputan.
No obstante, las pruebas que involucran al Presidente parecen ser contundentes. Los Senadores Republicanos de Estados Unidos han recibido documentos de Cathay Bank que muestran millones de dólares de empresas chinas transferidos o entregados a Hunter Biden, el hijo del Presidente Biden. El hermano del presidente, James, está involucrado también en los documentos revelados.
Cathay Bank, es una institución financiera con sede en Los Ángeles y con sucursal en Hong Kong que fue fundada por inmigrantes chinos. Se ha revelado que entre 2012 y 2016 ha abierto oficinas en Beijing y Shanghai. Tiene también sucursales en Taipei. |
En un movimiento inesperado, los registros financieros de los Biden fueron entregados por Cathay Bank a mediados de abril después de que los Republicanos del Senado reiteraran su solicitud, mientras que todos los demás bancos estadounidenses involucrados se negaron a hacerlo.
Este banco les entregó registros financieros que mostraban millones de dólares en pagos de empresas chinas a Hunter Biden y a su tío, James, un hermano menor del Presidente Joe Biden. Los registros que Cathay Bank proporcionó a los senadores Johnson y Grassley muestran profundos vínculos financieros entre el hijo y el hermano del presidente y la ahora desaparecida CEFC China Energy, que tenía vínculos con el Partido Comunista Chino (PCCh). [ Ver la presentación del Senador Grassley AQUÍ]
Una segunda compañía energética china, Northern International Capital Holdings, que está asociada con el CEFC respaldado por los comunistas, transfirió 5 millones de dólares a Hudson West III, según muestran los registros de Cathay Bank.
El dinero enviado por las dos empresas financió una transferencia bancaria de 4,8 millones de dólares de Hudson West III a las empresas de Hunter Biden, Owasco P.C. y Owasco LLC, así como a Lion Hall Group, propiedad de James Biden.
Los registros que entregó el banco mostraron profundos vínculos financieros entre el hijo y el hermano del presidente y la ahora desaparecida CEFC China Energy, que tenía vínculos con el Partido Comunista Chino. El gigante energético transfirió 1 millón de dólares a Hudson West III, una empresa conjunta propiedad de Hunter Biden y Gongwen Dong, socio comercial del fundador y presidente de CEFC, Ye Jianming.
Los registros de Cathay muestran también que Owasco P.C. envió 20 transferencias bancarias por un total de casi 1,4 millones de dólares al Lion Hall Group, al tiempo que Hudson West III pagó a Hunter Biden una cuota de retención de 500.000 dólares más 100.000 dólares al mes. Por su cuente, James Biden recibía 65.000 dólares al mes, según muestran los registros.
El presidente del Comité de Supervisión y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes, James Comer (R-Ky.), emitió un comunicado en el que decía:
"El Comité de Supervisión seguirá buscando registros bancarios adicionales para seguir la enmarañada red de transacciones financieras de los Biden para determinar si la familia Biden ha sido comprometida por actores extranjeros y si existe una amenaza para la seguridad nacional. Pronto proporcionaremos al público más información sobre lo que hemos descubierto hasta la fecha".
Según señala el Senador Chuck Grassley en su presentación* del caso ante sus colegas del Senado de Estados Unidos:
«Nuevas pruebas del tráfico de influencias de la familia Biden están surgiendo de forma regular, a menudo procedentes de los registros de la computadora portátil de Hunter Biden. La misma computadora portátil que los medios de comunicación y los ex funcionarios de las agencias de inteligencia del estado profundo dedujeron que era desinformación rusa. Pero no fue desinformación rusa. Tampoco lo es ninguna de las informaciones que presentamos en nuestros informes y aquí en el pleno del Senado.
Es posible que nunca sepamos todos los detalles de los enredos extranjeros de la familia Biden, o hasta qué punto esos enredos han comprometido y comprometen a nuestro actual presidente. Pero estoy bastante seguro de que sé quién lo sabe: los agentes de inteligencia en Rusia, China, Irán y Corea del Norte. Elementos dentro de las agencias de inteligencia de EE.UU. probablemente también lo sepan, pero no nos lo van a decir.»
* Pueden verla abriendo el enlace que figura en un párrafo anterior.