La Nueva Disidencia Cubana

Ironías de la historia: el régimen enfrenta ahora, tras los acuerdos Obama-Castro, una mayor disidencia proveniente de sus propias filas, de los cuadros intermedios y de base, tanto de la burocracia estatal como del Partido Comunista y sus adeptas organizaciones sociales.

Mientras la casta gobernante se beneficia de la normalización de relaciones con el antiguo imperialismo yanqui, devenida en solución de sobrevivencia para descendientes y amigos de los ancianos guerrilleros, los de abajo no alcanzan ni las migajas del pastel de manzana. Oyen que Roberta Jacobson arregla con Josefina Vidal las escenas finales de una tragicomedia demasiado larga; pero ni media palabra acerca de que ellos no terminarán en la calle, destituidos —la mayoría con razón— por ineptitud y exceso de personal.

Más funcionarios administrativos y políticos —multiplicados por sus familias—corren hoy a entrar en el sector privado o cooperativista... En el trayecto —como los precursores— se desprenden de compromisos "revolucionarios", hasta del antes codiciado carnet del Partido o de la Juventud Comunista, que ha dejado de funcionar como patente de escalamiento para convertirse en yerro, estigma.

La desbandada, desde luego, necesita una justificación "moral" para no aparecer solo como asunto de dinero. Lo mismo que los comerciantes e inversionistas estadounidenses, junto a sus políticos, necesitan hablar de que defienden los derechos humanos en Cuba, estos "dejados de la mano de los Castro", encuentran en hablar mal del programa socialista y sobre todo de los dirigentes —en particular de Raúl Castro y el Buró Político—, un somnífero para conciliar el sueño, huir de más pesadillas.
Diestros y zurdos en el arte de la oportunidad —exige dotes teatrales a cada momento—, por lo general tienen menos ingenuidad que un croupier de Las Vegas. Y ya no son ratones —los primeros que abandonan el barco—, porque en realidad son miembros de la tripulación, hasta oficiales de segundo rango.

A este segmento intermedio del mecanismo de Poder —en una sociedad aún carente de alternativas sólidas—, hay que agregarle el personal de sus alrededores: periodistas oficiales, diplomáticos de rango medio, científicos y académicos, empleados de confianza en ministerios subvencionados, artistas y escritores...; entre los que se apresuran a alejarse, desentenderse y hasta hacerse las víctimas por "cándidos", "crédulos".

Con una señal de peligro: el mismo sector intermedio, pero en el Ministerio del Interior y en el de las Fuerzas Armadas, donde las especulaciones y los recuerdos de que Batista apenas era un sargento —lo esencial de la historia suele repetirse—, abren incógnitas. Porque a pesar de que se trata de un personal privilegiado respecto de sus similares civiles, alberga grupos deseosos de saltar al estrellato, tras avizorar un capitalismo al estilo de República Dominicana, con el visto bueno de Washington y vista obesa ante márgenes especulativos y operaciones de dudosa legalidad.

Los más osados dentro de este personal —civiles y militares— del régimen ya son un peligro para la cúpula del poder, porque sus escrúpulos —patrióticos incluidos— se oxidaron hace décadas. Hoy ellos saben que les convendría un tránsito a la democracia representativa, con varios partidos, aperturas...

En ese río revuelto, sus oportunidades de ascenso aumentan, para dejar atrás el sueldo fijo, la jaba mensual y sobre todo el miedo a ser destituidos, tronados en razón de que la actual estructura vertical de dirección es excesiva, incosteable, para colmo entorpecedora de los cambios.

No es muy pronto para augurar ciertas alianzas coyunturales entre fracciones de la disidencia histórica, esta nueva oleada y el exilio pragmático. Tampoco para pensar que la estrecha casta del poder verá impasible los nuevos núcleos conspiradores, en la opción de buscar arreglos o enfrentamientos... De ahí el consenso sobre los imprevisibles sucesos que pueden ocurrir este año.

Obama apuesta a los imprevisibles y Raúl Castro a que no contradigan su transición o a que a él no le toque verlos. A estas alturas da lo mismo. Los funcionarios disidentes lo saben. Se apresuran. Se les oye decir como a los de la Brigada 2506 en 1961 —cuando Playa Girón— que los embarcaron.

No se trata de ironías de la vida, estimado tocayo.

Lo único irónico en todo esto que está ocurriendo es la persistencia de algunos en definir la realidad en función de sus propios deseos, y no viéndola tal cual es.

