MIAMI, Estados Unidos.- El pasado 20 de septiembre Miami fue sede del Foro Internacional Voces Abiertas organizado por el Institute for War and Peace Reporting. En esta ocasión el evento de periodismo latinoamericano que analiza los contextos en que esta profesión se realiza dentro de sociedades restrictivas, centró su atención en las condiciones en que trabaja en Cuba la prensa independiente, que algunos comienzan a llamar alternativa.
Tres días de activa participación en paneles reunidos en paralelo, cada uno con diferentes e interesantes temas, en los que el estado de la libertad de prensa en Cuba y el Periodismo de investigación en sociedades cerradas estuvo expuesto al análisis de todos los concurrentes.
Del estado de la libertad de prensa en el continente se puede concluir que Cuba, a pesar de seguir siendo punto de enfoque negativo en cuanto a sistema totalitario que controla la información y no permite la libre expresión, no es el caso crítico en el área. México ocupa la cima de riesgo informativo con un promedio de diez periodistas asesinados cada año. Le siguen en ese negro orden Honduras, Colombia, Brasil, Venezuela. Cada país con singularidades en cuanto a presión que deben sufrir los informadores. La delincuencia, la corrupción, el control de gobiernos autoritarios, locales y nacionales o intereses de inversores y bancos, hacen muy difícil y peligrosa la labor investigativa de quienes se preocupan por el medio ambiente, las secuelas de los diferentes tráficos o el juego político sucio de los gobernantes y autoridades.
A pesar de los avances democráticos en Latinoamérica los medios no quedan exentos de padecer los agobios que pone el poder político sobre la información libre, haciendo que cada vez sean menos los que puedan ser considerados verdaderamente independientes, por el sometimiento de diversos intereses, sean los que delinquen, los que gobiernan o la combinación de todos. En estos escenarios se hace común el uso y abuso de la publicidad oficial, la utilización de elementos para reducir al silencio a periodistas incómodos mediante presiones de todo tipo, desde el chantaje a las amenazas y hasta agresiones. La inhibición llega por igual a la opinión ciudadana a través de los cierres de cuentas de Facebook, blogs y páginas webs. Ni siquiera Estados Unidos saca el aprobado absoluto. De acuerdo a los panelistas Carlos Lauría (Comité de Protección de Periodistas) y Moisés Sánchez (Alianza Regional por la Libertad de Expresión e Información) la falta de transparencia informativa y la exposición de la privacidad informativa por motivos de seguridad son aspectos preocupantes.
El caso cubano se destaca por el control absoluto de los medios en manos estatales, así como el bajo acceso de los ciudadanos a información directa desde medios tradicionales e Internet, un espacio aún vedado para millones en la isla. Igualmente por la represión directa que sufren los informadores y la censura a los oficialistas que se atreven a romper el coto restrictivo. Llegado a este punto la descripción de la realidad cubana hecha por Miriam Herrera, representante de la Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP), puso la atención sobre los riesgos que enfrentan los periodistas independientes cubanos. Una situación que catalogó de preocupante y que alcanza por igual a los miembros del círculo cercano del informador. Detenciones, amenazas, el decomiso de sus herramientas de trabajo, son las consecuencias inmediatas. No obstante Herrera matizó que a pesar de esta situación negativa el periodismo independiente cubano ha evolucionado más allá del tema político. Algo que alarma a la estructura de poder, porque las voces independientes asumen aristas que antes no se tocaban. La investigación de episodios de corrupción, problemas que afectan a la sociedad en general y el detrimento que sufre el medio ambiente, entre otros asuntos, ya son objetivo de la prensa independiente nacional.
En esto consiste la importancia subrayada por todos los participantes en el evento del trabajo de la prensa independiente cuyo trabajo arduo comienza a rendir frutos palpables abriendo puertas de esperanzas. Esto se refleja en la postura de periodistas oficiales, sobre todo entre sus miembros más jóvenes, cuando lanzan sus primeras señales de protesta contra una política de control estatal sobre el derecho a la libre información y al trabajo investigativo.
Al final de las exposiciones es bueno saber que el balance no se va hacia el lado negativo y que el peso positivo comienza a hacer sentir su fuerza. Las relaciones de Cuba con Estados Unidos, a pesar de no significar la inmediata apertura de libertades para los cubanos, abren mayores oportunidades para quienes buscan un terreno común de entendimiento ciudadano, no importa las diferencias. El Foro Voces abiertas ha sido un ejemplo de ello en el exterior, nada más y nada menos que en la emblemática sede del exilio cubano. Voces veteranas (Luis Cino, Iván García), espacios como CubaNet, Diario de Cuba y Havana Times; también la Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP) y nuevas voces desde medios alternativos cubanos como El Estornudo, OnCuba, etc., se han encontrado para hablar del futuro que se puede construir, sobre cómo trabajar en una realidad cambiante en la que todo no será fácil y donde nuevos retos y peligros se avecinan aguijonando el deseo de una profesión que es más que todo vocacional, en la que se da mucho y pocas veces se recibe grato beneficio, pero que indudablemente es vital para el desarrollo sano de cualquier sociedad.
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