Ulaanbaatar, Nov.18.─ The police arrested widow of the late politician and democratic revolutionary S.Zorig, D.Bulgan, on November 13 for reasons that have not been made public.
D.Bulgan was arrested in her home on the night of November 13, according to a report by the police. After 72 hours in police custody, law enforcement authorities extended her detention by two weeks. The police said they are interrogating her while she is detained, but declined to elaborate on why she was arrested, as they stated that the investigation is ongoing.
LA HABANA.- Aún no habían pasado veinticuatro horas de que la policía política advirtiera a mi esposa de que me propinarían una golpiza por haber participado en la protesta llevada a cabo el día 22 de octubre frente a la sede de la Fiscalía General de la República, y ya se cumplía la amenaza en las manos del oficial Camilo y su compinche Herminio.
Es necesario mostrar solidaridad hacia un comunicador acosado por las autoridades cubanas
No es la primera vez que me siento obligado a escribir en pro de mi amigo y colega por partida doble —como jurista y comunicador independiente— Roberto de Jesús Quiñones Haces. En esta oportunidad provoca mi inquietud la situación que él confronta a raíz de la detención y el registro arbitrarios de los que lo hizo objeto a principios de mes la Seguridad del Estado en la ciudad de Guantánamo, donde reside.
Esto último fue informado en su momento por CubaNet, que recogió asimismo la elocuente crónica que escribió al respecto, tras su excarcelación, el propio interesado. Pero es el caso que las informaciones publicadas con rapidez y los mismos textos salidos de la pluma de Quiñones, no han resultado suficientes para poner fin al acoso exacerbado que él está sufriendo.
Ahora acabo de conocer el escrito que el mismo Roberto de Jesús presentó a la Fiscalía horas después de terminar su inicuo arresto. Con independencia de los giros forenses inevitables en un alegato de esa naturaleza, aparecen reflejados allí, de manera tersa, todos los atropellos que las autoridades cubanas suelen prodigar a cualquier ciudadano que se les enfrente o simplemente discrepe de ellas.