Distinción entre la nacionalización histórica de 1976 y las expropiaciones ilegales del chavismo

VenAmérica es una organización de la sociedad civil registrada en los Estados Unidos, que tiene entre sus objetivos fundamentales propiciar el entendimiento y la cooperación entre venezolanos y estadounidenses. En este sentido, ha tomado la iniciativa de emitir la siguiente declaración pública sobre dos temas de esencial interés para el pueblo venezolano en su esfuerzo por recuperar la libertad y la democracia. La libertad ha sido un objetivo compartido por nuestros pueblos desde hace más de 200 años, cuando ambas naciones transitaban sus respectivas gestas de independencia.

1.       La distinción entre la nacionalización histórica de 1976 y las expropiaciones ilegales del chavismo, para evitar narrativas anti-estadounidenses

En primer término, nos referimos a una reciente publicación en X de Stephen Miller, uno de los asesores principales del presidente Donald Trump, quien señaló: “El sudor, el ingenio y el trabajo estadounidenses crearon la industria petrolera en Venezuela. Su expropiación tiránica fue el mayor robo registrado de riqueza y propiedad estadounidense. Estos bienes saqueados se utilizaron para financiar el terrorismo e inundar nuestras calles de asesinos, mercenarios y drogas”.

Es evidente que la declaración de Miller se refiere explícitamente a la expropiación ilegal e inconstitucional de industrias extranjeras —incluyendo empresas petroleras estadounidenses— ejecutada por los regímenes autoritarios de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Sin embargo, la imprecisión del texto en estos momentos de conflicto ha permitido que medios de tendencia extremista y sectores afines al régimen distorsionen el mensaje. Buscan construir una narrativa contra Estados Unidos, nuestro principal aliado en la recuperación de la libertad, acusándolo de mantener una relación puramente transaccional basada en el interés de apoderarse del petróleo venezolano. Esta misma acusación infame se pretende esgrimir contra la líder de la nación, María Corina Machado, señalándola como un instrumento en el supuesto juego del presidente Trump, así como contra quienes hemos expuesto la interpretación correcta de la publicación de Miller.

VenAmérica advierte a los venezolanos, tanto en el país como en la diáspora, y a los amigos de Venezuela -especialmente en los Estados Unidos- sobre el carácter tóxico de esta narrativa distorsionada, cuya peligrosidad ha sido subrayada en un reciente editorial del diario El Nacional. Cualquier intento de equiparar la nacionalización legítima y constitucional de la industria petrolera venezolana con los actos de expropiación, o de desconocer el esfuerzo de los venezolanos desde la perforación del primer pozo hasta la creación de PDVSA, constituye una distorsión profunda de nuestra historia. Esto genera una confusión que el régimen de Maduro utiliza contra su propio pueblo y contra la alianza estratégica con los Estados Unidos. La nacionalización petrolera fue un acto impecable del gobierno de Carlos Andrés Pérez, acordado con todas las empresas concesionarias, lo que permitió la creación de Petróleos de Venezuela y estimuló una relación comercial y tecnológica fluida con las empresas norteamericanas.

2.       La responsabilidad exclusiva de los regímenes de Chávez y Maduro en el riesgo de pérdida de CITGO.

El segundo tema sobre el cual VenAmérica se pronuncia es el referido a la empresa CITGO, radicada en los Estados Unidos. Este es uno de los activos más importantes de los venezolanos, con un historial fundacional y corporativo impecable y un manejo intachable durante la era democrática. CITGO representa un valor estratégico fundamental para el proceso de transición política, el rescate democrático, sociopolítico, institucional y económico de Venezuela. Hoy, la empresa se encuentra en riesgo de ser rematada en un juicio cuestionado que compromete seriamente su futuro.

A pesar de que el Departamento de Comercio de EE. UU. ha otorgado una extensión parcial a su protección, el riesgo de pérdida persiste.

Sobre este punto es necesaria otra clarificación, más allá de los complejos detalles legales. La narrativa del régimen que pretende responsabilizar a venezolanos honorables por haber comprometido a la empresa es una monumental distorsión. Todo el riesgo que se cierne sobre CITGO deriva exclusivamente de las acciones inconstitucionales de los regímenes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. La defensa de los intereses del pueblo venezolano en esta materia se debe primordialmente a los esfuerzos del ingeniero Horacio Medina, presidente de la Junta Administradora ad hoc de PDVSA e integrante de VenAmérica, así como de las juntas directivas de CITGO y PDVSA ad hoc. A ellos queremos expresarles nuestra profunda gratitud por actuar con ética, honestidad y espíritu patriótico en la defensa de este activo nacional.

Entendemos perfectamente que el objetivo primario de la alianza entre las fuerzas democráticas de Venezuela y el gobierno de los Estados Unidos es restablecer la vigencia de la Constitución y el respeto a la soberanía popular, la cual ya se expresó exigiendo la salida de Maduro. Alcanzar este objetivo superior tiene precedencia sobre cualquier otra tarea; sin embargo, es indispensable lograr la convergencia entre la acción de los partidos políticos y la sociedad civil, asegurando que nuestra gente esté debidamente informada sobre los intentos del régimen por distorsionar la verdad para sostenerse ilegítimamente en el poder.

Es auténtico, en Miami, a los veintidós días del mes de diciembre de 2025.