La disidencia interna no es, en ningún lugar, la que desean que sea los de afuera (por mucho dinero que le den ni por mucho que pretendan manipularla); la disidencia real, aun siendo una respuesta frente a quienes detentan el poder, tiene que apoyarse en espacios de poder para cuestionar efectivamente a los detentadores del poder EN LA CALLE, y no en el mundo de los discursos y los escritos desde lejos.

Por aquí, por el Sur de la Florida, seguimos en la misma: hablando con nosotros mismos, haciendo discursos en defensa de democracias, estados de derecho, libertades, etc., etc., trepados, para escucharnos mejor a nosotros mismos, sobre un cajón de madera que confundimos con un pedestal… O sea, mas de lo de siempre.

Así nos va, y así seguiremos, hasta que se nos muera el resto del público cada vez mas reducido que se presta para este tipo de expresiones de desencanto colectivo.

Por aquí, por el Sur de la Florida, seguimos en la misma: hablando con nosotros mismos, haciendo discursos en defensa de democracias, estados de derecho, libertades, etc., etc., trepados, para escucharnos mejor a nosotros mismos, sobre un cajón de madera que confundimos con un pedestal… O sea, mas de lo de siempre.

Amigo Palli, alguna sugerencia constructiva sobre que hacer por el Sur de la Florida?

Desde el Sur de la Florida es muy difícil, amiga Martha, hacer algo constructivo que tenga un impacto directo y efectivo en otros países, llámense Cuba, Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, o el que sea.
Por lo menos así lo veo yo.

Alguna vez usted misma me salió al cruce por un comentario mío similar a este –en estos mismos foros- poniendo a Martí como ejemplo de lo mucho que se puede hacer por Cuba desde los EEUU, y habrá quien le de a usted la razón, no lo dudo, y que se sienta inspirado por las actividades de mi tocayo (quien, según m contaron la semana pasada, dio un discurso hasta en Gainesville, en pleno corazón de la Florida), lo que tiene su mérito.

Pero Martí tuvo en cuenta también parte de lo que yo digo, y lo demostró arriesgando y perdiendo su vida en la isla donde nació y hacia la libertad de la cual sus discursos estaban orientados. Además, Martí nunca dejo su objetivo de liberar a Cuba de España librado al azar de la actividad política interna en otra nación extranjera que, por necesidad, se rigiera por otros intereses distintos a los suyos.

Pero como me pide usted consejo –y aunque yo consejos no doy- le regalo éste: dentro de seis meses, cuando piense usted en que hacer en el Sur de la Florida a efectos de cualesquiera sean los objetivos que usted persigue, trate de pensar en algo distinto de lo que ya hizo en enero del 2015, o seis meses antes, o uno o dos años antes… A veces es mejor no hacer nada que caer en lo repetitivo.

Si se me ocurriera otra cosa para hacer desde aquí, desde el Sur de la Florida, con muchísimo gusto lo comparto con usted, amiga Martha.

No creo que haya esfuerzo alguno que se haga en vano, ya sea acertado o equivocado, con buenas o con malas intenciones. Toda acción tiene su efecto y consecuencias.

Tiene razón Pallí sobre seguir insistiendo en proyectos y estrategias que no han logrado los resultados que buscaban después de un largo tiempo de repetidos esfuerzos. Pero también hay que ser constante en la búsqueda de los objetivos. La gesta independentista de José Martí se prolongó por más de 15 años y nunca se desanimó por los fracasos. Lo importante es que sea una verdadera gesta y no un pretexto de protagonismo o de conveniencias.

El Foro de Promoción Democrática Continental (ForoPDC) está desarrollando una actividad constante que ha reunido a las fuerzas democráticas del continente en cuatro oportunidades en Miami, FL. La última fue este sábado 24 de enero en la Escuela de Derecho de la Florida International University (FIU) ─ ver reportaje → AQUÍ

De hecho, el ForoPDC está logrando el acercamiento de numerosos amantes de la democracia de muchos países donde la libertad y los derechos humanos están siendo violados o amenazados, para que se conozcan, para que limen sus asperezas, para que compartan sus estrategias, para que negocien sus rivalidades, en fin, para contribuir a la unidad de propósitos en el enfrentamiento que nos imponen con su agresividad los enemigos de la democracia.

Quizás no logremos desde Miami librar a esos países de sus verdugos, pero sí podemos contribuir a que los actores democráticos concentren sus fuerzas y compaginen sus estrategias para lograr una mayor eficacia en la gesta por la libertad de los pueblos.